Racismo
De Mohamed Bouazizi a George Floyd. Una década de insurgencia en defensa de la vida

La nueva extrema derecha global es una respuesta a esta década de revuelta planetaria en defensa de la vida. Una contrarrevolución para la cual la revolución es, paradójicamente, tanto una vacuna como un desencadenante.

Portland Floyd
Manifestación en Portland tras el asesinato de George Floyd

Parece que fue ayer que la historia había llegado a su fin. El mundo restaba quieto, girando alrededor del sol de forma metódica y parsimoniosa, el neoliberalismo había abrazado el globo con apenas algún cuestionamiento esporádico en Seattle o Génova. Pero de repente, la mañana del 17 de diciembre de 2010 en una ciudad olvidada en el interior de Túnez, Sidi Bouzid, prendió una chispa de dolor e indignación.

Mohamed Bouazizi, vendedor ambulante de frutas y verduras, en protesta porque la policia le había requisado su único medio de subsistencia, se quemó frente a la prefectura local. Murió el 4 de enero, 10 días antes de poder ver cómo la insurrección que había levantado su rotundo acto acababa con una dictadura sanginaria de 23 años. Como un incendio que avanza secuencialmente, las protestas saltaron a Argelia, luego a Egipto, Yemen, Bahrein, Jordania, Siria, Líbano, Marruecos.

La historia de lo que ha sucedido durante esta década en toda esta región es larga e incoherente como la historia misma, llena de avances y retrocesos. Aquí interesa conocer las razones de este ciclo insurreccional: unos regímenes institucionales férreos y autoritarios, capitaneados por oligarquías que en la mayoría de casos tenían el apoyo de las élites europeas o atlánticas, sustentados por la violencia directa de la policía o el ejército, con altas tasas de precariedad y de desempleo juvenil.

Fueron revueltas con profundas razones políticas pero también, a diferencia de lo que a menudo se ha señalado, con profundas razones sociales. Mohamed Bouazizi sintetiza muy bien todos estos elementos: un joven desempleado busca una forma de autosubsistencia que le es arrebatada por el Estado a través de la policía. Por esta razón millones de jóvenes de otros países árabes se sintieron identificados con su indignación y sintieron que su cuerpo era también el suyo. Esto es, en definitiva, la empatia: compartir el dolor. Y esto es, según Spinoza lo que es la indignación: el odio hacia alguien que ha hecho mal a otro, con el que uno por supuesto se siente identificado.

Las revueltas en el mundo árabe abrieron un ciclo de protestas en todo el mundo: de la primavera árabe al 15m, a la generación precaria en Portugal o la acampada en Plaza Syntagma en Atenas

Las revueltas en el mundo árabe abrieron un ciclo de protestas en todo el mundo: de la primavera árabe al 15m, a la generación precaria en Portugal o la acampada en Plaza Syntagma en Atenas, a las protestas en Europa del este como en Serbia, Bosnia-Herzegovina o Hungría, a la insurrección en Turquía para proteger el parque Gezi y contra el autoritarismo neoliberal y nacionalista de Erdogan, al movimiento Pase Livre en Brasil, el Yo Soy 132 en México, al movimiento Occupy en EEUU o Reino Unido, a China, Rusia, India o Sudáfrica, y recientamente también en Ecuador y Chile. Y, sobre una arena directamente planetaria, los nuevos y esperanzadores movimientos: el feminista global y el climático también global.

Desde mi punto de vista, si bien es una hipótesis que habría que confirmar, la nueva extrema derecha global es precisamente una respuesta a esta década de revuelta planetaria en defensa de la vida. Una contrarrevolución para la cual la revolución es, paradójicamente, tanto una vacuna como un desencadenante. La extrema derecha busca reestablecer la violencia sobre la vida mediante mecanismos culturales, jurídicos, económicos, o de simple y llana coacción autoritaria. Aquí es donde se encuentran sus tres pilares: el nacionalismo, el neoliberalismo y el autoritarismo.

