Entrevista La Poderío
Remedios Zafra: “La diversidad cultural andaluza nos permite hablar de muchos feminismos”

Leer, escuchar, pensar en lo que dice Remedios Zafra (Zuheros, Córdoba, 1973) es sacarle los colores a tu vida. Cada palabra que sale de la sabiduría de esta científica titular del Instituto de Filosofía del CSIC atraviesa nuestros quehaceres, nuestras rutinas, nuestros bucles y nuestros entusiasmos, que nos lleva a darle vueltas a si de verdad somos tan frágiles, o si el sistema te hace o si quiere que te veas así. Te deja con el run run.
Remedios Zafra - La Poderío
Remedios Zafra | Foto cedida
La Poderío
11 mar 2023 06:00

Zafra es clave y poderío para construir, a la vez que deconstruir reflexiones y dinámicas en un siglo donde todo, o al menos a mí me lo parece, va tan deprisa. Sus libros han ganado premios, han sido leídos vorazmente y también criticados. No le importa molestar, todo lo contrario. Su objetivo es perturbar, cuestionar. Y vaya si lo hace. Eso sí, siempre con los feminismos por delante.

Cada 8 de marzo decimos que si las mujeres paramos se para el mundo. ¿Cuándo empezamos a tirar del mundo arrastrando el cuerpo?
El trabajo de las mujeres ha tirado siempre del mundo y de la vida como esa fuerza inadvertida porque siempre está y siempre se espera. Creo que en pocas ocasiones las mujeres han tenido tiempo para arrastrar el cuerpo si tenían que cuidar y atender a otros. Dejarse caer es algo que no puede permitirse todo el mundo. Y las mujeres bajo la presión educada que ensancha sus espaldas vienen curtidas en esos trabajos que no tienen horarios y que exigen una energía psíquica constante.

Sin embargo, el gran cambio feminista acontecido en las últimas décadas que nos ha permitido a muchas mujeres trabajar fuera no ha sido paralelo a que los hombres hayan entrado dentro. Sigue siendo uno de los grandes problemas de la igualdad, mientras que las mujeres asumen el trabajo fuera y dentro de casa, la mayoría de los hombres siguen sin conciliar. Creo que el nuevo giro feminista les interpela necesariamente a ellos y a una necesaria solidaridad no para “ayudar”, sino para “compartir” los cuidados y el trabajo doméstico. Cuando esto no ocurre, la culpa de las mujeres aumenta y su agotamiento también, pues ese “alguien lo tiene que hacer” parece tenerlas a ellas como respuesta, injusta, injustísimamente.

¿Qué hacemos con la culpa (cómo nos atraviesa, cómo nos la quitamos)?
La culpa, ay. Es complejo el asunto pues mentimos si la damos por superada. Pero quizá, sí hay maneras de vivir con ella y aplacarla. Pienso, por ejemplo, en cómo las mujeres han sido capaces de desarrollar una cultura de los cuidados frente a la cultura bélica. Y esa cultura de los cuidados, que es también un lenguaje, nos habla de cómo convivir con lo que perturba y nos duele, porque bien sabemos las mujeres que hay enfermedades y preocupaciones que no pueden disiparse mágicamente, pero  la ciencia y los cuidados nos ayudan a convivir con ello y a ayudar a otras personas a hacerlo. Quizá, en este aprendizaje donde esperamos ansiosas a los hombres, compartir ese dolor es más humano y más justo.

En El entusiasmo hablas del trabajo creativo, pero sin darte cuenta, es un libro que nos atraviesa a muchas. ¿Somos las mujeres unas, o más, entusiastas? ¿Cómo envuelve el entusiasmo a las mujeres?
Apuntas bien, pues el entusiasmo del que hablo en ese libro alude a una pasión educada que antepone el gusto por un hacer que muchos llamaríamos trabajo frente a su pago, es decir, a la compensación de quien hace algo y se siente recompensado con capital simbólico. Si en las mujeres por mucho tiempo ha sido el capital afectivo que les recordaba que eran “buenas madres” o “buenas hijas”, en el trabajo es ese capital simbólico de la visibilidad que alienta seguir autoexplotándote o manteniendo una situación de precariedad. La suficiencia de este tipo de pagos beneficia a quien se lucra descaradamente del trabajo gratuito de esos y esas entusiastas.

