Juventud
Las llamas de la Utopía

Ya no somos tan jóvenes como para saberlo todo. Pero sí sabemos que las jóvenes son siempre las que se queman.

Millennials 2
Millennials. Redacción El Salto
Gabriela Wiener
14 nov 2017 06:08

Soy de una generación sin filtros. Ningún efecto de Snapchat podría haber mejorado mis ochentas. Aunque supongo que, en realidad, soy de una generación a la que un escritor llamó “generación cochebomba”, y todavía hoy tiemblo cuando paso al lado de un coche y suena una alarma.

Nací en un gobierno militar, crecí en una guerra y me hice adolescente en una dictadura moderna. Fui engendrada en la euforia ideológica, pero no vine exactamente con la utopía socialista bajo el brazo. Estudié en un colegio soviético peruano solo para más tarde ser tildada de Generación X. Y aquí me tienen. Aún no sé si la modernidad se hizo líquida o alguien nos meó encima. Ya no somos tan jóvenes como para saberlo todo. Pero sí sabemos que las jóvenes son siempre las que se queman.

Cuando yo era más joven, nuestro Madrid Arena se llamó Utopía. Un nombre mucho más preciso para una discoteca que acabaría ardiendo con 29 jóvenes dentro. Aunque nunca estuve allí, siempre he pensado que de alguna manera algunas nos quedamos atrapadas en esa pista de baile. Y otras ya no pudieron volver a entrar. Tal vez por eso podemos percibir que la de ahora es una fiesta sin revolución o una revolución sin fiesta.

Todas somos millennials y todas somos cholas, qué más nos da el lugar o el año en que nacimos.

Y ahora somos ellas, las otras. Todas somos memes de la clase media. Todas somos millennials y todas somos cholas, qué más nos da el lugar o el año en que nacimos.

Somos gente haciéndose pasar por sí misma. Somos todo lo que nos han reprochado. Youtubers que devoran productos japoneses. Las del 15M que buscan trabajo. Los jóvenes sirios bombardeados que cargan a sus hijos asesinados. Las prostitutas feministas. Los adolescentes que están enganchados a los filtros que les cambian el color de los ojos. Los gays chechenos de los campos de concentración. Las okupas que ponen sus pisos cuquis. Los hackers perseguidos por los gobiernos que mandan emoticones de unicornios. Los franceses yihadistas que ponen bombas en París. Las niñas guatemaltecas violadas en rebelión, también quemadas. Los ingleses yihadistas que ponen bombas en el metro. Los americanos trumpistas. Las periodistas pobres. Los chefs peruanos. Los futbolistas que pagan vientres de alquiler. Las transfemeninas que denuncian los privilegios de las femicistas. Los antisistema con el dinero de papá y mamá. Los seres que hacen Ikea e Idealista. Los antiabortistas que no tienen ni treinta años y ponen en circulación museos del aborto y buses transfóbicos. Las traperas de mi barrio. Los narcos. Los exitosos de sí mismos que hacen charlas TED. Los revolucionarios de Verkami. Los trolls en su vida diaria fuera de Internet. Las afromujeres que hablan de su pelo contra el racismo. Los de Ciudadanos. Los tipos que matan gente en directo. Las poliamorosas arrepentidas. Las mujeres que no han sido asesinadas todavía. Los que no votan. Los otros. Las otras. Nos (otras).

Todas nos esforzamos por molar. Los videos hollywoodienses de ejecuciones del Estado Islámico dan buena cuenta de lo mucho que quieren molar. Como los cochesbomba de mi niñez pero con filtro Clarendon. También los de EI son de tu generación. Nuestra vida de mierda mola. Nuestro mundo de mierda mola. A precarias, pobres y paradas les pones el filtro y te quedas con flexibles, poco consumistas y emprendedoras. A desterradas, les pones migrantes. A autoexplotadas, freelancers. A segregadas, refugiadas. A perfectos extraños, amigos. A panda de borregos, seguidores. A macho de toda la vida, genio incomprendido. A trabajos de mierda, experiencias. A estar borracha, nueva sinceridad. A perdido, globalizado. Y listo.

En este orgullo de la escasez, con nuestras vidas de ratonera, en la plenitud de la autogestión de la miseria y el ocio inabarcable, la tentación del fracaso es hoy más que nunca el nuevo llegar a buen puerto. Antes podía recordarlo todo. Ahora ya no. No lo necesito: está allí. El neoliberalismo pone el filtro, nosotras ponemos el cuerpo. Que es de mujer. Y la discoteca Utopía sigue precintada.
Archivado en: Juventud
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Italia
Racismo La muerte de Ramy Elgaml recrudece la indignación de la juventud migrante en Italia
La muerte de un joven de origen egipcio que vivía en Italia ha puesto de relieve las políticas de exclusión y de mano dura policial que sufren los jóvenes migrantes en este país.
Medio rural
Juventud y ruralidad Una encuesta revela la conexión entre ecología y bienestar mental
La iniciativa de los jóvenes del Colectivo Dispares ofrece una valiosa perspectiva sobre cómo en los entornos rurales se entiende la conexión entre salud ambiental y salud mental, ayudando a romper prejuicios y estereotipos sobre los más jóvenes.
Palestina
Iman Hammouri “En Gaza aún organizamos actividades artísticas para que niñas y jóvenes puedan contar con un espacio seguro”
Activista social y defensora de los derechos culturales, la directora del Popular Art Centre (Ramallah, Palestina), Iman Hammouri, es también cofundadora de la Palestinian Performing Arts Network.
#3276
17/11/2017 18:47

Eres una capa!!

