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Sequía
El campo agoniza ante una sequía que vuelve para no irse
Coordinador de Clima y Medio Ambiente en El Salto. @PabloRCebo pablo.rivas@elsaltodiario.com
La península Ibérica tiene un problema, uno conocido, previsible y del que vienen alertando desde científicos a activistas. Pero el ser humano raramente actúa a largo plazo. Y de aquellos polvos, estos lodos, aunque aquí el refrán podría leerse al revés: polvo es en lo que se están convirtiendo miles de hectáreas agrícolas en estos momentos, mientras que los lodos necesitan un agua que no está disponible.
El problema se llama sequía, aunque la sequía tiene otras causas a las que no se le hacen tanto caso: las evidencias que señalan que España se tiene que adaptar a un nuevo clima debido al avance de la crisis climática, más severa aquí debido a nuestra pertenencia a la región mediterránea —ya se ha calentado 1,5ºC y lo seguirá haciendo más que la media del resto del planeta—, llevan siendo claras mucho tiempo. Sin embargo, por el momento no hay demasiado cambio. Y aunque la nueva PAC incluye medidas para fomentar que los cultivos sean más resilientes al nuevo clima, hay puntos que apenas se han tocado.
Javier Alejandre (UPA), respecto al secano: “Todo el sur de España está en situación crítica y probablemente no va a recuperarse, y en la zona norte se salvan Burgos, La Rioja, parte de Palencia, Soria y Navarra; poco más”
Es el caso de la actividad que se lleva la gran mayoría del agua embalsada en España, el regadío, que utiliza hoy en día no menos del 85% del agua embalsada (alguna fuente eleva la cifra al 93%). De hecho, los cultivos que necesitan de este riego artificial no han parado de crecer: mientras los legales ya superan los cuatro millones de hectáreas, hay fuentes que amplían la cifra total a 4,5 millones de hectáreas, pues los regadíos ilegales, como los que han secado Doñana y que ahora la Junta de Andalucía quiere amnistiar, podrían suponer un 10% del total, con zonas donde llegarían incluso al 30%. En cualquier caso, solo en una década la agricultura de regadío se ha incrementado en más de medio millón de hectáreas.
Anomalía actual
En este contexto, cuando la sequía ataca con toda su fuerza, el problema de fondo llega al día a día. Y España llevaba ya flirteando con el estado de sequía meteorológica —la que viene asociada por escasez de precipitaciones respecto a valores habituales— tres años. A la escasez de lluvias se suma a la calidez, lo que aumenta la evapotranspiración y seca aún más tierras y plantas. No hay que irse a las olas de claro interminables del pasado verano, el más caluroso de la historia; la Agencia Española de Meteorología (Aemet), en su balance del invierno 2022-23, incide en que “es la primera vez que cinco inviernos consecutivos son catalogados como cálidos o muy cálidos”.
2022 fue un año catalogado por esta agencia como “extremadamente cálido”, con una temperatura media 1,7ºC por encima de la registrada en el periodo 1981-2010. Ha sido el año más cálido desde que hay registros. Respecto a lluvias, más de lo mismo: solo ha llovido el 84% de lo que debía haber caído, según los valores habituales, lo que hace de 2022 un año “en su conjunto muy seco en cuanto a precipitaciones”, tal como apuntan desde la agencia meteorológica.
Un 15,2% del territorio total está en emergencia, al que se sumaría un 8,2% extra en alerta y un 20,2% en prealerta, según el Miteco
Oficialmente, España está en estado de sequía meteorológica desde enero de 2022. “Si se amplía el análisis de las precipitaciones a los 36 meses previos, el resultado es que España entró en una sequía de larga duración a finales de 2022”, señala el informe publicado en marzo. Por supuesto, las cuencas más afectadas están en el sur y en el entorno del Mare Nostrum: Guadalquivir, las Cuencas Mediterráneas Andaluzas y Pirineo Oriental.
