Palestina
Fiesta del sionismo en una cancha de baloncesto

Un equipo gallego contra otro entrenado por soldados israelíes. La prohibición de cualquier símbolo palestino silenció a la afición lucense y dio una noche plácida a los sionistas, hasta que apareció Yasmín.
Bandeira palestina durante o Breogán - Hapoel Holon
Bandera palestina durante el Breogán - Hapoel Holon Pablo Santiago
Pablo Santiago
23 nov 2023 11:55

Las bufandas del Breogán se mezclaban con kufiyas. No era un partido de baloncesto más. Había llegado a Lugo el Hapoel Holon, un equipo orgullosamente sionista. Muchas lucenses quisieron recibirlo, con mucha más fuerza todavía, tras el anuncio de la prohibición de cualquier simbología referente al genocidio en Gaza.

Horas antes del partido, unas cien vecinas caminaron hacia el Palacio convocadas por la plataforma Lugo Por Palestina. Acompañadas de unos veinte policías, entraron en la universidad e invitaron a las estudiantes a la acción. Ninguna aceptó. Sí participó Emeterio, profesor jubilado que cree que “el Breogán tenía que haber suspendido el partido”. También Ali, palestino de Lugo, que criticó la “injusticia” de la prohibición de las banderas: “Los israelíes hacen lo que quieren, nosotros importamos poco”.

Protestas lugo palestina
Concentración de Lugo Por Palestina a la entrada del Palacio de los Deportes de Lugo. . Pablo Santiago

Yasmín, también originaria de Cisjordania, llegó más tarde, sin hacer ruido, con toda la dignidad y el dolor que tenía escondidos en uno de sus zapatos. “Tengo que protestar de alguna forma. No sé cómo hacerlo, pero quiero tener presentes a los niños y niñas asesinados en Gaza”. Pero eso no llegaría hasta el tercer cuarto.

***

En Letonia, donde se jugó el partido de ida, no hicieron falta zapatos y no se requisó bandera ninguna. Toda Europa vio, en cada jugada, una gran bandera israelí en el pabellón y docenas de fotos de los secuestrados por Hamas. No jugaron en Holon, por seguridad, ni en Grecia por la negativa de los aficionados locales. Lugo era la primera visita de los sionistas a territorio desconocido.

Pero no pasó nada. En la previa, solo unos pocos silbidos. La peña Embreogados no se presentó, en protesta al “ataque inadmisible” contra la libertad de expresión que supuso el comunicado de su club, “tanta para los hinchas como para toda la sociedad lucense”. Más allá de eso, la prohibición funcionó y el partido no era nada más que eso. Un partido.

***

Primer cuarto. Balón al aire. Una grada vacía, primeras canastas y correcciones de los técnicos. El del Hapoel, Amit Sherf, no es un entrenador más. Fue soldado en la brigada de las IDF del sur de Israel y trabajó diez años en la frontera con Gaza. El bueno de Amit, ese que sonríe desde el banquillo, participó en 2014 la operación Margen Protector en Gaza, según esta entrevista en Walla. Entonces fueron asesinadas más de 500 niños y niñas y Amnistía Internacional y Human Rights Watch denunciaron crímenes de guerra. Nada pasó. Tiempo muerto en la pista. 17-14 en el marcador.

En octubre de 2023, Amit, el bueno de Amit, fue reclutado por el ejercito. Cada día a las ocho de la tarde hasta que el equipo dejó Israel, trabajaba en la sala de vigilancia de su ciudad, como explica en la entrevista: “Mi rol es ser enlace entre el municipio y el mando militar. Puede pasar cuando hay alarmas o, dios no lo quiera, cuando caen cohetes”. El baloncesto le resulta útil “para escapar de los pensamientos durante una hora y media”. Es “terapia”, dice. Después de los partidos, recuerda a todos los soldados que participan del genocidio en Gaza, especialmente a los de su cuerpo técnico: “Echamos de menos a nuestros compañeros Osher Michaeli e Ido Levitt, que están en las reservas de las IDF”. El medio especializado Safsal explica que Michaeli y Levitt están “sirviendo como combatientes de reserva en el sector sur”, y enumeran más de veinte jugadores y técnicos israelís reclutados por las IDF, mencionando, claro, al bueno de Amit.

