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Instituciones culturales
Urtasun quiere un ministerio activo contra la censura y dispuesto a revisar el “marco colonial” de los museos
El ministro de Cultura, Ernest Urtasun, compareció por primera vez ante la Comisión de Cultura del Congreso de los Diputados ayer, lunes 22 de enero, para dar cuenta de sus prioridades al frente del departamento, las líneas maestras que guiarán su actividad como responsable de las políticas culturales del Reino de España. Urtasun adelantó que su hoja de ruta estará marcada por tres objetivos: el derecho a la creación, el derecho de acceso a los bienes culturales y el derecho a la participación en la vida cultural de la comunidad.
Urtasun es el primer ministro de Cultura desde 1982 que no ha sido nombrado por el PSOE sino que lo ha hecho desde las filas de la coalición Sumar. Cuando ha gobernado el PP, el cargo desapareció, este ministerio se integró en el de Educación y el área de Cultura pasó a ser una Secretaría de Estado. Sin embargo, pese a la novedad que supone su nombramiento, no parece que la actuación de Urtasun al frente del ministerio vaya a significar una ruptura con el trabajo de sus predecesores en el cargo, especialmente con el del socialista Miquel Iceta, sino que más bien cabe esperar una línea continuista. Los grandes asuntos que están sobre la mesa de Urtasun —la aplicación definitiva del Estatuto del Artista, una nueva Ley de Mecenazgo Cultural, una nueva Ley del Cine o la protección de los derechos de autoría en el entorno digital— son cuestiones que el equipo de Iceta ya planteó o que quedaron aparcadas en algún cajón.
La principal novedad anunciada por Urtasun es la creación de una Dirección General de Derechos Culturales, cuya finalidad será la defensa de la libertad de expresión
La principal novedad anunciada por Urtasun es la creación de una Dirección General de Derechos Culturales, cuya finalidad será la defensa de la libertad de expresión, “adoptando una postura firme contra cualquier forma de censura y atendiendo a la promoción de condiciones dignas para el trabajo cultural”; la igualdad, “asegurando que todos los ciudadanos, independientemente de su origen o condición, tengan acceso equitativo a los recursos y oportunidades culturales”; la interconexión entre educación y cultura; la vertebración territorial; el papel e impacto de la cultura en la consecución de la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible; y la evaluación y seguimiento de las políticas culturales. Según el ministro, la Dirección General de Derechos Culturales acompañará a cualquier creador, autora, o colectivo cuya actividad haya sido borrada o censurada del espacio público. Es una iniciativa que anticipa choques con ayuntamientos y comunidades autónomas gobernadas por la derecha, las instituciones donde más casos de censura a propuestas artísticas se han producido en los últimos tiempos.
Precisamente con otras administraciones estatales tendrá que negociar el nuevo ministro de Cultura, que en su intervención exigió que el conjunto de las administraciones públicas españolas incremente la inversión en cultura, para que represente el 1% del gasto público total en España (frente al 0,7% actual, según datos de Eurostat). Según Urtasun, “es una obligación colectiva, porque también implica a las administraciones locales y autonómicas, pero que de forma especial interpela a la administración central”.
Urtasun recordó que existen compromisos internacionales asumidos por España que “se traducen en un proceso de revisión” de las colecciones de los Museos Estatales dependientes del Ministerio de Cultura
Otra de las novedades que anticipó Urtasun es la confirmación de su intención de llevar a cabo una revisión de las colecciones en algunos Museos Estatales —se intuye que especialmente las del Museo Nacional de Antropología y el Museo de América— para adecuarlas a la realidad histórica y que ofrezcan una visión respetuosa con la memoria de los pueblos de los que proceden los bienes expuestos en sus vitrinas o la restitución de piezas en algunos casos. Lo que se ha llamado descolonizar los museos. Es una iniciativa que sobrevoló el despacho de Iceta en el ministerio, pero a la que se dio marcha atrás. En octubre de 2022, Fernando Sáez, director del Museo Nacional de Antropología, anunció en el VIII Encuentro Cultura y Ciudadanía, organizado por el Ministerio de Cultura y el Ayuntamiento de Sevilla, que se estaba trabajando en la revisión crítica de algunos museos que podría dar lugar a la restitución de piezas. Hubo polvareda en la derecha y, desde el ministerio, se dio carpetazo al tema. Ayer, Urtasun afirmó que “uno de los retos que nos hemos propuesto, en línea con las recomendaciones internacionales de organismos como el Consejo Internacional de los Museos, es establecer espacios de diálogo e intercambio que nos permitan superar un marco colonial o anclado en inercias de género o etnocéntricas que han lastrado en muchas ocasiones la visión del patrimonio, de la historia y del legado artístico”. El ministro recordó que existen compromisos internacionales asumidos por España que “se traducen en un proceso de revisión” de las colecciones de los Museos Estatales dependientes del Ministerio de Cultura.
