We can't find the internet
Attempting to reconnect
Something went wrong!
Hang in there while we get back on track
Literatura
Solo soy yo cuando soy otra(o): entrevista a Patricia de Souza
Hablamos con la escritora peruana Patricia de Souza sobre su ensayo Eva no tiene paraíso, publicado en La Moderna editora. Un libro que agujerea al tiempo que abre nuevos caminos.
Hablamos con la escritora peruana Patricia de Souza sobre su ensayo Eva no tiene paraíso,publicado en La Moderna editora. Un libro que agujerea al tiempo que abre nuevos caminos.
En un momento del libro citas a Kristeva para hablar de esa extrañeza del idioma en un país que no es el nuestro. Eso crea una necesidad de decir yo, pero también de reiventarse, de ponerse en cuestión, de volverse esponja. Tú vives en Francia desde hace ya algunos años. ¿Cómo ha influido este hecho en tu escritura? ¿Cuál es tu relación con la lengua francesa? ¿De qué manera se relaciona la escritura extraterritorial con tu propia experiencia?
Sí, la cito porque esa imagen me hablaba, una siempre se transforma en otra persona cuando habla “otro idioma”. Las mujeres siempre carecemos de un lugar “natural” en el mundo, esa es la razón por la cual nos reinventamos. No puedo saber “cómo” exactamente ha influenciado el francés en mí, solo lo percibo a través de lo que escribo, una especie de gusto por la síntesis y el aforismo, aunque me gusta el lado barroco de mi castellano, una suerte de no decir todo desde el inicio, los párrafos largos como un cabello. De todas formas es siempre un proceso que te fortalece y te hace vulnerable a la vez. El territorio lo exploro más en el último ensayo Ecofeminismo decolonial y crisis del patriarcado(Libros de la mujer rota, 2018) donde hablo de mi relación con la naturaleza, de la necesidad de un ecosistema armonioso donde nos sintamos a gusto. Francia es muy burguesa, el territorio se ha desfigurado por la modernidad, menos que otros países, pero justamente es el tema que debemos considerar al aceptar un modelo que es bastante depredador y que rompe con la armonía del ser humano integrado a su entorno y en contacto con él.
Otra cuestión interesante con respecto a la escritura extraterritorial es la (des)identificación con nuestro sexo y/o género o el exilio. Hablas de ello como de un "no lugar" retomando la fórmula de Marc Augé. ¿Podríamos hablar de un movimiento internacional de escrituras extraterritoriales que trabajen con el lenguaje en estos sentidos; escrituras como líneas de fuga a lo establecido?
No sé si sea línea de fuga de lo establecido, puesto que muchas veces reproducimos, de forma idéntica, lo que se nos ha transmitido. No siempre escribir nos hace críticas de lo que recibimos y observamos. El “no lugar” del que habla Augé son esos lugares indiferenciados, aseptizados por la idea productivista de la sociedad industrial: los aeropuertos, los centros comerciales con las mismas marcas, las ciudades que imitan los modelos de los países occidentales, etc…
Soportar el peso de trabajar con un lenguaje fundamentalmente alienado, aun sabiendo que nos perderemos en sus redes, es quizá el trabajo fundamental de la literatura, es donde empieza a aparecer lo que podría llamarse el trabajo de la escritura
Hablas también de la desterritorialización para señalar posiciones conciliadoras o marginales en la escritura femenina, según los géneros que se utilizan pero también los mundos que se construyen en ella. A este respecto, en un mundo capitalista y colonial, ¿sigue habiendo buenas y malas mujeres? ¿Qué opinión te merece, por otro lado, la afirmación del filósofo Paul B. Preciado cuando dice que la escritura es una tecnología de producción de subjetividades de género?
Hummm… la escritura es una tecnología, no lo sé, no es solo técnica, eso no hace una escritura a mi modo de ver, es también emoción y sensación antes que nada. Ella, ahora él, se ha inspirado mucho en Michel Foucault y coincido en algunas cosas, en que hay una arqueología del poder y una subjetividad que se produce, pero Paul Preciado no habla de colonialidad, ese no es su tema porque construye desde una mirada eurocéntrica, y yo, aunque viva aquí tengo otra mirada. Cada escritura produce una subjetividad, mi idea, algo romántica es explorar la colectiva, la que habla en nosotras pese a la distancia y el tiempo, el idioma que hablamos desde el afecto, esa parte está dejada de lado. Obviamente que como mujer, primero, hay una subjetividad violentada, maltratada y que tiene que construir su espacio. Pero no solo como mujer, sino como trans, homosexual, es la misma historia. Ahora, la sexualidad no nos define, es decir, siempre hay un “no lugar”, limitado por el cuerpo y el bio-poder, el control de ellos y sobre todo ellas… Todo eso lo proceso cuando escribo un ensayo, pero no ficción.
Cuando ponemos en relación la escritura con la identidad y el posicionamiento de la persona que escribe, nos acabamos dando cuenta de los espacios de opresión discursivos de los que resulta complejo salir. El lenguaje nos aliena al tiempo que escribimos para desalienarnos. ¿Te parece que la autoficción es hoy una manera de ofrecer un relato contrapuesto al hegemónico, de hermanar a los sujetos subalternos?
Tal vez sí porque deja oír voces que no se han oído antes. El mundo ha sido narrado, construido por hombres donde no estamos nosotras. Lo que me preocupa ahora es el exceso del Yo… ¿Ese yo está tan solo o es parte de una colectividad hablante y pensante? Es algo por explorar…
Me gustaría preguntarte por qué elegiste un título como "Eva no tiene paraíso" para este libro. ¿Hemos de partir de la negación para sobrevivir en el lenguaje y en el mundo?
Negación, no, recuperación, apropiación, presencia, más en ese sentido. Es un título algo pesimista y al mismo tiempo no lo es porque es una constatación… no hay tal lugar para nosotras en el sentido simbólico. Desde el relato bíblico que ha formateado la civilización occidental de la cual hemos heredado nuestra manera de ver el mundo, Eva fue expulsada y el castigo es una razón. Eso actúa de forma negativa en la subjetividad colectiva, partimos de una falla, y falla la mujer… No sorprende la falta de confianza que sentimos por todo lo que hacemos, pensamos o decimos, por eso es importante huir de esta simbología, de esa herencia que se ha transmitido y se sigue transmitiendo. Mirar hacia otras culturas.