Palestina
Rafeef Ziadah: "La Palestina que conozco no negocia el tamaño de su prisión"

El sábado 14 de diciembre el Ateneo Republicano de Vallecas se llenó para escuchar a la poeta palestina Rafeef Ziadah. Rafeef utiliza la poesía como identidad y resistencia, y habla de la campaña palestina BDS (Boicot, Desinversiones y Sanciones) como una de las cosas más efectivas que se puede hacer.

Rafeef Ziadah
La poeta palestina Rafeef Ziadah

Bloguera y activista del movimiento BDS.

18 dic 2019 22:35

La noche del sábado 14 un público entusiasta y conmovido desbordó las instalaciones del Ateneo Republicano de Vallecas para escuchar a la poeta oral palestina Rafeef Ziadah, que además exhortó a cuidar estos espacios comunitarios de resistencia, tan necesarios en los tiempos que vivimos.El recital –que también se realizó en Valencia y Barcelona− incluyó algunos poemas nuevos y los de su disco We teach life (Enseñamos vida), una producción conjunta con el compositor y músico Phil Monsour, quien la acompañó con la guitarra e interpretó su tema Fantasmas de Deir Yassin.

De su poesía oral ha dicho el cineasta Ken Loach: “La poesía de Rafeef exige ser escuchada. Ella es poderosa, emocional y política. Por favor, léanla y véanla actuar. Después no podrán ser indiferentes a la causa palestina”. Ciertamente hubo muchas lágrimas en el recital de Vallecas, algunas de la misma Rafeef, quien nos advirtió que el poema sobre su abuela siempre la emociona.

Ella mantenía lejos el caos. Doblando, remendando, barriendo.
El caos no nos llegaba aquí.
Aquí ella hacía Palestina cada día. Tejiendo sus flores brillantes.
Tejiendo sus historias con delicadeza hasta que cada uno
de nosotros conocía el olor de la primavera allá.
Todos sentíamos que queríamos ir allá.
Ella reconstruía las casas y las danzas y la estación de la cosecha.

Rafeef explicó que el significado de su nombre refiere al batido de alas de los pájaros, y que en él su madre y su padre resumieron el anhelo de regresar algún día a Palestina, como los pájaros que vuelan libres. Toda su poesía gira en torno a la identidad palestina mantenida viva en el exilio, a la añoranza de las y los refugiados por la patria que perdieron −y a la que el Estado de Israel les prohíbe regresar−. Pero también es un arma filosa cuando se dirige a los responsables de la tragedia de su pueblo, a sus cómplices y traidores.

Desde el emblemático We teach life, que se convirtió en himno y consigna para miles de activistas dentro y fuera de Palestina, Rafeef ha hecho honor al concepto tan palestino del arte como resistencia con otros potentes poemas, comoShades of anger (Tonalidades de la ira), Hadi, Chronologies, The Palestine I know (La Palestina que conozco), If my words (Si mis palabras), Passport, Sieges(Asedios).

La poesía como identidad y resistencia

En esta visita relámpago a Madrid, la poeta se hizo tiempo para conversar con la Red Solidaria Contra la Ocupación de Palestina (RESCOP) una hora antes del recital. Lo que sigue es un contrapunto entre algunos de sus versos cargados de emotividad y su implacable lucidez a la hora de analizar la realidad.

Cuando se trata de una persona palestina, la pregunta obligada es: ¿de dónde eres, originalmente? ¿Dónde naciste, dónde has vivido, y de qué manera esos lugares han marcado tu identidad?
Mi familia es originaria de Haifa y Yaffa. Fue limpiada étnicamente en 1948 y se refugió en Líbano. Yo crecí en el campo de refugiados Jisr al-Basha, que fue completamente destruido durante la guerra. Cuando Israel invadió Líbano en 1982 me familia tuvo que volver a huir, y viajamos por el Mediterráneo de un lugar a otro, viviendo en varios lugares. Por eso el Mediterráneo tiene un lugar muy importante en mi corazón y en mi poesía. Ya mayor me mudé a Estados Unidos, después a Canadá, y después al Reino Unido. Cuando pienso que el Reino Unido fue el lugar de la Declaración Balfour, es extraño para mí haber terminado viviendo en el corazón del colonialismo británico, directamente responsable de la situación que vivimos hoy.

