We can't find the internet
Attempting to reconnect
Something went wrong!
Hang in there while we get back on track
Soberanía alimentaria
SOS: Los mismos buitres que devoran vivienda y salud exprimen al límite el campo de la aceituna
SOS: Los mismos fondos buitre que devoran la vivienda y la salud son los que están exprimiendo el campo de la aceituna hasta la última gota y llevando al límite a los pequeños productores. Uno de ellos es el británico CVC Capital Partners. Uno del puñado de buitres que son los que estresan la tierra, dopándola para extraer de ella una producción intensiva y superintensiva. Ellos son los que revientan el mercado, obligando a los olivareros a vender a pérdidas. Conchabados con empresas como Blackstone, Capio, Burger King o Dia, son ellos los que no trasladan ese abaratamiento al consumidor y si lo hacen, es para expulsar del mercado a los pequeños competidores para después imponer su ley. Ellos son los responsables de la uberización del campo, mientras las Administraciones Públicas europeas, estatales, autonómicas y locales miran hacia otro lado. ¿Hasta cuándo?
En 2017, en 'Los fondos buitre carroñean con lo más básico: Techo, pan y luz'1, ya nos hacíamos eco de cómo el buitre británico CVC Capital Partners se zampaba en 2014 la mayor productora de aceite de oliva Deoleo, heredera de Hojiblanca, embotelladora de Koipe y Carbonell, entre otras marcas, ante las mismísimas narices del entonces ministro de Agricultura, el popular Miguel Arias Cañete (después, hasta 2019, comisario europeo de Energía y Acción por el Clima). Vendieron sus porciones al buitre las rescatadas con dinero público Bankia o Banco Mare Nostrum (BMN), entre otros 2.
Como una mancha de aceite: CVC se extiende de la oliva a los hospitales privados y a los geriátricos
De bandera británica y con sedes en Londres y el paraíso fiscal de Luxemburgo, los campos de operaciones del buitre CVC Capital Partners se extienden como una mancha de aceite: Van de la oliva en Deoleo al sector inmobiliario, -en Merlin junto con Blackstone, el mayor casero privado y también el capo del juego en el Estado español3-, o a la sanidad. En este sector mercadeó con Capio, la mayor entidad sanitaria del país, con más de una veintena dede centros entre hospitales, clínicas y residencias repartidas entre Madrid, Catalunya, Castilla La Mancha y Extremadura4 y especuló con Quirón Salud, otro gigante sanitario, con una cincuentena de hospitales bajo gestión, entre ellos la fundación Jiménez Díaz, que después vendió a la alemana Fresenius.
De hecho, CVC habría participado en la adquisición de hasta ocho grupos sanitarios, según los cálculos de 'elEconomista': Las dos clínicas Ruber en Madrid (150 millones), las clínicas Rotger en Mallorca (alianza), la Policlínica Gipuzkoa en San Sebastián (40 millones) y el Hospital Infanta Luisa en Sevilla (100 millones); además de cuatro sociedades de prevención: las de Muprespa (30 millones), MC Mutual (22 millones); Mutua Universal (25 millones), y Fremap (100 millones)5.
En el negocio geriátrico se hizo con Vitalia cuando contaba con 5.500 camas y cerca de mil estancias al día entre Andalucía, Catalunya y Aragón. En su cartera de empresas se incluye i-Med Network, la compañía australiana más grande en radiología y DCA Group, el centro de diagnóstico por imagen más grande del mismo país.
También ha picoteado en sectores estratégicos como el energético (Naturgy) o el de los peajes de autopistas (Abertis)
El buitre también ha picoteado en sectores estratégicos como el energético en CLH y Naturgy (antigua Gas Natural Fenosa), de la que posee un 20% que le vendió Repsol; o el de las infraestructuras, como la cobradora de peajes de autopistas Abertis 6.
Además ha metido cabeza en Zena Group, propietario de Burger King, Foster's Holliwood, Domino's Pizza o La Vaca Argentina; Bpost, el operador de servicios postales belga; en Univar, la distribuidora química más grande en EEUU y Europa; en la textil Cortefiel; o en GS Paper and Packing, la papelera más grande de Malasia, uno de los países más deforestados del mundo.
¿Conflictos de interés? Maridaje con supermercados y otros gigantes de la alimentación
Otro dato interesante para los agricultores: Sin importarle los posibles conflictos de interés, CVC mantiene maridajes con cadenas de supermercados como la holandesa C1000; Matahari, la cadena de almacenes comerciales más grande de Indonesia; o Dia. Su relación con este grupo, uno de los seis que se guisan y se comen el sector de la alimentación en el Estado español7, es ni más ni menos que la presidencia de Deoleo, ostentada durante un tiempo por Rosalía Portela, que para asumirla tuvo que renunciar como vocal del grupo Dia8, Por aquel entonces, en 2016, durante los meses en que la nueva presidenta Portela simultaneaba presencia en los consejos de Deoleo y Dia, levantó suspicacias como consecuencia del aumento en el Estado español en casi un 70%, de la marca blanca del aceite de oliva9.
