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Represión
La protesta contra la OTAN del domingo contará con observadores que monitorearán la actuación de las fuerzas de seguridad
Con la cercanía de la cumbre de la OTAN en Madrid, los movimientos sociales y pacifistas se van preparando para las movilizaciones que darán respuesta el próximo domingo 26 de junio a la presencia de la Alianza Atlántica en la capital, en pleno contexto belicista con la guerra de Ucrania de transfondo. En la manifestación “No a la OTAN”, que partirá a las 12 de la mañana desde Atocha, habrá observadoras y observadores que monitoreen la acción de las fuerzas de seguridad y el respeto a los derechos humanos de la ciudadanía movilizada. Estas personas voluntarias forman parte de la Red de Observación de Derechos en Contexto de Protesta en Madrid, una experiencia puesta en marcha por la Plataforma estatal Defender a quien Defiende (DqD), que articula a múltiples asociaciones y colectivos de defensa de los derechos civiles.
“Llevamos muchísimos años haciendo ya monitoreo de vulneración de derechos en contexto de protesta. Ya hacemos ese trabajo a través de una herramienta que se llama red Malla (Red de Soporte de ante la Represión de la Protesta)”, explica Serlinda Vigara, de Novact, una de las organizaciones que forma parte de DqD, plataforma que ofrece asistencia legal o psicosocial a quienes denuncian vulneraciones de derechos. Con la información recopilada en la red Malla, las organizaciones vienen documentando la situación en monitoreos anuales. Con la creación del Observatorio, explica Vigara, que implicará la presencia de observadores y observadoras en terreno, se da un paso más en la defensa de quienes ejercen su derecho fundamental a manifestarse.
“El dispositivo de observación de derechos humanos en contexto de protesta contará con una decena de personas, visiblemente identificadas con chalecos verdes, que se distribuirán en diferentes puntos del recorrido de la manifestación entre Atocha y Plaza España”
“El dispositivo de observación de derechos humanos en contexto de protesta contará con una decena de personas, visiblemente identificadas con chalecos verdes, que se distribuirán en diferentes puntos del recorrido de la manifestación entre Atocha y Plaza España”, ha anunciado DqD en nota de prensa, respecto a su actuación del domingo. Quienes desempañarán esta función de observación son personas indpendientes que han pasado por una formación previa con la plataforma. Se trata de una capacitación en cuestiones jurídicas, para entrenar la mirada en cuáles son las diversas formas en las que se pueden dar estas vulneraciones, que van más allá del uso excesivo de la fuerza por parte de la policía, y pueden incluir identificaciones aleatorias o por perfil racial, cacheos, o mal uso del material antidisturbios, explica Vigara. “Por ejemplo, las balas de goma solo pueden dispararse contra el suelo, en definitiva se trata de que las fuerzas de seguridad respeten sus propios protocolos”.
Desde la plataforma recuerdan que el rol de observadoras y observadores, no es una innovación, y que su iniciativa bebe de la práctica de este tipo acción en América Latina por parte de organizaciones hermanas. “El hecho de que haya personas observadoras sirve para atemperar la actuación de las fuerzas de seguridad”, explica la portavoz de la Red, remarcando la capacidad de disuasión de la represión de esta iniciativa, uno de sus objetivos principales.
Más allá de la presencia en el lugar, el proceso cuenta con un pre y post, la primera parte es comunicar a la Delegación del Gobierno que va a haber personas observadoras presentes durante las protestas, algo que la Plataforma ya ha hecho, sin obtener por ahora respuesta. Después de las movilizaciones las y los observadores podrán compartir la información que recaben durante las protestas, para así elaborar un informe que sirva a las organizaciones para sus acciones de denuncia de vulneraciones y de acompañamiento a las personas defensoras.
“Hemos estado viendo que por parte de medios de comunicación y por parte también de portavoces policiales, de fuentes oficiales, se ha explicitado una criminalización de la protesta del domingo”. Una criminilización de “algo que ni siquiera ha sucedido todavía”
¿Por qué empezar precisamente en las marchas de este domingo?, ¿prevé la Plataforma que este sea un acontecimimiento de protesta particularmente tenso? Vigara plantea que no habría ninguna razón para pensar que una protesta democrática y pacífica como la propuesta por los movimientos por la paz el próximo domingo pueda devenir en un evento de tensión o disturbios. Sin embargo, “lo que hemos estado viendo es que por parte de medios de comunicación y por parte también de portavoces policiales, de fuentes oficiales, sí que han publicado y han explicitado una criminalización de esa protesta”. Una criminilización de “algo que ni siquiera ha sucedido todavía”, que les invita a estar particularmente atentas a lo que pueda suceder en materia de vulneración de derechos.
La del domingo será la primera experiencia de un Red de Observación que está pensada para el largo plazo, y que, considera Vigara, muy probablemente continuará con su acción en desahucios, pues es en en la lucha contra los lanzamientos donde la plataforma ha registrado el mayor número de vulneraciones de derechos en contexto de protesta en Madrid. “El movimiento de derecho a la vivienda y el movimiento ecologista son dos de los movimientos que en los últimos años no solo se han criminalizado, sino que también se han reprimido”, explica la integrante de Novact, recalcando que, además del esceso en el uso de la fuerza, multas e identificaciones también son una parte fundamental de la represión.
“Los espacios de protesta son fundamentales en un Estado de derecho, ya que permiten que la ciudadanía pueda participar en los procesos políticos y sociales a través de la organización de base y la expresión colectiva”, ha defendido esta iniciativa la Red en su nota de prensa, apostando por la observación como herramienta para dar una mayor seguridad “a quienes ejercen su libertad de manifestación”. En el mismo documento destaca que la información que recopilen observadoras y observadores puede contribuir a “realizar cambios que garanticen el ejercicio de derechos para el conjunto de la población”. Cambios necesarios en un contexto de criminalización de la protesta amparado por un marco legislativo que en los últimos años se ha desplazado en dirección contraria al garantismo, poniendo como ejemplo la aún vigente Ley de Seguridad Ciudadana, o los estados de alarma decretados en el contexto pandémico.