¿Dónde está el límite de lo que nosotras elegimos y lo que realmente hacemos?
La presión de hacer lo que de nosotras se espera es lo que se empuja socialmente, lo que tenemos interiorizado y nos sale sin esfuerzo. Romper esa inercia no es fácil y tiene que ver con los procesos de autoconciencia en que nos extrañamos ante una herencia de desigualdad y nos preguntamos: “¿por qué? ¿cómo puedo romper ese destino que se presupone en una mujer respecto a la maternidad, los cuidados, los estudios, los afectos, los trabajos que hacemos…?” Es ese desvío que frena la inercia de repetirnos el que nos permitiría elegir, pensar y hacer por nosotras mismas. Es el reto de toda vida emancipada.

Hablamos de la precariedad del trabajo, pero ¿deberíamos hablar de la precariedad del tiempo? 
Creo que son distintas formas de hablar de lo mismo pues el trabajo precario como forma de explotación se basa justamente en la apropiación del tiempo. Y este, ciertamente, es uno de los grandes asuntos: ¿quién tiene poder sobre su propio tiempo? Porque diría que en ese control (o no) es donde se negocian los grados de libertad de las personas.

Remedios, ¿vivimos en un bucle invisible o normalizado?
La vida social está construida de acuerdos y convenios que tienden a repetirse y que van creando estructura. Los bucles invisibles tienen que ver con esas repeticiones que asientan lo simbólico y lo que se espera de las personas, es decir,  normalizan una forma de vivir y de comportarnos. Pero, también, la vida social se caracteriza porque en tanto estos acuerdos son “convenidos” y por tanto creados, son modificables. En esa artificialidad radica la clave del cambio social y de los progresos y logros sociales que como humanos hemos logrado. 

Una época tan tecnologizada como la nuestra es también una época que pone en riesgo muchos cambios hacia una sociedad más justa e igualitaria

No obstante, cada época facilita o entorpece estos cambios y, curiosamente, una época tan tecnologizada como la nuestra es también una época que pone en riesgo muchos cambios hacia una sociedad más justa e igualitaria a través de estructuras económicas y de poder infiltradas en la tecnología y en nuestras dinámicas laborales que privilegian los beneficios económicos de unos pocos bajo el espejismo de que avanzamos. ¿Avanzamos de qué manera? ¿Quiénes aumentan sus ganancias y quienes siguen igual? ¿Quiénes ven cuestionados sus derechos y son desanimadas o intimidadas bajo el acoso y la presión brutal que muchas feministas sufren en redes sociales?

¿Cómo podemos romper con la inercia del bucle sin estar fuera?
Es muy interesante esto que comentas pues efectivamente parar un bucle requiere o una fuerza externa, que esperamos de la conciencia política y de los poderes públicos capaces de sobreponerse al poder económico patriarcal, pero también puede pararse si se ejerce una fuerza interior.

Parece poca cosa, pero es grande el poder que tiene la “conciencia” para frenar y ejercer un desvío, frenar y entorpecer los bucles de los otros y poder compartir y contagiar lo que nos oprime. En el feminismo ha habido varios ejemplos cuando, de pronto, la experiencia de una intimidad opresiva pero educada en ser callada es compartida con una amiga, y el gesto se va repitiendo hasta convertirse en algo público y político como los más recientes movimientos de sororidad en las redes.

Pienso en los bucles invisible donde siempre se nos ha metido a Andalucía y a las mujeres andaluzas. La primera, como la fiesta y la siesta; las segundas, como las amas de llaves, las catetas. ¿Cómo juegan los estereotipos con nuestro ser y estar, así cómo con nuestro entusiasmo?
Hay muchos tipos de estereotipos y los hay que nos ayudan a vivir en sociedad, pero estos a los que te refieres son estereotipos dañinos que favorecen la desigualdad y que alientan visiones negativas relacionadas con determinadas identidades. Son estereotipos que nos empujan a compartimentos estancos, donde se nos anima a responder a la expectativa que otros tienen de nosotros.

Entrevista La Poderío
Entrevista La Poderío Soledad Castillero: “Los feminismos andaluces han convertido en presencia las ausencias”
La antropóloga cordobesa hilvana cómo se han creado clichés a través del arte y de la agricultura gracias al diálogo que mantiene con Blas Infante en su obra ‘Las Sin Tierra. El mito de la musa andaluza’. Carga de significado un relato que se ha construido a través de los clichés, tópicos, y de las ausencias, que precisa de ser revisado para no caer en la desmemoria.