En aquel movimiento corporativo, Deoleo se italianizó, con el nombramiento como consejero delegado de Pierluigi Tosato, exdirectivo de varias multinacionales de la alimentación en Italia como Bolton Alimentari o Acqua Mineral San Benedetto. El nuevo CEO desbancaba así a Manuel Arroyo, que desembarcó en Deoleo tras más de dos décadas en Coca Cola. En 2019, el italiano fue sustituido por Miguel Ibarrola, con experiencia en Navidul, Campofrío y Grupo Zena10. En la actualidad, el consejero delegado de Deoleo es Ignacio Silva, que venía de Frigo, Panrico y Schweppes.
'Trilería' financiera: ¿El objetivo es quedarse con la gallina de los huevos de oro líquido a precio de saldo?
A día de hoy, seis años después del abordaje de CVC en la líder mundial del aceite de oliva, Deoleo, destilado de lo que fuera SOS Cuétara, entonces imperio del arroz y las galletas pringadas en aceite de oliva de los hermanos Jesús y Jaime Salazar, el balance del buitre es el siguiente: A través de operaciones de 'trilería' financiera han llevado a la aceitera varias veces a la quiebra técnica, han laminado a los accionistas minoritarios que no pudieron acudir a su rescate11, han llevado el capital social a 0 euros y los acreedores se han quedado con el 49%. Estos acreedores son un puñado de buitres y banqueros, tanto monta, monta tanto. Sus nombres: Barings, Avenue Capital, Angelo Gordon, Alchemy, Cheyne Capital o Mao Holdings, pero también BBVA, CaixaBanka, Kutxabank y Fundación Unicaja. La compañía contrató a Rothschild como asesor de la reestructuración. Mientras, los fondos oportunistas ficharon a Houlihan Lokey12.
Es como si el objetivo de CVC, que en este viaje aún encabeza a los accionistas dueños del 51% del capital, hubiera sido desde el principio hundir la empresa y quedarse con la gallina de los huevos de oro líquido a precio de saldo. Extendiendo esta filosofía carroñera al resto del campo, ya se está expulsando a los pequeños productores tradicionales, ya al límite a fuerza de producir a pérdidas. Cuando los buitres acaparen la mayoría de los olivares, podrán imponer su ley, ya sin competencia.
Los aceiteros extremeños comenzaron esta ola de protestas el pasado 29 de enero13. En este tiempo, los buitres de Deoleo también se han movilizado. El pasado 14 de febrero, mientras los tractores salían a la calle a protestar por unos precios justos en distintos territorios del Estado, como Valencia, Lleida, Oviedo, Cádiz o Córdoba, Deoleo evitaba el juicio de SOS al llegar a un acuerdo previo con los hermanos Salazar, acusados de desviar 230 millones de euros a escondidas del consejo de administración. Al conocerse la noticia, la aceitera se disparó el 73% en Bolsa.
“¿Queremos una agricultura con agricultores o solo de olivares intensivos y superintensivos en manos de fondos de inversión que esquilman nuestros recursos y cuyos beneficios no los revierten en las comarcas ni en los pueblos?”
“No sobra aceite de oliva, sobran especuladores. Y las administraciones públicas, desde Europa, pasando por el Ministerio y llegando a las comunidades autónomas, tienen competencias que pueden revertir esta situación”, clamó Cristóbal Cano, responsable sectorial de olivar de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) y secretario general de UPA Jaén, tras la reunión de la Mesa del Aceite con el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, celebrada el pasado 6 de febrero en Madrid14. Sobre aquella mesa, UPA puso la necesidad de “medidas valientes para conseguir la estabilidad de los precios en origen del aceite de oliva (…) para defender un modelo de agricultura familiar sostenible, económica, social y medioambientalmente”.
Y prosiguió: “¿Queremos una agricultura con agricultores?, ¿queremos una agricultura sostenible económica, social y medioambientalmente, llena de agricultores que gestionen nuestro territorio, que ocupen nuestros pueblos y que, en definitiva, vertebren nuestro país? ¿O queremos una agricultura solo de olivares intensivos y superintensivos a los que a 2 euros le salen las cuentas, que están en manos de fondos de inversión que esquilman nuestros recursos y cuyos beneficios económicos no los revierten en las comarcas ni en los pueblos de nuestro país?. El olivar tradicional es perfectamente competitivo, pero con precios razonables. Y debemos apostar por él“15.