Libertad de expresión
Las redes sociales, una puerta hacia la libertad informativa de Sudán y Argelia

Los manifestantes de los movimientos revolucionarios de Argelia y Sudán comparten las últimas noticias en Twitter y Facebook para hacer frente a los medios estatales.

argelia buteflika
Manifestación contra el régimen argelino Jérôme Duval
31 ago 2019 06:35

Miles de voces inundan las calles de Argel y rodean la plaza de la Grande Poste cada viernes. Muchos de ellos alzan pancartas con lemas que se actualizan según el transcurso de la revolución; otros, prefieren gritarlos para que palabras como “la desobediencia civil ha llegado” lleguen más lejos. Los mismos ecos se escucharon en Jartum y en las principales ciudades de Sudán hasta el recién firmado acuerdo entre la junta militar y la oposición del país. Presencia y esperanza fueron los principales ingredientes para la caída de sus respectivos presidentes, Abdelaziz Bouteflika y Omar al Bashir, pero además los ciudadanos contaban con un arma muy peligrosa: las redes sociales.

Imágenes, vídeos y textos escritos en Twitter y Facebook, especialmente por jóvenes participantes, ayudan a no dejar caer las revoluciones en el olvido, informan de aquello de lo que no quieren hablar los medios estatales y es el espacio donde se discute acerca de la evolución de las protestas.

Ola Idris, activista sudanesa que vive en Canadá, actualiza su perfil de Twitter cada día con las últimas noticias de las protestas. Piensa que el uso de las redes sociales están “más allá de cualquier límite”: “Permite que la revolución sea visible, presiona a los gobiernos internacionales que están apoyando las muertes de ciudadanos sudaneses y permite que el movimiento conecte”, argumenta. Tras el ataque sufrido por los militares el 3 de junio que dejó hasta cien muertos, el régimen bloqueó internet sin éxito durante días. “Después del bloqueo en Sudán, el movimiento externo a Sudán creó una campaña en las redes sociales que ganó la atención del mundo y alcanzó casi cualquier esquina de internet”, añade Dinan Saeed, activista sudanesa que comparte información a partir de su perfil de Twitter.

Más allá de internet, las revoluciones han sido silenciadas en los medios tradicionales y la televisión estatal emite la versión oficial del gobierno

En Argelia, las redes sociales no solo tuvieron un papel importante, también fueron las precursoras de las primeras protestas. El inicio de las primeras manifestaciones a principios de febrero tuvo lugar en Kabylie, según Adel Saadoun, desempleado que acude cada viernes a las concentraciones de Argel, a partir de los llamamientos escritos un mes antes en Facebook. “Sin las redes sociales, el movimiento popular habría sufrido el mismo fracaso que las pasadas tentativas de 2008 y 2011 cuando los militares hicieron frente al prolongamiento de los mandatos”, afirma. El anuncio del Frente de Liberación Nacional (FLN) de la nueva candidatura de Bouteflika desencadenó que cientos de argelinos lanzasen llamamientos en Facebook a manifestarse, que se unieron a los eslóganes contra el gobierno entonados por los seguidores del fútbol en las gradas de los estadios.

Silencio mediático y ciberacoso

Más allá de internet, las revoluciones han sido silenciadas en los medios tradicionales y la televisión estatal emite la versión oficial del gobierno. La información publicada se balancea entre las noticias falsas, entrevistas a personas que apoyan el régimen y la censura de los ataques perpetuados contra los ciudadanos. “Han lavado el cerebro a un segmento específico de la sociedad. Por ejemplo, durante la desobediencia siguieron emitiendo imágenes antiguas de las calles de Jartum y decían que las manifestaciones habían fallado”, asegura Afnan Hassab, escritora y activista social sudanesa. Tampoco la prensa encontró un resquicio para escribir sobre la revolución: “Cualquier periódico que lo intentase era censurado o confiscaban las publicaciones”.

