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Educación
El CEIP Unamuno se revuelve contra las cocinas fantasma
En la semana de organización de la tercera revuelta escolar, las familias del CEIP Miguel de Unamuno, en Madrid, se han encontrado con la sorpresa de que el Ayuntamiento ha autorizado el funcionamiento de cocinas fantasma en el local contiguo al patio del colegio.
Camiones o furgonetas de carga y descarga, afluencia de riders, contaminación acústica y ambiental, es la situación que prevén para los próximos meses. Todas situaciones que procura combatir el movimiento de revueltas que moviliza a las Asociaciones de Familias, padres, madres y alumnado de un centenar de centros educativos de diferentes provincias del Estado español.
Dentro del espacio de revuelta escolar va a empezar a haber la reivindicación para informar a las familias del problemón al que posiblemente nos tengamos que enfrentar
“Desde hace tres días hemos tomado conocimiento de este local que planea abrir en cuestión de un mes más o menos. Ha saltado la alarma y dentro del espacio de revuelta escolar va a empezar a haber la reivindicación para informar a todas las familias y a los vecinos del problemón al que posiblemente nos tengamos que enfrentar”, ha explicado Iris Ariza, madre de una alumna y colaboradora de la AFA.
En tal sentido, Ana, otra madre, vecina e integrante de la Asociación de Familias, ha destacado que “en las revueltas escolares lo que se pide es que haya un entorno seguro al cole y lo que se quiere conseguir es un corte de tráfico de unos 30 minutos a la entrada y salida, por eso es por lo que se lucha. Y mientras que nosotras salimos con nuestras peques a pintar arco iris y a jugar con la pelota en la calle, están dando licencia a un negocio que va a incrementar el tráfico y la contaminación en un porcentaje elevadísimo. El día y la noche”, ha graficado.
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Ubicado en el corazón del barrio de Arganzuela, el Colegio Público Miguel de Unamuno ocupa un edificio que da a las tres calles que le rodean, con tres puertas de salida e ingreso. Son niños y niñas de entre 3 y 12 años que cubren el nivel infantil y de educación primaria, en total unas 900 familias forman parte de su comunidad educativa actual.
“Las chimeneas que han construido en el patio de vecinos no tienen fachadas ni ventanas a 15 metros a la redonda y están a la altura del tejado de la nave. Eso significa que están a cinco o seis metros del patio de los de primaria y exactamente a la misma altura del patio de infantil con 300 niños y niñas de 3, 4 y 5 años. Es inconcebible”, ha denunciado Ana.
Si bien en un inicio se habilitarían seis cocinas, según explican las vecinas en la tramitación de la licencia se especifican doce, y en su dossier comercial aparecerían diecisiete. “En la licencia pública que hemos podido consultar, viene licencia para 12 cocinas, 12 hornos, 12 neveras, 12 lavavajillas. Claramente no son 6”, ha asegurado Ana.
Para Ariza, además del impacto de contaminación ambiental por exceso de humos y residuos y de ruidos, “está el tema de los llamados riders, ciclistas y repartidores de comida, y furgones de camión que traen los alimentos. Va a significar tener un tráfico industrial en una zona residencial con un colegio”, ha advertido.
El controvertido emprendimiento comenzaría a funcionar en un local de la calle Alejandro Ferrant 8, lindante a los patios del establecimiento educativo. Con un agravante, por la disposición del callejero, todo vehículo que vaya al local comercial indefectiblemente para salir deberá transitar por las tres calles que rodean el edificio escolar, pasando por el frente de las tres puertas de ingreso y egreso.
“Es una atrocidad y en mi opinión quien tiene que responder es el ayuntamiento, ¿por qué concede unas licencias que en realidad no regulan la actividad real de un espacio multi cocinas?”, pregunta Ariza
“Yo lo veo como una atrocidad y en mi opinión quien tiene que responder es el ayuntamiento, ¿por qué concede unas licencias que en realidad no regulan la actividad real de un espacio multi cocinas? ¿Si es una actividad claramente industrial por qué lo concede en un barrio residencial y pared con pared de un colegio?”, ha preguntado Ariza.
Al respecto ha manifestado no comprender “la poca moralidad” del ayuntamiento por saber que hay un vacío legal en cuanto a legislación de normativa y actividad comercial, y conceder estas licencias. “Concede una que en general suele ser de obrador y distribuidor de comida, pero la actividad real de multi cocina, que no está recogida en ningún epígrafe, lo hacen caber en esa licencia. Ahí está la irresponsabilidad del ayuntamiento que hasta que no tenga un epígrafe concreto de actividad y además no haya un estudio real del impacto de una actividad de ese tipo, no debería dejarles ubicar en una zona como esta”, ha afirmado.
El 30 de marzo último, los grupos municipales del Partido Popular, Vox y Ciudadanos rechazaron una proposición del Partido Socialista que pedía una campaña de inspección de las denominadas cocinas fantasma, y una revisión de oficio de todas las licencias que permiten esta actividad. El mismo pedido que vienen haciendo diferentes entidades sociales y vecinales de Tetuán y Prosperidad, donde la experiencia con este tipo de emprendimiento está perjudicando gravemente la situación de esos barrios.
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“Resulta descabellado que estemos rogando por un corte de tráfico y que el entorno sea más seguro y menos contaminante y a la vez estén permitiendo una licencia que va completamente en contra de eso tan ínfimo. La sensación es que nos estamos convirtiendo en una sociedad que solo se preocupa por sobrevivir y no vivir, y eso no puede ser, no es el modelo de ciudad que deberíamos querer para nuestras hijas e hijos. Nos están acostumbrado a eso, es descorazonador”, ha concluido Ana.
Durante dos horas de la tarde de ayer viernes 9 de abril, en el rato que la lluvia ha dejado de caer, decenas de niñas y niños han disfrutado de su revuelta escolar adueñándose de dos de las calles que rodean al colegio. En los corrillos, el comentario sobre las cocinas fantasma ocupaba las charlas entre las personas adultas responsables.