Residuos
Residuos: sin lugar adonde ir

De entrada, dejemos una cosa clara: los residuos radiactivos no desaparecen. Los cementerios nucleares, en ocasiones poco adecuados, cerrados o sus proyectos cancelados (aunque no del todo), como el de Yucca Mountain, en los EEUU, no hacen desaparecer los residuos por arte de magia. 

Residuos radioactivos. Fuente: Beyond Nuclear International
Residuos radioactivos. Fuente: Beyond Nuclear International Linda Pentz Gunter
Beyond Nuclear International
11 dic 2023 06:00

Artículo publicado originalmente en Beyond Nuclear International

El lodo radiactivo que se extrae del suelo marítimo cerca de la central Hinkley C británica no va a desaparecer por depositarlo en el cementerio Cardiff Grounds, a una milla de la costa galesa. Cuando Alemania arrojó bidones de residuos en las minas de sal de Asse, los residuos no desaparecieron. Por abandonar los residuos en ciudades fronterizas de Texas y Nuevo México de manera indefinida, el problema no se va a ninguna parte.

La idea de enterrar, gestionar o solucionar el problema de los residuos es simplemente deshonesta, ingenua en el mejor de los casos. En el peor, una gran mentira a sabiendas.

En la Bahía de Cardiff, se espera ‘dispersar’ los residuos. En Asse, los residuos se filtraron, pasando de concentrarse en los barriles a ‘dispersarse’ en el agua que ha inundado las minas.

En Yucca Mountain, de recibir el proyecto luz verde una vez más, el agua terminará por arrastrar algunas partículas radiactivas, acabando en las aguas subterráneas y, de ahí, a la del grifo.

“Una vez se generan residuos radiactivos, solo se puede pensar en aislarlos a largo plazo. Es un problema que no se va a solucionar”, dice Paul Gunter, de Beyond Nuclear. “Y también hay que pensar en su coste. Y si crees que es fácil responsabilizarse de lo que pueda pasar, mejor que no te involucres”.

La idea de enterrar, gestionar o solucionar el problema de los residuos es simplemente deshonesta, ingenua en el mejor de los casos. En el peor, una gran mentira a sabiendas.

Los residuos radiactivos no desaparecen, solo se pueden gestionar de manera indefinida. Como dice Gunter, “no hay alquimia para el detritus radiactivo”. Una vez hecho, nos va a acompañar de por vida.

Las agencias federales y empresas nucleares siguen chocando sobre qué hacer con las decenas de miles de toneladas de residuos radiactivos de alto nivel (90.000 la última vez que se informó de ellos) generados por las centrales nucleares comerciales estadounidenses. Sin lugar al que llevarlas. La inmensa mayoría sigue en las piscinas de sus propias centrales. Porque, ante la ausencia de la alquimia, esos residuos van a estar siempre en algún lugar, aunque no lo vayamos a ver.

Hubo una vez que la opinión pública comprendía la magnitud de este problema. En 1986, el Departamento de Energía de los EEUU consideraba un cementerio subterráneo para los residuos nucleares comerciales. Se consideró con seriedad el “Estado granito” de Nuevo Hampshire.

Pronto protestaron varios pueblos de Nuevo Hampshire, ante la amenaza de que se hubiera desahuciado a sus poblaciones y destruido sus edificios para iniciar la construcción del almacén nuclear. En total, 100 poblaciones firmaron una resolución que no solo se oponía al enterramiento, almacenamiento y transporte de residuos radiactivos de alto nivel en Nuevo Hampshire, sino también a su mera producción.

La inmensa mayoría de los residuos sigue en las piscinas de sus propias centrales. Porque, ante la ausencia de la alquimia, esos residuos van a estar siempre en algún lugar, aunque no lo vayamos a ver.

Finalmente, se aprobó una ley estatal que prohibía que se construyera ningún cementerio nuclear dentro de su territorio, aunque no ilegalizaba su generación. Se llevó a cabo la construcción de la central Seabrook en la costa de Nuevo Hampshire, y una de las dos unidades planeadas ya genera residuos dentro del Estado. Todavía sin ningún lugar al que llevarlos.

De hecho, la ley en contra de un cementerio fue revocada por un juzgado estatal en 2011, un hecho que se dio a conocer en 2016, por el congresista estatal Renny Cushing. Cushing es el fundador del primer grupo antinuclear del país, la Clamshell Alliance, que se opuso frontalmente a la construcción de Seabrook.

Sigilosamente, la Comisión Reguladora Nuclear ha asegurado que no se repetirá el desafío que presentó Nuevo Hampshire en su momento. A dia de hoy existe una intervención conocida como “Almacenamiento continuado de residuos de alto nivel” (y otrora como “Decisión de confianza de los residuos nucleares”, imaginamos que se cambió el nombre porque ya nadie tiene ‘confianza’ sobre solucionar el problema), que deroga cualquier decisión de no renovar la licencia de una central por no existir solución para sus residuos.

Esto significa que nuestra envejecida flota de centrales nucleares tienen plena libertad para generar más residuos. Algunas, durante 20 o hasta 40 años más. Aunque aún no hayamos encontrado un lugar seguro para su gestión a largo plazo, o se haya llevado a cabo plan alguno en esta dirección.