Lo único que mi abuelo siempre quiso hacer 
era levantarse al amanecer,
mirar a mi abuela Nil y rezar en un pueblo escondido entre Yaffa y Haifa.
Mi madre nació bajo un olivo
en la tierra que dicen que ya no es mía.
Pero cruzaré sus barreras,
Sus checkpoints, sus malditos muros de apartheid,
y volveré a mi hogar.

¿Cómo es extrañar una tierra que es la tuya pero en la que no te dejan entrar ni vivir?
Es la historia de todos y todas las refugiadas palestinas: añorar un hogar al que conoces en tus huesos por las historias de tu familia, de tus abuelos/as, de tu madre… Creo que Israel fracasó cuando apostó a que en dos o tres generaciones ya no recordaríamos. Yo digo siempre: soy la tercera generación y no he olvidado. Y hoy ya hay jóvenes que son la quinta generación y no han olvidado.

Y para mí la relación con el hogar no se basa solo en una experiencia física, sino en conocer, incluso psicológica, mentalmente, los olores, las emociones… Son parte de ti. Y es lo que trato de traer a mi poesía.

Soy tres generaciones de remendar carpas y hogares. 
De recoger y empezar de nuevo. Maletas y llaves.
De guardar las sobras porque el asedio se cierne sobre nosotras; y siempre llega.
De dormir en suelos de aeropuertos.
De memorizar las preguntas de Inmigración y los mapas.
De amar a hombres demasiado enamorados de sus revoluciones para amar de verdad.
De amar a niños que aún no saben qué pasó con su hogar.
De celebrar los funerales tan intensamente como las bodas:
de bailar el dabkeh como si nos fuera la vida en ello.

¿Cómo vive Palestina en ti? Pienso en algunos de tus poemas como The Palestine I know, y en el papel que han jugado las mujeres en la transmisión de la memoria…
La mayoría de las personas −en Occidente sobre todo− conocen a Palestina por las noticias: lo que llaman “el conflicto”, las cifras y las estadísticas… No ven a los seres humanos. Pero cuando eres palestina, y conoces la fortaleza de esas personas que han sobrevivido generación tras generación, a pesar de un régimen militar tan brutal, que dice que no existimos siquiera como pueblo… La resiliencia que se necesita para sobrevivir a eso de hecho es algo muy gratificante, muy esperanzador. Yo siempre digo: tienes que pasar un tiempo con la gente palestina, y ver que somos divertidos, que tenemos mucho humor, nos gusta bailar… Y eso es lo que me enseñaron a través de generaciones de mujeres. Mucha gente no conoce eso; solo ve la ‘camiseta Che Guevara’: las imágenes de los hombres con los fusiles…

La Palestina que conozco 
me enseñaba dabkeh en un refugio en Beirut bajo el sonido de las bombas.
Reunía a los niños y riendo decía: “Están haciendo música para nosotras”.
Era una mujer tan llena de amor, reía fuerte y pisaba fuerte.
"Soy yo haciendo vibrar el edificio. ¡No tengan miedo!
Nunca dejen que ellos los espanten".

¿Cuándo y por qué comenzaste a hacer poesía oral? ¿Y cómo se vincula a tu identidad y tu activismo?
La poesía siempre ha sido parte de mi vida, y se lo debo a Mahmoud Darwish. Especialmente después de la invasión del Líbano en 1982, y la gente perdió todo; pasamos por la tormenta de ese período en Beirut… Yo tenía seis o siete años.. Y el contar historias y la oralidad es una parte importante de la identidad palestina. Cuando ya vivía en Occidente, mi inglés no era tan bueno, cometía un montón de errores, y por eso tenía timidez de actuar. Fue cuando estaba en Toronto que me sentí inspirada a hacer lo que solía hacer en árabe. Y la palabra hablada entraña la idea radical de que la poesía no debe estar encerrada solamente en las universidades o los libros, sino ser algo que cualquiera pueda entender, aun sin saber leer o escribir. Y para mí fue un llamado muy fuerte a hablarle a la gente por ese medio.

