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Podemos
Asamblea de Madrid, ensayo fallido de una moción de censura
La moción de censura de Podemos en la Asamblea de Madrid siguió el guión previsto al contar solo con el apoyo del partido impulsor: sus 27 diputados votaron a favor; los del PP y Ciudadanos en contra, 64; y los 37 de PSOE se abstuvieron.
"No hemos venido a esta Cámara a que nos salgan los números", advertía Ramón Espinar, secretario general de Podemos en la Comunidad de Madrid, sobre el futuro de la moción de censura al inaugurar el debate que se celebró el jueves en la Asamblea de Madrid. "Presentarla es un imperativo ético", añadió al iniciar las intervenciones que se extendieron durante once horas.
El mismo argumento utilizó Pablo Iglesias para justificar, en una reciente entrevista concedida a El Salto, la moción que su grupo ha presentado en el Congreso, contra el Gobierno de Mariano Rajoy. "La moción es un imperativo ético en un momento de excepcionalidad ante una corrupción que amenaza con gangrenar el Estado. Nuestra obligación es mostrar que existe una alternativa al Partido Popular y a los partidos que lo sostienen", aseguró.
La comunidad autónoma en la que se ha localizado el núcleo principal de las últimas operaciones judiciales contra la corrupción política, Púnica y Lezo, albergó el primer asalto de una estrategia que Podemos replicará a nivel nacional, en esta ocasión liderada por Irene Montero el próximo martes.
En la Asamblea madrileña, la moción siguió el guión previsto al contar solo con el apoyo del partido impulsor, los 27 diputados de Podemos votaron a favor; los del PP y Ciudadanos en contra, 64; y los 37 de PSOE se abstuvieron. Por lo tanto, objetivo fallido, el partido liderado por Espinar no consiguió "echar" al Gobierno del Partido Popular.
"La virulencia con la que han reaccionado las fuerzas de la restauración a nuestra propuesta revela que les preocupa que la moción pueda mostrar que, aunque mantengan mayoría en el parlamento, la están perdiendo en la sociedad", apuntaba Iglesias en la entrevista con esta redacción. En el primer round de la moción, el celebrado en la Comunidad de Madrid, la agresividad y los descalificativos estuvieron muy presentes.
A pesar de que el reglamento de la Asamblea recoge que esta moción es un intrumento para "exigir la responsabilidad política del presidente de la Comunidad de Madrid o del Consejo de Gobierno", desde la bancada popular rechazaron en reiteradas ocasiones centrarse en la defensa de su gestión en la región y optaron por trasladarse a Venezuela, aludir al "destierro" de Íñigo Errejón y José Manuel López, asegurar que este partido "denigra a los medios" o preguntar a Juan Carlos Monedero, sentado en la tribuna de invitados, por la moneda bolivariana.
Desde la bancada popular rechazaron en reiteradas ocasiones centrarse en la defensa de su gestión en la región y optaron por trasladarse a Venezuela
Así lo hizo Ángel Garrido, consejero de Presidencia de la Comunidad y mano derecha de Cifuentes, ya que la presidenta, aunque era la protagonista de la moción, no tomó la palabra en ningún momento en sede parlamentaria, sí lo hizo en redes sociales y ante los medios de comunicación. Garrido ya realizó una declaración de intenciones en su primer discurso al asegurar que el debate "no era una moción de censura", sino "un espectáculo de feria más al que nos tiene acostumbrado Podemos", indicó.
Y Enrique Ossorio puso punto y final a las reiteradas intervenciones de miembros del Gobierno y diputados del PP, asegurando que a partir de entonces se iba a referir a Podemos como el "partido pederasta".
En Podemos tuvieron muy presente, al tomar la palabra, la corrupción investigada en los casos Púnica, Gürtel y Lezo. Sus representantes, en varias ocariones, hicieron un balance que excedía la gestión actual, censuraron las decisiones de los gobiernos anteriores y la función política desempeñada por la presidenta de la Comunidad en Madrid en las más de dos décadas que lleva en la Asamblea. El diputado Jacinto Morano desplegó varios metros de papel continuo con los nombres de más de 800 cargos imputados del PP.
Desde el comienzo, el consejero de Presidencia decidió olvidarse de la retórica política y apostar por un argumentario "machista", así lo denunciaron algunas diputadas de Podemos, para replicar a la moción. Así, señaló que Lorena Ruiz-Huerta, candidata a presidenta en este debate, estaba utilizando esta jornada como una fiesta de "puesta de largo", "un evento muy especial para las mujeres" – continuó – que se celebra cuando tienen 18 años, aunque la portavoz de Podemos en la Asamblea "sobrepasa de largo" esa edad.
