Municipalismo
La frontera del padrón

Las dificultades para empadronarse restringen el acceso a derechos básicos y servicios públicos.

Bilbao
Empadronarse abre la puerta a derechos básicos. Christian García
18 jun 2019 06:00

Es algo tan natural como levantarte y tener agua en el grifo. Estás empadronada porque vives en una casa y ni siquiera sabes los derechos que te da más allá de que te manden la tarjeta para votar”, confiesa Luisa Menéndez, activista de la plataforma Ongi Etorri Errefuxiatuak. “La gente que vivimos aquí no somos conscientes de lo importante que es tener un padrón y de los problemas tremendos que sufren para conseguirlo quienes llegan sin nada”. Pese a ser un derecho, algunos colectivos, en especial las personas sin hogar y las extranjeras en situación irregular, se encuentran con innumerables obstáculos para empadronarse, lo que les condena a la exclusión e invisibilidad.

El empadronamiento no es opcional. Por un lado, toda persona tiene la obligación de inscribirse en el padrón del municipio en el que reside y, por otro, la Administración está obligada también a empadronar a quienes tenga constancia de que viven en su municipio, incluso, en el caso más extremo, contra su propia voluntad. El padrón reconoce la vecindad, genera derechos y permite el acceso a prestaciones públicas de toda índole: la tarjeta sanitaria, la escolarización de menores, la renta básica, la regularización…

REDES DE ACOGIDA

Todas las tardes, menos los jueves, que hay catequesis, y el fin de semana, los locales de la Quinta Parroquia de Bilbao se transforman en una voluntariosa academia de español. En una de sus aulas coinciden hoy gentes de Bangladesh, Etiopía, Mauritania, Marruecos, Nepal, Pakistán y Siria. Mohamed lleva en Bilbao apenas tres meses. En 2016 dejó su país, Marruecos, rumbo a Libia. De allí, a Italia, donde residió durante un tiempo, entre otras ciudades, en Roma. Tiene 22 años y duerme en la calle. No tiene papeles.

Gedion también pasó por Italia. Llegó en avión desde su Etiopía natal y cuatro días después volvió a embarcarse. Aterrizó en Bilbao hace cuatro meses. Apenas habla español. Sonríe y gesticula, como si abrazara a alguien, para explicar que es músico: toca el violonchelo. Y muestra unas fotos en su móvil en las que aparece trabajando con una cámara de vídeo. Tiene 34 años y una habitación alquilada en Basauri, sin opción a empadronarse.

Desde marzo, la plataforma Ongi Etorri Errefuxiatuak no apunta ya a quienes se acercan hasta su pequeño local de Bilbao en busca de un padrón. “No queremos ofrecer algo que de momento no podemos dar y crear así una expectativa irreal. Tenemos ya demasiadas personas en lista de espera y calculamos que por lo menos vamos a tardar seis meses en empadronarlas”, explica Luisa Menéndez
La plataforma presentó en septiembre de 2016 su campaña para crear una red solidaria de empadronamientos. Desde entonces, alrededor de 110 personas se han ofrecido para hacerlo en sus casas y más de 500 se han acercado para ser empadronadas. La mitad africanas, en su mayoría de Marruecos (121), Senegal (114) y Argelia (27). La otra mitad latinoamericanas, sobre todo de Nicaragua (92), Honduras (62) y Colombia (28). A día de hoy, 260 personas aguardan aún su padrón. Una de cada tres, mujeres.

Las dificultades para empadronarse comienzan cuando careces de un domicilio, aunque residas en el municipio, bien porque vives en la calle o porque no tienes ningún documento con el que acreditar que dispones de un techo. Los requisitos de acceso a algunos derechos sociales, como el de la renta de garantía de ingresos del País Vasco, que solo permite un máximo de dos prestaciones por vivienda, agravan esta situación. Las perceptoras de esta ayuda económica de Lanbide son reacias a empadronar en sus casas ante el riesgo de perderla.

Por otro lado, consulados como los de Marruecos y Argelia exigen el certificado de empadronamiento para renovar el pasaporte a sus compatriotas. A su vez, para empadronarse es imprescindible tener el documento de identificación en vigor o su solicitud de renovación en marcha. Así las cosas, estas personas necesitan que una asociación o un particular garanticen por escrito y ante notario que las va a empadronar para que sus papeles sean renovados y puedan culminar todos los trámites.

PADRÓN SOCIAL

Ante los problemas para inscribirse en el padrón, cada vez son más los municipios que disponen de lo que denominan empadronamientos sociales o ficticios. Este padrón se plantea como un recurso excepcional que posibilita el acceso a la cobertura de unas mínimas necesidades básicas de supervivencia. El Ayuntamiento de Bilbao, por ejemplo, empadrona en el albergue municipal de Elejabarri. En mayo de este año, 485 personas aparecían empadronadas en el hospedaje municipal. Además, este ayuntamiento dispone también de un convenio con nueve entidades sociales que empadronan en sus locales y pisos a personas en riesgo de exclusión. Alrededor de otras 200 personas más están inscritas en el padrón de la capital vizcaína de este modo.

