Carta desde Europa
La cosa se pone seria

Impaciente ante la procrastinación alemana, Macron declaró a la OTAN en “muerte cerebral”, mientras intenta el encuentro con Putin.

Emmanuel Macron y Donald Trump.
Emmanuel Macron y Donald Trump durante la visita del presidente de EE UU al Eliseo.
Wolfgang Streeck

Director emérito del Max Planck Institute for the Study of Societies de Colonia.

Todos sus artículos en El Salto.

15 dic 2019 07:23

En la última semana de noviembre el Parlamento Europeo declaró la “emergencia climática” a escala de la Unión Europea, clásico caso de política simbólica desprovista de consecuencias y concebida únicamente en beneficio de Fridays for Future. Entretanto, tras esta fachada, se pelea sobre decisiones cruciales que no tienen nada que ver con el cambio climático, excepto que requieren no millardos sino billones de euros, dinero que será dolorosamente sustraído de la batalla contra el calentamiento global y los efectos sociales de la austeridad neoliberal.

El asunto que está en juego es el modelo militar europeo. Una desagradable lucha se libra en estos momentos entre Francia, Alemania y Estados Unidos en torno a una vieja cuestión: la relación entre “Europa” y la OTAN. ¿Deberían contribuir los países europeos con sus fuerzas militares a la OTAN, organización en la que se encuentran de facto bajo mando estadounidense, o deberían integrar sus fuerzas en una entidad de “defensa” europea, de uno u otro tipo, que posteriormente constituiría o bien el “pilar europeo” consolidado de la OTAN o bien un “ejército europeo”, aliado o no de Estados Unidos, pero en todo caso, con independencia del modelo adoptado, sometido a mando europeo?

La historia, presentada aquí de modo muy simplificado, comienza con el compromiso unánimemente asumido en 2002, y confirmado en 2014, por los miembros de la OTAN de elevar su gasto militar al 2% de sus respectivos PIB. Esencialmente, el destinatario de este compromiso era Alemania, cuyo presupuesto de defensa era y todavía lo es aproximadamente la mitad de esa cifra; Francia y el Reino Unido, ambos potencias nucleares, han satisfecho desde hace tiempo ese objetivo, debido al alto coste de las bombas, los bombarderos, los submarinos y los portaviones, que conforman su poder nuclear.

Las tropas convencionales son baratas comparativamente, pero si hay que pagar cabezas nucleares puede que falte dinero para mantenerlas. Cuando se aprobó la resolución de 2002, Estados Unidos se empleaba a fondo en hacer de la Rusia de Putin la sucesora de la Unión Soviética como el archienemigo de “Occidente”. La intención era obviamente retornar a los viejos buenos tiempos de Yeltsin acaecidos entre 1990 y 1999, cuando Rusia, con sus enormes reservas de recursos naturales, era el lugar favorito de caza de las empresas estadounidense de un modo muy similar a como lo es Ucrania actualmente.

En términos militares, por supuesto, Rusia no es sino un actor de escasa envergadura, dejando de lado su armamento nuclear. Si Alemania gastase el 2% de su PIB en su ejército, su presupuesto de “defensa” —¡el de Alemania solo!— sería aproximadamente el 40% superior al de Rusia. Como alianza, la OTAN, incluso sin Estados Unidos, es tan superior a Rusia, que un ataque ruso contra Europa occidental es simplemente inconcebible, porque equivaldría a un suicidio voluntario por su parte. Esta puede ser la razón de que la promesa de 2002 no fuera tomada realmente en serio por los países europeos y tampoco por Alemania.

Entra en escena Trump. Parece que en un primer momento intentó una política exterior aislacionista, que sacara a Estados Unidos de sus embrollos exteriores para agradar así a sus votantes del Medio Oeste. Pero ello fue saboteado por el “Estado profundo” del complejo militar estadounidense en alianza con los intereses de las grandes empresas petroleras y gasísticas del país. Hoy, mientras Estados Unidos no se ocupa demasiado de la OTAN, sí lo hace de Europa oriental en tanto que punto de presión contra Rusia y por razones geoestratégicas relacionadas con el extremo occidental de la Nueva Ruta de la Seda desplegada por China.

Si Europa rechaza tomar parte o se siente (con razón) asustada ante la posibilidad de ser golpeada si la estrategia rusa de Estados Unidos resulta estar equivocada, el gobierno estadounidense está dispuesto a actuar por cuenta propia contando con su enorme presencia militar en Alemania, así como con las tropas adicionales actualmente en proceso de despliegue en los países bálticos y en Polonia.

