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Argentina
La crisis complica la reelección de Macri en Argentina
La disparada del precio del dólar hunde la moneda nacional y la inflación que supera el 50% en un año. El Gobierno de Cambiemos no da marcha atrás con el ajuste y enfrenta la quinta huelga nacional.
Las luces de alarma se encienden una vez más en un país atrapado entre la recesión y la inflación. Los fantasmas de la última crisis de magnitud que vivió la Argentina en 2001 vuelven a la memoria colectiva. Fue entonces cuando el presidente Fernando De la Rúa, en medio de un descalabro generalizado de la economía, abandonó la Casa Rosada (sede del poder ejecutivo) a bordo de un helicóptero y en medio de masivas protestas y saqueos que recorrieron las calles de Buenos Aires y las principales ciudades del país bajo una fuerte represión policial que dejó decenas de muertos.
Hoy los niveles de la crisis social, política y económica de Argentina no llegan aún a tanto, aunque el deterioro de la economía es creciente. El Gobierno neoliberal de Mauricio Macri, que acaba de enfrentar la quinta huelga nacional en lo que va de su mandato iniciado en diciembre de 2015, parece estar en un callejón sin salida y los mercados le pierden confianza y presionan para que se baje de la pelea por la reelección para que la candidata de la alianza oficialista Cambiemos sea la gobernadora María Eugenia Vidal, cuya imagen aparece menos deteriorada, según las encuestas de opinión.El entorno de Macri, ve en Vidal —gobernadora de la provincia de Buenos Aires— a la única candidata que puede ser competitiva si es que finalmente se presenta la ex presidenta Cristina Fernández
El “círculo rojo”, tal como denominó Macri al núcleo social y político influyente de su entorno, ve en Vidal un plan alternativo a una derrota casi segura y a la única candidata que puede ser competitiva si es que se presenta definitivamente la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien acaba de publicar su libro titulado Sinceramente, el cual se convirtió en best seller en pocos días y muchos creen que es su carta de presentación para volver al poder en medio de una crisis que se profundiza.
La ex jefa de estado argentino, sin embargo, juega aún al misterio sobre su candidatura en medio de un panorama incierto, aunque ya ha dado señales de unidad con el resto del peronismo en elecciones que se adelantaron en provincias como Córdoba y Santa Fe, donde el kirchnerismo apoyó a listas encabezadas por referentes peronistas más dialoguistas con el gobierno nacional, como el gobernador Juan Schiaretti o el senador Omar Perotti.La crisis se hace sentir
Todo este escenario político-electoral se presenta ensombrecido por los nubarrones de la crisis económica que comienza a golpear fuerte sobre un país de más de 44 millones de habitantes. El valor del precio del dólar se ha vuelto a disparar en la Argentina y acumula un alza de 17,1% en los cuatro primeros meses de 2019. La inflación no se detiene y trepó al 4,7% en marzo: en los últimos doce meses alcanzó el 54,7 %.Para enfrentar estas nuevas turbulencias el Gobierno negoció con el Fondo Monetario Internacional congelar las bandas de no intervención de la divisa estadounidense por parte del Banco Central hasta fin de año, mientras elevó la tasa de interés a más del 73%, hundiendo a la economía con el encarecimiento del crédito para el consumo o la producción. El estimador mensual de actividad económica (EMAE) registró en febrero una baja interanual del 4,8%, siendo la décima caída consecutiva. El desempleo ya se ubica en más de 9% y en febrero se relevaron 252.500 trabajadores registrados menos, según informó el Ministerio de Producción y Trabajo.Argentina
Se busca Bolsonaro argentino
El ascenso de la ultraderecha en Brasil, motor económico de Sudamérica, ha impactado en Argentina. Estrellas mediáticas, políticos oficialistas y de la oposición intentan convertirse en el Bolsonaro argentino.
