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Podemos, más concretamente la dirección de Podemos, ha culminado con éxito muy relativo el esperpento del chalet + referéndum. Se ha dicho, así lo han hecho sus más eminentes corifeos (los Echenique y los Monedero), que esta ha sido una nueva conquista de la democracia, del partido en el que "habla la gente", que Iglesias sale reforzado después del agresivo ataque de los media, y bla, bla, bla...
Lo cierto es que el resultado ha sido regular. Por los pelos. O incluso malo. Contra Iglesias y Montero han votado 60.000 personas; 60.000 que se han tomado la molestia de recuperar su inscripción digital, entrar en la página y votar no. Un esfuerzo. A buen seguro, no han sido ni los fanboys, ni los fangirls de la organización, sino muchos de los que protagonizaron el surgimiento de Podemos y le otorgaron así aval y credibilidad. Muchos que hoy andan desencantados y cabreados y han decidido expresarlo de este modo. En total, el 30% de los votos y un serio aviso de que la forma plebiscitaria de Podemos está en las últimas.
Recordemos que este degradado de la "democracia directa" surgió sobre la base de los impulsos de la democracia digital y la tecnopolítica del 15M. Pero lo hizo a partir de la actualización de una política antigua, que los procedimentalistas tecnófilos apenas podían conocer. Cesarismo, bonapartismo, plebiscitarismo: todos esos nombres admite la forma organizativa de Podemos. Y esta determina que entre los morados todo pase por una consulta digital decidida en fechas por la dirección, con una pregunta también acordado por la dirección y con un resultado orientado de antemano, ¿saben por quién?, naturalmente, por la dirección.
Es difícil no analizar, una y otra vez, cómo se pudo dilapidar el gigantesco capital acumulado en los casi 1.100 círculos de la organización
Con las últimas votaciones, Iglesias-Montero esperaban revalidar, a la desesperada, este mecanismo de legitimación. Marcaron el éxito en el 80 % de voto afirmativo. Y han perdido. No dimitirán pero la credibilidad del procedimiento, empleado para validar un capricho personal, tras el descrédito de su coherencia política, queda bastante hundido. Además, se confirma la sospecha de que incluso el círculo íntimo de los votantes de Podemos (muchos inscritos) podrían dar la vuelta a una nueva pregunta de la dirección.
Como se sabe, todo esto ocurría mientras el PP caía en el agujero de la Gürtel, al tiempo que la promesa soñada de una moción de censura se hacía realidad. Seguramente es poco probable un cambio de gobierno antes del verano, y seguramente tampoco unas elecciones antes de fin de año. Sea como sea, incluso en lo que respecta a todo aquello para lo que fue creado Podemos —ganar elecciones, cambiar gobiernos, inspirar formas de gobernabilidad tibiamente distintas—, su dirección sigue sin mostrar el rigor y la seriedad mínimas. Prueba de ello, es que la forma de remontar el plebiscito del chaleto ha consistido en convocar otra nueva consulta, ahora para apoyar la moción de Sánchez.
EL DELIRIO
Podemos está entrando por derecho propio en los anales de la desastrosa izquierda institucional española, caracterizada por el excesivo protagonismo de sus figurones y notables (vean la historia del republicanismo), la impericia estratégica (vean a los PSOE y PCE históricos) y el oportunismo estrecho de miras (común a todas las ramas). Quizás no sobre repetir las increíbles oportunidades perdidas por Podemos.
Es difícil no analizar, una y otra vez, cómo se pudo dilapidar el gigantesco capital acumulado en los casi 1.100 círculos de la organización, poblados muchos de ellos por más de un centenar de personas. Cómo se los condujo a la trituradora en una infinidad de primarias locales con el "premio del todo" a la lista más votada. Y cómo se les privó de casi cualquier posibilidad de autoconstitución como una organización propiamente dicha.
También es sintomático del delirio podemita su inicial apuesta "del todo o nada" a la presencia en medios y a la construcción de una agenda mediática, que tras el primer impulso arrinconó a la dirección de Podemos y la trituró en un escándalo tras otro (el chalet ha sido sólo la última prueba). La jerarquización y burocratización internas, la institucionalización a una velocidad sin precedentes, la pulsión acomodaticia a hacer de la industria de la representación una forma de vida, la lucha fraccional interna como deporte-rey, son los rasgos fundamentales del podemismo.
No nos llevemos a engaño. La representación es perversa. Podemos y la nueva política fueron creados para representar la indignación levantada en el 15M, y al representarla asimilarla al juego institucional.
