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China
La intrincada postura de China respecto al conflicto palestino-israelí
“Reconocemos la legitimidad de la gente de luchar por la liberación contra la dominación extranjera y colonial; contra cualquier tipo de sometimiento por cualquier medio disponible, incluida la lucha armada. Este reconocimiento aparece en distintos convenios internacionales. La lucha armada, cuando está ligada a la autodeterminación de un territorio frente a operaciones coloniales, se distingue del terrorismo y este es un derecho que emana de la legislación internacional”. Con estas palabras se dirigía el 22 de febrero a la Corte Internacional de Justicia Ma Xinmin en representación del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, reconociendo el derecho a ejercer la lucha armada por parte del pueblo palestino contra la opresión israelí.
Desde el pasado octubre, el Gobierno chino ha mantenido una postura de “neutralidad pro-Palestina”. China lleva años haciendo declaraciones públicas en el plano internacional a favor del derecho legítimo del pueblo palestino a crear un Estado libre y soberano, elegido por los propios palestinos. Este último matiz es característico de la política diplomática china: oposición al intervencionismo de terceros. Por otro lado, Palestina cuenta con una embajada “informal” en Sanlitun, el distrito diplomático de la capital china. Beijing ha simpatizado históricamente con la causa palestina y ha apoyado constantemente a la OLP desde la década de 1960. Fue el primer país no árabe en reconocer a Palestina como Estado.
“No hay una sola razón que justifique la continuación de este conflicto, ni una sola razón que justifique el asesinato de civiles”, es la posición de Wang Yi, el ministro de Asuntos Exteriores
El 1 de enero de este 2024 en la web oficial del Ministerio de Asuntos Exteriores aparecía un comunicado en el que detallan los ocho acuerdos alcanzados en una reunión entre China y el Secretario General que representa a los siete Estados de la Liga Árabe. En este acuerdo exigen el “total e inmediato cese al fuego y las violaciones del derecho internacional y humanitario; la oposición al desplazamiento forzado de la población palestina y la creación de un corredor humanitario inmediato”. En los tres siguientes puntos señalan que cualquier acuerdo de paz tiene que implicar que Palestina gobierne sobre su territorio, poniendo énfasis en la solución de los Dos Estados, regresando a las fronteras de 1967, y que Palestina entre como miembro oficial en las Naciones Unidas en “una solución que permita una coexistencia pacífica de los pueblos judío y árabe”.
La posición oficial del Gobierno chino ha quedado reflejada de nuevo en la décimo cuarta Asamblea Popular Nacional de China, el máximo órgano legislativo del país asiático, que tuvo lugar entre la última semana de febrero y primera de marzo. El 两会 (liang hui), ‘Dos Sesiones’, es el evento político más importante de China que reúne a los representantes políticos de todas las regiones, la mayoría de ellos hombres y con una tímida y simbólica presencia de mujeres. Estas sesiones marcan la agenda y los puntos principales de actuación política del año que comienza en China, tras haberse debatido previamente en el seno del Partido.
En el contexto de las “Dos Sesiones”, a las 10 de la mañana del pasado 7 de marzo de 2024, Wang Yi, ministro de Asuntos Exteriores y miembro del Comité Central del Partido Comunista, atendió en rueda de prensa las preguntas de periodistas extranjeros y nacionales. Respecto al conflicto palestino-israelí, Wang Yi afirmó que “esta ronda del conflicto entre Israel y Palestina ha causado 100.000 víctimas civiles, además de incontables vidas inocentes enterradas bajo los escombros. No hay distinción en el valor de las vidas y no puede ser establecida por motivos religiosos. No hay una sola razón que justifique la continuación de este conflicto, ni una sola razón que justifique el asesinato de civiles”. Wang Yi llamó también a la comunidad internacional a tomar parte inmediatamente e imponer un alto al fuego como prioridad absoluta. “Las personas de Gaza tienen derecho a vivir en este mundo, a ser ayudadas, socorridas y cuidadas, todas las personas detenidas deben ser liberadas y cualquier acto de ataque sobre civiles debe parar”, añadió en esta rueda de prensa.
