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Coordinador de Clima y Medio Ambiente en El Salto. @PabloRCebo pablo.rivas@elsaltodiario.com
Un mayor eficiencia energética, una menor dependencia del gas ruso y un avance en los compromisos climáticos adoptados por la Unión Europea. Son las razones que el comisario europeo de Acción por el Clima y Energía, el español Miguel Arias Cañete, defendía, allá por 2015, la creación del Corredor del Gas del Sur —SGC por sus siglas en inglés—, el mayor proyecto energético ligado a los combustibles fósiles de la Unión.
El macroproyecto, sin embargo, podría no ser tan positivo, por lo menos en lo que respecta a eficiencia energética y lucha contra el cambio climático. Un estudio encargado por la red CEE Bankwatch Network y dirigido por investigadores del Observatori del Deute en la Globalització (ODG) y de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) concluye que “en más de la mitad de los nueve escenarios examinados, el nivel de fugas de metano —el principal componente del gas natural y un gas de efecto invernadero excepcionalmente potente— para el SGC es comparable a la huella climática en la generación de electricidad con carbón, o incluso mayor”.
El gas del Caspio
El SGC es un proyecto que busca llevar el gas del mar Caspio y de Oriente Medio a Europa eludiendo el territorio ruso ante los problemas que el viejo continente ha tenido con la Administración rusa en los últimos años. Comprendido por tres tramos —el Gasoducto del Cáucaso Sur (SCPx), que atraviesa Azerbaiyán y Georgia; el Transanatolio (TANAP), en Turquía, y el Transadriático (TAP), a través de Grecia, Albania e Italia)—, la tubería estará operativa, si se cumplen las previsiones de las autoridades europeas, en 2020.
De hecho, el próximo 6 de febrero está previsto que el consejo de administración del Banco Europeo de Inversiones (BEI) apruebe un préstamo de 1.500 millones de euros para el TAP, aunque, como señalan desde el Observatori del Deute en la Globalització, “hasta ahora el banco no ha revelado su evaluación de impacto climático para el SGC, ni siquiera para el proyecto TAP”.
El tramo occidental del SGC, cuya construcción está muy avanzada, llevará cada año al territorio de la UE un mínimo de 10.000 millones de metros cúbicos de gas procedentes de Azerbaiyán, a lo que habría que sumarle otros 6.000 enviados a Turquía a través del tramo central. Según las previsiones, en 2026 el total del SGC moverá 31.000 millones de metros cúbicos de gas azerbayano al año.
Umbral del 3%
La Agencia Internacional de la Energía define en su informe World Energy Outlock 2017 un umbral del 3% de fugas en los proyectos de gas natural como el límite por encima del cual la intensidad de las emisiones superaría a las de carbón, el combustible fósil considerado más sucio.
El informe del ODC y la UPC señala que en cinco de los escenarios posibles del SGC considerados “la proporción de emisiones no intencionales de metano en la extracción y transmisión oscilaría entre 2,44% y 5,95%, lo que aumenta el riesgo de exacerbar, en lugar de mitigar, el cambio climático”.
Asimismo, el estudio apunta las emisiones anuales de la primera fase del SGC superarían las emisiones totales de Bulgaria en 2015, o incluso igualarían las de Rumanía en ese año.
Con las conclusiones del informe en la mano, la responsable de Política del BEI en la red CEE Bankwatch, Anna Roggernbuck, señala que “mientras Europa siga adelante con el proyecto del Corredor de Gas del Sur, los resultados de este estudio arrojan serias dudas sobre el compromiso de la UE para hacer frente a la crisis climática como parte del Acuerdo de París”.
Por su parte, el investigador del ODG Josep Nualart Corpas apunta que “los umbrales del carbón deben considerarse como un límite inadmisible para las fugas de metano producidas a lo largo de la cadena de suministro de gas”.
Arias Cañete, ya admitió que la Comisión no ha llevado a cabo ninguna evaluación climática del SGC. Tampoco ninguno de los bancos públicos que están considerando financiar partes del gasoducto, o que ya han proporcionado financiación, han hecho públicas las evaluaciones climáticas del proyecto.
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La sombra rusa de nuevo, el gran afectado, y gracias a que hay periodistas ignorantes y mal intencionados que repiten estupidez tras estupidez
Lo que le está poniendo a "huevo" a los Ingleses la hegemonía sobre éste combustible y sobre Rusia, que es a lo único que aspira. Pagará y se irá cuando lo consiga. Que no se diga que España no participa, vamos.