Así llegamos, una década después de que Mohamed Bouazizi se inmolara, al fatídico 25 de mayo, cuando George Floyd fue asesinado en plena calle por una pareja de policías. Otro acontecimiento singular que desató la mayor revuelta antirracista que ha habido en EEUU y seguramente también en el mundo en el último medio siglo.

George Floyd, como Mohamed Bouazizi, enfrentado al último eslabón del Estado neoliberal, la violencia directa de la policía, tuvo una muerte retransmitida, elemento aparentemente banal pero de enorme importancia. La imagen del sufrimiento de Bouazizi, de la represión en la Plaza del Sol o Plaza Catalunya, de las excavadoras en Gezi o de la arbitrariedad policial en Chile, han circulado con gran velocidad llenando todas las pantallas, y han hecho emerger la empatía y la indignación.

Que millones de personas salgan a la calle por otra persona que no conocieron, hace temblar de emoción. Porque significa que se identifican con el dolor ajeno y se identifican porque es una experiencia singular que simboliza un mundo entero

Que millones de personas salgan a la calle por otra persona que no conocieron, hace temblar de emoción. Porque significa que millones de personas se identifican con el dolor ajeno y se identifican porque es una experiencia singular que simboliza un mundo entero, una experiencia universal. Si la vida de Mohamed o George importan también importan las de todos los jóvenes precarios, las de las personas negras o racializadas, las de los refugiados que cruzan el Mediterráneo, las de los mexicanos que saltan el muro, las de miles de mujeres migrantes que cuidan a otros niños para poder cuidar a los suyos, las de la gente humilde que vive en barrios minados por la segregación y la gentrificación, las de los manteros y las de quien vende en la calle, las de las personas perseguidas por la violencia policial o la discriminación.

Importan, en última instancia, todas las vidas que padecen violencias sistémicas de clase, racial, de género u otras. Violencias que, a menudo, están entrelazadas. En palabras de Angela Davis: “Cuando finalmente en el mundo las vidas de los negros sean reconocidas como algo que importa, eso va a significar que todas las vidas importan”.

Empatía, empátheia, viene del griego, y significa el hecho de compartir el dolor. En este compartir el dolor también nos reconocemos unos a otros como vulnerables, y es ahí donde emerge la comunidad, donde la sociedad eclosiona. Los cuidados son la única alternativa para proteger unas vidas, humanas y no-humanas, que son por definición frágiles y están interconectadas. ¿Podrán revertir estos movimientos la contrarrevolución de la extrema derecha? ¿Podrán hacer emerger estos movimientos empáticos una sociedad, que de facto ya es global, que ponga en el centro la vida?