#30A: paro nacional y centrales divididas
El martes 30 de abril Argentina amaneció con una huelga nacional por 24 horas convocada por el Frente Sindical por un Modelo Nacional, donde tiene peso el sindicalismo kirchnerista y el sector camionero conducido por el histórico líder sindical Hugo Moyano, junto a las dos Centrales de Trabajadores Argentinos (CTA) y los movimientos sociales de fuertes vínculos políticos con el Papa Francisco. Se paralizaron los subtes [metro], decenas de líneas de colectivos [autobuses urbanos], maestros y profesores, empleados bancarios, trabajadores de la industria metalúrgica y de distintos sectores del transporte, entre otros gremios.A pesar de las presiones ejercidas por el Gobierno para que se levante la medida de fuerza y de la complicidad con la que cuenta por parte de la cúpula de la poderosa Confederación General del Trabajo (CGT) cuestionada por su obscena pasividad ante el ajuste, la medida de fuerza se hizo sentir sobre todo en la zona metropolitana. En el sector estratégico del transporte estuvieron paralizados los subtes, decenas de líneas de colectivos y vuelos de avión. Aunque los trenes funcionaron con normalidad, fue notoria la merma de pasajeros en relación a lo habitual.Las organizaciones convocantes del paro rechazaron la política económica de Macri y expresaron el apoyo a alguna variante presidencial de tinte peronista que aún no está definidaEn ciudades como Buenos Aires y Rosario, el paro se sintió con más fuerza. En Mendoza y Córdoba, con acatamiento dispar, también la medida de fuerza se hizo notar. En varias ciudades hubo movilizaciones convocadas por los sindicatos opositores. El acto central tuvo lugar en la Plaza de Mayo de Buenos Aires donde las organizaciones convocantes rechazaron la política económica de Macri y expresaron en forma más o menos explícita el apoyo a alguna variante presidencial de tinte peronista que aún no está definida, aunque asoman los nombres del ex Ministro de Economía de Néstor Kirchner, Roberto Lavagna, del diputado Sergio Massa y hasta el de la ex presidente Fernández de Kirchner.En tanto, la extrema izquierda agrupada en el Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT), de orientación trotskista y que hoy ocupa decenas de bancas parlamentarias a nivel nacional, provincial y municipal, impulsó el paro y marchó con una columna independiente junto a sector del sindicalismo combativo donde tiene fuerte inserción y bajo la consigna: “Derrotar al FMI, Macri y los gobernadores en las calles. Paro activo de 36 horas y plan de lucha”. Luego realizaron su acto anticipado por el día internacional de los trabajadores donde el joven diputado nacional que ya confirmó su precandidatura presidencial por esa fuerza política, Nicolás del Caño, dio un discurso crítico contra la dirigencia sindical que convocó al paro ante la falta de continuidad de un plan de lucha. Así, afirmó que llegó “el momento de dar vuelta la historia y sacarnos de encima al FMI”.
Lo que el FMI mande
El Ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne y el presidente del Banco Central de la República Argentina (BCRA), Guido Sandleris, estuvieron en Washington para participar de la Asamblea de Primavera del FMI y el Banco Mundial donde mantuvieron reuniones con los técnicos del organismo para que acepten flexibilizar la “zona de no intervención”. El organismo conducido por Christine Lagarde y que en 2018 aprobó un préstamo stand by para la Argentina, accedió a modificar el régimen de bandas de intervención de la divisa estadounidense. En vez de ir actualizando las bandas mes a mes, el techo del dólar se congela hasta fin de año en 51,45 pesos argentinos. Esto significa que el Central venderá dólares (hasta 150 millones de sus reservas por día), si la divisa supera ese monto. Una medida más para evitar nuevos descalabros del dólar. Además, de la venta diaria del Tesoro por 60 millones de dólares por día que también habilitó el Fondo.Argentina
Huelga general contra el “austericidio” de Macri
Los grandes sindicatos, los movimientos sociales y partidos de izquierda dejan aparte sus rencillas y cierran filas para protestar contra la política económica del Gobierno de Mauricio Macri.
Gane quien gane el mensaje es claro: habrá que seguir bajo la bota del FMI con más recortes, reforma laboral y de pensionesEl Fondo es partidario de la libre flotación del dólar, es decir que haya más devaluación si el “mercado” así lo exige, pero con más devaluación se dispararía aún más la inflación, la situación sería caótica y el macrismo se tendría que despedir de cualquier oportunidad electoral.El Fondo respalda a Macri, pero como ya adelantó la directora gerente Christine Lagarde, “sería una tontería que cualquier candidato diera la espalda al trabajo que se está haciendo”. Es decir gane quien gane el mensaje es claro: habrá que seguir bajo la bota del Fondo con más recortes, reforma laboral y de pensiones, lo que hace mirar al país hacia el espejo reciente de países como Grecia. La receta de Cambiemos es soportar la situación hasta las elecciones primarias que se celebrarán en agosto próximo sin debacle, pero después la realidad es tenebrosa. El próximo Gobierno afrontará pagos de intereses y capital de la deuda pública hasta 2026 que se llevarán casi el 10 % del Producto Bruto Interno, lo cual implicará un desembolso promedio de 40 mil millones de dólares por año. Algo que suena impagable si no es a costa de profundizar el ajuste social.