“Tenemos un sistema de derechos muy avanzado pero luego eso se demuestra a través del empadronamiento y esa puerta de entrada vinculada a la posesión de una vivienda está cerrada para muchas personas”, señalan desde una de las entidades sociales que colabora con el Ayuntamiento de Bilbao en esta materia. “Hay otras formas de verificar que vives en el municipio, como, por ejemplo, si acudes a los comedores o a los servicios sociales de base y, sin embargo, solo se utiliza el empadronamiento”, añaden. En este sentido, advierten de que la rigidez en los requisitos para inscribirse en el padrón provoca que “algo muy valioso, que es un derecho, se venda y se compre, se convierta en un negocio ilegal”. Cada vez es más habitual ver cómo al ya desorbitado precio de alquiler de una vivienda o habitación se le suman entre 50 y 200 euros mensuales más si incluye la posibilidad de empadronarse.

Se atienden las necesidades en función del dinero, no debería ser así

El grupo municipal UdalBerri, coalición integrada por Podemos, Ezker Anitza-IU y Equo, presentó en octubre en el Pleno del Ayuntamiento de Bilbao una proposición en la que instaba “al área de Acción Social a flexibilizar los criterios de acceso al empadronamiento social mediante la reducción de tres meses a un mes del periodo de espera o vinculación al municipio”. Además, reclamaba también que se ajuste el plan de seguimiento y trabajo al que obliga ese empadronamiento social “a la realidad vital de cada persona, dejando de utilizar criterios estandarizados”. Finalmente, el Ayuntamiento acordó, a propuesta del gobierno municipal (PNV-PSE), “abrir un debate en los próximos tres meses” entre el área de Acción Social y los grupos políticos con el objetivo de “revisar los criterios que se siguen actualmente en el denominado empadronamiento social”.

Por otra parte, el Ayuntamiento de Barcelona modificó en 2015 los trámites para inscribirse en el padrón con el fin de regularizar la situación de las personas sin papeles del municipio y de las que están realquiladas en viviendas sin contrato o directamente de ocupas. En dos años, las personas que han accedido al padrón a través de una inspección municipal a su domicilio han pasado de 34 a 898. Esta inspección permite comprobar el uso habitual de la vivienda sin necesidad de presentar el contrato de alquiler o la autorización del propietario del piso. Además, en 2017 se duplicaron, pasando de 2.566 a 4.743, las personas empadronadas sin domicilio fijo.

sin hogar

Según el último recuento nocturno del Gobierno Vasco, realizado en octubre de 2018 en 26 municipios que abarcan el 66% de la población vasca, en Euskadi pernoctan en la calle 435 personas, la cifra más alta registrada en este tipo de estudios bianuales que se elaboran desde 2010. Casi todos son hombres y ocho de cada diez duermen en los cajeros, coches, puentes o aceras de las capitales vascas. 221 en Bilbao, 106 en Donostia y 24 en Gasteiz. Por su parte, en Barakaldo, el cuarto municipio más poblado, se localizaron otros 30. En mayo, la lista de espera para dormir en el albergue de Elejabarri era de 80 personas.

El derecho a la vivienda se ha convertido en una quimera cada vez para más personas. A las que duermen en la calle se suman aquellas que pernoctan en diferentes instalaciones municipales. En 2017, según el informe Recursos para personas sin hogar, del Instituto Vasco de Estadística, alrededor de 2.400 personas se encontraban en Euskadi en situación de exclusión residencial grave, sin un hogar. Alrededor de la mitad viven en Bilbao. Al mismo tiempo, paradójicamente, en la capital vizcaína hay 8.722 viviendas vacías, sin ninguna persona empadronada y con mínimos consumos de agua. El 5,4% del parque inmobiliario total, según el Informe sobre vivienda vacía que el propio Ayuntamiento publicó en 2016.

“No somos un pueblo de acogida, aunque nos guste decirlo y oírlo. La gente acoge y es verdad que hay unos pocos recursos destinados a eso, pero no es suficiente”, señala Luisa Menéndez, de la plataforma Ongi Etorri Errefuxiatuak. “Aquí se atienden las necesidades en función del dinero. Y ese no debería ser el mecanismo. Si esas necesidades aumentan, hay que destinar más recursos. ¿Cómo puede ser que la primera semana de abril, haciendo frío y lluvia, se cierren los albergues invernales de Bilbao? ¿Qué lógica tiene eso? Hay unas necesidades, pues utilicemos los medios que tenemos para cubrirlas y no al revés”, sentencia la activista.

