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Elecciones autonómicas
Las claves electorales de la mayoría absoluta de Fernández Vara
Vara ha tenido la capacidad de auto proclamarse y de presentarse en campaña como el representante de todos los extremeños y extremeñas, da igual del partido al que votaran, mostrándose como el más dialogante y conciliador, capaz de tender la mano tanto a Ciudadanos como a Unidas por Extremadura.
Fernández Vara ha sido el gran triunfador de estas elecciones autonómicas. Nadie lo duda. Pasar de un gobierno de 30 diputados a otro de mayoría absoluta con 34 diputados en los tiempos que corren, en los que parecía que las mayorías absolutas eran cosa del pasado, es un gran triunfo. Se convierte así en el único, junto a García Page en Castilla La Mancha, en lograr una mayoría absoluta en estas elecciones autonómicas. Fernández Vara pasa a ser el presidente autonómico de España más respaldado de estas elecciones. Ha pasado, por tanto, de llegar al gobierno gracias al apoyo de Podemos a no tener que dialogar con nadie. De pactar los presupuestos con las otras formaciones, tanto de izquierdas como de derechas, a hacerlo con ellos mismos. Un total del 46,73% de los votos, ocho puntos más de lo que Pedro Sánchez consiguió en las generales en Extremadura. Pero, ¿cuáles han sido las posibles claves electorales para llegar a estos resultados?
Vara ha tenido la capacidad de auto proclamarse y de presentarse en campaña como el representante de todos los extremeños y extremeñas, da igual del partido al que votaran, mostrándose como el más dialogante y conciliador, capaz de tender la mano tanto a Ciudadanos como a Unidas por Extremadura. A la pregunta de Irene de Miguel, la candidata de Unidas por Extremadura, sobre su posible pacto con Ciudadanos, el propia Fernández Vara respondió literalmente: “soy de tender puentes, no barricadas”, dejando muy claro sus intenciones y no negando en ningún momento un posterior pacto con Ciudadanos si eso le iba a dar más estabilidad de gobierno. No quería que lo pillaran en un renuncio, en una contradicción que posteriormente sus adversarios políticos pudieran utilizar como arma arrojadiza.
Ha tenido la osadía de dirigirse a los electores extremeños como si estuviera hablando desde el atril de la oposición, en lugar de hacerlo desde el atril del que gobierna y aplica políticas que han llevado a Extremadura a situarse a la cabeza de los indicadores sociales de pobreza, precariedad o paro
Ha conseguido echar balones fuera de sus políticas, desligando las consecuencias de su gestión durante esta legislatura de su figura y manteniendo con sus mensajes a los extremeños lejos de la política, siguiendo la estrategia caciquil de “no te metas en política, que ya lo hago yo” de ese dictador que durante cuatro décadas gobernó así España. Un ejemplo de ello se vio durante el debate electoral que tuvo lugar en Canal Extremadura entre los principales candidatos, donde se le vio dirigirse a los demás con frases como “no confunda a los extremeños con la política”, como si sus decisiones políticas durante los últimos cuatro años no hubieran tenido influencia en la vida cotidiana de los extremeños, o como, por ejemplo, si los trabajadores inmersos en diferentes conflictos laborales relacionados con subcontratas de la Junta no hubieran hecho política al protestar y reivindicar sus derechos laborales a través de concentraciones, paros, comunicados en prensa, etc.
Ha tenido la osadía de dirigirse a los electores extremeños como si estuviera hablando desde el atril de la oposición, en lugar de hacerlo desde el atril del que gobierna y aplica políticas que han llevado a Extremadura a situarse a la cabeza de los indicadores sociales de pobreza, precariedad o paro. Se ha conseguido desplazar de lugar para quitarse la carga política de estos últimos cuatro años. Un ejemplo de ello fue cuando montó aquella macromanifestación por el tren digno en Madrid, pagada con dinero público, al que una parte de la coalición de Unidas por Extremadura, que por aquella fecha no estaba constituida, decidió asistir y otra no, mostrando dos visiones enfrentadas en cuanto a cómo afrontar la estrategia frente a esta maquinaria electoral y social que es el PSOE en Extremadura. Participar y legitimar la movilización o no hacerlo, deslegitimarla y situarse junto a otros actores sociales, fueron las dos posturas. Mostrarse como resistencia o incluso oposición desde dentro de la movilización para no quedar fuera del tablero mediático, u oponerse desde fuera, corriendo el riesgo de quedar fuera del tablero mediático. Hicieran lo que hicieran estas dos posturas (Podemos e IU), Vara se quitó la losa de ser el culpable de la situación del tren, de las políticas llevadas a cabo durante décadas por los distintos líderes del Partido Socialista a nivel regional y a nivel nacional, y apareció como el líder que guiaba a la región a luchar a Madrid contra el estado de las vías del tren en Extremadura. Ha tenido, por tanto, la habilidad de autoenmendar sus propias políticas, reconociendo los problemas por los que atraviesa la región para quitarse así cualquier carga de responsabilidad, como si la lacra del paro, la emigración, el transporte o los pelotazos urbanísticos ilegales como la Isla de Valdecañas, consecuencias que acabarán pagando los extremeños, fueran fruto de fenómenos meteorológicos y no de políticas concretas.
