Bienes comunes
Para las comuneras de ciudad y campo

Queremos apelar a la responsabilidad comunera que muchas y muchos, alejados ya de la tierra que los vio nacer, pueden tener en la actualidad para convertir las amenazas en oportunidades
Vista Madrid 4 Torres desde el campo
Vista de la zona de negocios conocida como las Cuatro Torres, desde los campos de labranza del Jarama. No CC David F. Sabadell
Fundación Entretantos
11 oct 2021 09:55

Quizá, solo quizá, si nos acercamos con palabras como “zofras”, “huebras”, “auzolanes” o “facenderas” a la gente mayor de nuestros pueblos nos comprendan y hasta nos puedan narrar historias de otro tiempo. Un tiempo previo a esta época salvaje de la industrialización y de las desamortizaciones para el beneficio de unos pocos en nombre del progreso y el desarrollismo. Hoy en día encontramos en numerosos pueblos, desde las costas a las montañas, sistemas antiguos de gestión comunitaria del territorio y los recursos naturales asociados que corren en riesgo de morir o ser expoliados. Son pastos, bosques, riegos, zonas de cultivo… son la vida y los recursos de los que dependemos, organizados para el bien común presente y futuro bajo ordenanzas con valor jurídico demostrado. Un derecho que no es fácil hacer valer y que, en muchos casos, se ha logrado tras una lucha incesante y agotadora frente a la judicatura de entidades y personas tenaces, muchas de ellas mujeres.

Escribimos este artículo con la esperanza de que alguna de esas mujeres, de esas personas que aprendieron a sostener comunidades en las circunstancias más duras, sintiendo cada vez más certero el engaño y la necesidad de afrontar la situación que vivimos de otra manera, se reconozcan como comuneras de derecho en sus territorios de origen. Y con ello puedan replantearse, desde el potencial transformador de los comportamientos propios, cómo ayudarnos a elaborar esa memoria colectiva para conservarlos y fortalecerlos, para que sirvan al bien común. 

Los comunales tradicionales se regían por un sistema normativo propio y bajo fórmulas de aprovechamiento que garantizaban su mantenimiento a futuro y la equidad en el acceso a los recursos necesarios para la vida a toda la comunidad. Son muchos los que han resistido íntegros frente a las múltiples adversidades. Muchos, con comunidades fuertes y en gran parte  de los casos de la mano de mujeres valientes y luchadoras, se han renovado,  tomando medidas para la diversificación y sostenibilidad de sus sistemas, así como para la actualización y mejora de sus espacios de gobernanza.

Los comunales tradicionales se regían por un sistema normativo propio y bajo fórmulas de aprovechamiento que garantizaban su mantenimiento a futuro y la equidad en el acceso a los recursos necesarios para la vida

Pero cuando las comunidades y su forma de relacionarse con el territorio se pierden –no olvidemos el marco de la España vaciada-, estos sistemas se olvidan, se abandonan en algunos casos y en otros caen en el aprovechamiento particular de los pocos que ahora saben y pueden optar a su disfrute. En algunos casos, las juntas que los gobernaban se han ido disolviendo, o se han visto reducidas a gestoras de cesiones. En otros, el comunal se sigue nombrando así, pero los derechos han pasado a ser hereditarios, y los herederos y herederas, que ya llevan tiempo en los territorios-imán, probablemente, no recuerdan ni tienen ocasión de ocuparse del bien comunitario. Nos encontramos otros casos en que la norma que los regulaba entonces estaba enfocada a unos usos y no a otros, atravesada por otras normativas, sin coordinación entre administraciones, ni facilidades para la gestión. Ante la falta de juntas, algunas administraciones locales se están ocupando, otras no saben ni cómo hacerlo.  