Pero la cuestión fundamental, no es ya tanto la crítica al partido y su dirección. El desenganche respecto a lo que sucede en Podemos y el "voto útil con la nariz tapada" se ha impuesto de forma mayoritaria. El trabajo de crítica (trabajo negativo) ha logrado casi todos sus objetivos. Apenas somos ya capaces de descubrir ninguna adhesión a supuesto liderazgos carismáticos, ninguna confianza a que la dimensión institucional puede resolver de forma autónoma los problemas sociales, ninguna complacencia a los requerimientos de la clase política, y desde luego ninguna confianza o delegación de los territorios organizados respecto a la dirección de Podemos.
retos y preguntas
Pero si este trabajo negativo ha logrado sus objetivos, el punto es ¿qué hacemos? ¿En qué empleamos y podemos emplear la llamada 'Nueva Política'? Moribunda, decepcionante, con la que solo se puede tener una adhesión vergonzante, pero que en cualquier caso va a "seguir ahí", y durante largo tiempo. Recordemos la lenta caída de Izquierda Unida, que duró casi tres décadas y que apenas pudo remontar con el sobrevalorado Julio Anguita. Aquello fue un gigantesco tapón contra cualquier emergencia política que quisiera tener impacto institucional.
Sin duda, el reto de los movimientos, de la autonomía en general, reside en la construcción de formas e instituciones propias. Se trata de rebasar la esfera de la representación y de imponer la "política real". Es lo que ocurre cuando una ola de movimiento estalla, llámese 15M o feminismo, o cuando un conflicto es capaz de imponerse por su propia fuerza. El problema no está ahí. Está en el mientras tanto y en la acumulación que se requiere para elevar cada momento álgido de movilización. Y en este terreno la política institucional (aquella de la izquierda) compite con la de movimiento.
No nos llevemos a engaño. La representación es perversa. Podemos y la nueva política fueron creados para representar la indignación levantada en el 15M, y al representarla asimilarla al juego institucional. ¿Cómo mantener, pues, la energía y la fuerza política, cuando ésta es baja y cuando parece haber encontrado una forma de expresión institucional, que consiste también en la generación de una zona de confort (a veces incluso material)? Este es el problema. Y aquí sin duda no hay atajos. Lo primero, la política de movimiento. Y lo segundo sigue siendo ¿qué hacer con la nueva política?
Puede haber partido y puede haber movimiento, pero la autonomía del segundo es la clave de la subordinación del primero
Una parte de la respuesta está curiosamente en sostener la debilidad de los aparatos de representación. En Podemos y en algunos ayuntamientos clave —es el caso de Madrid—, si se ha podido hacer política es precisamente por la propia debilidad y fragmentación de los aparatos. Si el término debilidad no convence, digamos entonces pluralidad y democracia interna. Para una organización con aspiración de Estado, su democracia interna es siempre una debilidad. Gracias a esta fragmentación, iniciativas y movimientos han podido explotar las contradicciones internas de la nueva política, y sujetarla así a la fuente última de su legitimidad, que reside en el ciclo de protesta.
Se dirá que es poco. Pero resulta mucho cuando el juego de fuerzas se convierte en juego de debilidades, esto es, en aquellos momentos de ausencia aparente de energía, que son la mayoría. Hoy sabemos que la hipótesis del partido-movimiento tenía algo de juego y de quimera. En última instancia puede haber partido y puede haber movimiento, pero la autonomía del segundo es la clave de la subordinación del primero.
En tiempos en los que el movimiento sigue todavía en busca de sus instituciones y sus formas de organización, la debilidad de la nueva política (su democracia interna) debería ser todavía un objetivo. Nada es menos favorable para la política de parte, para la política del contrapoder, que un partido legítimo y bien establecido, que una política institucional soberbiamente convencida de la posibilidades del reformismo. Hoy Podemos ya no puede representar ese papel. Es una buena noticia, aunque todavía tendremos que seguir haciéndola realidad.
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Creo que el problema ha sido esperar algo de la democracia parlamentaria.
En ningún momento existió en Podemos la intención de empoderar a los círculos. No hay declaraciones o documentación sobre la estrategia para un movimiento asambleario en la fundación de Podemos. Están los hula hoops del logo, pero creo que tienen más que ver con los significantes vacíos que cada cual rellena con sus anhelos. Podemos, puede y seguirá representando el papel que toque y tampoco pueden encontrarse en Podemos declaraciones y estrategias fuera del reformismo. Debilitador ha sido prolongar la complicidad en la aniquilación de voluntades propias, sobre todo para la imaginación que ya solo ve su agencia en relación a agentes externos.
