Israel
Netanyahu gana las elecciones y podría gobernar con el supremacismo

El jefe del Likud podría volver como primer ministro tras conseguir la mayoría parlamentaria junto con sus aliados, entre los cuales se encuentra el partido abiertamente racista, homófobo y antidemocrático Sionismo Religioso.
Benjamin Netanyahu elecciones 2022
Netanyahu, desalojado en junio de 2021 mientras era procesado por corrupción, fue reelegido en los comicios de noviembre. Foto: POOL
Jerusalén
3 nov 2022 13:11

“Tenemos la victoria muy cerca!”. Cuando lo dijo, rodeado de centenares de globos blancos y azules y con una pantalla gigante que le proyectaba a sus espadas, el ambiente en la sede del partido cambió. Eran las tres de la mañana del miércoles, hacía cinco horas que habían cerrado los colegios electorales y los seguidores del Likud no tenían muy claro si había algo que celebrar. Sabían que estaban cerca de lograr el objetivo porque así lo indicaban las encuestas, pero el cauteloso guiño de Benyamin Netanyahu, al que muchos asistentes adoran como a un líder divino, desató la euforia entre los fanáticos, que se peleaban por ocupar las posiciones más cercanas al escenario.

Lo que Netanyahu intuía se confirmó. Con algo más del 90% de los votos escrutados, el Likud, su partido, ganaría las elecciones con algo más de 30 escaños y lograría sumar mayoría parlamentaria junto con sus aliados, los partidos ultraortodoxos y los fascistas de Sionismo Religioso. La sonrisa de Netanyahu, al que se le conoce como el Mago Bibi porque siempre se sale con la suya, tenía connotaciones políticas pero también judiciales. Para el hombre más poderoso de Israel durante las últimas décadas, las elecciones podían indicarle el camino hacia al cargo de primer ministro o en dirección a la cárcel. Sin embargo, sus fieles votantes no le tienen en cuenta los tres casos de corrupción que a día de hoy siguen abiertos contra él.

El supremacismo declarado llega al gobierno israelí

El Likud, eso sí, gobernará dependiendo de los extremistas liderados por Itamar Ben-Gvir, el referente de moda de la extrema derecha israelí conocido por ser tan radical que el propio ejército le impidió hacer el servicio militar. Que los kahanistas hayan logrado alrededor de 15 escaños, siendo la tercera fuerza más votada y pasando en poco tiempo de la marginalidad a la centralidad, es un hecho impactante, pero no imprevisible. Las encuestas lo advertían, y las calles también. 

El martes por la tarde, en el corazón del Jerusalén israelí, se sentía la urgencia por conseguir un gobierno de derechas que tuviera a Sionismo Religioso en él. Muchos electores que salían de los colegios electorales aprovechaban para pasearse mientras caía el sol por la calle Jaffa, una avenida ancha de comercios y terrazas. De repente, se oyeron unos gritos. Una treintena de jóvenes patrullaban excitados mientras cantaban el nombre de su líder. Avanzaban con los brazos en alto mientras ondeaban banderas que mostraban el rostro de Itamar Ben-Gvir.

El Likud de Netanyahu gobernará dependiendo de los extremistas liderados por Itamar Ben-Gvir, el referente de moda de la extrema derecha israelí conocido por ser tan radical que el propio ejército le impidió hacer el servicio militar

A medida que el grupo de fanáticos se abría camino, decenas de personas les dedicaban gritos de ánimo y admiración. “Ben Gvir tiene que formar parte del gobierno, es el mejor”, dijo uno de los jóvenes del grupo. Tenía la cara llena de acné, llevaba la kipá judía y los rizos le caían por encima de las orejas. “En Jerusalén tenemos miedo cuando salimos a la calle”, explicaba el joven: “queremos un gobierno de derechas fuerte que ponga freno a los terroristas árabes”. 

