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Desde hace varios años, los Oscars quieren ser adalides de la igualdad y la diversidad. Ya desde el ‘olvido’ de los Oscar con Brokeback Mountain hasta la reciente victoria de Moonlight sobre La La Land, pasando por el triunfo de 12 años de esclavitud sobre Gravity, muchos se preguntan si los académicos han venido incrementando la presencia y representación de minorías —o simplemente, de personajes no varones ni blancos— y premiándolo sobre la calidad de las cintas. Las mujeres, que son lo opuesto a una minoría (la mitad del mundo, para ser un poco más precisos) sin embargo no ha recibido aún ese plus de visibilidad por parte de los premios americanos.
Sea o no verdad esa afirmación, lo cierto es que a día de hoy y pese a los intentos de parecer unos premios igualitarios, las mujeres siguen teniendo una representación minúscula en comparación con los hombres.
De las 180 personas nominadas a los Oscars, solo 39 son mujeres. Y si contamos solo las categorías mixtas, el dato femenino baja hasta 29 respecto a los 131 hombres. Las mujeres suponen el 18% de los nominados a los premios de la madrugada del 4 al 5 de marzo, lo que no supone siquiera a uno de cada cinco nominados. Pero profundizando en los datos encontramos lecturas aún más dolorosas.
Mujeres nominadas vs Volumen de nominaciones femeninas
Sobre los datos totales encontramos que hay más nominaciones femeninas que mujeres nominadas. Esto se explica porque hay mujeres que tienen dobles nominaciones, por lo que aumenta la presencia femenina en nominaciones.Es el caso de Greta Gerwig, que tiene doble nominación en Mejor Dirección y en Mejor Guion Original por Lady Bird y a la que le sumamos además la de Mejor Película (al igual que Guillermo del Toro). Lo mismo pasa con Jaqueline Durran que, de las cinco nominaciones a Mejor Vestuario cuenta con dos (La Bella y la Bestia y El Instante más Oscuro) o la pareja formada por Sarah Greenwood y Katie Spencer, que en Diseño de Producción acumulan otras dos nominaciones de las cinco por las mismas películas.
Para sacar el volumen de importancia de las mujeres nominadas en el total de los Oscars, hemos recurrido a la siguiente medida: En las 20 categorías analizadas hay un total de cien candidaturas (cada candidatura tiene 1 de valor). Pero en cada candidatura puede tener varios candidatos.
Por ejemplo, a Mejores Efectos Especiales hay nominadas cinco películas: Blade Runner 2049, Guardianes de la Galaxia Vol 2, Kong: La Isla Calavera, Star Wars: Los últimos Jedi y La guerra del planeta de los simios. Pero cada película nominada tiene un equipo de candidatos de cuatro personas. Por tanto, cada persona tiene un valor de 0.25, haciendo un total de 1, que es lo que vale la candidatura.
Gracias a esta fórmula, podemos saber la importancia de las mujeres en las candidaturas. Y es que decir que hay una mujer nominada a mejor Mezcla de Sonido es bastante más benévolo que decir que las mujeres suponen el 6,6% de los nominados a esa categoría. Hay otras disciplinas donde no hacen falta fórmulas pues el 0 en plantilla femenina evita cualquier lío numérico. Es el caso de la ya mencionada Mejores Efectos Especiales (0 de 20 candidatos) y también de Mejor Banda Sonora (0 de 5) y Mejor Montaje de Sonido (0 de 9).
En las cien candidaturas encontramos un volumen femenino menor de 23 puntos, lo que de nuevo supone ni una cuarta parte. Y esa presencia femenina podría ser aún menor si no fuese por Greta Gerwig, que con Lady Bird se ‘cuela’ como la única mujer nominada a Mejor Dirección y mete a su película como la única dirigida por una mujer entre las Mejores Películas.
Otro gran logro es el de Rachel Morrison, primera mujer nominada a Mejor Fotografía en los Oscars. El hecho de que entre los nominados a una categoría solo encontremos una mujer no es, ni de lejos, anecdótico, puesto que se repite hasta en 8 ocasiones.
Solo hay una categoría con más probabilidades de victoria para una mujer
Entre las 20 categorías mixtas, solo en una hay más probabilidades de que el premio recaiga sobre una mujer antes que en un hombre. Es en Mejor Vestuario. Gracias a la doble presencia ya mencionada de Jacqueline Durren se añade Consolata Boyle (La reina Victoria y Abdul), por lo que las opciones de que una mujer alce la estatuilla es de un 60%. Ese es el dato más optimista que se puede encontrar sobre las mujeres en esta edición de los Oscars.Históricamente, las mujeres nunca han tenido demasiada presencia en las galas de premios y los Oscars no han sido una excepción. Katheryn Bigelow es la única mujer que ha ganado el Oscar a Mejor Dirección por En Tierra Hostil, en el año 2009 en las hasta ahora 89 ediciones. En comparación con los Goya, el dato es irrisorio ya que los galardones españoles han tenido vencedoras hasta en cuatro ocasiones, aunque eso signifique solo un 11,1% del total.
Y en Mejor Guion Original las cosas no han ido mucho mejor. Desde 1980 solo cuatro mujeres han levantado la estatuilla: Pamela Wallace (co-guionista junto a William Kelley y Earl Wallace) en 1985 por Único Testigo, Callie Khoui en 1991 por Thelma & Louise, Jane Campion en 1993 por El Piano y Sofía Coppola en 2003 por Lost in Translation. 15 años después, Greta Gerwig puede acabar con el monopolio del premio, gracias a LadyBird, una película que se ha convertido además en un icono de resistencia.
Ninguna categoría evita la salvaje mayoría masculina
De las cinco películas nominadas a Mejor Largometraje de habla no inglesa solo hay una dirigida por una mujer, En cuerpo y alma, dirigida por Ildikó Enyedi, directora húngara. Es la única candidata en una categoría que solo ha tenido tres ganadoras desde 1980. Marleen Gorris ganó en 1995 por Antonia, Caroline Link en 2002 por En algún lugar de África y la última mujer fue Susanne Bier en 2010 con En un mundo mejor.El predominio masculino se repite constantemente, con un dato abrasador: En las categorías técnicas (todas a excepción de interpretación, películas y cortos) encontramos 16 candidaturas femeninas por las 93 masculinas.
Esa es la realidad de los premios más importantes de la industria del cine. Pese a las campañas publicitarias de igualdad y respeto, la realidad es que una mujer nominada en una categoría importante sigue siendo tan controvertido como cuando Trumbo ganaba con pseudónimos para no ser cazado por McCarthy.
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