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Personas refugiadas
El derecho a no emigrar
Todas las víctimas tienen en común el motivo de su viaje migratorio. ¿A qué, a quién, a quiénes se debe la existencia de esas condiciones de vida insoportables que rompen su derecho a no emigrar?
20 de Junio. Día de las Personas Refugiadas. Son muchos los millones de personas que, violado su derecho a no emigrar, se han visto obligadas a dejar su casa y su pueblo para buscar un refugio a su vida. Vidas rotas, familias rotas y personas rechazadas. Personas obligadas a emigrar, personas condenadas a no migrar ni a inmigrar. Buscando salvar su vida son muchas las personas que la pierden en el camino. También hay solidaridad, personas que tienden la mano al que se hunde con su vida y le permite reflotar y seguir. Seguir hasta encontrar políticos que ejercen su poder prefiriendo muerta a la persona que busca refugio para su vida.
Cerca está la presencia del Aquarius, con 629 personas rescatadas de una muerte segura, hacinadas y en condiciones inhumanas. Necesitan un puerto para continuar en vida. Los políticos europeos escuchan el SOS y queriendo no escuchar colocan el pulgar hacia abajo. Ni leyes, ni sentimientos humanos: crisis humanitaria. Menos mal que el Gobierno español salvó la dignidad de la política.
Más cerca en el tiempo está la llegada, en patera, a las costas de Andalucía de más de 1.000 personas. Algunas no pudieron llegar, su ruta vital se disolvió en las aguas del Estrecho. Varias muertas y 43 desaparecidas. ¡Una tragedia! Sin embargo los medios de información han pasado como de puntillas, dando información,pero con sordina, como para no herir sensibilidades.
La recepción en las costas andaluzas no tuvo nada que ver con la del Aquarius en Valencia. Sin embargo, todas las víctimas tenían y tienen en común el motivo de su viaje migratorio. Venían buscando refugio a sus vidas, venían impulsadas, no por ningún efecto llamada, sino por el efecto huida o, como dice el Defensor del Pueblo español, “que no existe un efecto llamada, existe un efecto de expulsión de unos países en los que existen unas condiciones de vida insoportables”.
Lo que no nos dice el Defensor del Pueblo y es cuestión obligada: ¿a qué, a quién, a quiénes se debe la existencia de esas condiciones de vida insoportables que rompen su derecho a no emigrar? Es obligado, en justicia, acudir a las causas y causantes de la violación de los derechos humanos previa al inicio del curso migratorio. Ciertamente, el poder de los mayores responsables sobrevuela las incapacidades de los Estados pero, también es cierto que, sin la connivencia servil de estos, la crisis humanitaria en que nos encontramos no sería tan profunda.
Las responsabilidades de los Estados, derivadas de sus políticas migratorias, no se quedan en las fronteras, llegan hasta allá, donde la emigración es forzada. Por supuesto, las políticas europeas de fronteras calculadas y su crueldad no importan. Los políticos europeos saben, como se ha insistido machaconamente, que las muertes en el mar y en el desierto cesarían si se establecieran vías de tránsito seguras. No les importa que su política sea política de muerte, está dictada en función de intereses superiores y hay que obedecer. La política de fronteras no solo propicia la violación de derechos, utiliza las fronteras como instrumento de violación de los derechos humanos.
Día 20 de Junio, día para considerar la situación de las personas que buscan refugio donde salvar su vida, de reflexionar sobre sus derechos, de juzgar a los que, negando derechos, niegan hasta el derecho a la vida de las personas migrantes. A tal efecto, la Delegación en Sevilla de la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía anima a toda la ciudadanía a la participación en la Concentración convocada por la Plataforma 'Somos Migrantes', de la que la APDHA forma parte.