Creo que la realidad identitaria actual habla de pluralidad y mezcla, y suaviza o anula muchos de esos clichés. A mí me parece que las identidades culturales que tanto aprietan como arropan no son estáticas y deben permitirnos su resignificación, pero también movernos con libertad en ellas.

¿Es el feminismo andaluz una forma de romper este bucle? 
El feminismo es una forma de romper el bucle, porque todo feminismo se rebela frente a esos compartimentos estancos que buscan sentenciarnos a repetir formas de desigualdad. En ese sentido, el feminismo es creativo y no desestima la imaginación para experimentar formas y alianzas que nos ayuden en esa mejora de mundo que, sin duda, implica un mundo más igualitario.

Todo feminismo se rebela frente a esos compartimentos estancos que buscan sentenciarnos a repetir formas de desigualdad

En ese sentido creo que esto lo hacen todos los feminismos y también ese que denominas andaluz y que a mí me parece muy plural.

Como pensadora, filósofa y vecina nacida en Andalucía, ¿qué opinas del feminismo andaluz?
Creo que la riqueza y diversidad cultural andaluza nos permite hablar de muchos feminismos, al menos tantos como grupos y enfoques orientados a una realidad concreta que nos permita mejorar la vida de las mujeres. En Andalucía, el feminismo rural, el cultural, el laboral nos permite trabajar en contextos con problemas situados, sumados a las luchas que hermanan a todas las personas feministas aquí y allí.

¿Estamos muy cansadas?
Muchas lo estamos, pero existe el sueño, el descanso, el paseo, el disfrute… Todo lo que permite tomar aliento, cerrar párpados y retomar el hacer feminista. Tú y yo, y la mayoría sabemos que el feminismo es también una carrera de fondo, día a día. Los logros son posibles porque muchas que nos antecedieron hicieron cosas increíbles que hoy nos hacen más iguales. Su ejemplo sigue siendo inspirador.

¿Dónde queda el placer? 
Hay placer en el feminismo. Lo hay en las risas, en la hermandad, en la celebración, en sentirnos y ser dueñas de nuestros cuerpos, en la fuerza de querer mejorar la vida de las personas. De hecho, me parece que gran parte de nuestros placeres de ahora son retos y logros feministas de las mujeres que antes han luchado por nuestros derechos. Nosotras más que nadie debemos ser conscientes de ese valor.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Entrevista La Poderío
Entrevista La Poderío Jihan, ¿quién pudiera ser gitana?
Jihan es toda ella sensibilidad y coraje. Escucharla cantar te sobrecoge. Ella es un ser construido de la mezcla del pueblo rumano, del sirio y del español y con una querencia que invade todos sus sentidos, el flamenco.
Entrevista La Poderío
Claudia GR Moneo “Intento observar desde el buen pensamiento. Rechazo el ‘piensa mal y acertarás’”
Claudia GR Moneo retrata lo bello que se escapa por las rendijas del día a día de su tierra. Es una periodista que ilustra con tino la sencillez que nos rodea, pero también una ilustradora de inevitable mirada periodística, gitana y andaluza
Entrevista La Poderío
Entrevista La Poderío Carmen Fernández Gálvez: “El origen de la creatividad está en la naturaleza”
Carmen Fernández Gálvez (1979) nace en Vélez Málaga. Como mujer inquieta y curiosa decide realizar estudios de psicología. Su pasión por la cosmética natural y los remedios vegetales comenzó años más tarde.
Salario mínimo
Salario mínimo PSOE y Sumar intentan llegar a un acuerdo para no perjudicar con el IRPF a los trabajadores con el SMI
La ministra de Hacienda ha confirmado que sería “algún tipo de medida que permita compensar a aquellos pocos trabajadores” en la situación de tener que tributar con el salario mínimo.
Guerra en Ucrania
Conflicto bélico Rusia y Ucrania acuerdan un principio de alto el fuego marítimo a instancias de Estados Unidos
La Casa Blanca emite dos comunicados que coinciden en señalar una tregua en el Mar Negro y en prometer trabajo para el final de los ataques energéticos por ambas partes.
Opinión
Opinión Bretón no es un monstruo, ni Martín el nuevo Capote
Frente a la libertad sin peros que defienden unos, la responsabilidad de muchos: la de ciudadanos y librerías que se niegan a comprar o vender, respectivamente, el libro que Anagrama ha tenido a bien materializar.
LGTBIfobia
Manifestación Plataforma Trans planta cara a la transfobia con una manifestación contra el odio
La convocatoria el 29 de marzo denuncia un contexto internacional antiderechos. La organización pide a partidos y sindicatos que se sumen a la marcha porque la transfobia es un problema social, y por lo tanto también político, explican.
Feminismos
Irene García Galán “La memoria feminista hay que construirla desde abajo, desde nuestras casas”
‘Hilaria’ (Errata Nature, 2025) es un libro dedicado a la tatarabuela de Irene García Galán, pero también un ensayo político que navega a través de la memoria feminista, el antipunitivismo y el anarquismo.
Madrid
Madrid La Sareb amenaza con el desahucio a dos jóvenes activistas en Carabanchel
Cadete 7, el bloque en lucha del que el ‘banco malo’ prevé desalojarles de forma inminente este jueves 27, fue el primero recuperado por el movimiento de vivienda de Madrid en 2013 tras haber permanecido deshabitado desde 2008.

