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Migración
Marcha a Bruselas: denuncian las muertes en la frontera ante el Parlamento Europeo
El pasado 30 de septiembre en Bruselas, cientos de personas se concentraban ante el Parlamento Europeo en el marco de la Marcha a Bruselas para denunciar la Europa Fortaleza. Convocadas por 23 organizaciones de diversos países, y contando con el respaldo de 150 colectivos, las presentes exigieron el cumplimiento de los derechos humanos en las fronteras, así como la regularización administrativa de las personas que residen en la Unión. Junto a los actos de denuncia, las organizaciones habrían celebrado durante el fin de semana una Cumbre de los Pueblos sobre Migración.
Las acciones en la capital europea comenzaron el jueves, cuando una delegación de la Marcha a Bruselas, se reunió con europarlamentarias y europarlamentarios que integran la comisión de migración, entregándoles una serie de peticiones relativas a la política migratoria comunitaria. Entre las personas que integraban la delegación se hallaba la tunecina Jalila Taamallah, quien perdió a sus dos hijos cuando fallecieron en su viaje a Europa.
Taamallah llamó la atención respecto al negocio del manejo de los flujos migratorios. Denunció que mientras los países de origen cobran por recibir a personas migrantes expulsadas, las familias deben hacerse cargo de la repatriación de sus seres queridos fallecidos en el país. Por su parte, Hassane Boukar de Niger invitó a los presentes a ponderar el precio en vidas cuando la política migratoria consisten en sembrar de obstáculos la movilidad de las personas migrantes. Por último, el integrante de No Name Kitchen Leandro Navarro Cabanas, señaló el uso sistemático de la violencia en la frontera, una violencia por la que nadie rinde cuentas, dada la impunidad reinante, lamentó. Los pactos de la Unión Europea con terceros países, como forma de financiar la violencia, fueron el objeto de la intervención de la francesa Sophie Duval, integrante de CCFD-Terre Solidaire.
Participantes en la Marcha a Bruselas se concentraron ante el Centro de Internamiento de Extranjeros de Vottem, para exigir su cierre. 25 años son los que dura la lucha por el cierre de este CIE por el que pasan unas mil personas al año, resultando la mayoría expulsada
Paralelamente al encuentro, participantes en la Marcha se concentraron ante el Centro de Internamiento de Extranjeros de Vottem, para exigir su cierre. 25 años son los que dura la lucha por el cierre de un centro por donde pasan mil personas al año. La mayoría, dos tercios, son expulsadas. El de Vottem es uno de los siete CIE con los que cuenta el país, que tiene planes para llegar a una decena de centros. Para las participantes en la acción, este tipo de centro suponen un símbolo de la Europa fortaleza, y muestra cómo calan los postulados de la extrema derecha en un arco político cada vez más amplio. Los intentos de suicidio, el aislamiento de los internados que protestan, o el rechazo de 6 de cada 10 personas que demandan asilo marcan la realidad de estas instalaciones, una realidad en la que el colectivo de resistencia a los centros de detención intenta intervenir acudiendo con escaleras cada sábado para establecer contacto con las personas retenidas y ayudarles.
En Lieja, la Marcha pudo encontrarse con colectivos de la ciudad que tienen como objetivo lograr una regularización de las personas en situación irregular, pues el último proceso extraordinario de regularización tuvo lugar en 2009. Mientras, activistas locales y migrantes sin papeles, llevan a cabo numerosas acciones para ampliar los derechos de las personas en situación de irregularidad mientras intentan ensanchar la base de esta lucha, incorporando a sindicatos y actores públicos. “Así hemos logrado que Lieja se considere ayuntamiento de acogida y que incluso el ayuntamiento ponga edificios a disposición”, explicaron.
Desde organizaciones como La voz sin Papeles, denuncian que hay 150.000 personas en situación irregular en Bélgica, un país que no cuenta con claros procesos de regularización, situación que deja en un lugar de vulnerabilidad a las personas, especialmente ante la explotación laboral.
Precisamente el viernes 30, las personas participantes en la Marcha pudieron conversar con los colectivos de personas sin papeles que protagonizaron una larga huelga de hambre en el 2021. El balance tras ese esfuerzo no es positivo: denuncian que el gobierno no ha cumplido los acuerdos, y siguen pujando por una proposición de ley. En esta línea también hubo tiempo para hablar del movimiento Regularización Ya, y la campaña para presentar una ILP en el Congreso de los diputados.
Desde organizaciones como La voz sin Papeles, denuncian que hay 150.000 personas en situación irregular en Bélgica, un país que no cuenta con claros procesos de regularización
Entre encuentros y movilizaciones, activistas bordaban con hilo rojo sobre telas blancas, los nombres de las víctimas de las fronteras. Se trata del proyecto la Manta de la memoria, que señala el olvido de quienes desaparecen o pierden su vida ante la Europa fortaleza. Por su parte, en la Cumbre de los Pueblos, pudieron abordarse en diversos talleres temas como el negocio de la frontera, las redes de solidaridad local, la criminalización de las migraciones y la solidaridad, o la lucha por la regularización. El encuentro se cerró llamando a la unión de movimientos sociales y a la organización estratégica para la defensa de los derechos humanos frente a las políticas y narrativas xenófobas de los gobiernos.
Migración
Marcha a Bruselas Decenas de organizaciones marcharán a Bruselas para denunciar las muertes en las fronteras
En el parque de Richelieu, de Potiers, antes de continuar su camino para denunciar las muertes en la frontera ante las instituciones europeas, rindieron homenaje —como viene haciéndose en los últimos años cuando alguien pierde la vida intentando llegar a tierras británicas— a las más de 300 personas fallecidas que han podido identificar desde 1999, víctimas de las políticas migratorias contra las que la Marcha se manifestaría ante la Eurocámara al grito de Rights, No Deaths!