Más allá de las palabras: las armas y los semiconductores
Una vez repasadas las comunicaciones oficiales, si echamos un vistazo a los lazos comerciales entre China y las dos partes del conflicto la perspectiva cambia. En el caso de China y Palestina, según fuentes oficiales del Gobierno chino, el volumen de comercio bilateral entre ambos territorios alcanzó los 160 millones de dólares, reflejando un aumento del 23% respecto al año anterior. Aunque la práctica totalidad son exportaciones chinas. Los datos entre enero y junio de 2023, meses antes de que comenzase la última oleada de ataques, los datos reflejaban un balance de 90 millones. Estas ventas de China a Palestina suponen un 5% del total de importaciones en Palestina y se encuadran dentro de la Iniciativa de la Franja y la Ruta, en el que la potencia asiática busca fortalecer sus relaciones económicas con distintas áreas de Asia, América Latina, Europa y África.
Las fuerzas policiales y de represión israelíes se sirven de los drones de una compañía china para el control y represión de la población
El asesor emérito del Observatorio de la Política China, Xulio Ríos, señalaba no obstante en un análisis de octubre de 2023 que “China es la principal socia comercial de Teherán y la dependencia económica de Irán de China es sustancial. A su vez, Irán proporciona ayuda financiera, armas, entrenamiento y apoyo tecnológico a Hamás”.
Si vamos a las relaciones económicas entre China e Israel, China es actualmente la segunda socia comercial de Israel, con un valor comercial total de 24.500 millones de dólares, lo que supone un aumento del 10% en 2022 respecto al año anterior. En particular, entre 2019 y 2022, el comercio entre ambos países experimentó un repunte significativo, marcando un aumento de 6.410 millones de dólares, lo que supuso un crecimiento del 57%. Dicho incremento se ha dado en las importaciones de China. En 2021 China superó a Estados Unidos para convertirse en la mayor fuente de importaciones de Israel. Y este aumento que sigue disparándose en los últimos años se debe al desarrollo de tecnología punta por parte de ambos.
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Dentro de este amplio volumen comercial de importaciones encontramos a la compañía DaJiang Innovation Technology que se dedica al comercio de tecnología punta militar. Las fuerzas policiales y de represión israelíes se sirven de los drones que vende esta compañía para el control y represión de la población.
La cooperación comercial entre ambos países, que empezó focalizada en la compra a Israel de material militar, ha ido virando hacia los materiales de infraestructura y tecnología civil, como los semiconductores. El papel clave geopolítico actual de los semiconductores coloca en un plano delicado las relaciones económicas con Israel, ya que las empresas chinas están sufriendo bloqueo y restricciones por parte de EE UU en esta área tan delicada como fundamental.
En conjunto se observa un desequilibrio o incongruencia entre los aspectos puramente diplomáticos, que posicionan a China a favor del pueblo palestino y de la solución de los dos Estados; y en el económico, donde la vinculación comercial con Israel es prácticamente incomparable, de 240.000 a 160 millones de dólares.
Pequeñas redes de solidaridad
El periodista palestino Khaled Abujarad, afincado en Beijing, que trabaja para el medio CCTV+, destaca que “tanto el Gobierno como el pueblo chinos han mantenido una postura firme de apoyo a Palestina desde el comienzo”. Reconoce que, “aunque no llega al nivel de implicación del Estado de Yemen, China ha mantenido una posición valiente en comparación con el resto del mundo”.
“Aunque no se han producido manifestaciones, el posicionamiento público en internet es mayoritariamente de apoyo a Palestina”, comentan dos periodistas chinos
Abujarad relata que su familia está en Rafah, intentando sobrevivir en una ciudad que se ha convertido en ratonera para más de un millón y medio de gazatíes. Reconoce estar viviendo en un estado de constante angustia y se lamenta por no poder hacer nada al respecto. Aunque dice que sus familiares directos se encuentran bien, no puede estar en paz porque “todo el pueblo palestino es mi familia y está sufriendo”.
Abujarad nos cuenta que varios amigos chinos han querido donar dinero para ayuda humanitaria y él está facilitando esta cadena de solidaridad a través de su cuenta en Egipto.
Además de la comunidad palestina afincada en Beijing que tratan de colaborar con sus familiares enviando remesas, personas chinas han decidido dar un paso más allá y tratar de organizar de alguna forma grupos de ayuda directa al pueblo palestino. En la plataforma Zhihu, un foro de uso similar al de Reddit, el más utilizado del país asiático, encontramos hilos en torno a la cuestión de si es más importante enviar dinero y recursos a Palestina o presionar políticamente a Israel mediante la opinión pública con miles de intervenciones. El Gobierno chino, además, asegura estar enviando ayuda humanitaria desde octubre de 2023.