Rafeef Ziadah en Madrid
La poeta palestina Rafeef Ziadah durante su actuación en el Ateneo Republicano de Vallecas

¿Por qué has elegido hacer y decir tu poesía en inglés, y qué lugar tiene la lengua árabe en tu vida?
Mi lengua materna es definitivamente el árabe. No hablé inglés hasta que estaba en secundaria. El árabe es el idioma en el que me emociono o me enojo… Yo pienso en árabe. Edward Said dijo esta frase hermosa sobre el exilio: cuando empiezas a soñar en dos idiomas, sabes que algo ha pasado. Yo todavía sueño en árabe. Pero estaba en Occidente, y quería comunicarme con el público. También para mí era importante comunicarme con las segunda y tercera generaciones de palestinos/as de la diáspora, que no necesariamente hablan árabe, pero tienen un sentimiento fuerte por Palestina.

Déjenme hablar mi lengua árabe, 
antes de que ellos la ocupen también.
Déjenme hablar mi lengua materna,
antes de que colonicen su memoria también.

El BDS como llamado concreto a la acción

¿Cómo te involucraste en el movimiento BDS?
Fue durante la segunda intifada. Durante el período de Oslo se había asumido que ahora estábamos en paz, que todo era fantástico… pero la realidad en el terreno era exactamente lo opuesto: la cantidad de colonias se multiplicó, Israel se negaba a discutir el derecho al retorno, al agua, etc. Entonces cuando estalló la segunda intifada, tuvimos que pensar mucho cuál debía ser el mensaje político. Y para mí, como refugiada, la cuestión principal es el derecho al retorno; siempre lo fue, y sigue siendo. Entonces el BDS era una forma muy clara de explicar lo que estaba pasando en Palestina, pero también de pedirle a la gente que actuara.

Fue durante la guerra en Irak, además. Yo estaba en Canadá, y la gran pregunta era: si le decimos a la gente que el ejército israelí está atacando Cisjordania, ¿qué queremos pedirle que haga? Y el BDS nos dio la respuesta. Necesitamos que la gente entienda que es cómplice de lo que Israel nos está haciendo. Si tu gobierno apoya a Israel militar y diplomáticamente, si los supermercados están vendiendo sus productos, todos están actuando como si fuera un Estado normal. Entonces el BDS realmente puso el dedo en la cuestión de la acción. No queríamos que la gente solo sintiera lástima por lo que estaba pasando; no queríamos lágrimas, no queríamos caridad. Lo que queríamos era la acción internacional para parar lo que estaba pasando. Y el BDS fue muy claro en esto; también en términos de las tres demandas, que incluyen a todo el pueblo palestino, no solo a una parte: fin de la ocupación, igualdad para las y los ciudadanos palestinos de Israel y derecho al retorno de las personas refugiadas. Fue pues una ruptura con el discurso de Oslo.

La Palestina que conozco 
no tiene pases VIP.
Ella no negocia el tamaño de nuestra prisión
Ella rompe sus muros
Ella no dialoga a través de sus barrotes
Ella rompe esos barrotes y los golpea
al ritmo de las viejas canciones de libertad de los esclavos.

Muchas personas rechazan el boicot cultural a Israel por considerar que la cultura y el arte tienden puentes a través de las divisiones. ¿Qué respondes a esto?
Es muy parecido a la idea de que el arte no tiene que ser político. Y decir eso es en sí una afirmación muy política; la más política que se puede hacer, y es intencional. En el caso de Israel específicamente, ahora sabemos con certeza que los ministros israelíes han dicho: Queremos usar el arte como propaganda, para cambiar el tema y la imagen internacional de Israel: en lugar de hablar de ocupación y guerra, hablar de la belleza del arte y la cultura. Sabemos positivamente que la cultura está siendo usada para blanquear los crímenes de guerra. Si ves un gran logo de la embajada de Israel, es importante que como artista te preguntes por qué están financiando eso, y qué significa.