***

Segundo Cuarto. 22-17. El partido es bastante malo y hay poca gente en el Palacio. Sin duda, mucha menos que las niñas y niños asesinados en Gaza, como recuerdan desde Lugo Por Palestina: “Serían menos incluso con el pabellón lleno”. En aquel momento, 5.310. 5.310 niños y niñas asesinados que no fueron motivos suficiente para ser recordadas. Hasta el tercer cuarto.

***

Descanso. Los jugadores van hacia el túnel y la afición silba tímidamente. No queda claro si los silbidos son para los sionistas o para los árbitros por una falta no pitada. Música a todo volumen. Maximus, la mascota del Breogán, baila. El bueno de Amit entra en el vestuario. Cabeza alta, cuerpo erguido, odio dentro.

***

Con el marcador 47-33, restando 7 minutos y 27 segundos del tercer cuarto, acabó el partido. Yasmín —originaria de Yenin— se colocó estratégicamente y sacó la bandera de su zapato. La desdobló y la estiró con toda la tranquilidad del mundo. No contaba con que las personas a su alrededor, sus propias vecinas, fueran a reaccionar así.

— ¿Qué haces? ¡Nos van a cerrar el pabellón!
— ¡Gilipollas! ¡Inculta! ¡Que nos van a sancionar!
— Tranquilos, me sancionarán a mí. A vosotros no respondió Yasmín.

Otras directamente señalaron: “¡Policía, policía! ¡Tiene una bandera!”. Cuenta Yasmín que varias de las personas que la insultaron la conocen y saben de su origen palestino: “Podrían tener algo de humanidad, pero no. Me insultaron y el pabellón me empezó a silbar, a excepción de un pequeño grupo de personas que aplaudieron“. Yasmín, ya con más calma, reflexiona: “Nos pueden con el miedo. Nos importa más una sanción al Breogán que lo que está pasando en Gaza. Cada vez que pienso que a un niño le puedo caer su propio edificio encima, o que maten a tus padres... ¿Nos da igual? ¿Nos importa más una sanción económica al Breogán? ¿En serio?”. Otros, como el colectivo Lugo Por Palestina, señalaron directamente al club, gritando “El Breo tolera crímenes de guerra”.

Para Félix, abonado del Breo, es normal que la gente se manifieste “por la salvajada que está haciendo Israel”, pero no quiso meter ningún símbolo en el partido: “La ley hay que cumplirla, no como hacen ellos”, en referencia el Estado israelí. Begoña coincide: “Estoy a favor de Palestina, pero hay que jugar porque nosotros pagamos un abono, y no protestar, por si sancionan al Breo”. Otros dos señores creen que las protestas “están fuera de lugar” porque “los jugadores no son ni judíos ni palestinos, son americanos el 80%”. Al desmentirle este dato y mencionarle que en el cuerpo técnico del Hapoel hay soldados, responden al unísono en un tono poco convincente: “Bueno... ¿y qué?”

***

Emeterio, Ali, Yasmín y varias aficionadas creen que el partido no se debería haber jugado y que los israelíes tendrían que ser expulsados de la Basketaball Champions League, organizada por la FIBA. Ander, aficionado vasco, estaba en Bilbao en 2022 cuando más de mil aficionados del Hapoel fueron a apoyar a su equipo: “En un bar tenían una bandera palestina colgada y se pusieron violentos, atacaron a la gente que estaba allí y quemaron banderas palestinas de una manifestación que había convocada”. Ander critica la impunidad hacia el club sionista: “Merecían una sanción de la FIBA. Sin duda, es la afición que más la lió aquí”. Menciona también otros equipos con peor fama que visitaron Bilbao, como el CSKA de Moscú, que ya no es un problema porque todos los equipos rusos fueron expulsados de la Euroliga y de las competiciones de la FIBA tras la invasión rusa en Ucrania. Porque los rusos son rusos y los israelíes deben ser tan buenos como el bueno de Amit.