Los medios en Argelia seguían el mismo patrón según Lakhdar Benz, un joven argelino que sigue el Hirak (movimiento): “Por ejemplo, el viernes no hablaban de las manifestaciones o emitían vídeos sin el audio para que no se escuchase lo que gritaba la gente”.

Lakhdar se vio obligado a cerrar su cuenta de Facebook: “[Los doubab] Decían constantemente que la revolución no iba a tener éxito, además envían mensajes con insultos y nos amenazan con atacarnos físicamente”

Por otro lado, el silencio mediático se extiende al ámbito internacional, que tiende a simplificar la situación de ambos países. Ola Idris sostiene que el mundo sabe lo que ocurre, “pero escogen tomar acciones que les beneficie monetariamente, más que focalizar su atención en el tratamiento inhumano que sufren unos ciudadanos pacíficos”. La solución: contar la realidad a través de Twitter y Facebook. “Las redes sociales han sido el principal canal mediante el que los manifestantes comparten imágenes, información y actualizaciones sobre las localizaciones de los protestantes. Si alguien está atrapado en alguna parte y necesitan ayuda, comparten la información en las redes sociales y la gente responderá”, explica Afnan, y añade que los avisos de la Sudanese Professionals Association (SPA) se escribían también en Twitter, así como las nuevas convocatorias de manifestaciones.

Otro obstáculo al que se enfrentan los ciudadanos que apoyan las protestas es el ciberacoso a través de Facebook. Los llamados “doubab”, moscas electrónicas, están a favor del régimen que intenta continuar el camino de Bouteflika y acosan a quien se rebele contra lo establecido. Lakhdar se vio obligado a cerrar su cuenta de Facebook: “Decían constantemente que la revolución no iba a tener éxito, además envían mensajes con insultos y nos amenazan con atacarnos físicamente”.

Símbolos virales que colorean las revoluciones

Tras la masacre del 3 de junio, Twitter se llenó de perfiles azules. El movimiento #BlueforSudan extendió su color entre los países, y aunque en sus inicios fue en honor a Mohammed Hashim Mattar, un artista de 26 años recién graduado que apoyaba la revolución, pronto se convirtió en un símbolo para todos los mártires. Su familia y amigos cambiaron sus perfiles al azul porque era su color favorito. “Su presencia en la sentada era notable, tenía muchísimo amor y esperanza puestos en Sudán”, explica Dinan, amiga cercana del fallecido. “Es una manera de asegurar que continuaremos honrándoles, recordándoles y de no dejar que su muerte sea en vano”, asegura Ola.

No es la primera vez que la revolución sudanesa capta la atención internacional. La primera de ellas alcanzó la fama gracias a la imagen de Lana Haroum’s de la “reina nubia”: Alaa Salah, la joven estudiante de Ingeniería y Arquitectura que hablaba a la multitud desde lo alto de un coche ataviada con un tobe, el vestido blanco utilizado por las mujeres sudanesas trabajadoras durante las revoluciones de los años 70. Su fotografía recorrió las redes sociales como la pólvora y enseñó la fuerza de las jóvenes sudanesas, que desde el inicio han mostrado su apoyo hacia la revolución en un país particularmente opresivo hacia las mujeres.


Además de la fotografía, otras formas de arte expresan el sentimiento revolucionario en las redes sociales. La canción Liberté del rapero Soolking se ha convertido en el himno entonado por los manifestantes argelinos y cada vez más grafitis esperanzadores colorean las capitales de ambos países. Algunos, como Boushra Elmougahid, utiliza las viñetas políticas para mostrar el paso de la revolución. Estas creaciones han tenido un gran impacto especialmente en Facebook, donde los artistas visibilizan las protestas sin tapujos, expresando lo que sienten y compartiéndolo con el resto de la sociedad.