No es baladí este asunto, ni las amenazas a las que se están viendo sometidos en la actualidad estos sistemas. Con este artículo queremos apelar pues a la responsabilidad comunera que muchas y muchos, alejados ya de la tierra que los vio nacer, pueden tener en la actualidad para convertir las amenazas en oportunidades. Estamos seguras de que todos los conocimientos que los comunes urbanos han desarrollado en relación a la gobernanza y sostenibilidad tienen mucho que aportar. Si es tu caso, si eres parte de derecho de alguno de estos sistemas comunales tradicionales, si podrías serlo pero hasta ahora no te lo habías planteado, si tienes algo que aportar respecto a su gobernanza, aprovechamiento o gestión que pudiera protegerlos y mejorarlos, te invitamos a que no te demores, pues mañana es tarde y el extractivismo aprieta. Infórmate, prestando mucha atención a las personas que viven y conocen el territorio –no se trata de llegar arrasando-, sobre cómo está ese monte comunal de tu pueblo, la dehesa, la comunidad de regantes, las cofradías, los egidos, … y cuáles son sus necesidades. Ofrece ayuda y plantea propuestas que ayuden a la conservación territorial, aporten a la relocalización de las economías, los hagan más equitativos, ayuden a fijar población, … Bloquea la posibilidad de su expolio, y colabora para la construcción horizontal de su gobernanza y su mantenimiento. En Icomunales, una asociación de ámbito estatal, encontrarás apoyos, comunidades referenciales, personas que cada día están trabajando por esto: re-encantar los comunes. 

Desde Entretantos consideramos que sólo con un diálogo y articulación urbano-rural será posible, no porque desde las ciudades tenga que venir nadie a los pueblos a iluminarnos, sino porque muchas de las personas con responsabilidad y derecho sobre los territorios rurales no viven en ellos. Quizá una de esas personas seas tú y nos estés leyendo.

Pero además, según apuntan todos los estudios relacionados con el tema, son las mujeres las que más faltan o las que más se van de los territorios rurales. Por eso estamos interesadas en investigar el papel de las mujeres en estos sistemas tradicionales de gestión comunitaria de los territorios. Obviamente, estaban y están, son parte de la comunidad, pero ¿dónde? ¿Qué capacidad real tenían y tienen para participar en los espacios de toma de decisiones sobre los mismos? Y si están o no en estos espacios, ¿por qué?, ¿qué dificultades o retos tienen que superar específicamente por cuestión de género cuando deciden estar?, ¿qué cambiaría respecto a la sostenibilidad (social, ambiental y cultural) de estos sistemas una mayor presencia, o al menos, una presencia equitativa? Nos hemos sentado a escucharlas, y ya vamos sacando algunas ideas a partir de sus miradas. Ahora, nos juntaremos todas a modo simbólico, en un primer concejo de comuneras para compartir impresiones, conocimientos y estrategias. Porque sin mujeres no han comunidad, y sin comunidad, no hay comunales.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Bienes comunes
En defensa del común ¡El río es mío! (y tuyo)
Reflexión del escritor jarandillano sobre la gestión del agua de los ríos en España a lo largo de la historia.
Uruguay
Uruguay Debates en diagonal: foro barrial y festival de bienes comunes
“En esta Diagonal Fabini no nos cansamos de repetir: lo público sobre lo privado y lo colectivo sobre lo individual”. Con esta frase de la alcaldesa del Municipio B de Montevideo comenzó el pasado sábado el festival de bienes comunes.
Arte
Arte y Bienes Comunes. Hacer mundos (que nos hacen)
Ofrecemos el prólogo del libro ‘Hacia un léxico de los usos’, de Stephen Wright.
Especulación inmobiliaria
Especulación inmobiliaria El PSOE retira la Ley del Suelo ante la oposición de sus socios y del PP
La falta de acuerdo con el PP y el voto contrario de Sumar, Podemos, Junts y ERC lleva al gobierno a retirar una reforma que facilita los pelotazos urbanísticos, según las críticas de sus aliados parlamentarios.
Recortes
Educación Huelga educativa contra los recortes, el distrito único y el retroceso del valenciano
La Plataforma en defensa de la enseñanza pública, que agrupa a los principales sindicatos de docentes y tejido educativo, desarrolla hoy la primera huelga de la era PP-Vox.
Cine
Cine y vivienda ¿Dónde están los desahucios en las películas españolas?
Con excepciones señaladas como ‘En los márgenes’ o ‘Antidisturbios’, el conflicto de la vivienda sigue ausente de las ficciones que aspiran a retratar nuestro presente.
Contigo empezó todo
El Salto libros El Salto lanza su propia línea editorial con un libro sobre la otra historia de España
El Salto Libros se estrena con el volumen ‘Contigo empezó todo’, del periodista Eduardo Pérez, otra visión de la historia de España a través de 30 episodios olvidados. Suscríbete y te lo enviamos gratis.
Análisis
Análisis AI Act: un reglamento nuevo para afianzar el orden racial y colonial de siempre
La nueva normativa de Inteligencia Artificial establece una “regulación paralela” en función de quienes son las personas afectadas, algo observable en los usos que se prevén en contextos fronterizos y policiales.