***

Termina la noche con sensaciones encontradas. Lo que podía haber sido una denuncia del genocidio en Gaza se convirtió en un evento de normalización del Estado de Israel, en una fiesta del sionismo en Lugo tan solo arruinada por parte de sus vecinas y, sobre todo, por la dignidad en el zapato de Yasmín: “Tenía que entrar ahí, y no me arrepiento. Por los niños y niñas de Gaza”.

Palestina
Crónica da festa do sionismo en Lugo

Xogaba o Breogán contra un equipo adestrado por soldados israelís. A prohibición de calquera símbolo palestino silenciou a afección lucense e deu unha noite plácida aos sionistas, ata que apareceu Yasmín.
Bandeira palestina durante o Breogán - Hapoel Holon
Bandeira palestina durante o Breogán - Hapoel Holon Pablo Santiago
Pablo Santiago
23 nov 2023 06:00

As bufandas do Breogán mesturábanse con kufiyas. Non era un partido de baloncesto máis. Chegara a Lugo o Hapoel Holon, un equipo orgullosamente sionista. Moitas lucenses quixeron recibilo, con moita máis forza aínda, tralo anuncio da prohibición de calquera simboloxía referente ao xenocidio en Gaza.

Horas antes do partido, un cento de veciñas camiñaron cara ao Pazo convocadas pola plataforma Lugo Por Palestina. Acompañadas duns vinte policías, entraron na universidade e convidaron ás estudantes á acción. Ningunha aceptou. Si participou Emeterio, profesor xubilado que cre que “o Breogán tiña que ter suspendido o partido”. Tamén Ali, palestino de Lugo, que criticou a “inxustiza” da prohibición das bandeiras: “Os israelís fan o que queren; nós importamos pouco.”

Protestas lugo palestina
Concentración de Lugo Por Palestina á entrada do Pazo dos Deportes de Lugo. Pablo Santiago

Yasmín, tamén orixinaria de Cisxordania, chegou máis tarde, sen facer ruído, con toda a dignidade e a dor que tiña agochada nun dos seus zapatos. “Teño que protestar dalgunha forma. Non sei como facelo, pero quero ter presentes aos nenos e nenas asasinadas en Gaza.” Pero iso non chegaría ata o terceiro cuarto.

***

En Letonia, onde se xogou o partido de ida, non fixeron falta zapatos e non se requisou bandeira ningunha. Toda Europa viu, en cada xogada, unha gran bandeira israelí no pavillón e ducias de fotos dos secuestrados por Hamas. Non xogaron en Holon, por seguridade, nin en Grecia pola negativa dos afeccionados locais. Lugo era a primeira visita dos sionistas a territorio descoñecido.

Pero non pasou nada. Na previa, só uns poucos asubíos. A peña Embreogados non se presentou, en protesta ao “ataque inadmisible” contra a liberdade de expresión que supuxo o comunicado do seu club, “tanto para os seareiros como para toda a sociedade lucense”. Máis alá diso, a prohibición funcionou e o partido non era nada máis que iso. Un partido.

***

Primeiro cuarto. Balón ao aire. Unha grada baleira, primeiras canastras e correccións dos técnicos. O do Hapoel, Amit Sherf, non é un adestrador máis. Foi soldado na brigada das IDF do sur de Israel e traballou dez anos na fronteira con Gaza. O bo de Amit, ese que sorrí desde o banco, participou en 2014 na operación Marxe Protectora en Gaza, segundo esta entrevista en Walla. Daquela foran asasinadas máis de 500 crianzas e Amnistía Internacional e Humans Rights Watch denunciaron crimes de guerra. Nada pasou. Tempo morto na pista. 17-14 no marcador.