Los ataques son prueba de nuestro éxito

El BDS ha avanzado mucho en estos 15 años, sobre todo en cambiar el relato sobre Palestina y la imagen internacional de Israel. No obstante, últimamente parece que el poderoso lobby sionista está logrando criminalizar al BDS en todo el mundo. Un ejemplo en el estado español es la campaña ELAI: el lobby sionista ACOM entabló demandas judiciales contra los ayuntamientos que se declararon Espacio Libre de Apartheid Israelí. ¿Cómo evalúas la situación actual y qué desafíos plantea al movimiento?
Creo que cuando el BDS comenzó, Israel no lo entendió. Lo tomó por sorpresa, y no supo qué hacer; probó diferentes tácticas. Al principio optó por ignorarlo: si lo ignoramos, va a desaparecer. Además están muy acostumbrados a buscar a los líderes de cualquier iniciativa y meterlos en la cárcel. Pero con el movimiento BDS, desparramado por el mundo, no podían hacerlo. Y el discurso también era diferente: se trataba del lenguaje del Derecho Internacional y los Derechos Humanos… Después de 15 años, han reconocido que es un movimiento con gran impacto. Precisamente porque tenemos éxito están tratando de liquidarlo.

Lamentablemente esto está pasando al mismo tiempo que a nivel internacional vemos un ascenso de la extrema derecha. Esta semana vimos a Trump firmando el decreto que básicamente igual antisionismo con antisemitismo. En todos lados hay casos de lawfare contra grupos de BDS, estudiantes, etc. organizaciones palestinas están alertando sobre esto y discutiendo estratégicamente qué hacer.

Para mí una de las cosas más efectivas que podemos hacer es continuar con el BDS. Porque lo que están tratando es de hacernos desistir, intimidarnos, debilitar nuestro mensaje, que dejemos de hacer campañas… Por eso es importante que continuemos hablando claro y alto y diciendo que esto es una cuestión de derechos humanos; no debemos ceder.

Y siempre digo que es importante reconocer que se trata de una cuestión de libertad de expresión; porque ahora está afectando a Palestina, pero con el ascenso de la derecha en todas partes, va a extenderse a todos los movimientos sociales. Por ejemplo, ya estamos viendo el mismo discurso de terrorismo aplicado al activismo ambientalista. La represión nunca se queda dentro de los límites de una sola comunidad: se extiende a todas; y tenemos que actuar rápido.

Hombre naranja: guarda tu dios de rascacielos y tierras prometidas. 
Dios de emperadores y alianza profana.
Nuestra fe es un niño maniatado y rodeado de soldados.
Nuestra divinidad es una mujer agarrando una piedra
luchando en los callejones de la Ciudad Vieja
Nosotras rezamos al Dios de la poesía en cada aliento en Jerusalem
Nosotros luchamos.

Frenar la destrucción de Palestina 

¿Cómo respondes a las críticas de que el movimiento BDS es antisemita, busca la destrucción de Israel, y cierra las posibilidades de diálogo y negociación?
Con frecuencia se dice que todo lo relativo a Palestina es antisemita. Con respecto al BDS en particular, si miras sus demandas, son muy básicas y bastante liberales: que las personas que viven en el mismo lugar tengan igualdad de derechos y una vida digna. La situación que tenemos hoy es de ocupación militar y apartheid: hay dos grupos humanos viviendo en el mismo territorio bajo diferentes leyes. Esa es la definición de apartheid de la ONU. No hay nada antisemita en decir que las personas palestinas merecen igualdad. Pero como no quieren admitir esto, lo tergiversan.

En cuanto a la ‘destrucción de Israel’, me parece algo ridículo, porque lo que vemos diariamente es que Palestina está siendo destruida, y de manera muy física: las viviendas son demolidas, los árboles son arrancados, las vidas de las personas están siendo robadas en las prisiones israelíes… Y sin embargo se las arreglan para dar vuelta el discurso. Está muy clara la dinámica de poder en ese relato; Palestina es un país ocupado, colonizado, e Israel es uno de los ejércitos más poderosos del mundo. ¡Lo que queremos es parar la destrucción de Palestina! Queremos que todas las personas vivan en paz e igualdad.