La moda entre los imperialistas de Podemos es sostener que cualquier crítica contra la dirección es una vil infamia y que es preciso cerrar filas alrededor del César, representante y custodio de la Verdad Única. Pues bien, en mi opinión es más bien eso es lo que está destruyendo el partido. Y lo que le han avisado uno de cada tres interesados de que no debe ocurrir en absoluto, a riesgo de destruir partido y proyecto.
O nos salimos del juego, o nos enfrentaremos al 75% que representa el régimen del 78, pero tendremos que hacerlo siguiendo sus reglas. En vez de poner las reglas nosotros.
Pro OTAN y Pro UE. Esto no está en disputa. ¿estamos tontos o qué? Imperialistas hasta el tuétano.
Lo del trabajo crítico negativo no tiene nombre. Eres consciente de la negatividad pero no "del salto" que supone salir de ella. Ellos han dado el salto. La autonomía del movimiento será siempre "en sí" y nunca, "para sí".
Estimado Emmanuel
El otro día leí tu grito de dimisión ! en Contexto, Me apenó la dureza con la que despachabas contra compñerxs en una situación de acoso tan casposo, así como la falta de orientación que, me vas a permitir, destilaban tus palabras. Hoy no hago sino corroborar que vuestras plenas facultades para la intervención política no están tal vez eligiendo el camino acertado. Se puede saber a dónde os lleva esta posición más allá de divagaciones hetereas fragmentadoras ?
Lo digo desde la distancia, es verdad, pero también desde el afecto que vuestra gente me ha despertado siempre. Después de tantos años de seguir vuestra contribución a la política del movimiento, aprender de vuestra audacia estratégica y leer con atención vuestros textos, espero no molestaros diciendo que ponerse en plan destroyer contra los "liderazgos carismáticos" y la "dimensión institucional" de nuestro movimiento no me parece la mejor opción. De hecho, me parece tan evidente que lo más penoso de todo es que no me lo esperaba cuándo os vimos triunfar en 2015 y pensamos, ahora a por el Estado ! No ha llovido ni ná y es de recibo pediros que no tiréis la toalla, os rearméis estratégicamente y tejáis las lealtades que son indispensables a un movimiento serio de cambio de régimen.
"Necesitamos líderes dice quién quiere ser líder" que canta Berri Txarrak en la súblime canción Oreka. "El equilibrio no sirve, cuándo hace tiempo que caíste" reza más adelante.
Desde un realidad diferente como es la nuestra, creo poder decir que Podemos no ha sido un partido "cesarista" o "bonapartista", aunque eso en Madrid la gente de las camarillas y las calles lo sabéis mejor y es verdad que la organización en Euskalerria ha sido desde el principio más débil y siempre subordinada a la estrategia general, sin capacidad - salvo en Navarra con Laura mientras duró - de una estrategia autónoma propia como han tenido Els Comuns. Pero de eso no toca hablar ahora.
Lo único que quería recordaros con todo el respeto que merecéis, es que en general tras lo visto y escuchado en visitas a Madrid me da la impresión de que por lo que vemos hasta ahora, no sólo individualmente sino como pueblo de Madrid o de España, os falta a los sectores dirigentes de Podemos. Pero también al movimiento popular que lo sustenta vistas los iracundos ataques de estos días, una necesaria Cultura de Partido. De Partido, no de aparato, chiringuito organizativo o capacidad de articular protesta, pero si de Partido en un sentido clásico, no de pepito grillo institucional o de auto-complacencia radical de las minorías, sino de partido-organización social con incidencia de masas y un mínimo de higiene en la resolución de los asuntos internos. Al menos para empezar, que siempre hay momentos excepcionales de bodas rojas o grandes cismas, pero el día a día de un partido-movimiento siempre debe tener presente la Vida de Bryan, y la importancia de no tirar por la borda lo ya logrado por enfados, miserias personales o diferencias salvables en la vida de la organización.
Y es que os falta Cultura de Partido - lo dice uno que nunca ha militado en uno, pero que ha visto varios muy de cerca - que sea medianamente fraternal, dónde las mayorías respeten a las minorías, pero con el bien común primando sobre los particularismos y la diferencias. La gran mayoría espera ahí fuera y no tiene tiempo ni ganas "ni para media tontería".