En outubro de 2023, Amit, o bo de Amit, foi recrutado polo exército. Cada día ás oito da tarde ata que o equipo deixou Israel, traballaba na sala de vixiancia da súa vila, como explica na entrevista: “O meu rol é ser enlace entre o municipio e o mando militar. Pode pasar cando hai alarmas ou, deus non o queira, cando caen foguetes”. O baloncesto resúltalle útil “para escapar dos pensamentos durante unha hora e media.” É “terapia”, di. Despois dos partidos, lembra a todos os soldados que participan do xenocidio en Gaza, especialmente aos do seu corpo técnico: “Botamos de menos aos nosos compañeiros Osher Michaeli e Ido Levitt, que están nas reservas do IDF”. O medio especializado Safsal explica que Michaeli e Levitt están “servindo como combatentes de reserva no sector sur”, e enumeran máis de vinte xogadores e técnicos israelís recrutados polas IDF, mencionando, claro, ao bo de Amit.

***

Segundo Cuarto. 22-17. O partido é bastante malo e hai pouca xente no Pazo. Desde logo, moitas menos das crianzas asasinadas en Gaza, como lembraban desde Lugo Por Palestina: “Serían menos mesmo co pavillón cheo.” Naquel momento, 5310. 5310 nenos e nenas asasinadas que non foron motivo suficiente para ser lembradas. Ata o terceiro cuarto.

***

Descanso. Os xogadores van cara ao túnel e a afección asubía timidamente. Non queda claro se os asubíos son para os sionistas ou para os árbitros por unha falta non pitada. Música a todo volume. Maximus baila. O bo de Amit entra no vestiario. Cabeza alta, corpo erguido, odio dentro.

***

Co marcador 47-33, restando 7 minutos e 27 segundos do terceiro cuarto, rematou o partido. Yasmín —orixinaria de Yenin— colocouse estratexicamente e sacou a bandeira prohibida do seu zapato. Desdobrouna e estirouna con toda a tranquilidade do mundo. Non contaba con que as persoas ao seu redor, as súas propias veciñas, foran reaccionar así.

— Que fas? Vannos pechar o pavillón!
— ¡Gilipollas! ¡Inculta! ¡Que nos van a sancionar!
— Tranquilos, sancionaranme a min. A vós non respondeu Yasmín.

Outras directamente sinalaron: “¡Policía, policía! ¡Tiene una bandera!” Cóntanos Yasmín que varias das persoas que a insultaron coñécena e saben da súa orixe palestina: “Poderían ter algo de humanidade, pero non. Insultáronme e o pavillón comezou a asubiarme, agás un pequeno grupo de persoas que aplaudiron”. Yasmín, xa con máis calma, reflexiona: “Pódennos co medo. Impórtanos máis unha sanción ao Breogán que o que está pasando en Gaza. Cada vez que penso que a un neno lle pode caer o seu propio edificio enriba, ou que maten os teus pais... Danos igual? Impórtanos máis unha sanción económica ao Breogán? En serio?”. Outros, como o colectivo Lugo por Palestina, sinalaron directamente ao club, berrando “o Breo tolera crimes de guerra”.

Para Félix, abonado do Breo, é normal que a xente se manifeste “pola salvaxada que está facendo Israel” pero non quixo meter ningún símbolo no partido: “A lei hai que cumprila, non como fan eles”, en referencia ao estado israelí. Begoña concorda: “Estou a favor de Palestina, pero hai que xogar porque nós pagamos un abono, e non protestar, por se sancionan ao Breo”. Outros dous señores cren que as protestas “están fóra de lugar” porque “os xogadores non son nin xudeus nin palestinos, son americanos o 80%”. Ao desmentirlle o dato e mencionarlle que no corpo técnico do Hapoel hai soldados, responden ao unísono nun ton pouco convincente: “Bueno... ¿y qué?”