Un vistazo a las redes
Hablar de la opinión pública china es problemático en tanto en cuanto hablamos de 1.400 millones de personas, pero asomándonos un poco a las redes sociales podemos encontrar algunas opiniones que destacan en los buscadores. Dos periodistas chinos de la agencia de noticias CCTV+, Lin Xiaoyu y Dong Feng (que nos han pedido cambiar sus nombres para preservar el anonimato), que están muy en contacto con la actualidad de las redes sociales, nos cuentan que “la opinión mayoritaria es de apoyo al pueblo palestino.
El apoyo se genera desde el mundo virtual e inunda las redes sociales. Aunque no se han producido manifestaciones, el posicionamiento público en internet es mayoritariamente de apoyo a Palestina”. Entrando en la red Douyin (TikTok) e iniciando una búsqueda con palabras clave sobre el conflicto, en seguida destacan, sobre todo, videos de gazatíes heridos o muertos tras los ataques israelíes, o bien de menores de edad heridos en busca de sus familias. En la red Xiaohongshu también se están organizando campañas esporádicas llamando al boicot de productos israelíes.
Según Lin y Dong, “la oposición a la agresión israelí en Gaza ha sido muy clara desde el comienzo en las redes sociales, donde múltiples cuentas han difundido y siguen difundiendo vídeos con traducción al chino de la barbaridad del genocidio en Gaza. También se han volcado en la creación gráfica de solidaridad con el soldado estadounidense inmolado Aaron Bushnell. La viralización del vídeo de Aaron Bushnell completo ha creado gran conmoción en las redes sociales”.
El tono de simpatía por Palestina aparece muchas veces asociado al sentimiento anticolonialista arraigado en el pueblo chino a través de la educación y la historia de la Guerra de Resistencia contra Japón
También, durante el pasado 8 de marzo, según el portal de análisis marxista de la actualidad china, Chuang, el colectivo Chinese & Taiwanese Queers & Feminists for Palestine publicó un manifiesto, que también imprimió en fanzines y repartió en algunas ciudades, donde alertaban contra el pinkwashing que estaba realizando la propaganda israelí al presentar sus masacres como una liberación para las mujeres. Bilibili es la principal red social para ver videos en China. Si introducimos las palabras Israel y Palestina en el buscador y buscamos los videos con más reproducciones, que se cuentan en millones, encontramos que se tratan, en su mayoría, de videos de análisis históricos de algunos canales especializados que tratan de explicar las raíces del conflicto.
Echando un vistazo a los comentarios en estos videos, sobre todo aquellos con más “me gusta”, podemos encontrar dos puntos de vista principales. En primer lugar, que Israel ha pasado de ser víctima a ser perpetrador. De hecho, uno de los videos utiliza las figuras clásicas del cazador de dragones que se transforma en un dragón malvado. No pocos señalan que está incurriendo en las mismas prácticas genocidas que el nazismo. Encontramos también varios mensajes de críticas al Gobierno Palestino dentro y fuera del territorio por no apoyar más radicalmente a Hamás, a quien por lo general se considera un grupo de guerrilla y no un grupo terrorista.
El tono de simpatía por Palestina aparece muchas veces asociado al sentimiento anticolonialista arraigado en el pueblo chino a través de la educación y la historia de la Guerra de Resistencia contra Japón, que no ha cumplido todavía un siglo de historia. El tono de no pocas alusiones en las redes podría recordar a las declaraciones oficiales durante la etapa del maoísmo en el que el Partido Comunista era mucho más contundente al respecto.
La reacción a las masacres en Palestina se manifiesta también como uno de los escenarios donde se disputa la rivalidad geopolítica entre China y Estados Unidos, principal aliado de Israel. Tras el bloqueo de EEUU a cualquier tipo de acción (haciendo uso del veto hasta en tres ocasiones) para frenar las masacres en el Consejo de Seguridad de la ONU, China fue contundente en su rechazo a esta acción. El pasado lunes 25 de marzo, casi un mes después, el portavoz de Exteriores de China, Lin Jian, afirmó que “China seguirá apoyando al Consejo de Seguridad para que adopte medidas responsables y significativas”, en referencia a la resolución presentada por Argelia, Guyana, Malta, Mozambique, Sierra Leona, Eslovenia y Suiza —un texto que demanda el alto el fuego inmediato—. Finalmente se aprobó otra resolución, esta vez sin el veto de EEUU.
Como señala Ríos en otro de sus análisis, los ecos de rivalidad entre EEUU y China resuenan en este conflicto. China lleva desde el año 2022 sugiriendo una batería de propuestas políticas en su “Marco de Seguridad Global”, que pretende ser una alternativa a la profundización en la violencia y el aumento de la influencia de EE UU en las regiones de Asia.