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Derecho a la vivienda
Nazis, inmobiliarias y excavadoras: una pequeña victoria de las residentes en un edificio recuperado de Tetuán
A las cinco de la tarde del miércoles 16 de junio, frente al cruce de Miosotis con Genciana, en el barrio de Tetuán, se perciben los restos de una batalla de agua. Hay peques agitando las pistolas casi vacías, grupos de colegas sentados en las pocas zonas de la calle que ofrecen sombra a esas horas. El ambiente es de celebración. Desde el lunes una excavadora alojada en el solar de la parte trasera del único edificio que queda en la esquina amenazaba con derribar el inmueble la Higuera, que es el nombre que le han puesto quienes viven en ella.
La mañana del lunes a las 7:30 de la mañana aparecieron unos obreros tratando de entrar en el inmueble, pero al ser advertidos de que había gente viviendo dentro cesaron los intentos de entrar con una excavadora, que alojaron en un pequeño solar tras la casa. Según informan quienes viven en el edificio, a las 9 de la mañana se presentaron 8 personas de la empresa Desokupación Legal “aporreando la puerta y diciendo que sabían que el juicio era el 19 de julio y que ofrecían 15.000 euros si nos íbamos y que en caso contrario pondrían un control de acceso en las puertas”.
Desde la vivienda se hizo un llamamiento a las redes de apoyo para evitar que se montase el control de acceso, a pesar de que la policía también acudió y señaló que el control de acceso era legal. El martes regresaron entre 20 y 30 personas a tratar de realizar el control de acceso, no solo miembros de la empresa de Desokupación Legal, sino también destacadas caras del grupo neonazi Bastión Frontal. “Han mantenido una actitud matonesca en todo momento, amenazando a varias de las personas que acudían a proteger el edificio del derribo. El martes gritaron y señalaron varias veces los nombres y apellidos de la persona que figura en el proceso judicial que lleva abierto desde 2019”, señala a El Salto uno de los habitantes del inmueble.
Debido a esto, desde la vivienda se convocó para el miércoles 16 de junio unas jornadas de apoyo a la casa que se iniciaba por la mañana a las 10 con una chocolatada en la entrada. “En ese momento llegan dos miembros de la empresa en actitud provocativa y violenta, tras la cual se produjo una pequeña confrontación. Como éramos muchos más, los matones entonces huyeron usando el coche de los guardias jurados que acompañaban a la excavadora”, relata una de las personas que acudió a la llamada desde primera hora de la llamada. A partir de este momento, la empresa Desokupación Legal borró de sus redes sociales todas las alusiones al conflicto. La excavadora se retiró a otro solar de Tetuán. Más tarde apareció la policía, hicieron varias identificaciones y se llevaron a una persona detenida. “A pesar de la detención, hemos vivido lo de hoy como una pequeña victoria, después de varios días de amenazas y tensiones han tenido que abandonar la calle”, relatan desde el interior de la vivienda.
No obstante, a lo largo de la tarde se viven distintos momentos de tensión en el cruce de Miosotis con Genciana. En un par de ocasiones un coche con cuatro ocupantes pasa lentamente observando a la gente que queda en la calle. En otro momento una de las personas avisa de que ha visto un motorista parado frente a la casa con tatuajes neonazis. “Cuando se fueron dijeron que la cosa no iba a quedar así”, cuenta uno de los jóvenes que acudió a la chocolatada y vio el altercado.
Una mujer mayor pasea a su perro y se para a preguntar qué está pasando estos días, que ve mucho ajetreo en la calle. Los jóvenes le comentan que “un grupo de matones neonazis están tratando de echar a la gente que vive en esa casa”. Ella se muestra sorprendida cuando le dicen que es una vivienda ocupada. “La próxima vez que pase por aquí os saludaré”, se despide tras una breve conversación.
Dmarchée, una empresa tras el inmueble
El número 60 de la calle Miosotis alberga varias habitaciones, zonas comunes y un gran patio interno. La parte trasera del edificio es un gran solar donde, junto con el espacio de la esquina que queda por derribar (las dos viviendas ocupadas) la empresa Dmarcheé ha proyectado un edificio de modernas viviendas. A pesar de que ya se encuentran promocionadas en su web como muestra el enlace, el inicio de la construcción de las mismas deberá esperar al derribo de la Higuera.
La compañía Demarcheé facturó casi un millón y medio de euros en ventas en 2019 a pesar de haber sido fundada en 2015 con un capital social de 3000 euros. Su evolución en ventas se disparó entre 2017 y 2019, pasando de 125.000 euros a 1,5 millones. Según su página web ofrecen dos packs de viviendas en Tetuán llamados “Viana Nova” (uno de los cuales es el que se proyecta sobre el solar que ocupa la Higuera) y otros dos en Puerta de Hierro y Somosaguas. Anteriormente ha operado en Menorca, Mallorca y Valladolid.
“Tenemos el juicio por el proceso judicial abierto el 19 de julio, por eso, tanto a nosotros como al abogado nos ha extrañado que presionen tanto un mes antes de que se celebre. Suponemos que tendrán prisa por algún tema relacionado con los plazos en la construcción, pero no podemos estar seguros”, relata una de las personas que vive en la Higuera.
La casa abandonada se ocupó hace alrededor de 10 años y por sus habitaciones han pasado varias personas en todo este tiempo. Quienes viven en ella reconocen que desde los inicios se ha mantenido contacto con las propietarias. Al principio se trataba solo de una familia, pero la propiedad se ha ido subdividiendo a través de herencias, según relatan. En 2019 las propietarias eran 6 personas. En enero de 2021 una persona que dice representar a la constructora Dmarchée se pone en contacto con una de las habitantes y ofrece 6000 euros a cambio de que abandonen el inmueble. Se rechaza el dinero y el 8 de marzo, otra persona que se dice en representación de la empresa vuelve a tratar de negociar en nombre de la propiedad. Sin embargo, según el registro de propiedad hasta el 11 de abril no aparece registrada como propietaria la empresa Ilmort Asset S.L., con un 11% de la propiedad.
La compañía Ilmort Asset aparece fundada un año después de Dmarcheé y el administrador de ambas empresas es la misma persona: Juan José Torregosa Llopis. “El tema de la propiedad ha sido muy confuso durante todo este tiempo. Nuestro abogado ha dicho que no ha visto una nota simple más complicada en toda su carrera”, señalan.
Centros sociales
Desokupa, a los juzgados por coacciones
En el proceso judicial abierto contra una de las personas que se identificó en el inmueble en 2019 la demanda civil viene de parte de una de las propietarias particulares. Según la legislación vigente, el desalojo exprés que pende sobre la vivienda solo se puede realizar cuando la denunciante es una persona física. Si hubiese sido la empresa la denunciante, el proceso legal no contemplaría esta modalidad de desalojo.
“No sabemos cómo irá el juicio en julio, pero tenemos claro que si sale mal nuestra obligación es que ante un desalojo, otra ocupación”, declaran desde la casa.