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Elecciones generales del 28 de abril
El medio ambiente, la asignatura pendiente en la campaña
Expertos y ecologistas denuncian el escaso protagonismo que el cuidado del planeta está teniendo en los mensajes electorales. Analizamos las propuestas de los principales partidos en materia medioambiental.
En un vídeo reciente que ha circulado por las redes sociales hasta convertirse en viral, el activista británico George Monbiot arremetía con dureza contra la falta de valentía de los líderes políticos del planeta en la lucha contra el cambio climático. Monbiot recordaba que el problema que afronta la humanidad no se resuelve únicamente con pequeños cambios individuales como “eliminar los bastoncillos de algodón”, sino dando un giro de 180 grados que “derribe el actual sistema económico que se está comiendo el planeta a base de crecimiento perpetuo”. Y concluía que, para garantizar la protección del medio ambiente, “tenemos que ir directos al corazón del capitalismo y derrocarlo”.
Si se diera un paseo por cualquier mitin o acto de campaña de los muchos que tienen lugar estos días por toda la geografía española, Monbiot se llevaría las manos a la cabeza: en la agenda de los principales partidos no parece haber apenas hueco para el medio ambiente. La campaña parece inevitablemente copada por Cataluña y el modelo de estado, los posibles pactos poselectorales que posibiliten la formación de gobierno y un crecimiento económico que, casi siempre, va enfocado al modelo insostenible que precisamente criticaba Monbiot con vehemencia en aquel vídeo.
“La atención que le están dedicando los partidos a este asunto es casi nula”, confirma Jorge Galindo, sociólogo y miembro de Politikon. “Los líderes políticos estiman que es una cuestión que no interesa a los votantes. Aún más: introduce tensiones en el sistema que nadie, o casi nadie, quiere”.
La escasa inclusión de problemas acuciantes como el cambio climático en los discursos políticos responde, en opinión de Galindo, al marco temporal. “Resulta muy difícil movilizar voto para algo que pasará en un futuro indeterminado”, apunta. “Sin embargo, los efectos más o menos potentes ya se están empezando a notar. Entonces la pregunta pasa a ser quién se ve afectado por ellos ahora mismo y quién se vería afectado por medidas para combatirlo”, reflexiona.
“De las palabras a los hechos hay un trecho y, teniendo en cuenta la urgencia a la que nos enfrentamos, podemos decir que las propuestas siguen siendo insuficientes”, lamenta Rodríguez
“El primer segmento aún es minoritario si pensamos en efectos de gran escala y consecuencia inmediata. Por ejemplo, gente que vive de la agricultura. A ellos se unen los segmentos jóvenes y urbanos con una preocupación más a futuro. En el otro lado tenemos tanto a las viejas clases medias como a la clase trabajadora. En España, ¿hay alguien que aspire a tener solo el primer tipo de votante y esté dispuesto a renunciar al segundo?”, se pregunta.
“El PSOE no puede: necesita a ambos”, asegura Galindo. “Así que los efectos redistributivos del cambio climático le parten potencialmente por la mitad. Que Unidas Podemos no lo haga me parece más sorprendente, y solo se explica por una decisión de agenda de las élites del partido. Se priorizan otras cosas que se consideran mayores movilizadores del voto. Creo que puede ser una omisión estratégica no hablar más de un tema en el que, precisamente, dejarían al PSOE en una posición relativamente incómoda. Les bastaría con copiar el Green New Deal de Ocasio-Cortez en EEUU”.
LO QUE DICEN LOS PROGRAMAS
Más allá de los mensajes de campaña pensados para emitirse en los informativos, ¿qué dicen exactamente los programas electorales en materia de medio ambiente?El del Partido Popular se centra fundamentalmente en un punto: cumplir con los objetivos de reducción de emisiones para 2030, para lo que se anota por aprobar “un Plan Nacional de Energía y Clima 2021-2030”. Al mismo tiempo, y paradójicamente, incide en la necesidad de “eliminar las limitaciones a los vehículos de combustión”. El partido de Pablo Casado también apuesta por poner en marcha “un Plan Talento Energía y Clima que potencie la financiación de la I+D+i en transición a una economía verde y adaptación al cambio climático, para promover la competitividad de la economía española”.
El programa del PSOE sí recoge el Green New Deal que cita Jorge Galindo. Lo hace, además, con esa misma denominación y haciendo hincapié en la necesaria “transición a un modelo energético basado en las energías renovables”. Asimismo, propone un “Plan de apoyo al sector de la automoción para su transición hacia el coche eléctrico”, una “Estrategia Nacional de Conservación de la Biodiversidad” y aboga por “desarrollar plenamente una Estrategia de Economía Circular”.
“Resulta muy difícil movilizar voto para algo que pasará en un futuro indeterminado”, apunta Galindo
En lo que respecta a Ciudadanos, el partido naranja quiere “Promover una Ley de Cambio Climático y Transición Energética”, un Plan Nacional de Reforestación con el objetivo de plantar 500 millones de árboles (a razón de 10 por cada español), una Ley de Economía Circular y “actualizar el Plan Hidrológico Nacional, adaptándolo al reto del cambio climático y escenarios 2030-2050”.
