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Comunidad El Salto
Nos tomamos la independencia en serio: El Salto no acepta publicidad electoral
La construcción de El Salto entre 2015 y 2016 incluyó una reflexión colectiva sobre cómo debería ser un medio de comunicación diferente, uno que no solo pueda decir que es independiente sino que tenga herramientas para garantizar que seguirá siéndolo siempre.
Entre los principios para garantizar esa independencia figura desde siempre la horizontalidad, la ausencia de jerarquías o jefes. Los proyectos periodísticos personales pueden llegar muy lejos, pero carecen de garantías. Y (atención spoiler) preferimos confiar antes en los procesos colectivos y en los métodos que en la voluntad de los individuos. Para cambiar una línea roja de El Salto —por ejemplo, incluir un anuncio del Banco Santander o publicidad electoral— haría falta un acuerdo dentro del Colectivo Editor y un referéndum vinculante entre las 9.400 socias.
La idea de que la publicidad o el origen del dinero que paga los artículos no afecta a los contenidos contradice la historia del periodismo y lo que vemos día a día
Otro elemento que garantiza la independencia de El Salto es un estricto código ético que limita la procedencia del dinero que paga los artículos que publicamos, porque sabemos demasiado bien que, tarde o temprano, quien paga manda. La idea de que la publicidad no afecta a los contenidos no coincide con la historia del periodismo ni con lo que vemos día a día. Cuando hay que elegir entre la autocensura y cobrar a final de mes, la elección casi siempre es la misma.
Muchos medios alegan que ninguno de sus anunciantes aporta una cantidad considerable de su presupuesto por lo que no puede influir en su línea editorial. Pero ¿qué pasa cuando todos esos anunciantes coinciden en sus intereses generales, es decir, la defensa del statu quo?
Una de las líneas rojas de El Salto menos conocidas es que no permite anuncios de partidos políticos durante la campaña electoral. Creemos que la independencia de los partidos políticos es tan importante como la de las grandes empresas del Ibex35
Probablemente una de las líneas rojas de El Salto menos conocidas es que no permite anuncios de partidos políticos durante la campaña electoral. ¿A qué viene eso, si es en esos días cuando los partidos hacen la mayor inversión publicitaria? Precisamente por eso, porque creemos que la independencia de los partidos políticos es tan importante como la de las grandes empresas del Ibex35.
Esta independencia nos ha permitido criticar cuando ha tocado al Gobierno de coalición y no dejarnos llevar por los fuegos artificiales de la Ley de Vivienda o la Reforma Laboral, dando voz al movimiento de vivienda o a los sindicatos más combativos, que señalaban sus limitaciones. Sabemos que no todos los partidos son iguales, que hay proyectos que tienen la capacidad o la voluntad de mejorar la vida de la gente, y otros en cambio van contra las condiciones de vida de la mayoría. Pero por respeto también a esos proyectos, que son conscientes de que las elecciones no son un objeto de consumo más, cerramos nuestras páginas a la publicidad durante las campañas. Si establecemos esa cortapisa, el mensaje llegará sin interferencias: nadie podrá acusarnos de que entrevistamos a una u otra candidatura porque han pagado para estar en nuestra página.
También tenemos normas para evitar la dependencia de la publicidad institucional, que sí aceptamos siempre que el contenido no vaya en contra de la línea editorial del medio: el total de los ingresos por publicidad no puede suponer más del 20% del total del presupuesto del proyecto.
No necesitamos más socias para ser más independientes. No concebimos hacer periodismo de otra manera. Necesitamos más suscripciones para poder llegar más lejos con nuestros contenidos
Pero de entre todos los métodos para garantizar la diferencia de El Salto, el más efectivo es nuestra dependencia de las personas socias. De sus cuotas sale el 77% del presupuesto del medio. Y no necesitamos más socias para ser más independientes. No concebimos hacer periodismo de otra manera. Necesitamos más suscripciones para poder llegar más lejos con nuestros contenidos, para poder hacer más y mejores contenidos, para poder dignificar los sueldos de la plantilla y hacer que este gran medio financiado por la gente pueda cumplir mejor su principal objetivo: ser una herramienta útil para el cambio social.
Por eso, queremos llegar a los 10.000 socios y socias, ahora que estamos tan cerca. Lucha por tus medios. ¡Suscríbete!