We can't find the internet
Attempting to reconnect
Something went wrong!
Hang in there while we get back on track
Los Presupuestos Generales del Estado para 2018 destinarán un aumento del 31% al presupuesto que dirige la María Dolores de Cospedal, ministra de Defensa. Alrededor de 3.017 millones de euros serán destinados a dicha cartera, lo que la sitúa a la cabeza de gasto en inversiones de todos los departamentos del Gobierno del Partido Popular.
Leer: Cuatro mil millones en fragatas y otras cifras mareantes de las compras de armas de Cospedal
A pesar de que recientemente conocimos el borrador sobre defensa educativa, el cual busca reforzar la imagen de las Fuerzas Armadas a través de un temario educativo que será implementado en primaria, María Dolores de Cospedal estará doblemente satisfecha al ver que su partido se ha empeñado en fortalecer y aumentar la cultura de defensa y, cómo no, su presupuesto.
Leer: Armas, himnos y banderas: así es la asignatura que el PP quiere impartir en Primaria
Por segundo año consecutivo el gasto en Defensa se dispara y ello se debe en gran medida a su inclusión en el proyecto de cuentas publicas del gasto de armamento para los Programas especiales de modernización, los cuales suponen para las arcas públicas unos 2.164 millones de euros, un incremento del 18,6% respecto al año anterior.
Mientras el Gobierno nos vende la idea de que los Presupuestos Generales del Estado son “los más sociales de la historia”, a pesar de que el gasto social crece la mitad que la economía, miles de españoles han salido a las calles a protestar por el ridículo aumento de las pensiones a la vez que el Ministro de Hacienda y Función Pública, Cristóbal Montoro, considera que “"no hay recortes, hay moderación en el crecimiento del gasto".
El militarismo y su lógica tienen en el gobierno del PP a su mayor aliado. No solo le han bastado los aumentos de los presupuestos de defensa y un plan educativo para adoctrinar a los niños y niñas de los centros primarios. Con el Plan Estratégico de Subvenciones 2018-2020, el gobierno pretende fortalecer y difundir una cultura militar que comprenda y premie a aquellas personas u organizaciones que influyan en la opinión pública, como “elemento esencial para garantizar la seguridad y el bienestar de los españoles”, y que la sociedad valore y se identifique con la historia y esfuerzo de las Fuerzas Armadas salvaguardando los interés nacionales.
600.000 euros se destinaran para subvencionar “patriotas” y organizaciones que, sin ánimo de lucro, busquen aumentar el riesgo de la población, mejorar la opinión sobre la utilidad del presupuesto de Defensa o, inclusive, sobre la pertenencia a la OTAN con el objetivo de promocionar lo que Dolores de Cospedal llama “ cultura de defensa”. El documento con dichos planes fue aprobado vía orden ministerial el 16 de febrero y enviado a las Cortes Generales el 15 de marzo. El plan estima un gasto de 200.000 euros por ejercicio —en 2017 la cifra ya alcanzó los 195.620 euros—.
La normalización y aceptación de una cultura de defensa trae consigo una serie de factores que no solamente afectan la promoción de una cultura de paz en una sociedad. El improductivo gasto que lo militar genera se traduce en recortes o poca inversión en otras carteras estatales, tan necesarias como la educación y sanidad, las cuales siempre se verán afectadas por los aumentos del gasto militar y su supuesta lógica.
El Ministerio de Defensa se ha empeñado en la falsa idea de que la percepción de la sensación de riesgo, señalando a la inmigración como una amenaza a la seguridad española, mejorará la opinión general sobre la utilidad del presupuesto de Defensa. A pesar del claro trasfondo político sobre definir cuáles son las amenazas a la seguridad española, Cospedal busca con ello normalizar y que se acepten los aumentos en el presupuesto militar para que en 2020, año en que finaliza el actual plan de subvenciones, más españoles consideren como insuficiente el presupuesto de defensa.
La ministra adelantó en el discurso que dio durante la Pascua que su departamento estaba trabajando en un plan para expandir la "cultura de la Defensa" a la sociedad. Tras ese anuncio, Cospedal ya ha ratificado dos convenios dirigidos a difundir valores relacionados con las Fuerzas Armadas: uno con RTVE y otro con una asociación de colegios privados. Un mes antes, la ministra también refrendó otro acuerdo con la Asociación de Centros Autónomos de Enseñanza Privada (ACADE) para que sus profesores y alumnos conozcan la labor de las Fuerzas Armadas y enseñar a los jóvenes que estas son "una buena manera de vertebrar nuestra nación".
Tres años después, y a raíz de dichos acuerdos, las carteras de Educación y Defensa han propuesto un polémico borrador titulado: Proyecto Conocimiento de la Seguridad y la Defensa en los centros educativos, el cual busca normalizar y aceptar todos aquellos valores asociados al militarismo a través de un temario educativo que incluye himnos militares y el deber de defender a España.
Cospedal y el gobierno del PP se han empeñado en ser los mayores defensores y promotores de la cultura militar en España. La apuesta por una cultura de paz pasa por contestar lo que la ministra llama “cultura de defensa” a través de un discurso inclusivo y pacifista que tiene en la educación a su mayor aliado.
Relacionadas
Tribuna
Tribuna Vivienda: es hora de organizarnos
Tribuna
Tribuna Las tres mil viviendas. Hoy hablamos de seguridad
Tribuna
Tribuna Europa puede y debe promover la paz
Queda claro: necesitamos más ejército para defendernos del paro y de la desigualdad. Pero creo que la estrategia está equivocada: si como ciudadanos cada vez contamos menos para el poder, como consumidores no sé de donde vamos a sacar ganas de dar la vida por la patria. Por cierto, para los despistados: dar la vida por la patria significa estar dispuesto no a morir, sino a matar para salvar los intereses de los que nunca encuentran tiempo ni ocasión para defenderlos con su propia vida y por ello convencen a otros para hacerlo.