Archivado en: Bilbao Municipalismo
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Opinión
Opinión El pesimismo es contrarrevolucionario
Muchas cosas no encajan en la épica de grandes victorias y derrotas: las redes ciudadanas, la defensa de derechos sociales y económicos o las múltiples estrategias de solidaridad que sostienen la vida cotidiana.
Derechos reproductivos
Ofensiva antiabortista Unidas Podemos Plasencia denuncia que la Concejalía de Igualdad está financiando asociaciones antiabortistas
UP Plasencia señala que Igualdad subvenciona con dinero público a Red Madre, de la que está detrás políticos populares como Benigno Blanco, ex Presidente del Foro de la Familia y ex Secretario de Estado con Aznar.
Municipalismo
Manipulación de presupuestos Denuncian que el Ayuntamiento de Olivenza manipula los presupuestos participativos
Izquierda Unida Olivenza denuncia que el Ayuntamiento (PSOE) ha mandado papeletas a los vecinos con votos ya marcados, involucrando incluso a menores de edad de centros educativos de Primaria y Secundaria de la localidad.
Barcelona
Derecho a la vivienda El hartazgo por la vivienda impagable se da cita este 23 de noviembre en Barcelona
El amplio movimiento por la vivienda catalán, sindicatos y organizaciones vecinales, sociales y soberanistas demandan soluciones urgentes ante una crisis de vivienda sin solución a la vista
Tribuna
Tribuna Vivienda: es hora de organizarnos
La situación de crisis inmobiliaria nos exige leer el momento para acertar en las batallas que debemos dar ahora, reflexionar sobre los modos de acción colectiva y lograr articular una respuesta política amplia.
Turismo
Opinión Abolir el turismo
VV.AA.
Lleguemos a donde lleguemos, no puede ser que sea más fácil imaginar el fin del capitalismo que el fin del turismo.
Racismo
Racismo institucional Diallo Sissoko, una víctima más del sistema de acogida a migrantes
La muerte de este ciudadano maliense durante su encierro en el Centro de Acogida, Emergencia y Derivación (CAED) de Alcalá de Henares ha puesto de manifiesto algunas de las deficiencias del sistema de acogida a migrantes en el estado español.
Crisis climática
Informe de Unicef El cambio climático multiplicará por tres la exposición de los niños y niñas a las inundaciones para 2050
Es la proyección que hace Unicef en su informe 'El Estado Mundial de la Infancia 2024'. La exposición a olas de calor extremas será ocho veces mayor para 2050 respecto a la década del 2000. “El futuro de todos los niños y las niñas está en peligro”, advierte la agencia de la ONU.
Unión Europea
Unión Europea La ultraderecha europea, ante la victoria de Trump
El triunfo de Donald Trump da alas a todas las formaciones ultraderechistas de Europa y del resto del mundo, que han visto cómo el millonario republicano ha conseguido volver a ganar las elecciones sin moderar un ápice su discurso.
Uruguay
Uruguay La izquierda parte como favorita en la segunda vuelta de las elecciones en Uruguay
El candidato del Frente Amplio, Yamandú Orsi, parte con ventaja en las encuestas. El alto número de indecisos, y la ausencia de mayorías en parlamento y senado, marcan estos comicios.

Últimas

Palabras contra el Abismo
Palabras contra el Abismo Lee un capítulo de ‘Café Abismo’, la primera novela de Sarah Babiker
El barrio es el espacio físico y social en los que transcurre ‘Café Abismo’, la primera novela de la responsable de Migraciones y Antirracismo de El Salto, Sarah Babiker.
Comunidad de Madrid
Paro del profesorado Nueva jornada de huelga en la educación pública madrileña
Este jueves 21 de noviembre el profesorado se vuelve a levantar contra las políticas del gobierno de Díaz Ayuso, que mantiene paralizadas las negociaciones para mejorar sus condiciones laborales.
València
dana A las 20:11, era tarde
Todavía conservamos el horror de cientos de coches amontonados y arrastrados por la riada. Es por esos millones de turismos y sus emisiones ─aunque no solo─ que vivimos en un planeta que se está calentando demasiado rápido.
Dana
Encuesta Tres de cada cuatro personas en España ligan la virulencia de la dana con el cambio climático
Una encuesta realizada por More in Common señala que una amplia mayoría de la población considera que el país está mal preparado para adaptarse a los fenómenos extremos que trae la crisis climática y debe hacer más esfuerzos al respecto.
Más noticias
Opinión
Opinión La eclosión del autoritarismo reaccionario y otras nueve tesis sobre la victoria de Trump
La victoria del candidato republicano nos ha demostrado que estamos en una nueva era: la del neoliberalismo autoritario, en donde el camino del mal menor propuesto por los Demócratas ha sido la fórmula más rápida para llegar al mal mayor.
Memoria histórica
Memoria histórica Museo del franquismo, ¿eso dónde está?
España sigue ajena a la proliferación mundial de espacios museísticos dedicados a dictaduras y resistencias democráticas.

Recomendadas

València
Dana y vivienda “La crisis de vivienda multiplicada por mil”: la dana evidencia el fracaso de las políticas del PP en València
La dana ha dejado a miles de familias sin hogar. Ante la inacción de las instituciones, han sido las redes familiares las que han asumido el peso de la ayuda. La Generalitat, tras décadas de mala gestión, solo ha podido ofrecer 314 pisos públicos.
Redes sociales
Redes sociales Bluesky, la red social donde se libra la batalla por el futuro de internet
Ni es descentralizada ni está fuera de la influencia de los ‘criptobros’ que han aupado a Trump a la Casa Blanca, pero ofrece funcionalidades útiles para recuperar el interés por participar en redes sociales.