A pesar de su prohibición a principios de abril por el jefe del Estado Mayor Gaïd Salah, las banderas amazigh han invadido Internet y las calles como símbolo de libertad y unión entre todos aquellos que apoyan el fin de un régimen de treinta años. “La bandera amazigh también está invitada en el paisaje político. Se trata de una bandera cultural, que representa la identidad de los pueblos del África del Norte”, explica Adel.

¿Nuevas primaveras árabes?

Es imposible no comparar las revoluciones de Sudán y Argelia con las primaveras árabes que estallaron hace ocho años. Los egipcios informaron durante los dieciocho días de protestas a través de Twitter y organizaban los siguientes encuentros en la plaza Tahrir a partir de Facebook. El grupo “We are all Khaled Said” creado por el ingeniero informático Wael Ghonim estableció seis meses antes del 25 de enero de 2011 las pautas de un movimiento social que ahora se repite en los países vecinos: manifestaciones pacíficas organizadas y uso de las redes sociales para captar la atención internacional, además de contrarrestar la información falseada por los medios estatales.

Dejando a un lado las similitudes, la situación de Sudán es distinta de la egipcia “porque una parte de la revolución está denunciando la identidad árabe y abraza la africanidad de Sudán”, sostiene Dinan. Estas protestas están cuestionando normas culturales ancladas en el pensamiento social del país, como la libertad de expresión o la separación de las minorías, y por esta razón ven el levantamiento como un “esfuerzo colectivo”. “La otra diferencia es que hemos estudiado las revoluciones pasadas y hemos aprendido de ellas”, especifica Ola refiriéndose a la guerra civil en Libia o Siria y a la dictadura que vive actualmente Egipto.

El amargo final egipcio también sirve de ejemplo a Argelia, donde permanece un sentimiento de esperanza hacia la supervivencia de la movilización a largo plazo. “Hay una tentativa del poder de maquillar su fachada y hacernos creer en un cambio radical, pero precisamente el ejemplo egipcio es un espantapájaros para nosotros, como una amenaza a evitar para que nuestra revolución no sea pisoteada”, afirma Adel.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Libertad de expresión
Raimundo el Canastero “Vivimos en los tiempos de la corrección política, la cultura del ‘beef’ no se entiende”
Raimundo el Canastero nació en 2021 en Lizarra y el año pasado vio la luz su primer disco, N.T.E.R. Cajón, guitarra, ordenador y tres amigos en paro: Julen Arbizu (Lizarra, 1995), Imanol Viñarás (Lizarra, 1995) y Mikel Beltza (Iruñea, 1996).
Libertad de expresión
Acuerdo entre Sánchez y EH Bildu ¿Qué queda intacto en la Ley Mordaza?
El acuerdo pactado entre EH Bildu y PSOE ha sido presentado por el partido abertzale y su entorno mediático como el fin de la Ley Mordaza. Aunque sobre el papel constituyan un avance, no hemos de olvidar que la norma continuará en vigor.
Represión
Espionaje político Las infiltraciones policiales en movimientos sociales llegan al Parlamento Europeo
Sumar presenta sendas preguntas por escrito tanto en la cámara Europea como en el Congreso de los diputados, donde Compromís también ha presentado una pregunta.
#38955
31/8/2019 14:27

Qué ilusos, lo mismo escribíais hace más de un lustro sobre Egipto o Libia, o Siria... aquí no se aprende nada de nada

1
0
#38946
31/8/2019 10:27

Nada cambiará, todo seguirá igua o peor, habrá más refugiados y más inmigrantes.