Pero un gobierno con Sionismo Religioso como actor destacado no solo frenaría a los “terroristas árabes” —tal y como la derecha israelí califica a cualquier palestino que luche por sus derechos humano—, sino también la supuesta esencia democrática del país. Es lo que opinan tanto analistas independientes como las fuerzas de izquierda, que advierten de la deriva autoritaria de Israel mientras batallan contra su propia extinción. Zehava Gaolon, líder de la histórica formación sionista e izquierdista Meretz, que se quedará sin entrar al parlamento, aseguraba el día de la votación que “estas son las primeras elecciones en la historia del país en las que se decidirá entre la democracia y el Kahanismo”. Lo decía haciendo referencia a los ideales de Sionismo Religioso, seguidores del rabí extremista Meir Kahane, conocido por pedir la expulsión de los palestinos. Los de Itamar Ben-Gvir van por el mismo camino. Sus propuestas electorales son supremacismo sin disimulo: pena de muerte para “terroristas”, inmunidad para los soldados, deportación de ciudadanos “desleales” y prisión para solicitantes de asilo.

Las propuestas electorales de Ben-Gvir son supremacismo sin disimulo: pena de muerte para “terroristas”, inmunidad para los soldados, deportación de ciudadanos “desleales” y prisión para solicitantes de asilo


La deriva autoritaria amenaza el poder judicial

El autoritarismo de los de Ben-Gvir, que si gobierna con Netanyahu será la segunda mayor fuerza del ejecutivo solo por detrás del Likud, no solo atacará los derechos humanos de los palestinos. En octubre, Sionismo Religioso propuso reformular el poder judicial para, básicamente, proveer de inmunidad al primer ministro, cosa que haría olvidar los actuales casos de corrupción contra Netanyahu —que incluyen fraude y soborno—, así como para ministros y legisladores. El plan, además, incrementaría el poder de la clase política sobre el judicial: el gobierno sería capaz de elegir jueces y más importante aún, de eliminar el contrapoder que supone el Tribunal Supremo, que perdería la capacidad de contrarrestar los excesos de la clase política. Si medidas de este tipo se aprobaran, cosa que se espera que haga un gobierno entre Netanyahu y Ben-Gvir, el sistema judicial perderá la capacidad de revisar las leyes abusivas que apruebe el gobierno israelí, aunque violen derechos humanos.

El único escenario que podía evitar que Netanyahu y sus aliados llegaran al poder era que el propio Meretz y Balad, un partido palestino, consiguieran sumar el 3,25% de los votos, el umbral que permite la entrada al parlamento. Pero con apenas el 10% de los votos por escrutar, ese parece un hito improbable. Las papeletas que quedan por contar son en buena medida de las fuerzas de seguridad israelíes, poco proclives a votar a las izquierdas y todavía menos a formaciones que representan a la población palestina que ellas mismas ocupan.

Archivado en: Palestina Israel
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Opinión
Opinión El último capítulo del genocidio
Israel ha comenzado la fase final de su genocidio. Los palestinos se ven obligados a elegir entre la muerte o la deportación. Lo que estamos presenciando eclipsa todos los ataques históricos contra los palestinos.
Palestina
Palestina Egipto abre la puerta a un nuevo alto el fuego en Gaza con el visto bueno de Hamás y EEUU
A cambio de la retirada gradual de la tropas de Israel en la Franja, serían liberados cinco rehenes cada semana. El Gobierno de Netanyahu no se ha pronunciado y siguen los ataques contra población civil.
Palestina
Genocidio Salah al Bardauil, miembro del comité político de Hamás, entre los 23 asesinados por Israel el 23 de marzo
Israel ha matado a 634 personas desde la ruptura del alto el fuego el pasado martes. Un ataque del Estado sionista hacia suelo libanés este sábado ha dejado siete muertos.
Residencias de mayores
Residencias Fondos de inversión y residencias: la mano invisible que retuerce los cuidados
Mientras DomusVi, en manos del fondo de inversión ICG, ya es la empresa con más residencias privadas del Estado, residentes, familiares y trabajadoras explican lo que supone que las prácticas especulativas acunen la vejez de las personas.
Residencias de mayores
Opinión Naces, creces, te reproduces, envejeces y sigues generando beneficios
El capitalismo extractivista emplea un ‘fracking’ similar sobre la última etapa de nuestras vidas: exprimir nuestra capacidad de producir beneficios hasta el último aliento.
Palestina
Palestina Egipto abre la puerta a un nuevo alto el fuego en Gaza con el visto bueno de Hamás y EEUU
A cambio de la retirada gradual de la tropas de Israel en la Franja, serían liberados cinco rehenes cada semana. El Gobierno de Netanyahu no se ha pronunciado y siguen los ataques contra población civil.
Argentina
Estela de Carlotto “Faltan todavía muchos nietos por encontrar”
Al cumplirse 49 años del golpe cívico-militar, la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo dialogó con El Salto y apuntó contra el Gobierno de Milei y su ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, que encabeza la represión de la protesta social.
Opinión
Opinión ‘Severance’ o la decadencia audiovisual de Estados Unidos
La segunda temporada de la serie estrella de Apple TV abandona el conflicto laboral y se centra en el amor como principal eje argumental.
Comunidad de Madrid
Represión La Policía cita a seis activistas que participaron en el escrache a Espinosa de los Monteros en la Complutense
Acusan de delito de odio a activistas que participaron en una protesta en la Facultad de Políticas contra el exportavoz parlamentario de Vox. Fueron citados por la Policía el pasado 21 de marzo, más de un mes después del escrache.
Madrid
Derecho a la vivienda Consumo reclama al Ayuntamiento de Madrid que cierre y sancione los 15.200 pisos turísticos ilegales
El Ministerio de Derechos Sociales y Consumo, que dirige Pablo Bustinduy, entrega un listado de los 15.200 pisos turísticos sin licencia que operan en Madrid y pide a Martínez-Almeida que actúe contra ellos y sus propietarios.
Ni hablar
Ni hablar La clase obrera no va al paraíso
La explotación se aligera con el relato torticero de la explotación y de los héroes del capital, y con la asunción íntima de que capitalismo y democracia son conceptos sinonímicos.