Los datos del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco), a 31 de marzo, indican que el 12,1% del territorio está en situación de sequía prolongada, aunque la cifra es probablemente superior, pues no hay datos de varias cuencas al sur de la Península, entre ellas las Mediterráneas Andaluzas. Con la ausencia de los mismos datos, el Miteco indica que, respecto a la escasez coyuntural —la relacionada con los posibles problemas, no estructurales, de atención de las demandas— el 12,9% de la superficie está en alerta y el 14% en emergencia. Andalucía se lleva la peor parte, aunque Catalunya, Extremadura y Castilla-La Mancha también tienen zonas en rojo, el color de las zonas en emergencia. Si se mira a las unidades territoriales de gestión a efectos de escasez (UTE), una unidad territorial usada por el Miteco, un 15,2% del territorio total está en emergencia, al que se sumaría un 8,2% extra en alerta y un 20,2% en prealerta.
Crisis climática
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El campo mira al cielo
Ante semejante panorama, agricultores y ganaderas de extensivo miran hacia arriba, y a las predicciones. Y no pinta bien. Como señala a El Salto Javier Alejandre, del gabinete técnico de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA), “el problema es que estamos en abril, un periodo que debería ser lluvioso, y ya ves cómo está la situación del mes”. Lejos de quedar ahí, lamenta: “El problema es lo que se avecina, pues todas las previsiones apuntan a que la situación va a empeorar sensiblemente”.
Javier Fatás (COAG): “Hay zonas donde las producciones de cereales están perdidas. Estamos hablando de zonas de Andalucía, Extremadura, Murcia, Castilla-La Mancha y de grandes zonas de Catalunya y Aragón”
Para los meses de abril a junio, Aemet señala que la probabilidad es que la temperatura media sea superior a lo normal en la franja mediterránea este peninsular, lo que incluye algunas de las zonas más tensionadas por la sequía. Para las precipitaciones, si bien sí se espera que crezcan en la vertiente atlántica, la probabilidad es que haya normalidad en el resto, con una leve tendencia a una mayor escasez, de nuevo, en el Mediterráneo.
Sin agua, desde la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) califican la situación del campo como “agónica” en algunas zonas y “muy preocupante” en todo el territorio del Estado. “Si hay zonas que todavía aguantan, dentro de 10 o 15 días la situación puede ser irreversible”, indica el portavoz.
3,5 millones de hectáreas perdidas ya
Desde la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) hablan de pérdidas irreversibles en más 3,5 millones de hectáreas de cereales de secano. “Según los servicios técnicos de COAG más del 60% a nivel general en secano, en herbáceos más del 70%”, están viéndose afectadas, señalaba Javier Fatás, portavoz de la organización. “Hay zonas donde las producciones de cereales están perdidos. Estamos hablando de zonas de Andalucía, Extremadura, Murcia, Castilla-La Mancha y de grandes zonas de Catalunya y Aragón”. El resto del cereal va a depender de las precipitaciones y la climatología de las próximas jornadas, en concreto de las de apenas dos semanas, según el responsable, para quien “la excepcional sequía que estamos padeciendo a nivel general está asfixiando a una gran parte del territorio nacional”.
Es una situación que corroboran desde UPA: “Los cultivos de secano (trigo, cebada, avena…), que necesitan la lluvia para desarrollarse, están prácticamente sentenciados en la mitad sur, y agonizando en la mitad norte, aunque para conocer la afectación real deberán pasar todavía unas semanas”, denuncian desde esta agrupación agrícola. En las zonas que por ser más tardías en el cultivo el cereal aún aguanta, pero si las lluvias no llegan en estos días la situación se tornará irreversible, según su análisis.
La sequía afecta a todo tipo de subsectores agrarios, de la apicultura, donde la escasa floración está haciendo mella en las abejas y, por tanto, en la producción de miel, a la ganadería extensiva
“Las plantas tienen un ciclo, pero conforme ese ciclo avanza, la falta de agua y las altas temperaturas hacen que las posibilidades de recuperarse sean menores”, explica a El Salto Alejandre en lo referente al secano. “Todo el sur de España está en situación crítica y probablemente no va a recuperarse, y en la zona norte se salvan Burgos, La Rioja, parte de Palencia, Soria y Navarra, y poco más”.
Se trata del último coletazo de un año en el que se ha juntado lo que el portavoz califica como una “tormenta perfecta”, pues las temperaturas suaves vividas entre diciembre y febrero hicieron que se adelantasen las cosechas, pero luego vinieron el frío y la falta de agua. “Es un cúmulo de efectos que han debilitado mucho la planta”, indica.