Sobre este blog
Un espacio de encuentro y debate para personas que participan o están en los alrededores de ese difuso cuerpo conocido como Movimientos Sociales.
Ver todas las entradas
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Represión
Rodea el Congreso Arranca el juicio del Rodea el Congreso con una petición de penas de más de 112 años
Las 21 personas encausadas se enfrentan a cargos penales por su participación en una de las convocatorias más masivas del ciclo político que inauguró el 15M.
Galicia
Movimientos sociales Vigo se organiza contra la masificación turística: ‘‘Queremos una ciudad para vivir todo el año’’
Una veintena de organizaciones vecinales y ecologistas crean la Plataforma Fronte a Masificación Turística para tratar de revertir un modelo que agrava la crisis de vivienda y ha golpeado duramente a las zonas costeras del sur de Galicia.
Sobre este blog
Un espacio de encuentro y debate para personas que participan o están en los alrededores de ese difuso cuerpo conocido como Movimientos Sociales.
Ver todas las entradas
Genocidio
Genocidio El TPI emite la orden de detención contra Netanyahu y Gallant por crímenes de guerra
La Sala de Cuestiones Preliminares del TPI rechaza las impugnaciones de competencia formuladas por el Estado de Israel y emite órdenes de arresto contra Benjamin Netanyahu y Yoav Gallant.
COP29
Cumbre del clima La COP29 encara su última jornada con un final agónico sin acuerdo en los temas clave
Los borradores de los textos de negociación sobre la mesa quedan muy lejos de un acuerdo sobre financiación climática en línea con las necesidades para que el planeta no rebase los 1,5ºC de calentamiento medio.
Crisis climática
Informe de Unicef El cambio climático multiplicará por tres la exposición de los niños y niñas a las inundaciones para 2050
Es la proyección que hace Unicef en su informe 'El Estado Mundial de la Infancia 2024'. La exposición a olas de calor extremas será ocho veces mayor para 2050 respecto a la década del 2000. “El futuro de todos los niños y las niñas está en peligro”, advierte la agencia de la ONU.
Comunidad de Madrid
Educación en Madrid El profesorado madrileño vuelve a parar, con la huelga indefinida ya entre sus planes
Durante la segunda convocatoria de huelga educativa en la Comunidad de Madrid, Menos Lectivas ha organizado una asamblea para plantear paros más duraderos.
Comunidad de Madrid
Sanidad Pública Los sindicatos denuncian a la Comunidad de Madrid por exponer a sus sanitarios a “gravísimos” riesgos
Solicitan la mayor indemnización económica pedida contra una administración por no contar con un verdadero plan de prevención de riesgos laborales para atención primaria.
Barcelona
Derecho a la vivienda El hartazgo por la vivienda impagable se da cita este 23 de noviembre en Barcelona
El amplio movimiento por la vivienda catalán, sindicatos y organizaciones vecinales, sociales y soberanistas demandan soluciones urgentes ante una crisis de vivienda sin solución a la vista
Tribuna
Tribuna Vivienda: es hora de organizarnos
La situación de crisis inmobiliaria nos exige leer el momento para acertar en las batallas que debemos dar ahora, reflexionar sobre los modos de acción colectiva y lograr articular una respuesta política amplia.
Turismo
Opinión Abolir el turismo
VV.AA.
Lleguemos a donde lleguemos, no puede ser que sea más fácil imaginar el fin del capitalismo que el fin del turismo.

Últimas

Palabras contra el Abismo
Palabras contra el Abismo Lee un capítulo de ‘Café Abismo’, la primera novela de Sarah Babiker
El barrio es el espacio físico y social en los que transcurre ‘Café Abismo’, la primera novela de la responsable de Migraciones y Antirracismo de El Salto, Sarah Babiker.
Violencia machista
25 de noviembre Con el lema “Juntas, el miedo cambia de bando”, el movimiento feminista llama a organizarse este 25N
En un año en el que ha vuelto al primer plano el debate público sobre la violencia patriarcal sistémica que siguen padeciendo las mujeres, la marcha del 25 de noviembre vuelve a las calles el próximo lunes.
Más noticias
Comunidad de Madrid
Paro del profesorado Nueva jornada de huelga en la educación pública madrileña
Este jueves 21 de noviembre el profesorado se vuelve a levantar contra las políticas del gobierno de Díaz Ayuso, que mantiene paralizadas las negociaciones para mejorar sus condiciones laborales.
València
dana A las 20:11, era tarde
Todavía conservamos el horror de cientos de coches amontonados y arrastrados por la riada. Es por esos millones de turismos y sus emisiones ─aunque no solo─ que vivimos en un planeta que se está calentando demasiado rápido.

Recomendadas

Racismo
Racismo institucional Diallo Sissoko, una víctima más del sistema de acogida a migrantes
La muerte de este ciudadano maliense durante su encierro en el CAED de Alcalá de Henares ha puesto de manifiesto algunas de las deficiencias del sistema de acogida a migrantes en el Estado español.
Memoria histórica
Memoria histórica Museo del franquismo, ¿eso dónde está?
España sigue ajena a la proliferación mundial de espacios museísticos dedicados a dictaduras y resistencias democráticas.
València
Dana y vivienda “La crisis de vivienda multiplicada por mil”: la dana evidencia el fracaso de las políticas del PP en València
La dana ha dejado a miles de familias sin hogar. Ante la inacción de las instituciones, han sido las redes familiares las que han asumido el peso de la ayuda. La Generalitat, tras décadas de mala gestión, solo ha podido ofrecer 314 pisos públicos.