***

Emeterio, Ali, Yasmín e varias afeccionadas cren que o partido non se tiña que ter xogado e que os israelís terían que ser expulsados da Basketball Champions League, organizada pola FIBA. Ander, afeccionado vasco, estaba en Bilbao en 2022 cando máis de mil afeccionados do Hapoel foron apoiar ao seu equipo: “Nun bar tiñan unha bandeira palestina pendurada e puxéronse violentos, atacaron a xente que estaba alí e queimaron bandeiras palestinas dunha manifestación que había convocada.” Ander critica a impunidade cara ao club sionista: “Merecían unha sanción da FIBA. Sen dúbida é a afección que máis a liou aquí.” Menciona tamén outros equipos con peor fama que visitaron Bilbao, como o CSKA de Moscú, que xa non é un problema porque todos os equipos rusos foron expulsados da Euroliga e das competicións da FIBA trala invasión rusa en Ucraína. Porque os rusos son rusos e os israelís deben ser tan bos coma o bo de Amit.

***

Remata a noite con sensacións encontradas. O que podía ser unha denuncia do xenocidio en Gaza tornouse nun evento de normalización do estado de Israel, nunha festa do sionismo en Lugo tan só arruinada por parte da súa veciñanza e, sobre todo, pola dignidade no zapato de Yasmín: “Eu tiña que entrar aí, e non me arrepinto. Polos nenos de Gaza”.

1- protestas palestina Lugo
Ampliar
Lugo Por Palestina convocou unha manifestación nas horas previas do partido.
Lugo Por Palestina convocou unha manifestación nas horas previas do partido.
2 - protestas palestina lugo
Ampliar
A Policía entrou na universidade e identificou a varias das manifestantes.
A Policía entrou na universidade e identificou a varias das manifestantes.
3 - protestas palestina lugo
Ampliar
A mascota do Breogán baila, co adestrador israelí no banco.
A mascota do Breogán baila, co adestrador israelí no banco.
Amit Sherf nunha imaxe do medio israelí Walla.
Archivado en: Sionismo Palestina
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Palestina
Palestina Israel prohíbe regresar a los 40.000 palestinos desplazados en el norte de Cisjordania
El ejército de Israel desplaza a miles de sus casas en campos de refugiados en diferentes ciudades de Cisjordania ocupada. Mientras, Israel presiona para no llegar a una segunda fase de alto el fuego.
Música
Música Cómo resistir a la ocupación de Palestina gracias a la música vintage
El artista Mo’min Swaitat ha creado el Archivo de Sonido Palestino, una colección de más de 7.000 casetes, vinilos y CD de música palestina con el fin de preservar la cultura e historia de su país y evitar que la ocupación borre su legado musical.
Cine
Kamal Aljafari “Palestina está en la raíz de la situación actual del mundo”
Kamal Aljafari lleva toda su carrera trabajando con materiales de archivo, indagando en las imágenes e interviniendo en ellas para preservar memorias en desaparición y para oponerse al proyecto colonial sionista y su falseamiento del pasado.
Fernando Xabier
25/11/2023 11:56

Como galego vergonha imensa pola atitude do Clube mas mais ainda pola gentalha insolidaria e mansa que aceita ser pisada para nom incomodar os amos.
Som os mesmos que vam votar nos que mandam para ver se ganham o seu favor. Nojentos!

0
0
Acaido
23/11/2023 22:42

Y seguro que este año el festival de Eurovisión lo gana Israel, el pais con derecho a colonizar nuevos territorios ( No, aunque lo parezca no estamos en Sudáfrica, ni estamos en el siglo XIX )

0
0
Asanuma
23/11/2023 15:06

Excelente crónica de la sociedad a través del deporte. Es increíble la normalización de los genocidios y las guerras,

1
0
Hodei Alcantara
Hodei Alcantara
23/11/2023 13:07

Personas como Yasmín son el mayor símbolo de una humanidad de la que nuestros gobiernos y empresas carecen, al financiar y legitimar a Israel con sus negocios y actividades ilegales.
El hecho de vender armas al sionismo mientras criminalizados al pueblo ocupado y expulsado palestino, es una vergüenza para toda Europa!