Apicultura, regadío y ganadería
Los cultivos leñosos, como los frutos secos o viñedos de secano, están experimentando problemas en la brotación, especialmente en almendro, vid y olivar, advierten desde COAG. Y más de lo mismo al respecto en cuanto a lluvias: “La situación puede complicarse si no hay precipitaciones en las próximas semanas”. Son cultivos que habitualmente tienen una buena resistencia a la sequía pero que arrastran varios años de sequía e intenso calor, lo que hace que en algunas zonas esté en juego incluso la supervivencia de los árboles.
Pero lejos del secano, la sequía afecta a todo tipo de subsectores agrarios, de la apicultura, donde la escasa floración está haciendo mella en las abejas y, por tanto, en la producción de miel, a la ganadería extensiva, donde la falta de pasto obligará a comprar pienso extra en un año con precios especialmente altos.
Desde UPA piden, para el corto plazo, “un plan de apoyo urgente para ayudar a los agricultores y ganaderos más afectados”
También en el regadío, donde fuentes de COAG destacan que “preocupan las restricciones en la dotación de agua, que mermarán con toda seguridad las siembras de verano y harán que muchos agricultores opten por reducir la superficie de maíz, girasol, arroz y algodón”. “En regadío tenemos, sobre todo en el Guadiana, el Guadalquivir y en el interior de Catalunya, los embalses bajo mínimos y va a haber algunos riegos de apoyo, pero muchas superficies no se van a poder sembrar”, explica Alejandre. La falta de agua también implicará que se siembren cultivos que necesitan menos agua, con lo que desaparecerá gran parte del algodón o el arroz, lo que supondrá un menor beneficio para los agricultores.
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Mesa de la sequía
Ante la situación que está viviendo el campo, y las malas previsiones, este 19 de abril se reúne la Mesa de la Sequía, convocada por el subsecretario de Agricultura, Pesca y Alimentación, Ernesto Abati García-Manso, y a la que acudirán organizaciones profesionales agrarias, cooperativas agroalimentarias y comunidades de regantes, además de representantes de los ministerios de Agricultura, Pesca y Alimentación y de Transición Ecológica y Reto Demográfico, así como las comunidades autónomas.
El objetivo es, según Agricultura, “continuar con el seguimiento de la situación de sequía que se atraviesa desde el año pasado y analizar la evolución climática, su incidencia en cultivos y ganado, además de analizar el estado de las reservas de agua en los embalses”, pero las organizaciones agrarias irán con sus peticiones bajo el brazo.
UPA, sobre la crisis climática: “Desde el campo nos preguntamos qué más tiene que pasar para que se tomen medidas reales, a todos los niveles”
Desde UPA piden, para el corto plazo, “un plan de apoyo urgente para ayudar a los agricultores y ganaderos más afectados por la sequía”. Alejandre habla de ayudas directas al sector que se basen en un principio de prioridad y que tengan una base social: “Hay que incidir en las explotaciones familiares, que son las que más difícil lo tienen”. El objetivo debe ser, según él, asegurar la siembra del año que viene.
Desde esta organización, si bien plantean “una gestión del agua basada en la ciencia, en el acuerdo y en el consenso, que tenga en cuenta además criterios sociales en el reparto del agua disponible” y una modernización de regadíos para una mayor eficiencia, ponen en el centro “la protección y valorización de los regadíos como una técnica de producción sostenible y necesaria para la alimentación de toda la sociedad”. Es una reivindicación que podría chocar con una pregunta que la misma organización se hace y que se puede encontrar escrita en el mismo documento que recoge su análisis de la sequía, publicado el 13 de abril: “Desde el campo nos preguntamos qué más tiene que pasar para que se tomen medidas reales, a todos los niveles, especialmente a nivel mundial, para hacer frente a este gravísimo fenómeno”, en referencia a la crisis climática.
En cualquier caso, y con el telón de la crisis climática y las medidas a largo plazo de fondo, desde UPA enfocan la Mesa de la Sequía entendiendo que poco hay que debatir respecto al diagnóstico actual y con la vista puesta en el planteamiento que traiga el Ministerio. “No tenemos claro el planteamiento qué va a traer el Ministerio, vamos a escuchar y veremos”, indica el portavoz.