Unidas Podemos es el partido que más espacio dedica en su programa al medio ambiente. En él hace alusión a la necesidad de “prohibir la mercantilización del agua y recuperar su gestión pública”, poner en marcha “ayudas a la compra de vehículos eléctricos, híbridos o que funcionen con otras tecnologías alternativa” o “reconocer en el Código Civil a los animales como 'seres que sienten'”. Asimismo, abogan por “recuperar el patrimonio natural, potenciar un Segundo Plan Estratégico del Patrimonio Natural y la Biodiversidad (2020-2027), intensificar la lucha contra los incendios, atajar la contaminación del aire, frenar la desertización o acabar con técnicas como el fracking”.
UN RETO MAYÚSCULO
“El papel lo soporta todo, pero lo que hemos venido oyendo en la campaña en materia de medio ambiente es bastante pobre”, lamenta Mario Rodríguez, director de Greenpeace España. “Hemos escuchado muchas ocurrencias respecto a temas muy serios que han sido sacados de contexto. Se habla poco, y lo poco que se habla tiene poca consistencia. Este es un tema muy grave para el que hay que dejar de lado la simplificación y la demagogia. O hablan en serio o mejor que no engañen a la ciudadanía. Estamos ante el reto mayúsculo de hacer una transición justa en la que los débiles no paguen”, asevera.En el ámbito puramente práctico, desde Greenpeace lo tienen claro. “Una de las primeras medidas que tendría que tomar el próximo presidente del Gobierno en sus primeros 100 días de mandato debería ser la aprobación de una ley de cambio climático. Ya va siendo hora de que salga adelante y el parlamento le dé prioridad”, exige Rodríguez.
Desde otras organizaciones introducen un matiz. “A pesar de que todavía no se le da toda la importancia que se debería al medio ambiente en política, está claro que la crisis ambiental que vivimos ha estallado en los medios de comunicación”, opina Teresa Rodríguez Pierrard, portavoz de Amigos de la Tierra. “No solo se ha colado en la conciencia ciudadana, sino también en los programas de los partidos, con la excepción de Vox. ¿El posible objetivo? Reverdecerse y caer en gracia a sus electores”, asegura.
A a hora de evaluar las distintas propuestas, la portavoz de Amigos de la Tierra valora las de Podemos y PSOE en materia de transición ecológica, aunque avisa: “De las palabras a los hechos hay un trecho y, teniendo en cuenta la urgencia a la que nos enfrentamos, podemos decir que las propuestas siguen siendo insuficientes”, lamenta Rodríguez Pierrard.
“Por su parte partidos como PP o Ciudadanos dicen querer avanzar hacia la descarbonización de la economía, pero las medidas que proponen parecen decir todo lo contrario, como hablar de un mix energético en 40 años cuando en unos 30 tendríamos que basarnos en energías 100% renovables. No pueden seguir jugando en una realidad paralela: es crucial que comprendan que el medio ambiente y las personas tienen que estar en el centro de todas las decisiones políticas”.
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No es país para elecciones
El capitalismo alimenta y favorece el capricho y el privilegio, la comodidad desigual y la codicia sin fin. Y todo eso es muy difícil de cambiar o desmontar.
Toda reforma ambiental que no vaya a la raiz del problema que es este can(p)ib(t)alismo, autodestructivo y terminal solo prolongará el deterioro de la vida sobre el único planeta que nos puede acoger.
Es poco probable que en los debates televisados les pregunten a los candidatos sobre biodiversidad, cambio climático o declive energético. Son todos asuntos importantes, Ecologistas en Acción elaboró unas acertadas propuestas en materia ambiental para las formaciones políticas que se presentan a las Elecciones. https://www.ecologistasenaccion.org/?p=117101
Está muy bien. Pero, en el capítulo de residuos, echo en falta una declaración que descarte la incineración de residuos por ineficiente, patógena, cara y generadora de corrupción, contribuir a la crisis climática y desincentivar el compromiso ciudadano pues alimenta el usar y tirar...entre otras cosas.
Para luchar contra el cambio climático debemos cambiar radicalmente de vida. En manifiestoisterico/wordpress.com hay un texto donde desarrollo unas comunidades ecologistas, feministas, autosuficientes y laicas.
Todos los partidos relacionan crecimiento infinito y empleo, pero olvidan la cantidad de empleos que generaría la transición energética a las renovables y una ley de residuos que apueste por su aprovechamiento.
Por otra parte, el sistema cocheindividual es uno de los principales causantes de la crisis climática. Ningún partido apuesta por un transporte público generalizado y de calidad.
Los coches individuales híbridos y eléctricos no son la solución sino prolongar la agonía (por consumo de materiales y energía) que el coche fósil ha iniciado.
Totalmente de acuerdo, solamente aplicando la Economía Circular se crearía mucho empleo nuevo.