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Memoria histórica
La Desbandá sigue en el recuerdo tras 82 años
Una marcha de diez etapas conmemora La Desbandá, la huida de 300.000 personas ante la llegada de las tropas franquista a Málaga. Los bombardeos por mar y aire lo convirtieron en uno de los episodios más trágicos de nuestra Historia reciente.
El 8 de febrero de 1937, hace hoy 82 años, se inició La Desbandá, uno de los episodios más sangrientos de la Guerra Civil. Alrededor de 300.000 personas marcharon desde Málaga a Almería a través de la carretera de la costa para huir de la ofensiva franquista liderada por el general Queipo de Llano. Tras el golpe de Estado la ciudad había resistido durante siete meses y se convirtió en refugio de quienes huían desde otras provincias andaluzas como Cádiz o Sevilla.
“Las columnas italianas y los efectivos franquistas fueron acorralando Málaga y la única vía de escape que dejaron, o que permaneció abierta, fue la carretera que conducía a Almería por la costa”, explica el historiador y arqueólogo Andrés Fernández. Durante el recorrido de 250 kilómetros entre las dos ciudades tuvo lugar el que para el presidente del club senderista La Desbandá, Rafael Morales, es “el genocidio más grande cometido en España históricamente”.
Este club senderista organiza desde hace tres años una marcha que recorre los 250 kilómetros que separan Málaga de Almería por la carretera de la costa para conmemorar el aniversario de este episodio. Su homenaje consiste en “andar la carretera que hace 82 años recorrieron en aquellas condiciones tan traumáticas y tan trágicas más de 300.000 andaluces”, como explica su presidente.
Este año, bajo el lema “avanzamos contra la impunidad”, el colectivo busca “sacar del olvido este genocidio”. Para Morales, se trata de “recuperar, hacer justicia, exigir tanto al Gobierno español como a los Gobiernos de Alemania e Italia, que fueron los que participaron en esta masacre de la carretera Málaga-Almería, la reparación para las víctimas”.
Otro de los objetivos que busca el club senderista con esta marcha en diez etapas es “exigir un censo real de las víctimas que se produjeron en la carretera Málaga-Almería”. Morales avanza que la marcha va a recorrer y parar en cada uno de “los 21 hitos trágicos que ocurrieron en La Desbandá”. “Creemos que de esta forma estamos haciendo memoria y sacando del olvido esta masacre”, continúa.
“La historiografía sí recogía el episodio pero no como el episodio más trágico de nuestra Guerra Civil. Sin embargo en la memoria colectiva de los familiares sí era así. En todos los pueblos de Málaga sí se conocía el episodio como “La Desbandá”, “la huida” o “el éxodo”, cuenta Fernández. Sin embargo, La Desbandá “no tenía esa repercusión que han tenido otros episodios como el Guernica o los bombardeos de Xátiva y a partir de este último año de investigación de testimonios se está dando más a conocer; se sabe más de las preguntas que estaban sin respuesta”, continúa.
Las recientes investigaciones de Fernández y otros historiadores han descubierto que el número de personas que participaron en La Desbandá fue de unas 300.000. No solo porque la carretera entre Málaga y Almería era la única salida de la ciudad, sino también porque “aparte de la población malagueña, durante esos meses se fueron refugiando en la ciudad personas de otras provincias de Andalucía, de Sevilla, de Cádiz, e incluso los pueblos que iban ocupando los franquistas también se iban refugiando en la capital de Málaga”. A eso se debe, según Fernández, el elevado “número de miles de personas que decidieron buscar otro sitio donde poder salvar la vida”.
Morales cree que “hemos avanzado con la Ley de Memoria Democrática de la Junta de Andalucía. Ha habido pasos y avances en la investigación de, sobre todo, identificar los hitos más importantes de La Desbandá". Sin embargo, Fernández insiste en la necesidad de “seguir investigando para saber toda la verdad o aproximarse a ella y animar a investigadores a que den a conocer con la magnitud que se merece este episodio tan trágico”.
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Mi madre Pilar ojeda peinado es una de las supervivientes de la desbanda. Actualmente cuenta con 91 años de edad y recuerda con toda nitidez la huida de las bombas y los bombardeos por la carretera hacia Almeria con toda su familia. Escribo su nombre en mayusculas para que quede claro el sufrimiento de muchas familias que como ella huian para salvar sus vidas. Asi mismo para honrarla a ella y a mis abuelos y tios al salvar la vida de una niña de meses abandonada junto a su madre muerta por las bombas. Por ti y tu memoria madre, mi respeto y mi cariño siempre
La historiografía oficial miente para favorecer posicionamientos políticos actuales, como parte de la justificación del Régimen político surgido del pacto entre el fascismo y la socialdemocracia e implementado en la Constitución del 78.
El contexto histórico en el que se produjeron los hechos de la “Desbandá”, no fue el de una “Guerra Civil”, como nos vienen diciendo unos y otros, sino el de una guerra entre clases. Recordemos el carácter burgués de la II República española y la represión a los movimientos revolucionarios y nacionalistas en Asturias, Catalunya o Andalucía. En ese contexto de lucha de clases, la burguesía decide un cambio en la forma de gobierno ante el acoso de los movimientos revolucionarios a la República, decidiéndose por la línea dura del militarismo, así como una “solución final” que consistía en el exterminio físico de todas las personas relacionadas de alguna manera con los movimientos revolucionarios.
En este entorno de “guerra entre clases” tenemos que analizar la desbandá y la actuación del ejército de la burguesía y el capital. La situación pre-revolucionaria de Andalucía, la fortaleza de los movimientos anarquistas y comunistas, así como el avance del nacionalismo, que incluso llegó a protagonizar un intento fallido de independencia de Andalucía en lo que el gobierno de España denominó el “complot de Tablada”, desencadenó la más brutal de las represiones, con miles de asesinados, muchos de ellos, como Blas Infante, aún en las fosas comunes de las cunetas de muchas carreteras andaluzas. Incluso el ejército republicano desertó de Andalucía, dejando las defensas de nuestras ciudades en manos exclusivamente de milicias populares integradas principalmente por militantes anarquistas y comunistas.
Mi tía Ana, que tiene más de 90 años y reside en Fuerteventura, debe ser uno de los pocos testimonios vivos que queden de la Desbanda. Huyó junto a mi padre, ya fallecido, y otros familiares míos, niños y adultos, entonces . Queda poco, se nos esta yendo la última memoria directa del crimen...
Mi madre con 91en la actualidad participo en la desbanda. Caminaba con toda su familia huyendo de las tropas franquistas camino a Almeria.Su memoria bien nitida recuerda aun con toda claridad los bombardeos, los muertos,el sufrimiento y el miedo de muchos de ellos. Gracias a mi madre Pilar Ojeda Peinado pudo salvarse una niña de meses encontrada junto a su madre muerta despues de un bombardeo. Pudo salvar una vida pero el recuerdo al horror permanece. Va por ti madre con todo mi cariño y respeto a una gran mujer. No debemos olvidar el pasado para no volver a cometer los mismos errores.