0
0
Marcus
14/11/2017 17:13

Felicidades! Que gran elocuencia, a tus pies.

1
0
Patricia Matus
14/11/2017 16:01

Poderosísimas letras.

1
0
Javi
14/11/2017 15:45

Gran artículo de opinión. Enhorabuena... me ha encantado leerlo.

1
0
Rap
Poetas Puestos “Tanto los medios como la política quieren que seas un tonto feliz”
Charly Efe y Teko, acompañados de una banda, publican el disco ‘Tontos felices’ donde mezlcan su carrera en el rap con ritmos rock para crear lo que han bautizado como rap‘n’roll.
Análisis
Análisis El PSOE intenta pescar en el río revuelto de la izquierda para acercarse al PP
Entre los votantes del PP solo hay dos cosas que produzcan ilusión: el rechazo a Sánchez y su Gobierno e Isabel Díaz Ayuso. Feijóo no es una de ellas.
Groenlandia
Análisis Por qué Groenlandia es clave en la carrera por las materias primas
El anuncio de Trump parece salido de una precuela de la película 'Don’t Look Up', en la que los intereses geopolíticos y económicos no nos dejan ver el colapso inminente.
Historia
Historia La segunda vida de Joaquín Maurín
Alberto Sabio reconstruye en ‘Excomunistas’ la vida y el pensamiento del fundador del POUM: desde su politización en el republicanismo hasta su giro socialdemócrata y anticomunista durante la Guerra Fría.
Gobierno de coalición
Gobierno de coalición El CIS vuelve a situar la vivienda como el principal problema de la población
Uno de cada dos votantes de las izquierdas sitúan la vivienda entre los tres grandes problemas que afronta el país. La encuesta del CIS muestra a los partidos de la izquierda en la misma situación de desinfle que el mes pasado.
Ocupación israelí
Expansionismo israelí El Golán sirio, radiografía de una joya natural diezmada por la ocupación israelí
Las actividades extractivistas del Estado israelí sobre los recursos hídricos o proyecto de parque eólico en las tierras colonizadas amenaza el sustento diario de las comunidades locales.

Últimas

China
Pulsos bajo el cielo Beijing rave: amor, unidad y respeto
Exploramos los entornos de la música electrónica underground en Beijing, donde los jóvenes siguen creando espacios y nuevas formas de relacionarse y entenderse
Galicia
Literatura Daniel Salgado reformula las claves de la poesía política en la contemporaneidad en 'Poemas realistas'
El discurso de este poemario convoca las dos ideas-fundamento que vertebran la poética de Salgado: la constatación de la ruina y la perseverancia en la posibilidad de un horizonte no clausurado.
Opinión
Derecho a la vivienda Cuando el cuñao eres tú: cinco bulos progresistas sobre la crisis de la vivienda
Ni la compraventa de vivienda la protagonizan los fondos ni las zonas tensionadas bajan los alquileres ni el PP es el único que no las aplica.
Entrevista La Poderío
Entrevista La Poderío Carmen Fernández Gálvez: “El origen de la creatividad está en la naturaleza”
Carmen Fernández Gálvez (1979) nace en Vélez Málaga. Como mujer inquieta y curiosa decide realizar estudios de psicología. Su pasión por la cosmética natural y los remedios vegetales comenzó años más tarde.

Recomendadas

Represión
Represión Cómo descubrir a un infiltrado, el manual
Un grupo de afectadas por el espionaje policial publica un texto colectivo como herramienta y reflexión sobre este fenómeno.
Violencia sexual
Violencia sexual El ocaso de Neil Gaiman, el maestro de la literatura fantástica acusado de violar a varias mujeres
Un reportaje revela los testimonios de ocho mujeres que sufrieron agresiones sexuales por parte del escritor Neil Gaiman, autor del cómic ‘Sandman’ y nombre clave en la ficción contemporánea. Dos de ellas han presentado denuncias por violación.
Brasil
Ana Carolina Lourenço y Fabiana Pinto “Organizar la imaginación es la lucha de nuestro tiempo”
En la vanguardia de los movimientos que plantaron cara a la extrema derecha bolsonarista, las mujeres negras cuentan con una largo recorrido en la disputa política brasileña. Un libro recoge su genealogía y sus miradas para el futuro.
Sareb
Derecho a la vivienda Civio lleva a la Justicia a la Sareb para que revele cómo malvendió 10.000 viviendas protegidas
La Fundación Civio presenta un recurso contra el ‘banco malo’ por negar el derecho al acceso a la información sobre los compradores y el precio al que fueron vendidas 9.400 viviendas de protección pública.