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Fútbol
Las futbolistas de primera división comenzarán su huelga este fin de semana
El pasado 22 de octubre las futbolistas decidieron por mayoría ir a la huelga en la novena jornada si no se llegaba a un acuerdo con la Asociación de Clubes de Fútbol Femeninos, ACFF en el que se recogieran sus demandas de mínimos. Las profesionales se rebelan contra los bajos salarios, la alta parcialidad en los contratos y la falta de derechos laborales.
En un momento en que el fútbol femenino vive su mejor época en cuanto a calidad, afición y visibilidad, garantizar su profesionalización se les sigue resistiendo. No sería un milagro sino una cuestión de justicia de género que antes de este sábado llegara un contrato colectivo —el primero en su historia— para las jugadoras del fútbol profesional español. El pasado 22 de octubre las futbolistas decidieron por mayoría (93% de votos) ir a la huelga en la novena jornada si no se llegaba a un acuerdo con la Asociación de Clubes de Fútbol Femenino, ACFF en el que se recogieran sus demandas de mínimos.
Ha sido la presión por parte de las futbolistas de mantener la huelga lo que de manera casi milagrosa hizo que aparecieran nuevas ofertas económicas que no habían surgido en las negociaciones de hace casi 13 meses. La semana pasada semana se realizaron dos anuncios. Por una parte, en una reunión pública entre jugadoras, sindicatos y clubes, emitida en abierto por streaming, la Federación Española de Fútbol (RFEF) puso encima de la mesa 1.512.000 euros para cubrir la diferencia entre el mínimo que ofrecen los clubes (8000 €) hasta los 16000€ que exigen las futbolistas.
Ha sido la presión por parte de las futbolistas de mantener la huelga lo que de manera casi milagrosa hizo que aparecieran nuevas ofertas económicas que no habían surgido en las negociaciones de hace casi 13 meses
La AFE contestó
un largo y sinuoso camino hacia la igualdad en el fútbol femenino
Los clubes han alegado durante todo el tiempo de las negociaciones que no pueden asumir esos salarios y proponen menos horas pero olvidan que la parcialidad también incluye derecho a paro y a otra serie de derechos laborales. López, abogada experta en derecho deportivo, ve impensable que haya convenios colectivos diferenciados para chicos y chicas, pero dice “en el caso de que lo hubiera, limitar y no igualar otros derechos es difícil de asumir porque, que no quepa duda, que estas jugadoras son profesionales las 24 horas del día y lo están demostrando en el terreno de juego”.
Una organización, menos conocida pero que también lleva trabajando intensamente en la profesionalización de mujeres deportistas —a través de incidencia política, mediática y formativa— es la Asociación de Mujeres para el Deporte Profesional
Mas insiste en la necesidad de que el convenio sea fuerte y no se normalicen la parcialidad “¿En qué cabeza cabe que, teniendo un bar, contrates a un hombre por el 100% del salario y a la mujer por el 50%, cuando el trabajo es el mismo? Las mujeres en el deporte entrenan lo mismo, se lesionan lo mismo pero ellos ganan más. Entrenan 8 horas diarias, más, como de esto no viven tienen que estudiar, sacarse una carrera, más jugar los fines de semana que están de partido”.
“¿En qué cabeza cabe que, teniendo un bar, contrates a un hombre por el 100% del salario y a la mujer por el 50%, cuando el trabajo es el mismo?”
Mar Mas considera que para romper con las estructuras patriarcales sobre las que se organiza el deporte en este país hay que hacer mucho más que poner a una mujer en cada federación “Ninguna de las federaciones cumple con la ley de igualdad y el Consejo Superior de Deportes lo único que hace es pedir que haya una mujer más en la junta directiva. No, queremos un reparto 50/50 en todo, en políticas deportivas, en el reparto de dineros, en los espacios deportivos, porque lo que no puede ser es que tengamos 25 campos de fútbol donde estén jugando solo hombres, o que a la hora de contratar técnicos, árbitros pase lo mismo, solo contratar hombres. Un árbitra en primera división cobra 150 euros por partido y a un árbitro 8000, y es el mismo trabajo”.
Por último, Mas estima imprescindible una mayor exposición del fútbol femenino en los medios de comunicación “Hay que darle mucha visibilidad porque si el fútbol es en lo que mejor están, imagínate... si te pones hablar con las chicas del rugby, hockey... a las chicas de hockey las patrocinó Iberdrola, y yo me pregunto ¿por qué Iberdrola tiene que patrocinar todo? Tenían que comprarse ellas su propia camiseta con el logo del patrocinador. Cuando una jugadora jugaba en esa famosa liga, la prima por ganar la liga no llegaba a 100€. Un camarero gana más propina en menos horas”, concluye.Teniendo este contexto, ya de por si en contra, el deseado convenio colectivo para las futbolistas no escapa del conflicto abierto que mantiene la Federación con los clubes y la liga masculina, muy visible en medios a través de los enconos entre sus respectivos presidentes Luis Rubiales y Javier Tebas, a todas vistas muy lejos de resolverse a mediano plazo.En este estado de cosas, y a dos días de comenzar la huelga, siempre en día de partido y sin incluir entrenamientos, no hay nada en firme que asegure desconvocar el paro de este fin de semana. El balón del fútbol femenino español vuelve al centro del campo esperando que esta vez no se echen balones fuera para que definitivamente se profesionalice dignamente a sus trabajadoras.
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Hay cantidad de deportes en los que la gente que los practica son amateurs a pesar de ser probeta división.
¿Por qué el fútbol femenino tiene que ser profesional por narices? ¿Por qué la federación va a dar dinero para profesionalizado artificialmente cuando ese dinero debería ser destinado a la formación deportiva y a mantener la estructura de categorías inferiores?
Me parece que estamos disfrazando la realidad con la búsqueda de la igual artificial en un aspecto como este