Ha sido capaz de hacer olvidar al imaginario colectivo de izquierdas de la región estos guiños a la derecha
Por otro lado, podemos afirmar ya con estos resultados que a Fernández Vara no le ha pasado factura lo que ocurrió en aquella lejana primavera del 2017, justo en la mitad de la legislatura, cuando apoyó públicamente en las primarias de su partido a Susana Díaz, la pata derecha del PSOE, que finalmente acabó perdiendo el partido y su Comunidad Autónoma, y atacó de forma frontal a la candidatura encabezada por Pedro Sánchez. La estela del susanismo no le ha arrastrado a él, teniendo la habilidad, por el contrario, de firmar un pacto de no agresión con el líder refortalecido, en el cual el apoyo de Sánchez incluía contrapartidas como la entrada de David Sánchez Castejón, hermano del presidente del Gobierno, en la Diputación de Badajoz en un puesto creado ad hoc. Y todo ello, después de haber sido de los barones socialistas que más ímpetu puso en pedir la abstención del PSOE para dejar gobernar a Rajoy en 2016, oponiéndose a la postura de Sánchez. Ha sido capaz de hacer olvidar al imaginario colectivo de izquierdas de la región estos guiños a la derecha, quizás ayudado por estos tiempos posmodernos, donde hasta el pasado más inmediato se olvida, donde se pierde la perspectiva del tiempo y se vive en este presente perpetuo, sin saber de dónde venimos y sin una perspectiva que nos señale, colectivamente, hacia dónde ir. Quizás influyen también estos tiempos de sobresaturación informativa, donde los ciudadanos se mantienen desinformados por precisamente la sobreexposición de noticias y acontecimientos, que caducan al instante.
Al contrario, la conclusión es que Fernández Vara se ha beneficiado de los resultados electorales de Pedro Sánchez en las generales, apelando al voto seguro, útil, diciendo que “no hay que dejar las cosas medio hechas, que hay que rematar la faena en las regionales y municipales”, y desgastando en los últimos días a Unidas por Extremadura con ataques feroces contra IU, una de las patas de la coalición, desempolvando para esta campaña la figura de Pedro Escobar con el único fin de utilizarlo como arma arrojadiza, recordando su relato de que IU dejó gobernar a Monago en lugar de a ellos, y vinculándolo con toda la política de recortes del anterior gobierno popular. Pero no ha estado solo, ya que algunos medios regionales le han ayudado en esa estrategia sabiendo lo que estaba en juego. Uno de los últimos días de campaña, Pedro Escobar aparecía en la portada del diario Hoy afirmando que “IU repesca a Pedro Escobar para los pueblos”, cuando en realidad el titular no se sustentaba con lo que decía la noticia, ya que eran algunas asambleas locales de IU las que habían avisado a Escobar para sus actos. El Hoy no ha publicado, por ejemplo, que otro excoordinador de IU Extremadura, Manuel Cañada, “ha sido repescado por IU para los pueblos”, cuando ha participado en varios mítines en esta campaña también. Quizás les interesaba políticamente usar a unos y silenciar a otros, en consonancia con la estrategia de comunicación elaborada por el Partido Socialista extremeño.
A pesar de que constantemente Unidas por Extremadura haya señalado durante la campaña electoral que Fernández Vara pretendía pactar con Ciudadanos en lugar de hacerlo con ellos, como estrategia para atraer el votante descontento de izquierdas del Partido Socialista, y de que el propio Fernández Vara no lo llegara a negar, uno de los partido socialistas más conservadores de España ha conseguido mayoría absoluta, y eso debería entenderlo quienes aspiran a quitarle la hegemonía de la izquierda.