Carta desde Europa
Más misterios

Cada día nos parece más misterioso el proyecto de “recuperación” económica del coronavirus adoptado en Bruselas hace unas pocas semanas.

Ursula von der Leyen
Ursula von der Leyen durante la Conferencia de Seguridad de Munich 2019. Mueller/ MSC
Wolfgang Streeck

Director emérito del Max Planck Institute for the Study of Societies de Colonia.

Todos sus artículos en El Salto.

23 ago 2020 05:12

Lentamente el verano se acerca a su fin. En Europa noroccidental el calor y la sequía, que se prolongan durante tres años consecutivos, parecen haberse convertido en endémicos. No solo los bosques, también las personas están muriendo. ¿Alguien cree que el 'Green Deal' de la señora Von der Leyen introducirá alguna diferencia significativa al respecto? Angela Merkel, campeona mundial de la política simbólica, cuyo elogio favorito de una iniciativa política es denominarla una “señal fuerte”, ha concertado un encuentro privado con Greta Thunberg, a quien recordamos de la lejana era AC, esto es, antes del coronavirus. ¿Qué aprenderá Angela de Greta que su gabinete no le haya dicho o que no haya sido enunciado y afirmado por los científicos expertos en cuestiones climatológicas que se afanan en nuestras universidades?

En ocasiones, durante estos días cargados de verano, recordamos el proyecto de “recuperación” del coronavirus adoptado en Bruselas hace unas pocas semanas, que parecen lejanas en el tiempo. Cuanto más lo hacemos, más misterioso nos parece ese proyecto. ¿Qué se ha decidido en realidad? Parece que el dinero no llegará antes de 2022. Por entonces la economía europea puede haber comenzado a crecer de nuevo. ¿Habrá o no “solidaridad europea” entretanto? En 2022 el programa puede ser procíclico, provocando déficits de capacidad y propiciando la inflación en los sectores en los que se gaste el dinero procedente de la UE.

Tampoco sabemos realmente cómo se asignarán esos recursos más allá de las cuotas nacionales fijadas. ¿Cuál será el grado de discreción del que disfrutarán de hecho los países receptores? Oímos decir que los Estados deberán someter las solicitudes de los correspondientes proyectos al veto de alguien en Bruselas, que puede ser la Comisión, el Consejo o ambos. ¿Quiénes serán los expertos que revisarán las propuestas? ¿Quién rechazará los proyectos que no se adecuen al programa o exigirá modificaciones? ¿Cuánto tiempo se concederá para completar este procedimiento?

Una cosa que el virus nos ha enseñado es el elevado grado de peligro que presenta la dependencia de las economías de algunos países europeos de los turistas noreuropeos

Recordamos también las considerables sumas de los Fondos Estructurales que cada año permanecen intocadas en las cuentas bancarias bruselenses, aunque han sido pertinentemente concedidas, porque los países carecen de los recursos necesarios para administrarlas, o la planificación toma más tiempo del esperado, o los tribunales intervienen para aplicar diversas normativas nacionales, o el trabajo debe ser licitado a escala europea, etcétera, etcétera.

En realidad, si pensamos en el asunto, ¿qué tiene que ver la lucha contra el coronavirus con la digitalización y la descarbonización, que son los dos principales objetivos declarados del “fondo de recuperación”? Oímos decir, por ejemplo, que el Gobierno italiano planea utilizar una considerable parte de su asignación para la construcción de líneas ferroviarias rápidas, de modo que los italianos puedan desplazarse a Roma en cuatro horas y media como máximo siempre que así lo deseen. ¿Cómo se supone que esto protege a la población italiana de la infección o de morir un hospital infrafinanciado? En Alemania, la planificación y la construcción de líneas rápidas de ese tipo exigen al menos una década. ¿Cuánto más rápido puede hacerse ello en Italia? ¿Y quién proporcionará los trenes? ¿Siemens, Alstom o ambas empresas conjuntamente?

Entretanto, la segunda ola del coronavirus parece estar cogiendo fuerza. No es fácil por supuesto comprender cómo el virus distribuye exactamente sus favores. Este es, por supuesto, otro misterio. Una cosa que el virus nos ha enseñado, sin embargo, es el elevado grado de peligro que presenta la dependencia de las economías de algunos países europeos de los turistas noreuropeos, en particular de los procedentes de Alemania y Gran Bretaña, que se emborrachan en sus playas para después regresar a sus países natales y comportarse como lo que ahora se denomina supertransmisores. Entre otras cosas, ello genera espinosas cuestiones internacionales sobre si los países noreuropeos pueden emitir consejos de viaje respecto al resto de Estados miembros de la UE y si puede esperarse que los países meridionales ofrezcan toda la información sobre sus tasas de contagio, lo cual les acarrearía pérdidas económicas potencialmente devastadoras.

Con el virus o sin él, ¿resulta económicamente saludable que países totalmente desarrollados dependan de un modo tan vital de la denominada “industria del turismo”? ¿O que el bienestar de naciones civilizadas haya llegado a depender de personajes deplorables atraídos por las líneas aéreas a escala planetaria con eslóganes como “Emborráchate en un lugar diferente”?