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Interesante artículo y muy buenos los comentarios. Añadir que los fertilizantes químicos serán, como dice el profesor Antonio Turiel en "Sin Energía", cada día mas caros y mas escasos igual que el diésel que mueve toda la maquinaria pesada agrícola. O empiezan a sustituir la fertilización química por cultivos con hongos micorrízicos o colapsará el sistema agroindustrial, como explica el libro: "Cultivar con hongos, las micorrizas en la agricultura" de editorial Melusina. La asociación simbiótica entre hongos y raíces confiere al vegetal mayor resistencia a la sequía, mas vigor y crecimiento y cosechas superiores. O cambiamos o morimos, ya ha habido un gran apagón eléctrico en Sidney (Australia), y ha faltado diésel para cosechar en la costa Este yankee (y han tenido que llevar diésel desde otras partes de Norteamérica). Ecología o muerte, y no hay mas. ¿Que la mayoría social, política y empresarial no quiere cambiar? pues habrá hambre. El hambre aguza el ingenio, dicen ...
Totalmente de acuerdo con los comentarios anteriores. Existen poaibles soluciones de las que no quieren ni hablar las patronales mayoritarias: Agroecologia!
Ayudas públicas si, pero orientadas a la transformación de los cultivos hacia prácticas agroecologicas, cultivos autóctonos, manejos regenerativos... Es clave apoyar a nuestras agricultoras pero para superar el cruel modelo agroindustrial. Lamentablemente los lobbies de siempre impedirán una radical transformación del campo hacia la sostenibilidad medioambiental. Es tremendo asistir siempre a las prioridades económicas cortoplacistas de unos pocos contra la sostenibilidad de la vida
Cuidado con el tema de la modernización del regadío como solución los problemas de escasez. La modernización del regadío a pesar de reducir el uso del agua aumenta su consumo. El riego tradicional produce unos retornos de agua no aprovechada por la planta que por escorrentía o infiltración "vuelven" al ciclo del agua de la cuenca. Mediante la modernización de los sistemas de riego, se afina y se reduce la diferencia entre agua bruta y agua neta, disminuyendo los retornos y aumentando así el consumo real de agua que "salen" de la cuenca. A modo de ejemplo: unos cultivos tienen concedido el derecho a 10 unidades de agua para regar. Mediante técnicas "tradicionales", con una eficiencia p. e. del 50%, dicho cultivo consume realmente 5 unidades de agua y las otras 5 vuelven al sistema (bien por infiltración, bien por escorrentía). Mediante la modernización del regadío, si no se ajustan las concesiones y se reducen los derechos sobre el agua bruta, se podrán consumir las 10 unidades de agua completamente, favoreciendo y "justificando" la expansión y el crecimiento de las zonas regadas y dando lugar a una paradoja frente al objetivo inicial que se perseguía con esta medida.
La Fundación Nueva Cultura del Agua realiza una encomiable labor de investigación, divulgación y participación activa en el sector del agua. Os recomiendo que echéis un vistazo a sus trabajos.
Os dejo también un enlace donde explican mucho mejor el tema de la paradoja de la modernización del regadío:
https://fnca.eu/38-observatorio-dma/observatorio-dma/1546-la-paradoja-de-la-modernizacion-del-regadio
Pablo, te sugiero que en otra ocasión para tratar el tema de la sequía consultes a otros interlocutores, porque las organizaciones agrarias (todas) son parte del problema no de la solución. Consultar a UPA y COAG (no hablemos ya de las de extrema derecha) sobre esta cuestión es como consultar al zorro sobre la seguridad del gallinero. Las cúpulas super-subvencionadas de los chiringuitos de la patronal agraria son aceleracionistas climáticas, defensores de las prácticas agrícolas más destructivas en alianza con el emporio multinacional de pesticidas, transgénicos y otras ramas del agrobusiness más destructor, defensores del regadío industrial über alles, y enemigos de la agroganadería tradicional y familiar. Que la mesa de la sequía no solventará nada, salvo "ayudas" económicas (cuando nos demos cuenta de que el dinero no se come igual ya es tarde), lo evidencia que a ella sólo asistan los destructores del medio ambiente, los enemigos de la biodiversidad (que enfría el planeta) y los ecofobos del ministerio, las consejerías y los chiringuitos de la patronal agraria. Por cierto y para acabar: hay que expulsar de la Vía Campesina a la COAG por sus campañas contra el lobo y la biodiversidad.