Y es que a pesar de el tesón que habéis demostrado todas las facciones para patear el tablero en un breve periodo de tiempo, primero con la solvencia discursiva de los moruno-errejonianos, después con la "fuerza" para controlar la endeble organización de los pablo-irenistas, siempre con la honestidad y necesaria radicalidad de los siempre-amigxs-anticapitalistas, en general lo que os falta un poco demasié a todas es eso, Cultura de Partido. Especialmente, todo hay que decirlo, a todos los que habéis jugado, vencido o sido desplazados en los 4 años que llevamos de disputa política, con resultados, no lo olvidemos, bastante aceptables en cuánto a bloqueo de la capacidad legislativa del régimen y la capacidad tanto de burguesías centralistas como periféricas de reproducir sus propósitos establecidos en el ciclo precedente.
"El desenganche respecto a lo que sucede en Podemos y el "voto útil con la nariz tapada" se ha impuesto de forma mayoritaria", dices. Pues no se en Madrid, La Ingobernable y demás CSOs o en los sectores más politizados e informados, tal vez así sea. Pero sin duda eso no es así en la mayoría de la gente que apoya y apoyará a Podemos en España y en cada uno de sus rincones por una sencilla y llana razón, que no hay otra, que si no es Podemos o en lo que avanzando hacia adelante se convierta ya me diréis vosotros quién va a hacer la Ley anti-desahucios, derogar la Reforma Laboral y la Ley Mordaza, diseñar una mega-reforma fiscal para una transformación del modelo productivo y demás asuntos mayores de los que tenemos, y hay tiene razón Iñigo, más que urgencia. Dentro de unos años de luchas cainitas y descomposición todo se habrá ido a la mierda, y no nos podremos perdonar que así haya sido.
Por lo tanto, criticar, discutir en abierto, enfadarse, volver a disputarse órganos de partido, de movimiento o de la esfera social, lo que queráis, pero manteniendo una capacidad de transmitir serenidad, altura de miras, honestidad, capacidad de perdón a quienes se equivocan y, sobre todo, fraternidad entre compañeros y compañeras, aunque sea después de haberos sacado los ojos unos a otros - menos mal que las feministas están más unidas, por que si no... Porque eso es la Política, al final, no hay derecho al pique permanente y, por eso, os pido que recapacitéis. Y os lo pido porque os aprecio, y sin saber ni la mitad de la mitad de todas las perrerías que habéis vivido en el triunfo del neo-izquierdismo de una línea que, también te digo, no creo que desde el principio haya tomado las referencias teóricas correctas a tenor de vuestra situación nacional, material, social.
Pues eso, animo pues y espero que os perdonen el cabreo y se apliquen el cuento de la fraternidad también los jefazos de Podemos, desde sus tal vez necesarios casoplones. Porque todo Partido que aspira a gobernar un Estado necesita distinguirse en el presente y proyectarse en el futuro, hacer uso de recaudadores y secretariados, cadenas de transmisión de mando, solidificación de lealtades y auto-curación de insatisfacciones por no poder lo deseable, por aún imposible. Todos estos elementos son consustanciales a la política tal cuál la conocemos. Y ya sabes que las cosas no cambian por el querer, sino por el poder, así que ha coger fuerzas y a poder, leches !
Animo eta muxu bat
Jon Bernat Zubiri
Partido = auto-complacencia radical de las minorías puestas en la dirección.
"Hugo Martínez Abarca
Verified account @hugomabarca
Desde que Manuela Carmena es alcaldesa el Madrid ha ganado todas las Copas de Europa #dato #UCLfinal #13CopasDeEuropa"
"60.000 que se han tomado la molestia de recuperar su inscripción digital, entrar en la página y votar no..."
habrá que preguntarle a monedero (ya sabes que él a ojo de buen cubero te lo calcula sin problemas...) cuántos fueron los miles que no votaron por estar en contra de la consulta y cuántos los que ni se tomaron la molestia porque ni quieren saber ya del asunto este de podemos ...
Hacer votar a la gente sobre donde ha de vivir la parejita es humillarlas
Yo fuí una 'miembra' de las que citas en ambas cuestiones que apuntas, leáse "no voté por estar en contra de la consulta" y "no me tomé la molestia porque ni quiero saber ya nada del asunto de podemos"... Es más,sigo conservando mi inscripción, pero dejé de participar en el círculo para dar prioridad a otros asuntos desplazados, no atiendo las convocatorias propuestas salvo que coincidan con mis otras militancias y muy posiblemente me hayan conducido irremediablemente a la abstención.