Hoy tanto Alemania como Francia han perdido su confianza en Estados Unidos como aliado europeo. Pero Francia dispone de capacidad nuclear (cuatro submarinos, un portaviones, una flota de bombarderos), mientras que Alemania, constreñida entre las cuatro potencias nucleares (Estados Unidos, el Reino Unido, Francia y Rusia), no la tiene. Por otro lado, Francia tiene poco interés en Europa oriental, mientras que Alemania necesita de ella como mercado y como reserva suplementaria de mano de obra para su industria manufacturera.

Si las cosas se ponen feas, París no será sacrificada por Berlín

Lo que Europa oriental es para Alemania, lo es África occidental para Francia, donde se halla implicadas en varias guerras poscoloniales que está perdiendo. A Estados Unidos no le puede pedir ayuda, ya que tiene sus propios intereses en la zona, así que Francia necesita a “Europa”, entendiendo por ello una Alemania más contundentemente armada, que proporcione las tropas de tierra necesarias para la guerra “antiterrorista”, la cual se libraría y dirigiría bajo la protección diplomática francesa proporcionada por su presencia en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas en el que, tras el Brexit, Francia será el único país miembro de la UE presente en el mismo con derecho a veto.

Todo ello deja a Alemania en un incómoda posición. Francia, a la búsqueda de “autonomía estratégica” (Macron), partidaria retórica de “Europa”, pero de facto, estando las cosas como están, partidaria de sí misma, quiere que Alemania contribuya con su 2% a un ejército de la UE en vez de la OTAN. Impaciente ante la procrastinación alemana, Macron declaró a la OTAN en “muerte cerebral”, mientras intenta la acomodación con Putin, preguntándose públicamente por qué Rusia debería ser considerada un enemigo después de todo, y bloquea la extensión de la UE a los países balcánicos occidentales.

Pero Francia también continúa haciendo saber que el paraguas nuclear francés no puede extenderse a otros países, incluida Alemania; si las cosas se ponen feas, París no será sacrificada por Berlín. Estados Unidos, por otro lado, ha prometido defender a Alemania con armas nucleares si es necesario; Alemania firmó el Tratado de No Proliferación Nuclear de 1968 a cambio de tal promesa. Siempre persistieron las dudas, sin embargo, y los intentos efectuados para disiparlas fueron una constante de la política exterior alemana durante el periodo de posguerra. En estos momentos, con Trump en el poder, tales dudas son más intensas que nunca.

Todavía persisten las esperanzas entre las élites políticas alemanas de que después de Trump las cosas volverán a lo que se consideró normal en el pasado, pero la mayoría piensa que ello es improbable. Sin embargo, no hay apenas nadie en el establishment de la política exterior alemana, más allá quizá de los integracionistas europeos duros partidarios de la “relación especial” franco-alemana, que desee que el país sea segundo en mando en un sucedáneo de la OTAN refundada bajo dominio francés.

Actualmente, la mayoría parece estar dispuesta a vivir con los riesgos del antiputinismo estadounidense, siendo uno de ellos la modernización por parte de Rusia de sus arsenales nucleares para compensar el incremento de las fuerzas militares convencionales por parte de Alemania. Por otro lado, Alemania no puede permitirse romper con Francia, aunque solo sea porque la entente cordial franco-alemana ayuda a ocultar la posición hegemónica alemana en la UE.

Así pues, sí a un ejército europeo, pero únicamente como el “pilar europeo” de la OTAN y no como un paso hacia una tercera fuerza dirigida por Francia y equidistante entre Estados Unidos y China. Hay espacio para enormes dosis de ambigüedad al respecto, que pueden ser desplegadas para ocultar la profunda disputa existente con Francia. Pero mientras que Merkel fue siempre una gran maestra en las artes de la duplicidad, sus sucesores y sucesoras, quienes quiera que sean, no serán capaces de igualar sus dotes. (Si ha habido una constante política en Merkel ha sido su lealtad a Estados Unidos; recordemos que como líder de la oposición exigió que Alemania se uniera a la invasión estadounidense de Iraq).

Lo que ahora está claro, sin embargo, es que el rechazo de Merkel, de hecho, su incapacidad, de optar por Francia y Europa frente a Estados Unidos y la OTAN imposibilita que Alemania ayude a Macron a compensar su debilidad doméstica, sustrayéndole la posibilidad de presentarse ante la ciudadanía francesa como el gobernante secreto de Europa y por ende de Alemania. Recordemos que mantener a Macron en el poder durante otro mandato ha sido, desde el momento en que fue elegido, uno de los objetivos centrales de la política europea alemana. El futuro de la “integración europea” se oscurece a cada día que pasa.