La Unión Europea, por ejemplo, dice: “Estamos por la solución de dos estados y a favor del diálogo”. Es un chiste. ¿Qué dos estados? Israel todos los días está destruyendo eso; y con el discurso del diálogo, estás ayudando a preservar el statu quo. Nosotras decimos que no se puede hablar de diálogo entre un súper poder y un pueblo ocupado. Si tienes una bota contra el cuello, no hay diálogo posible.

Otro argumento que suele venir de algunos sindicatos es que los boicots afectan a los trabajadores (incluyendo los palestinos) y castigan a la población en general de los países donde se aplican (Irak, Irán).
Creo que el contexto es completamente diferente. Un súper poder como Estados Unidos imponiendo sanciones sobre Irak no tiene nada que ver con un pueblo ocupado como el palestino pidiendo sanciones contra Israel. Y en cuanto a los sindicatos, es importante escuchar lo que dicen las y los trabajadores palestinos: No queremos vivir bajo la ocupación. La situación de los trabajadores palestinos es horrenda, pero se habla poco de eso: lo que tienen que sufrir pasando por los checkpoints militares cada día, la segregación, los campesinos que no pueden acceder a su tierra… ¡Ya están pagando un precio muy alto! Lo que dicen es: necesitamos que esto cambie. Y una forma de hacer que cambie es mediante sanciones y boicots. Se podría haber usado los mismos argumentos respecto a la Sudáfrica del apartheid; sin embargo la gente reconoció que era un sistema racista y que la única forma de aislarlo era mediante sanciones y boicots. Y la población palestina está dispuesta a pagar un precio por su libertad. Mientras que el grupo privilegiado (la sociedad israelí) ¿qué incentivo puede tener para cambiar, si no paga ningún precio?

Diles que cuando caminen 
sobre los restos de nuestros hogares
vayan de puntillas sobre nuestra pena
porque pronto volveremos.

Enfrentar al fascismo construyendo comunidad

En todo el mundo vemos el ascenso del neofascismo, mientras los peores ganan las elecciones. Los continuos ‘regalos’ de Trump a Israel lo envalentonan para apretar el cerco de su colonización, ocupación, bloqueo y apartheid sobre Palestina, y para criminalizar al BDS en el mundo. ¿Puedes comentar sobre esto?
Creo que así como ellos se coordinan, nosotros tenemos que coordinarnos más internacionalmente. Es difícil, porque venimos de un largo e intenso período de neoliberalismo, y de aumento del racismo, la xenofobia, la islamofobia, el nacionalismo… No quieren hablar de eso, pero es uno de los principales motores de la política hoy en día… En Europa les gusta llamarle “la crisis de los refugiados”, pero es una crisis europea: cómo acoger a la gente que viene huyendo de guerras que Europa ayuda a armar; son unas pocas industrias armamentísticas las que están lucrando con la muerte y la destrucción. Hablan de los ‘actores irracionales en el Sur Global’, pero la realidad es que la mayoría de esas compañías están en los países occidentales.

¿Existe algún lugar donde los titulares no nos odien 
o asuman que morimos misteriosamente: sólo caemos
y nunca somos asesinados intencionadamente
por soldados que reciben órdenes intencionadamente
por francotiradores que apuntan intencionadamente
por armas compradas intencionadamente
por países que venden y fabrican armas intencionadamente
por compañías que ganan dinero intencionalmente?

Las activistas tenemos que desarrollar sólidas campañas antirracistas, antifascistas, y asegurarnos de que estén en el centro de nuestra política. Alguna gente piensa que tenemos que ir hacia un nacionalismo o populismo de izquierda. Yo no creo que esa sea la respuesta. Pienso que la respuesta es lo opuesto: empezar a construir una cultura diferente: juntarnos en espacios como éste para hacer arte, apoyarnos, comer juntas, y construir una infraestructura comunitaria en lugar de aislarnos…

En este escenario mundial adverso, ¿dónde podemos encontrar esperanza para continuar la lucha?
Para mí la esperanza está siempre en las comunidades que continúan resistiendo. La razón de todo nuestro activismo internacional es que la gente en Palestina continúa allí, resistiendo sobre el terreno, y no se ha dado por vencida. Eso realmente debería darnos esperanza. A mí es lo que me hace continuar. Sí, hay contradicciones y problemas políticos; pero la gente no se ha rendido.

