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Hemeroteca Diagonal
De ultras del Barça a grupo de matones a sueldo
Tras el levantamiento del secreto sumarial decretado por el Juzgado de Instrucción 33 de Barcelona se conocen más datos sobre la detención en febrero de 14 miembros de los ‘casuals’ –la facción ultra, españolista y más violenta de los Boixos Nois del FC Barcelona– por la comisión de innumerables delitos, desde principios de septiembre. Los 27.000 folios de los que consta el sumario revelan ahora, tras una larga investigación de los Mossos d’Esquadra, una densa trama de tráfico de drogas, extorsiones y palizas dirigida por destacados miembros de esta facción.
Entre los encarcelados en febrero constan Ricardo Mateo, líder del grupo, así cómo Antonio Torn, alias ‘Antoñito’. Ambos son dos históricos de los Boixos Nois del FC Barcelona y acumulan numerosos antecedentes penales. En el caso de ‘Antoñito’, por las amenazas de muerte vertidas contra el ex presidente blaugrana Joan Laporta, que cuando llegó a la presidencia del club cortó en seco los privilegios de los que disfrutaba el grupo. Y es que en la etapa anterior gozaban de la cobertura del ex policía nacional Manuel Santos –entonces responsable de seguridad del club– y del amparo del ex presidente y empresario hotelero Joan Gaspart. Aquellos privilegios llegaron al extremo de homenajear con un minuto de silencio oficial al neonazi Sergio Soto, muerto en accidente de tráfico y uno de los skin heads que en un Informe Semanal emitido en 1995 afirmaba que “matar a un travesti no es un delito, es un honor”.
Antes de la expulsión decidida por Laporta, los ‘casuals’ ya habían entrado en la deriva delictiva y habían dado sus pasos iniciales, instruidos por un agente de la Guardia Civil, con las primeras extorsiones y en los primeros robos de droga a traficantes. Corría 2003 y los ‘casuals’, que se hacían pasar por agentes de la Guardia Civil, secuestraron a dos magrebíes en Cambrils (Tarragona), a uno de los cuales le amputaron un dedo. En aquella incipiente red criminal también estaba integrado José Luis L.S, alias ‘Tronco’, vinculado directamente al Frente Atlético (ultras del Atlético de Madrid). Entre los imputados también destaca Efrén Simón Suárez, presidente y jugador del club de la tercera división catalana Bada Bing. El equipo, integrado por ‘casuals’, protagonizó en enero de 2009 una múltiple paliza racista cuando jugaban ante el Rosario Central, equipo barcelonés formado por jugadores de origen argentino. Por esos hechos, Suárez fue condenado a dos años y un mes de cárcel.
Los imputados, estructurados jerárquicamente bajo el mando de Mateo, obsesionados con las artes marciales y con ribetes de instrucción militar, extorsionaban al sector del ocio nocturno barcelonés desde hace años y se habían especializado en el robo de droga a narcotraficantes.
En los 17 registros policiales realizados en febrero se decomisaron nueve pistolas, una metralleta inutilizada así como toda una flota de motos y coches de lujo y placas policiales. Las investigaciones de los Mossos han atribuido también a esta trama el asesinato del ciudadano búlgaro Kristo Vasileu, cometido en mayo de 2009 ante las puertas de TV3 en Sant Joan Despí tras el robo de una partida de cocaína.
Además, al grupúsculo de ‘casuals’ se le atribuyen al menos dos desalojos ilegales de casas okupadas en Barcelona, realizados por encargo de los propietarios de los inmuebles vacíos para evitar los procesos judiciales y recuperar la finca.
El primer caso, en 2009, sucedió en la casa okupa de la calle Benavent del barrio de Les Corts: 15 ‘casuals’ con idéntica indumentaria, armados con bates de béisbol y porras extensibles, dirigidos “de forma rápida, violenta y organizada” por un individuo de unos 40 años, entraron en la casa y consumaron el desajolo, según la investigación de la policía autonómica. Semanas después, en el centro okupado L’Encoberta de Sants, propiedad de una entidad bancaria portuguesa, el intento fue abortado tras una inmediata concentración popular de respuesta. Tras ver las imágenes de las detenciones de febrero, activistas del movimiento okupa reconocieron a algunos de los ‘casuals’ como los “matones” que les habían desalojado. La tarifa se desconoce, aunque en 2003 ‘Antoñito’ aceptó encargarse de propinar una paliza a Joan Laporta por 30.000 euros.