Últimas

Medio ambiente
Estreno 'Altri: a sede insostible’, un documental sobre los futuros efectos de la celulosa proyectada en A Ulloa
Este viernes 24 de mayo, El Salto y Xarda estrenan un proyecto audiovisual sobre cómo una multinacional portuguesa pretende destruir recursos naturales y sociales en el corazón de Galicia con la creación de una pastera diez veces más grande que ENCE.
Salud
PRECARIEDAD ALIMENTARIA El Gobierno Vasco adjudica medio millón a una empresa sancionada por servir alimentos en mal estado
La empresa sevillana Plataforma Fermar acumula cinco multas por ofrecer comida en mal estado en residencias para mayores y en centros para menores de edad en Madrid, ha recibido tres millones del Gobierno Vasco para las cárceles.
Cine
Obituario Roger Corman, rey de la serie B, administrador de la cultura ‘freak’ (y sus sesgos)
El autor de ‘El péndulo de la muerte’ dirigió un buen número de películas reivindicables y produjo algunas joyas peculiares dentro de sus pequeños imperios del cine ‘low cost’.
Análisis
Análisis Ventajas e inconvenientes de coger la motosierra
Hagamos un ejercicio de imaginación y cojamos esa motosierra y veamos lo que pasa con la economía.
Derecho a la vivienda
Derecho a la vivienda Una demanda colectiva contra CaixaBank intenta anular 16 cláusulas abusivas en contratos de alquiler
El Sindicat de Llogaters lleva a la justicia a esta entidad financiera, a la que acusa de abusos sistemáticos en pisos de protección oficial levantados con subvenciones públicas por la Obra Social de la Caixa.
Más noticias
Palestina
El 28 de mayo España, Irlanda y Noruega anuncian el reconocimiento oficial de Palestina como Estado
El 28 de mayo, Palestina será oficialmente un Estado para España, Noruega e Irlanda. Los tres países han anunciado esa fecha como la del reconocimiento oficial de Palestina como Estado.
Fake news
Investigación Así se financia la desinformación en Murcia: ‘OkDiario’ y ‘EsDiario’, los favoritos de López Miras
El Gobierno murciano ha repartido más de 240.000 euros a medios de desinformación en los dos últimos años. De ellos, Eduardo Inda se ha embolsado casi la mitad y EsDiario 54.355 euros.
Música
Tendencias “Solo soy una chica”: lo ‘coquette’ y su presencia en la estética musical
Romanticismo y nostalgia son los dos ingredientes que sustentaron el nacimiento de lo ‘coquette’, una tendencia que se apoderó de TikTok desde principios de 2022 y que tuvo su punto álgido en 2023.

Recomendadas

Genocidio
Genocidio Karim Khan: el tipo duro que ha puesto contra las cuerdas a Netanyahu y de los nervios a Biden
La decisión de la Fiscalía del Tribunal Penal Internacional de solicitar órdenes de detención contra los jerarcas israelíes responsables de la masacre de Gaza genera división entre los países europeos e indigna al gobierno de Estados Unidos.
Alemania
Extrema derecha “Es imposible confiar en el Estado alemán y su policía en la lucha contra los neonazis”
En Alemania, el movimiento antifascista se enfrenta a una oleada de represión, mientras que las elecciones de septiembre auguran la victoria del partido de extremaderecha Alternativa para Alemania en diferentes estados.
Biodiversidad
Biodiversidad Natura 2000: una red de protección medioambiental amenazada por la agricultura
La pieza central de las políticas de protección medioambiental ha sido incapaz de frenar el avance de la agricultura intensiva en zonas sensibles. Visitamos tres ecosistemas protegidos en España, Portugal y Alemania para comprobar su impacto