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Corrupción
Paco Camps sabe dónde están los suyos
Camps fue declarado inocente del caso de los trajes, caso por el que dimitió, pero tiene tres imputaciones abiertas. Hoy ha comparecido en el Congreso.
Comparece Francisco Camps en el Congreso. Comparece un inocente, defiende el que fue —el que es, al menos así consta en la sesión– su partido. El PP no puede aborrecer a Camps. Tampoco lo hace Ciudadanos. Toni Cantó comete un error, se despeña por la cuesta de la emotividad. En la sala está el intelectual, uno de los ideólogos de Ciudadanos, Arcadi Espada. Ha dedicado un libro a Camps, Un buen tipo (el libro se llama así). Cantó recuerda tarde que su partido acusa al Popular de corrupto, por acción y omisión. Y Camps, un buen tipo, para Ciudadanos, está en el otro lado de la calle. En una lucha sin tregua.
Se palpa el desconcierto. La frente del actor (ahora diputado) se arruga varias veces. Camps está compareciendo en el Congreso para defender su honradez. Y Ciudadanos se contradice. Entre la campaña y la genética. Entre asumir la tesis de Espada —fue el Grupo Prisa el que precipitó la caída del expresidente de la Generalitat— y mantener su presión sobre el nervio del centro-derecha español. Y Camps sabe quiénes son los suyos.
Escribió el italiano Leonardo Sciascia sobre su tiempo: “Ahora es difícil encontrar un cretino que no sea inteligente y un inteligente que no sea cretino”.
Paco Camps se encuentra cómodo en el Congreso. Sabe que su futuro político es ser leal a su pasado, y así lo dicePaco Camps se encuentra cómodo en el Congreso. Sabe que su futuro político es ser leal a su pasado, y así lo dice. Sabe que si se muere, cuando se muera, sus compañeros hablarán del buen tío que fue. Lo vivió con Rita Barberá. Es la ley. Así que acepta la ley y rinde un servicio más a su partido. Ataca al Gobierno de la Generalitat, al uso del catalán en las escuelas del nuevo Govern. Se enzarza con la diputada de ERC, Ester Capella: no tolera que llame País Valenciano a lo que él llama la Comunidad Valenciana. Ataca a quienes quieren “romper España”. Da una oportunidad a su partido de matar la comisión de Investigación de la financiación irregular del PP. “Pertenezco al PP con carné o sin carné” (Francisco Camps, 6 de marzo de 2018).
Hechos. En 2009 la Fiscalía denunció el conocido como caso Gürtel en la Audiencia Nacional. Nueve años después, ese Tribunal ha comenzado a juzgar la rama valenciana del caso. El 25 de enero, Ricardo Costa, exsecretario general del PP de la Comunidad Valenciana, acusó a Camps de estar al frente de la “maquinaria” puesta al servicio de la financiación de las campañas electorales durante su periodo en la presidencia del partido y la Generalitat.
Casi cien altos cargos del PP de la Comunidad Valenciana tienen causas pendientes o han sido condenados
Hechos. Dos vicepresidentes de la Generalitat en ese periodo están condenados o imputados. Dos presidentes de las Cortes están condenados o imputados. Diez consejeros están condenados o imputados. Los tres expresidentes de las diputaciones, ídem. Casi cien altos cargos del PP de la Comunidad Valenciana tienen causas pendientes o han sido condenados. No se trata solo de Gürtel. Brugal, Fórmula Uno, la visita del papa, Taula, Imelsa. El PP colapsa los juzgados de Valencia.
Hechos. Camps fue declarado inocente del caso de los trajes, caso por el que dimitió. Tiene tres imputaciones abiertas. Una bajo secreto de sumario. Otra por la visita de Benedicto XVI, una por el circuito de Fórmula Uno de la época dorada. Camps asegura que, de los cien imputados, un 60 o un 65% de las causas han sido archivadas o sus protagonistas han sido absueltos.
Un entarimado, un micrófono, un atril y la megafonía. La enumeración es de Camps. Todo lo que se necesita para ganar unas elecciones. “En 2009 nadie sabía que existía esa empresa”. Camps se refiere a Orange Market, la empresa de Álvaro Pérez “el bigotes”, citado a lo largo de las dos horas largas de comparecencia. El entarimado, el micrófono, el atril y la megafonía aparecían como por ensalmo. Todo estuvo ajustado a derecho, dice Camps.
La semana que viene se cumplen diez años de la boda del Bigotes. Una boda muy española. Un novio emocionado dedicando carantoñas a los dos pacos de su vida. Paco Camps y Paco Correa. Como han pasado los años. Es “un señor en un banquete de bodas” (Paco Camps). Nadie se comporta igual el día de su boda y el día de su declaración ante la Audiencia Nacional. Diez años después, Pérez “el bigotes” señaló a Camps como el creador del sistema de pagos ilegales de la caja del PP. Pérez declaró y Costa ratificó, que detrás de la Caja B, creada con las supuestas mordidas ilegales a empresarios, estaba el expresident. “Camps no está al final de ningún camino” (Francisco Camps, 6 de marzo de 2018).
El expresident confirma, a preguntas de Unidos Podemos, que sigue cobrando el sueldo público al que tiene derecho como tal
Comparece Francisco Camps en el Congreso. Un servicio a su partido, del que es devoto de la forma que solo un devoto puede serlo: cuando ha sido repudiado (públicamente). Al final del camino, el expresident confirma, a preguntas de Unidos Podemos, que sigue cobrando el sueldo público al que tiene derecho como tal. Afirma que está trabajando en una tesis sobre Ley Electoral pero, a preguntas de Txema Guijarro (Unidos Podemos) asegura que es peligroso que el dirigente de un partido sepa cómo se financia el partido.
La sesión es bronca. Camps recibe los aplausos de los miembros de su partido. Camps se pasa la lengua por el labio inferior cada vez que da una declaración clave. Defiende que en los nueve años de Caso Gürtel siempre ha dicho lo mismo. No como Costa. No como Álvaro Pérez. Camps dice que no está para hacer análisis psicológicos ni patológicos sobre por qué su nombre se ha identificado con la metástasis de un sistema corrupto. “Lo que pasa conmigo es absurdo”, repite varias veces. “Hoy comparece un inocente” (Carlos Rojas, diputado del PP por Granada).
Sciascia también escribió: “Me parece que nunca ha habido una época como la actual en esto de dar más importancia a lo dicho que a lo hecho. Basta que uno de la retaguardia afirme ser de la vanguardia para que sea vanguardista; que un reaccionario diga que es partidario de la revolución para que sea un revolucionario; un canalla afirma ser defensor de la honestidad, y es honesto”.