Últimas

Gasto militar
Gasto militar “No nos resignamos a la guerra”: 70 organizaciones rechazan la deriva militarista de la UE y el Gobierno
Más de 70 organizaciones y personalidades de la cultura y el activismo firman un manifiesto que rechaza la escalada belicista y el rearme frente a una posible agresión rusa.
Música
Música Pervertidos y puritanos, a los pies de Ethel Cain
Proyectos musicales como ‘Perverts’ de Ethel Cain son capaces de imponer silencio en medio de tanto ruido para pensar en un momento en que las redes sociales son herramientas tendenciosas para la difusión de propaganda de ultraderecha.
Minería
Minería estratégica en Extremadura La Comisión Europea declara “estratégicos” tres proyectos mineros en Extremadura
Las Navas (Cañaveral), Aguablanca (Monesterio) y La Parrilla (Almoharín) obtendrán financiación, verán facilitados sus procesos de tramitación y se beneficiarán de plazos más reducidos. La mina de Valdeflores no es considerada estratégica.
Israel
Genocidio Mercadona vende tampones y patatas procedentes de Israel
En 2024 se produjo una reducción de las importaciones de tampones y patatas israelíes. Mercadona es una de las plataformas que trabajan con estos productos.
Palestina
Cisjordania Hamdan Ballal, codirector de ‘No other land’, agredido por colonos israelíes
Según los testigos que presenciaron el ataque, el cineasta está herido. Poco antes de las 14h el codirector de la cinta ha anunciado que Ballal ha sido puesto en libertad.
Más noticias
Obituario
Obituario Jesús Santos, el basurero que se ganó el corazón de Alcorcón
Alcorconero de toda la vida, teniente alcalde, activista social y sindicalista, Jesús Santos hizo que aquellos que le acompañaron en su camino se ilusionaran por la política.

Recomendadas

Guerra en Ucrania
Guerra en Ucrania Colegios underground en Járkov después de tres años de guerra
La ciudad ucraniana construye escuelas subterráneas, preparadas para aguantar ataques balísticos y nucleares.
Argentina
Estela de Carlotto “Faltan todavía muchos nietos por encontrar”
Al cumplirse 49 años del golpe cívico-militar, la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo dialogó con El Salto y apuntó contra el Gobierno de Milei y su ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, que encabeza la represión de la protesta social.
México
Hallazgo en Teuchitlán Crisis de desaparecidos en México: los buscadores, entre el narco y las omisiones del Estado
El hallazgo del cementerio clandestino en Teuchitlán, Jalisco, ha conmocionado a todo México. El país que vive una crisis por la desaparición de más de 120 mil personas, que en 18 años solo han aumentado frente a una pasmosa impunidad.
Comunidad de Madrid
Comunidad de Madrid Un rayo de esperanza tras cinco años de los protocolos de la vergüenza
A punto de prescribir los posibles delitos, un avance judicial abre la puerta a conocer quién decidió no derivar a hospitales a ancianos en residencias en la Comunidad de Madrid.