La industria nuclear sigue ebria de poder. Aunque se les pudiera perdonar, a regañadientes, la procrastinación inicial fruto del optimismo (cuando Fermi consiguió la primera reacción en cadena en 1942) acerca de gestionar los residuos, 80 años después esto ya resulta inadmisible. Ha pasado tiempo de sobra para comprender que continuar generando esta sustancia letal, que no se va a ninguna parte, es reprobable científica y moralmente.

Los residuos radiactivos no van a desaparecer nunca. Pero podemos hacer desaparecer la energía nuclear. Deberíamos dejar de dudar y ponernos a ello.

Traducción de Raúl Sánchez Saura.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.
Hidrógeno
Descarbonización Los planes de expansión del hidrógeno en Europa chocan con la falta de energía verde para producirlo
La escasez de hidrógeno producido con renovables y el exiguo desarrollo del aluvión de proyectos anunciados ponen en entredicho la estrategia de descarbonización en Europa, según un informe de Global Energy Monitor.
Crisis climática
Parlamento Ciudadano Climático Un jurado popular ciudadano para combatir la crisis climática y el retroceso democrático
En un momento crítico para la democracia y la acción climática, cinco organizaciones medioambientales reunieron en el Congreso de los Diputados a científicos, actores sociales y asambleístas para impulsar un Parlamento Ciudadano Climático Permanente.
Pensiones
Revalorización de las pensiones Los pensionistas no se fían y salen a la calle tras el rechazo al decreto ómnibus
La Unidad de Acción de Madrid convoca a manifestarse este viernes 31 frente a la sede del PP tras la “posición negativa de la derecha ultranacionalista, sea española o catalana”.
Ayuntamiento de Madrid
Convenio colectivo Las cuidadoras ganan a Almeida: Madrid anuncia nuevos pliegos con la subida salarial pactada
Las trabajadoras de cuidados seguirán en huelga dado que “no hay nada tangible”. El anuncio afectaría a 12.000 personas empleadas por el Ayuntamiento, pero no a las 2.000 trabajadoras más convocadas a la huelga que trabajan para la Comunidad.

Últimas

Cine
El Salto recomienda Diez películas y series en Filmin para acercarse a la diversidad de Andalucía
Una selección realizada por la periodista de El Salto Aurora Báez Boza sobre las mejores películas y series para descubrir las diversidades que habitan dentro de Andalucía
Salario mínimo
Pacto bipartito Trabajo y sindicatos acuerdan la subida del salario mínimo en 50 euros sin el apoyo de la patronal
Díaz anuncia un acuerdo con los sindicatos que llevará al Congreso de Ministros de forma “inminente” la propuesta del Ministerio de Trabajo. Los sindicatos proponían una subida de 66 euros y la patronal, de 34 euros.
Comunidad de Madrid
Comunidad de Madrid Sin materiales, sin protección adecuada y sin financiación: los bomberos de Madrid denuncian “abandono”
La contaminación de los equipos de protección de cinco bomberos en un incendio en una nave de reciclaje hace levantar de nuevo la voz de los sindicatos, que ya tienen denunciada ante el TSJ de Madrid, la falta de financiación.
Opinión
Opinión No es Poder Popular todo lo que reluce
VV.AA.
No hay alternativa capaz de cambiar este sistema que no hable claramente de socialismo y de clase trabajadora
Lavapiés
Madrid Lavapiés gana un asalto a la organización fascista Hacer Nación
La empresa en la que se iban a organizar unas jornadas con figuras de la extrema derecha europea ha confirmado que comunicó a Hacer Nación que no le cedía su espacio.
Más noticias
Madrid
Justicia El fiscal general del Estado, en el alambre, declara como investigado ante el Supremo
Álvaro García Ortiz acude al alto tribunal a explicar su versión de las filtraciones denunciadas por el entorno de la pareja de Isabel Díaz Ayuso. Es la primera vez que un fiscal de su categoría declara como investigado.
El Salto Radio
EL SALTO RADIO Cultura y resistencia desde América del sur
Cuatro historias sonoras de experiencias creativas y comunitarias en algunas ciudades de Perú, Argentina y Paraguay

Recomendadas

Dana
Tres meses de la dana “Aquí no llovió casi nada”
VV.AA.
Un vecino de Benetússer explica cómo la riada arrasó y cambió para siempre las vidas de miles de personas.
Crímenes del franquismo
Isabel Alonso Dávila “El franquismo fue una máquina de fabricar miedo y dolor hasta el final”
Detenida en Granada en 1974 y 1975 por su vinculación con el movimiento estudiantil antifascista de la época ha presentado la primera querella en Andalucía por Crímenes contra la Humanidad en la dictadura franquista
Jaén
Andalucía Lopera no quiere que Greenalia especule con sus olivos
Decenas de pequeños olivareros de la Campiña Norte de Jaén podrían perder sus terrenos en beneficio de una empresa que quiere talar los árboles para instalar siete parques fotovoltaicos.
Redes sociales
Nuevas normas Meta abraza el discurso de odio y desafía la normativa anti discriminación
La plataforma de Mark Zuckerberg anunció cambios en sus normas: cuando empiecen a aplicarse, los comentarios misóginos y LGTBIAQ+fobos no violarán su política, pero existen herramientas para denunciar el discurso de odio.