Instituciones culturales
Instituciones culturales Descolonizar el museo: el arte de devolver lo robado
Durante su intervención en la Comisión de Cultura del Congreso, Urtasun citó a escritoras y pensadoras como Marina Garcés, Katixa Agirre o Irene Solà, también a Jorge Semprún, a quien ya había mencionado en el acto de toma de posesión de la cartera ministerial el 21 de noviembre. Urtasun repasó asimismo la aplicación hasta el momento del Estatuto del Artista, una iniciativa legislativa de largo recorrido para la mejora de las condiciones laborales de quienes se dedican profesionalmente a la creación cultural en España y de la que aún faltan por aprobar cuestiones sustanciales como el tratamiento tributario de los rendimientos irregulares y la revisión de gastos deducibles; o la situación de los autónomos culturales, ámbito vulnerable del sector.
En septiembre de 2021 se reunió por primera vez la Comisión Interministerial para el desarrollo del Estatuto del Artista, creada por el Real Decreto 639/2021, que el Consejo de Ministros aprobó el 27 de julio de ese año. En ese desarrollo participaron hasta ocho ministerios que se han de poner de acuerdo para hacer realidad una herramienta que podría ofrecer soluciones a algunas de las problemáticas relativas al trabajo cultural. En marzo de 2022, el Consejo de Ministros aprobó el Real Decreto-ley que modifica el carácter especial de la relación laboral de quienes se dedican profesionalmente a las actividades artísticas, creando un nuevo contrato laboral artístico. Fue el primer paso del Gobierno para aplicar el largamente esperado —y anunciado— Estatuto del Artista. Ayer, Urtasun avanzó que “retomará” el trabajo iniciado por el Ministerio de Trabajo y Economía Social en el marco del Diálogo Social para modificar el Real Decreto 1435/1985, de 1 de agosto, que regula la relación laboral especial de los artistas, modificado parcialmente en 2022, para adecuarlo a la Reforma Laboral de la última legislatura; y que se abordará la mejora de condiciones para la representatividad sindical. En palabras del ministro, “se trata de consolidar la idea de la excepcionalidad cultural en España, justificando la necesidad de adaptar nuestra legislación a las peculiaridades de la actividad de los artistas y creadores, en un acto de justicia que reconoce, además, su contribución al patrimonio común de la sociedad española”.
Nuevas leyes viejas
En la comparecencia de Urtasun para presentar sus líneas maestras al frente del Ministerio de Cultura, el ministro habló de varias leyes que ya llevan tiempo sonando. Anunció que en las próximas semanas será remitida a las Cortes la Ley del Cine para culminar la última fase del debate parlamentario de una normativa que, según Urtasun, pretende “proteger a los productores independientes, y poner a su disposición los recursos económicos necesarios para continuar haciendo crecer el cine español y su proyección internacional”. El 30 de septiembre de 2021, cuando Miquel Iceta se presentó por primera vez ante la Comisión de Cultura del Congreso de los Diputados como titular de esta cartera, ya explicó que quería presentar un anteproyecto de Ley del Cine en el Consejo de Ministros antes de que acabase aquel año.
Del mismo modo, Urtasun tuvo palabras acerca de una futura Ley de Mecenazgo, “que ha de volver a las Cortes en breve para su aprobación definitiva, lo que permitirá mejorarla y profundizar en su contenido”. Es un proyecto que Iceta planteó en el Consejo de Ministros en 2022.
Urtasun también confirmó en su intervención la continuidad del Bono Cultural Joven, el pago de 400 euros a quienes cumplen 18 años para adquirir productos culturales, “una de las políticas más relevantes en la articulación del acceso a la vida cultural de las personas jóvenes de nuestro país”, valoró acerca de una de las medidas más publicitadas del ministerio de Iceta.
Un ámbito en el que el nuevo ministro de Cultura parece querer corregir a su antecesor es el del patrimonio cultural. Urtasun señaló ayer que existe la “necesidad de abordar una nueva Ley del Patrimonio, que incluya nuevas categorías patrimoniales como el paisaje cultural y el patrimonio industrial, y las convenciones internacionales ratificadas por España”. Iceta frenó la reforma de la Ley de Patrimonio que preparaba su predecesor en el cargo, José Manuel Rodríguez Uribes, un proyecto que encontró la oposición del Partido Popular por la invasión de competencias autonómicas.
La Inteligencia Artificial, ese monstruo al acecho
Urtasun habló de la protección de derechos de autoría como uno de los grandes retos que afronta, en un contexto de avances tecnológicos y, en particular, el desarrollo de la Inteligencia Artificial. “Debemos ser las instituciones públicas quienes trabajemos, en este caso de la mano de las Instituciones europeas, para que la IA no sea un mecanismo de desposesión del propio trabajo y de los derechos de los trabajadores, sino al revés, para que sea una herramienta que nos permita vivir mejor”, aseguró el ministro.
Para dar respuesta, ha mostrado la intención de que el Ministerio de Cultura vele por los intereses de los creadores y la protección de la diversidad cultural con una serie de acciones, entre las que se encuentran convertir la Subdirección General de la Propiedad Intelectual en una Oficina de Propiedad Intelectual, con más recursos y rango de Dirección General.
Otro de los compromisos defendidos por Urtasun ante la Comisión de Cultura ha sido la transformación del Instituto Nacional de Artes Escénicas y Musicales (INAEM), cuya dirección general asumirá Paz Santa Cecilia. La remodelación —un tema que también viene de lejos— tendrá como ejes la mejora del mecanismo de ayudas y apoyo a los sectores de las artes escénicas y la música, diseñando planes estratégicos específicos para cada sector; y la gestión de las distintas unidades de producción.