1
0
Genocidio
Genocidio El TPI emite la orden de detención contra Netanyahu y Gallant por crímenes de guerra
La Sala de Cuestiones Preliminares del TPI rechaza las impugnaciones de competencia formuladas por el Estado de Israel y emite órdenes de arresto contra Benjamin Netanyahu y Yoav Gallant.
COP29
Cumbre del clima La COP29 encara su última jornada con un final agónico sin acuerdo en los temas clave
Los borradores de los textos de negociación sobre la mesa quedan muy lejos de un acuerdo sobre financiación climática en línea con las necesidades para que el planeta no rebase los 1,5ºC de calentamiento medio.
Crisis climática
Informe de Unicef El cambio climático multiplicará por tres la exposición de los niños y niñas a las inundaciones para 2050
Es la proyección que hace Unicef en su informe 'El Estado Mundial de la Infancia 2024'. La exposición a olas de calor extremas será ocho veces mayor para 2050 respecto a la década del 2000. “El futuro de todos los niños y las niñas está en peligro”, advierte la agencia de la ONU.
Barcelona
Derecho a la vivienda El hartazgo por la vivienda impagable se da cita este 23 de noviembre en Barcelona
El amplio movimiento por la vivienda catalán, sindicatos y organizaciones vecinales, sociales y soberanistas demandan soluciones urgentes ante una crisis de vivienda sin solución a la vista
Tribuna
Tribuna Vivienda: es hora de organizarnos
La situación de crisis inmobiliaria nos exige leer el momento para acertar en las batallas que debemos dar ahora, reflexionar sobre los modos de acción colectiva y lograr articular una respuesta política amplia.
Turismo
Opinión Abolir el turismo
VV.AA.
Lleguemos a donde lleguemos, no puede ser que sea más fácil imaginar el fin del capitalismo que el fin del turismo.
Comunidad de Madrid
Sanidad Pública Los sindicatos denuncian a la Comunidad de Madrid por exponer a sus sanitarios a “gravísimos” riesgos
Solicitan la mayor indemnización económica pedida contra una administración por no contar con un verdadero plan de prevención de riesgos laborales para atención primaria.
Racismo
Racismo institucional Diallo Sissoko, una víctima más del sistema de acogida a migrantes
La muerte de este ciudadano maliense durante su encierro en el CAED de Alcalá de Henares ha puesto de manifiesto algunas de las deficiencias del sistema de acogida a migrantes en el Estado español.

Últimas

Palabras contra el Abismo
Palabras contra el Abismo Lee un capítulo de ‘Café Abismo’, la primera novela de Sarah Babiker
El barrio es el espacio físico y social en los que transcurre ‘Café Abismo’, la primera novela de la responsable de Migraciones y Antirracismo de El Salto, Sarah Babiker.
Violencia machista
25 de noviembre Con el lema “Juntas, el miedo cambia de bando”, el movimiento feminista llama a organizarse este 25N
En un año en el que ha vuelto al primer plano el debate público sobre la violencia patriarcal sistémica que siguen padeciendo las mujeres, la marcha del 25 de noviembre vuelve a las calles el próximo lunes.
Más noticias
Comunidad de Madrid
Paro del profesorado Nueva jornada de huelga en la educación pública madrileña
Este jueves 21 de noviembre el profesorado se vuelve a levantar contra las políticas del gobierno de Díaz Ayuso, que mantiene paralizadas las negociaciones para mejorar sus condiciones laborales.
València
dana A las 20:11, era tarde
Todavía conservamos el horror de cientos de coches amontonados y arrastrados por la riada. Es por esos millones de turismos y sus emisiones ─aunque no solo─ que vivimos en un planeta que se está calentando demasiado rápido.

Recomendadas

Memoria histórica
Memoria histórica Museo del franquismo, ¿eso dónde está?
España sigue ajena a la proliferación mundial de espacios museísticos dedicados a dictaduras y resistencias democráticas.
València
Dana y vivienda “La crisis de vivienda multiplicada por mil”: la dana evidencia el fracaso de las políticas del PP en València
La dana ha dejado a miles de familias sin hogar. Ante la inacción de las instituciones, han sido las redes familiares las que han asumido el peso de la ayuda. La Generalitat, tras décadas de mala gestión, solo ha podido ofrecer 314 pisos públicos.