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Blog Salto de Carro
Estas fiestas, alimenta tu lado crítico con El Salto
“Vivimos en una plutocracia, un gobierno de los ricos”, decía José Saramago en una entrevista en 2003. Razones no le faltaban, pero no podía imaginarse lo que vendría después: mientras la inmensa mayoría de la población ha visto recortado su salario real, con uno de cada cuatro hogares por debajo de la pobreza y siete de cada diez que no pueden ahorrar ni un euro, la cifra de milmillonarios se ha multiplicado por seis y el patrimonio que amasan por diez, unas tasas de concentración de riqueza sin precedentes en la historia. Nunca habían tenido tanto poder.
Las grandes corporaciones y los multimillonarios dominan el mundo. También los medios de comunicación. En España, las principales cabeceras están controladas por fondos de inversión, grupos empresariales de derecha y grandes fortunas del capitalismo español.
Dependemos de tu ayuda para garantizar nuestra sostenibilidad, para poder ofrecerte más, y mejores, contenidos críticos
Para acabar con este “gobierno de los ricos”, decía Saramago, el primer paso es denunciarlo, destapar la “farsa”. Y para eso es imprescindible la independencia sustentada en principios, métodos y herramientas. En El Salto creemos que la independencia económica de la élite económica y política es la única forma de no terminar trabajando para ellas.
Un objetivo que, de momento, estamos cumpliendo aunque dependemos de tu ayuda para garantizar su sostenibilidad, para poder ofrecerte más, y mejores, contenidos críticos.
Necesitamos medios con las manos libres para denunciar el poder de las grandes empresas, los fondos de inversión y las grandes fortunas que dominan la comunicación, la política y la economía. Sin miedo para “pinchar” a los ricos, como hemos querido reflejar en la gráfica de la campaña, en la que hemos trabajado codo con codo con el artista Adrián Astorgano.
Hazte con nuestra manopla Come Rico(s) para que cocines tu lado más crítico contra el capitalismo depredador de forma segura, ilustrada por Adrián Astorgano y diseñada por nuestro equipo de Arte.
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Porque el discurso mediático convencional suele hablar del problema de la pobreza, de la precariedad o de las guerras y poco o nada de su otra cara. De cómo, por ejemplo, los principales magnates de la industria armamentística engrosan sus arcas gracias a guerras como la de Ucrania o son los principales beneficiarios de ocupaciones colonialistas como la que sufre el pueblo palestino desde hace 75 años.
Te ofrecemos un compromiso: seguir trabajando en contenidos que alimenten tu capacidad crítica, la solidaridad, el apoyo mutuo, la rebeldía y la alegría
Lo mismo ocurre en España, donde la lista de milmillonarios la componen medianos y grandes caseros que se han enriquecido subiendo el alquiler, es decir, con nuestro derecho a la vivienda; por banqueros, que han ganado 20.000 millones de euros en los primeros nueve meses del año con nuestras hipotecas; y por los directivos de las eléctricas, que han cosechado beneficios —y recibos de la luz— nunca vistos en España, mientras ponían el grito en el cielo ante el tibio impuesto sobre estos beneficios acordado por el actual Gobierno.
La concentración de riqueza no solo causa problemas económicos y sociales —entre otros, el auge de la extrema derecha—, sino también ambientales: el 1% más rico genera tantas emisiones como los 5.000 millones de humanos más pobres. La riqueza es un problema de primer orden, pero no aparece en las encuestas del CIS.
También, los ricos suelen ser (¡oh casualidad!) hombres blancos heteros adultos. Hombres que han consolidado una cultura patriarcal y machista en base a sus propios intereses, a la expropiación de nuestros recursos naturales y a la explotación de las personas, en general, y de las mujeres y disidencias, en particular.
Por eso, te ofrecemos un compromiso: seguir trabajando en contenidos que alimenten tu capacidad crítica. Reportajes, análisis, entrevistas y noticias que se salen de los parámetros marcados por los poderes financieros y que hablan el lenguaje periodístico de la calle, de quienes salen adelante día a día y trabajan en común por otro barrio, otra ciudad y otro mundo posible, el habla de quienes no lo tienen fácil pero siguen creyendo en la solidaridad, el apoyo mutuo, la rebeldía y la alegría.
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