Y con respecto al BDS, a pesar de todo, seguimos teniendo éxitos… Incluso la represión nos da la oportunidad de hablar del BDS, lo cual es importante. Ellos están tratando de acallarnos, pero nosotras tenemos que seguir hablando y, aún en la represión, no ser reactivas, sino mantener la iniciativa en nuestras manos.

Cada vez que respiro… 
Soy tres generaciones de mujeres que nunca lograron pasar de los 40.
Borradas: de una forma u otra.
Balas o recuerdos de balas. Nos las robaron.
Eran las personas equivocadas, de la religión equivocada, en un Estado
diseñado para la exclusividad. Instalado sobre la tierra y la piel.

Cada vez que respiro...
Soy cada uno de sus suspiros junto a una ventana.
Cada viaje en autobús a la sala de espera de una cárcel.
Cada abrazo lo suficientemente largo
para ser interrumpido por un soldado.
Cada mano temblorosa que busca entre las ruinas.

Están conmigo. Me llevan.
Soy tres generaciones de mujeres que lo lograron.
Cada vez que inspiro. Cada vez que exhalo.
Lo lograron. Lo logramos.

Sobre este blog
Voces desde Palestina para analizar la situación de ocupación, colonialismo y apartheid israelí bajo el que viven. Las voces de las personas siempre silenciadas, con rigor y desde la experiencia, reflejando la diversidad del activismo palestino. Existir es resistir.
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#45213
29/12/2019 16:56