Finalmente, ¿alguien ha oído que Bruselas haya utilizado el periodo de las vacaciones veraniegas para urgir a los países miembros a que se preparen para la siguiente ola del coronavirus? ¿O para que creen más unidades de análisis, proporcionen más camas de hospital o acumulen depósitos adicionales de material medico? ¿O para que hagan de los hospitales, las residencias de ancianos y los centros de personas mayores lugares más seguros? En realidad, todo el mundo sabe que otro confinamiento postraría definitivamente a un buen número de países, incluida Alemania, la gran ganadora de la primera ola de coronavirus.

El planteamiento sueco —tomar medidas de seguridad acotadas, mientras se permite que continúen la vida, el trabajo, las escuelas y las universidades— podría en estos momentos considerarse un modelo superior, si el Gobierno sueco hubiera sido consciente de la devastación causada a pacientes y personal empleado por su política de privatización radical de las residencias de ancianos durante la última década. ¿Alguien ha aprendido algo de la lección de este hecho ahora que todavía estamos a tiempo? ¿Dónde está la nueva normativa sobre la gestión de las instituciones de cuidado, que haría posible evitar el confinamiento total y con ello la destrucción de enteras sociedades y economías nacionales?

Archivado en: Carta desde Europa
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Carta desde Europa
Carta desde Europa Crisis en el extremo centro alemán
Los votantes que hace cinco años podrían haber confiado en que era posible un modelo de «resolución de problemas» de corte despolitizado, como el practicado por la Unión Europea, han llegado a la conclusión de que esta no ha superado la prueba.
Carta desde Europa
Carta desde Europa Notas sobre la actual economía política de guerra
La propaganda de guerra tiene como objetivo disfrazar un conflicto de intereses que podría resolverse por la diplomacia como un conflicto de vida o muerte entre formas de existencia incompatibles.
Carta desde Europa
Carta desde Europa De la integración a la cooperación: menos Europa para más Europa
Las clases políticas nacionales se aferran a la Unión Europea porque han aprendido a utilizarla como escenario para la prosecución de sus intereses nacionales.
Líbano
Líbano Cinco décadas sin paz ni justicia en Líbano
El país mediterráneo conmemora el 50 aniversario desde el inicio de la guerra civil, un conflicto cuyos crímenes no se han juzgado y cuyos desaparecidos no se han encontrado
València
València “‘El vol de Guillem’ ha supuesto la liberación de todos estos años de lucha”
Ricard Tàpera, autor del cuento, y Betlem Agulló, hermana de Guillem Agulló, que ha puesto voz a la historia, nos explican cómo ha sido el proceso de creación de esta obra coral, ilustrada por Helga Ambak.
La vida y ya
La vida y ya Días de vacaciones
No somos conscientes de que la lluvia depende, en un porcentaje altísimo, de ellas. Sin plantas hay menos lluvia. Sin lluvia las semillas no germinan. Así funciona.
Opinión
Opinión Poliamor de derechas, poliamor de izquierdas
La no-monogamia no puede ser simplemente una etiqueta identitaria o una preferencia personal, sino una práctica material que cuestiona la propiedad privada, la privatización de los cuidados y la reproducción de los roles de género

Últimas

Eventos
Taller de podcast El Salto invita a estudiantes a explorar las posibilidades del formato audiovisual
Proponemos un taller de guion y producción de programas para estudiantes de comunicación y periodismo los días 24 de abril y 8 de mayo.
El Salto n.78
El Salto 78 Nueva revista, viejas injusticias: hablemos de Violencia Institucional
En el último número de la revista de El Salto dedicamos la portada y nuestro “Panorama” a una de las violencias que sufren las mujeres solo por el hecho de serlo, la que aún a día de hoy emana de un sistema irracional y patriarcal.
Opinión
Space X Los viajes al espacio y el efecto Katy Perry
El 2024 fue el año más caliente desde que hay registros, mientras que Katy Perry y un puñado de millonarias nos deleitaron con su viaje espacial cortesía de Jeff Bezos.
Más noticias
Estados Unidos
Estados Unidos La buena sintonía entre Trump y Meloni
Como era de esperar, los mandatarios mostraron afinidades políticas e ideológicas. La italiana insistió en la idea de “fortalecer Occidente”.

Recomendadas

Economía social y solidaria
Tecnología Inteligencia Artificial y economía solidaria: ¿posibles aliadas?
¿Cómo debe relacionarse la economía solidaria con una tecnología que vulnera derechos humanos y ambientales constantemente? Cooperativas e investigadoras tecnológicas animan al movimiento a perderle el miedo y a utilizarla de manera crítica.
Multinacionales
Multinacionales Maersk y las rutas de complicidad con el genocidio israelí en Gaza
Crece la presión internacional contra la naviera danesa que está aprovisionando a Israel de armas para cometer el genocidio de Gaza en contra de las medidas cautelares tomadas por la Corte Internacional de Justicia.
Historia
Historia Cuando la solidaridad antifascista reunió a musulmanes, judíos y cristianos en la España republicana
Marc Almodóvar y Andreu Rosés rescatan a los combatientes árabes de la Brigadas Internacionales en el libro ‘Moros contra Franco. El antifascismo y la Guerra Civil española en el mundo árabe’.
Valencià
València Duelo colectivo y brecha de género, las consecuencias de la dana en la salud mental
Más allá de lo material, el sufrimiento mental continúa golpeando las vidas de l´Horta Sud. Mujeres cuidadoras y colectivos vulnerables encabezan un luto que todavía no ha encontrado descanso.