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En los centros de detención libios dominan “unas condiciones similares a las de los campos de concentración”. Esto es lo que habría escrito un diplomático alemán en un documento interno que ha sido publicado por la web FragDenStaat, que en alemán significa “Pregunta al Estado” y es un proyecto de la ONG Transparency Internacional a través del cual ciudadanos pueden hacer solicitudes de información al Estado.
El título del documento, “Agadez. Vuelta del infierno”, ya da una idea de su contenido. “Ejecuciones de inmigrantes incapaces de pagar, torturas, violaciones así como abandonos en el desierto forman parte la rutina”, comienza el resumen del informe, en el que se recojen relatos de testigos. Uno de ellos describe cómo una vez por semana eran asesinados cinco inmigrantes para hacer sitio a otros nuevos. El periódico conservador Die Welt ya publicaba el pasado enero una parte del documento filtrado.
Sobornos, violencia, impedimento de rescates
No es la primera vez que se acusa al país de permitir estas atrocidades. El pasado marzo el programa de investigación de la televisión pública Monitor publicaba unas imágenes espeluznantes grabadas por uno de sus equipos en un centro de detención libio. En el vídeo se muestra a inmigrantes detenidos siendo torturados a latigazos por las milicias que controlan los centros mientras gritan desesperados que envíen dinero. Al parecer, utilizan este tipo de escenas para sobornar a la familia de los presos, que en este caso concreto es el hermano de uno de los hombres de nacionalidad sudanesa torturados y que vive en Francia. En otro vídeo se puede ver cómo rocían con un líquido ardiendo a otro hombre, que se retuerce de dolor en el suelo.Más adelante el programa asegura estar en posesión de un documento de las Naciones Unidas que no ha sido publicado en el que podría leerse que “grupos armados, entre ellos algunos que trabajan con el Gobierno libio (…), participan en detenciones arbitrarias, secuestros y otras violaciones graves de los derechos humanos”. En concreto acusan a las Special Deterrence Forces de participar en dichos delitos.
El espacio televisivo sigue de cerca el caso libio desde hace meses. En enero publicaba otro vídeo grabado en noviembre pasado en el que mostraban cómo un barco lleno a rebosar de personas se encontraba en peligro en alta mar y una barca de la organización no gubernamental Sea Watch trataba de rescatar a las personas mientras las fuerzas de seguridad libias los ponían a ellos mismos en peligro al evitar el rescate y secuestrar a las personas para llevarlas de vuelta a las cárceles de detención libias. Una vergüenza agravada por el hecho de que estos cuerpos de control son además entrenados por Europa, con lo que esta se vuelve cómplice y culpable de dicha práctica, aseguran expertos en derecho internacional.
Fronteras
El trabajo sucio de la política de fronteras europea
La Unión Europea hace oídos sordos
El medio online BuzzFeed publicaba asimismo un documento filtrado de la Unión Europea en el que los propios funcionarios aseguran que el trabajo conjunto con las autoridades libias no es fiable.La ONG Sea Watch denunciaba en el pasado que varios supervivientes de sus rescates entre Libia y Grecia hablan de que durante su cautiverio tuvieron que cavar fosas comunes para los cadáveres de otros inmigrantes que iban falleciendo en la celda. Asimismo, explicaban que muchos de ellos eran vendidos como esclavos en el mercado, algo que un reportaje de la cadena CNN habría demostrado y tras lo cual las fuerzas de Gobierno de Libia habrían comenzado una investigación.
Desde que en 2011 Muamar el Gadafi fuera asesinado y el caos y la guerra civil se expandiesen por Libia, cientos de milicias se disputan el poder en el país y, mientras tanto, la Unión Europea apoya al gobierno de unidad, que incluso ha sido recibido por líderes europeos como la canciller alemana Angela Merkel. Alrededor de un millón de inmigrantes, según datos de ONGs, sobre todo subsaharianos, se encuentran atrapados en Libia en su travesía hacia Europa.