Últimas

Sanidad pública
Aragón La Atención Primaria de Zaragoza, en huelga
Los sindicatos convocantes denuncian el ‘decretazo’ autonómico, por ofrecer más servicios a la ciudadanía sin aumentar el personal contratado. Hay convocado un segundo día de paros el próximo 31 de marzo.
Comunidad de Madrid
Fin a la privatización Un tsunami marcha por Madrid por la gestión totalmente pública de los servicios a la ciudadanía
La plataforma Tsunami por los Servicios Públicos nace este domingo para aglutinar a decenas de organizaciones sociales que quieren hacer frente al “modelo neoliberal de destrucción masiva de los derechos humanos y sociales”.
Opinión
Opinión Los eufemismos y el gasto militar
Los profesionales en la confección de los mensajes políticos y manipulación de la opinión pública han debido apreciar que el termino “rearme” era demasiado explícito y contundente y que podría provocar cierto rechazo.
Gobierno de coalición
Consejo de Ministros Ángel Víctor Torres anuncia que tiene cáncer, pero seguirá al frente del Ministerio de Política Territorial
Reducirá su agenda como titular de Política Territorial en las semanas previas a una operación a finales de abril. Fuentes ministeriales dicen que la enfermedad “va bien” y “tiene solución”.
Más noticias
Contigo empezó todo
Contigo empezó todo El comunismo libertario de Hildegart Rodríguez
La joven madrileña, a quien se recuerda por morir a manos de su madre, contribuyó con sus ideas a la política revolucionaria durante la II República.

Recomendadas

México
Hallazgo en Teuchitlán Crisis de desaparecidos en México: los buscadores, entre el narco y las omisiones del Estado
El hallazgo del cementerio clandestino en Teuchitlán, Jalisco, ha conmocionado a todo México. El país que vive una crisis por la desaparición de más de 120 mil personas, que en 18 años solo han aumentado frente a una pasmosa impunidad.
Comunidad de Madrid
Comunidad de Madrid Un rayo de esperanza tras cinco años de los protocolos de la vergüenza
A punto de prescribir los posibles delitos, un avance judicial abre la puerta a conocer quién decidió no derivar a hospitales a ancianos en residencias en la Comunidad de Madrid.
Siria
Siria Siria, de la euforia por el fin del régimen al examen de la transición
Las matanzas en el litoral sirio y las dudas acerca de las nuevas autoridades dejan atrás la alegría por la caída de al Asad y enfrían el aniversario de la revolución, el primero tras la huida del dictador.
Medio ambiente
Oliver Franklin-Wallis “La industria de los residuos deja una cicatriz enorme en nuestro planeta”
El periodista británico Oliver Franklin-Wallis recorre en ‘Vertedero’ (Capitán Swing, 2024) las prácticas ocultas de la industria de residuos, exponiendo el papel de las grandes corporaciones, en connivencia con autoridades e instituciones públicas.