Archivado en: Carta desde Europa
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Carta desde Europa
Carta desde Europa Crisis en el extremo centro alemán
Los votantes que hace cinco años podrían haber confiado en que era posible un modelo de «resolución de problemas» de corte despolitizado, como el practicado por la Unión Europea, han llegado a la conclusión de que esta no ha superado la prueba.
Carta desde Europa
Carta desde Europa Notas sobre la actual economía política de guerra
La propaganda de guerra tiene como objetivo disfrazar un conflicto de intereses que podría resolverse por la diplomacia como un conflicto de vida o muerte entre formas de existencia incompatibles.
Carta desde Europa
Carta desde Europa De la integración a la cooperación: menos Europa para más Europa
Las clases políticas nacionales se aferran a la Unión Europea porque han aprendido a utilizarla como escenario para la prosecución de sus intereses nacionales.
Sevilla
Proyectos estratégicos Ilegalidades pasadas y peligros futuros de la mina que la Unión Europea quiere revivir en Sevilla
Las Cruces tiene un historial de más de 6,5 millones de euros en sanciones e indemnizaciones por extracciones ilegales de agua. El espaldarazo de la UE y del Gobierno al proyecto podría empeorar los vertidos que ya realiza la mina en el Guadalquivir.
Salario mínimo
Salario mínimo PSOE y Sumar llegan a un acuerdo para que el SMI no tribute el IRPF
Pese a adelantar la ministra de Trabajo que se habían roto las negociaciones, finalmente las personas que cobren el salario mínimo no tendrán que declarar en 2025.
Comunidad de Madrid
Comunidad de madrid El taxi advierte de que las nuevas licencias a Cabify van a “reventar el mercado”
El Tribunal Superior de Justicia de Madrid da la razón a las plataformas de VTC y obliga a la Comunidad de Madrid a concederles más de 2500 nuevas licencias en la comunidad.
Comunidad de Madrid
Sanidad Universal Sociedades sanitarias critican el SMS amenazante que el Gobierno de Ayuso está enviando a personas migrantes
Cuatro sociedades científicas denuncian un texto amenazante en el que se indica al destinatario que dispone de 30 días para seguir de alta en la Tarjeta Sanitaria, lo que está generando “incertidumbre” y “desprotección”.
Notas a pie de página
Notas a pie de página Mansiones encantadas y casas sin cocina
La casa encantada como símbolo de la opresión del espacio doméstico recorre la literatura de muchas escritoras. Pero hubo un tiempo en el que algunas feministas trataron de imaginar otro hogar posible, en el que se liberase el trabajo doméstico.

Últimas

Economía
IPC La inflación interanual cae hasta el 2,3% en marzo gracias a las lluvias
Las precipitaciones han reducido el precio de la electricidad.La subyacente también se reduce dos décimas hasta situarse en el 2%.
Opinión
Opinión Sobre la cancelación de Georgina Orellano en el Foro ESPAL 2025
La cancelación de Georgina redunda en esta incapacidad para escuchar a las trabajadoras sexuales y en el pánico que tienen de que se las escuche. Denota inmadurez política, cerrazón dialéctica y pacatería moral.
Economía
Análisis Europa, ¿última defensora del liberalismo o cómplice de un orden fracasado?
El peligro no proviene únicamente de líderes externos “autoritarios”, sino de la erosión interna de la democracia bajo un sistema que pone al mercado por encima de la gente.
València
València La jueza de Catarroja pide a la Guardia Civil que documente cuántas cámaras hay en el Cecopi
La instructora del caso de la dana ha encargado la elaboración de un informe sobre las instalaciones del Centro de Coordinación de Emergencia (Cecopi).
Más noticias
Madrid
Derecho a la vivienda Consumo abre expediente a Alquiler Seguro por prácticas abusivas contra los inquilinos
La decisión del Ministerio de Pablo Bustinduy, según el Sindicato de Inquilinas, “abre la puerta a la devolución de millones de euros a las inquilinas que reclamen sus derechos”.

Recomendadas

América del Sur
América del Sur La batalla por el litio: pueblos originarios resisten un “genocidio medioambiental y cultural”
Sudamérica se ha convertido en la proveedora mundial de materias primas para la transición energética. Las comunidades afectadas se rebelan ante una actividad que genera desposesión de tierras, contaminación, sequía y conflictos internos.
El Salvador
Ivania Cruz “El estado de excepción se está utilizando en El Salvador para gobernar en base al miedo”
A esta defensora de derechos humanos y comunitarios le allanaron su casa mientras se encontraba en un viaje internacional. Desde el exterior, denuncia la persecución del gobierno salvadoreño hacia su organización y hacia las comunidades que defiende.
Yemayá Revista
México Sobrevivir en la frontera: el cuerpo como moneda de cambio
En Tapachula, punto clave de la frontera sur de México, miles de mujeres migrantes permanecen atrapadas sin poder seguir su camino hacia Estados Unidos.