Este comentario no me lo van a aceptar pero deberían porque a pesar de lo comprometedor que puede sonar en nuestros tiempos es necesario que haya una voz crítica en todo esto que aunque intenta tender puentes siempre termina teniendo (unos pocos) tintes reaccionarios que se alejan del pensamiento crítico y la libertad que buscamos. Porque el opresor es tan grande que en algo hay que oponerse de manera directa pero... en una dijo que querían pintar como que antisionismo es antisemitismo. Digan ya que son unos victimistas que buscan blindarse de la crítica como grupo social a través de esa actitud. Pero sobre todo, una verdad aún más incómoda que digo como antinazi, antifascista, antirracista en todo sentido... nos quieren hacer creer que el problema es el sionismo y el problema SÍ es el judaísmo ¿Han leído el Tanaj, le han dado siquiera una ojeada al Talmud? Y que no me vengan con el exilio a Babilonia que los hurritas también fueron exiliados y cuántos otros pueblos más y en peores condiciones. Que sepan que Babilonia era la residencia por voluntad propia de muchos de esos rabinos. El judaísmo es una religión/ideología patriarcal, machista, xenófoba, racista y supremacista y así puedo seguir. ¿Einstein, Marx? Muy lejos de eso. Porque cuando hablo de judaísmo hablo del que se apega a esa forma de vivir, del que cree eso, sea de la "etnia" que sea (las razas son algo desfasado por más que a los judíos les duela y somos todos virtualmente iguales a nivel genotípico, las variaciones de comportamiento son culturales). Mi tía que se convirtió y que a día de hoy vive subyugada por su esposo que encima tiene esquizofrenia y como no puede firmarle un permiso para que salga NO PUEDE SALIR DEL PAÍS porque su esposo tiene que darle permiso y que vive discriminada por su 'raza' y su "inferioridad biológica" es mil veces más judía que Einstein o que Marx o que Kafka. Ella abrazó esa religión, ellos no aunque nacieran en el seno de familias que lo hacían. Y encima ninguno de esos judíos son descendientes de los primeros que hay que ver que Theodor Helz (o como se escriba) padre del sionismo escribió que "uno de los grandes méritos del pueblo judío había sido mantener pura su sangre durante siglos y siglos a pesar de las 'diásporas'" y no se lo inventó de un plumazo, sino que esta psiquis racista y supremacista viene dada por las propias enseñanzas judías, sobre todo talmudistas. Con dolor se enteró, seguramente, de que la gran mayoría de los judíos actuales, sobre todo ashkenazíes, son en realidad descendientes de los habitantes turcófonos del imperio Jázaro que estuvo durante siglos en la edad media entre Asia Central y llegando hasta Crimea (de donde los sacaron los varegos y eslavos de la zona conquistando Kiev y fundando la Rus) que se convirtieron en masa al judaísmo. Además de grupos grandes de bereberes y yemeníes que por esos años fueron también convertidos en masa. De "pureza de la sangre" y "genética especial" nada, para dolor de los que como Helz siguen defendiendo una religión a todas luces fascista y que encima ha parido a los otros dos cánceres que tanto Europa como los pueblos de Asia Occidental han llevado como calvario durante siglos y que no los define como cultura. Quitémonos la careta, dejémos de condicionar nuestra capacidad crítica por la vergüenza de un hecho del que no somos responsables. El problema es el judaísmo y eso está muy claro, pero decirlo a toda voz sería antisemita, inadecuado, ¡qué conveniente!... cómo han colonizado nuestras mentes los medios cuando es evidente quiénes son los fascistas y racistas hoy y aquí, y siempre. A Netanyahu hay que combatirlo como se combatió a Hitler, y además decir que Judea le declaró la guerra a Alemania y hay registros de eso. Hitler sólo fue otro nazi supremacista racista asqueroso más que odiando tanto a ese pueblo no se dio cuenta, en su infinita estupidez de inculto, tozudo, cabezahueca, que se volvió exactamente la misma porquería sólo que favor de su raza y en contra de la otra.
Por un ladito habla de que la xenofobia, el nacionalismo y todo lo relacionado se apodera de la política internacional y tiene razón, pero por ahí menciona también la islamofobia. Preferiría hablar de arabofobia, o de berberofobia. No es nada incorrecto estar en contra del islam, como tampoco lo es estar contra el cristianismo ni contra ninguno de esos lastres que son las religiones, especialmente las abrahámicas. Por un lado decimos "saca tus rosarios de mis ovarios" pero por otro decimos que debemos ser "tolerantes" con una religión muy similar dado que comparten origen y que miremos nada más en lo que ha degenerado entre el asedio externo y el autoflagelo... ¿sólo porque es una religión "extranjera"? Ahora pasamos del etnocentrismo al exocentrismo, ambos igual de irracionales si no se toma en cuenta la sustancia de lo que se aborda, de lo que se trata, sobre todo viendo que ambas religiones son extranjeras en sí.
Y digo esto conmovido por los poemas, por la situación, queriendo apoyar a ese pueblo que tanto arrollan pero a partes iguales con las armas que con la colonización del abrahamismo, que tan inadvertido se ha colado para moldear consciencias al punto de querer blindarlo, hasta pontificarlo en una presentación mientras se condena en otras. Aún así entiendo que la islamofobia es ese miedo a los pueblos que practican el islam, lo cual es inaceptable y racista, pero estsr en contra del islam en sí... ya dije. Fuerza al pueblo palestino y que se libren del yugo físico y el ideológico, que puedan volver a los tiempos pasados con las novedades del presente. A los orígenes, a los filisteos, a sus antiguas tradiciones y mitología, a recuperar su verdadera historia y su identidad, pero primero, a recuperar sus derechos, su dignidad y su hogar.

PD: Señala al oeste pero está claro que el enemigo está en casa. Si hay un enemigo fuera ese es el de siempre: Estados Unidos, el principal enemigo de las libertades y derechos humanos y el principal peligro para la seguridad internacional. Entre el colonialismo inglés depredador y el mercantilismo gringo se han hecho el desmadre y se han encargado de destruir esos países. Si la UE no dice otra cosa es porque está agarrada por el cuello con la OTAN y ya tiene bastante puertas adentro como para decir algo. Esta es una pelea que tiene que hacer el propio pueblo palestino con el apoyo de los pueblos del mundo. Ningún Estado está en posición de defenderlos porque se arriesgaría a un tachado, sanción e incluso a una guerra contra EEUU y los israelíes, que no se van a detener hasta que se les pare en seco o hasta que vean realizados sus objetivos. Arriba la resistencia del pueblo, que si tomamos el poder, podemos apuntar todo a estos regímenes teocráticos y antilibertades.

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