Esta justificación se centró en defender que el grupo morado estaba utilizando la Cámara para "dar a conocer a sus desconocidos líderes". "Lo han concebido como una fiesta de presentación en sociedad de la señora Ruiz-Huerta García de Viedma, que ha invitado a sus amigos", advirtió.
"La intención de Garrido fue salir a atacar a una mujer porque en el Partido Popular son tremendamente machistas. Si hubiese sido un hombre (el propuesto como presidente en la moción), no hubiesen llevado a cabo esas descalificaciones", asegura a El Salto Isabel Serra, diputada de Podemos. En las palabras de Garrido también aludió a la "juventud" de Irene Montero, que también estaba en la tribuna de invitados.
Sobre alguna de estas intervenciones también se ha pronunciado este viernes Ángel Gabilondo, asegurando que le producen "bochorno". El portavoz del PSOE ha pedido a los diputados "más altura en las intervenciones y las formas". "Hay una parte de espectáculo que es lamentable. Estamos aquí para hacer leyes que son educativas, son modelos sociales. El comportamiento debe ser ejemplar", ha apuntado. Por su parte, Espinar aseguró esta mañana en TVE que el Partido Popular "montó el numerito" y "perdió los papeles".
Una vez reposadas las declaraciones del jueves, Fran Casamayor, Secretario de Organización de Podemos en la Comunidad de Madrid, asegura en una tribuna abierta publicada por eldiario.es que esta moción ha "sembrado las semillas para un futuro alternativo". "Esta moción es una moción de futuro, un punto de no retorno", apunta. "Es una estrategia de futuro, porque no se gana de un día para otro. Creíamos que era necesaria dar una respuesta inmediata", añade Serra.
"Es una estrategia de futuro, porque no se gana de un día para otro", dice la diputada de Podemos Isabel Serra
Volviendo al debate, Espinar recordó que Cifuentes votó "a favor de todo lo que ha pasado en esta Cámara". Por su parte, Ruiz-Huerta, en su discurso en defensa de esta moción, apuntaba que en el PP "el problema de la corrupción es estructural, sistémico e institucional". Asimismo reseñaba que no se puede combatir "con una solucion como la que propone el PP en la Comunidad de Madrid: el recambio de caras".
En su primera intervencion, Ruiz-Huerta expuso el programa de Gobierno propuesto por Podemos. En él recogía medidas contra la corrupción como una agencia antifraude o una ley que proteja a los denunciantes. Pero, sobre todo, en su primera hora y media de intervención, destacó que la gestión de la Comunidad de Madrid es "un modelo insostenible". "El modelo de crecimiento de la Comunidad de Madrid es una versión menor del modelo de burbuja especulativa de los años 1995 al 2007", afirmó.
Según la portavoz de Podemos en la Asamblea, el futuro de la región debería pasar por una reforma que "huya del 'dumping' fiscal", apostar por "favorecer la producción de energía renovable" y un modelo social centrado en la inversión pública. "Nuestra región destina un exiguo 3,8% del PIB (a sanidad), frente a la media autonómica del 5,5 %, lo que nos coloca en el puesto número 15 del ranking de comunidades autónomas", incidía.
Ruiz-Huerta enumeró medidas para mejorar las residencias de ancianos y la ayuda a la dependencia, para combatir la pobreza energética, para luchar contra la contaminación e luchar contra la violencia de género. "En violencia machista, recuperaremos el presupuestario anterior a la crisis, y haremos una evaluación real de los servicios y recursos autonómicos en materia de violencia machista para valorar los resultados obtenidos", recogía la portavoz de Podemos en su programa.
Frente a estas intervenciones, Ciudadanos y PSOE mantuvieron el mismo papel que presumiblemente tendrán el martes. En el caso del partido naranja, actuaron como meros observadores. En la Asamblea regional aseguraron que el "debate era estéril", así como una "pérdida de tiempo". "Los madrileños nos pagan para trabajar no para repartirnos las sillas", explicaba su portavoz, Ignacio Aguado.
Por su parte, el PSOE justificó su abstención asegurando que Podemos se precipitó al presentar la moción. "No hemos recibido el programa al que aluden", apuntaba Jose Manuel Franco, portavoz socialista, que a su vez pedía a Podemos que no les "marquen el camino" de sus decisiones políticas, tras las críticas de Ruiz-Huerta por "decepcionar a los ciudadanos de izquierdas" con su postura. "Quien más ha decepcionado a los españoles de izquierdas ha sido su partido al negarse a apoyar al PSOE y provocar el Gobierno de Rajoy", reseñaba Franco.
"La posición del PSOE ha sido estar desaparecido en combate y no dar la respuesta que se merece la corrupción del PP", indica Serra a esta redacción. Asegura, asimismo, que la moción madrileña, a pesar de no haber salido adelante, no es una estrategia fallida. "La volveríamos a repetir e intentar que PSOE y Ciudadanos apoyen", finaliza.