2
0
Estados Unidos
Genocidio Trump aprueba un paquete de armas de 3.000 millones de dólares para Israel
El presidente estadounidense ha alegado una “emergencia” para eludir al Congreso y aprobar un envío de armas que no llegará a Israel hasta 2026.
Guerra en Ucrania
Guerra en Ucrania Las izquierdas rusa y ucraniana, ante un posible acuerdo de alto el fuego en Ucrania
Una de las principales demandas de la izquierda rusa es la liberación de los presos políticos. La ONU ha alertado de que la aplicación por parte de Ucrania del tipo de “colaboracionismo” está siendo excesivamente amplia.
Migración
México México, la última frontera
En la frontera sur, la presencia de migrantes está aumentando, entre otras razones, debido a la política del gobierno mexicano de devolver a los migrantes sin documentación desde el norte del país hacia el sur.
Feminismos
June Fernández “Estoy abierta a reconocer modelos en los que haya personas cuyo rol sea gestar”
La periodista June Fernández publica ‘Sueños y vasijas’, un volumen sobre la gestación subrogada que no quiere sacar a nadie de su posición, pero sí sumar elementos para analizarla con perspectiva feminista.

Últimas

Gobierno de coalición
Gobierno de coalición El PSOE da muestras de cansancio con Yolanda Díaz
Tanto en Moncloa como en Ferraz la opinión sobre la gestión política de la vicepresidenta está en mínimos. Sin criticar su labor en Trabajo, la tropa de Sánchez ya anhela un socio que impulse la unidad a su izquierda con la mira puesta en el 2027.
Guerra en Ucrania
Guerra en Ucrania Trump y JD Vance matonean en un show televisivo a Zelensky, que se va de vacío de la Casa Blanca
El presidente de Ucrania abandonó Washington DC sin firmar el pacto por el que se comprometía a vender los recursos minerales del país a cambio de garantías de seguridad.
La vida y ya
La vida y ya Habla más alto
La emoción no es solo por la noticia, es porque esta nieta que restituyó su identidad es la hermana de un amigo suyo de la infancia.
Más noticias
Que no te lo cuenten
El Salto Radio De las versiones de Mazón y el desalojo de trabajadores del campo
VV.AA.
El president de la Generalitat Valenciana ha cambiado de versión en varias ocasiones sobre cuándo llegó al CECOPI el día de la tragedia de la DANA
Macrogranjas
Maltrato animal Una investigación revela una nueva “masacre” en una granja de pollos que salpica a Mercadona
En España, la granja investigada comercializa el producto ‘Cuartos traseros de pollo’ en la cadena de Juan Roig y está certificada con el sello catalán Welfair de bienestar animal, según denuncia el colectivo ARDE que ha realizado la investigación.
Oriente Próximo
Oriente próximo Abdullah Öcalan llama a deponer las armas para lograr la plena democracia para el pueblo kurdo
El líder del Partido de los Trabajadores de Kurdistán llama a la disolución de la organización. Ankara dice que “estudiará” la situación, que también influye sobre Siria, Irán, Iraq y la situación en los países de Oriente Próximo.

Recomendadas

Palestina
Palestina Illan Pappé: “No esperaba esta magnitud de indiferencia europea ante lo que está sucediendo en Palestina”
El historiador de origen israelí no se ha sorprendido la violencia cometida por Hamás en octubre de 2023 ni de la reacción de Israel o el apoyo a Estados Unidos, pero sí de cómo ha abordado la cuestión la sociedad europea.
Dana
El Salto Radio Relatos para no olvidar de víctimas de la dana
Este podcast recoge la parte más humana, los detalles y los nombres propios de lo que sucedió el pasado 29 de octubre, relatos para no olvidar de víctimas de la dana.
Turismo
Turismo depredador Poca agua, mucho turismo: la crisis hídrica amenaza las islas Eolias en Italia
Las islas italianas del Mediterráneo están acusando especialmente las consecuencias de la turistificación, pero también de una crisis hídrica sin precedentes provocada por el cambio climático. Es el caso de las islas Eolias, en el norte de Sicilia.
Argentina
Argentina Gauchito Gil, uno de los nuestros hace milagros
En enero, más de 620.000 personas llegaron a Mercedes, una localidad de la provincia de Corrientes, en Argentina. Caminando, de rodillas, a caballo, para agradecer y hacer promesas a un santo popular: el Gauchito Gil.