Gas fósil
Gasoducto MidCat: historia de un éxito ciudadano

El proyectado gasoducto pretendía duplicar la capacidad de interconexión gasista con Francia, pero los reguladores de la energía de los dos países le han echado un jarro de agua fría, dificultando enormemente las posibilidades reales de que algún día se llegue a materializar.

Midcat stop
Protesta ante la sede de la UE en Barcelona el 12 de diciembre de 2017. Foto: Pere Albiac

investigador en Energía del Observatori del Deute en la Globalizació (ODG) @JosepNuaCor1992

8 feb 2019 06:23

El primer reto contra la construcción del proyecto STEP/MidCat se ha conseguido, pero aún queda camino por recorrer. El último hito de este camino, el giro que ha acabado de torcer la dirección hacia las demandas de la ciudadanía, se producía el pasado martes 22 de enero por la tarde, cuando la Comisión Nacional de Mercado y la Competencia (CNMC) y la Commission de Régulation de l’Énergie (CRE), los reguladores energéticos español y francés respectivamente, hacían de forma conjunta una declaración pública anunciando su decisión de no aceptar el requerimiento de inversión presentado seis meses antes por las empresas promotoras del proyecto en ambos lados de la frontera: la española Enagás y la francesa Teréga (ex TIGF). Desde el movimiento ciudadano desde hace años que se opone al proyecto —organizaciones, entidades, plataformas locales y activistas a título individual— lo hemos celebrado como una auténtica victoria. A pesar de ello, es importante no bajar la guardia y advertir de que aún no ha terminado el viaje. Todavía hemos de seguir dando pasos hasta borrar del mapa el proyecto definitivamente. 

Para quien pueda considerar exagerada esta sensación de júbilo, aquí va un poco de retrospectiva. Esta historia se remonta a hace casi una década, cuando Enagás pretendía construir un gasoducto que conectara Martorell y Figueres. Este gasoducto estaba integrado dentro de un proyecto que debía establecer la segunda conexión gasística entre el Estado español y Francia. A finales de 2010, Enagás empezó las operaciones de construcción del gasoducto y tuvo que paralizarlas a principios de 2011, cuando el Estado francés anunció públicamente que no encontraba estratégico dicho proyecto, dejando decenas de kilómetros de tubería vacía desplegadas en el territorio, como si de una vía muerta de tren que no llega a ninguna parte se tratase. 

Todavía hemos de seguir dando pasos hasta borrar del mapa el proyecto definitivamente.

A partir de ese momento, Enagás, con el respaldo del Estado español, empezó una larga andadura para convencer al Gobierno francés de lo necesario de este proyecto para la consolidación de la red de infraestructuras gasistas de ambos países. Cabe destacar que el regulador energético español —la CNMC— en aquellos tiempos se posicionaba a favor del proyecto, un hecho consistente con la situación de escasa independencia en la que el Partido Popular dejó a este organismo. Por su parte, el regulador francés —la CRE— tomaba la posición opuesta. En 2015, y con Arias Cañete colocado en la Comisión Europea, el gobierno de Rajoy reactivó el proyecto, que para entonces había sido bautizado como MidCat en referencia a las regiones de ambos países por donde debía transcurrir dicho gasoducto, Midi y Catalunya. El Gobierno francés, presidido entonces por François Hollande, firmó junto con los Gobiernos español y portugués, el Banco Europeo de Inversiones y la Comisión Europea, la llamada ‘Declaración de Madrid’, que enmarcaba esta y otras infraestructuras de conexión energética en una engañosa narrativa que hablaba de la necesidad de que la Península Ibérica dejara de ser lo que denominaban como una “isla energética”.

El comisario europeo de Acción por el Clima y Energía, Miguel Arias Cañete, siempre ha sido un firme defensor de este proyecto y Enagás ha encontrado en él desde el principio un fuerte aliado. No obstante, no convencidos del todo con el efecto que el proyecto estaba suscitando sobre el ejecutivo francés, en 2016 los promotores modificaron el proyecto íntegramente. El nuevo proyecto MidCat suponía añadir más de mil kilómetros de gasoductos en las redes española y francesa y extendiéndose por otras regiones más al oeste de ambos países. El gasoducto, que se había concebido en un inicio como el proyecto que integraba el gasoducto Martorell-Figueres y más tarde como MidCat, acabó rebautizado como South Transit East Pyrenees (STEP). 

Performance contra el Mid/Cat
Clase de step desarrollada el 30 de mayo de 2018 por colectivos franceses opositores al gasoducto STEP/MidCat frente al regulador francés de la energía (CRE). Imagen de Amigos de la Tierra.

Desde el comienzo, este proyecto estuvo marcado por la falta de transparencia. Regidores de algunos municipios atravesados por el trayecto del gasoducto Martorell-Figueres nos han comentado en repetidas ocasiones la opacidad con la que se llevó a cabo la aprobación por parte de los ayuntamientos. En el caso de Castellar del Vallès, municipio por el que pasa un tramo del gasoducto, se aprobó en junta de gobierno y no en un pleno municipal, se evitó el debate. En el acta de junta de gobierno donde se publicó el acuerdo, este punto llevaba el nombre de expediente de obras número O-110015, sin más, como si se tratase se un expediente de obra cualquiera. Además, el acuerdo de aprobación se borró del acta que se publicó en la página web del ayuntamiento. Este hecho supuso que mucha de la oposición en el territorio desarrollase una vez que las máquinas ya estaban sobre el terreno. 

Una de las principales denuncias por parte de los partidos de la oposición en los consistorios y por parte de los grupos ecologistas locales es que el estudio topográfico del trayecto por donde debía transcurrir el gasoducto era muy deficiente, ya que lo hacía por zonas protegidas integradas en la red Natura 2000 y era necesario atravesar torrentes con gran pendiente y de difícil acceso. Para entender la magnitud de estas dificultades orográficas, quizás baste señalar que los propios técnicos y operarios acudían a los grupos ecologistas para obtener información sobre cómo acceder y atravesar dichos obstáculos naturales. Los grupos ecologistas locales desarrollaron una importantísima labor de vigilancia y supervisión de los trabajos de construcción para garantizar que éstos se produjeran sin afectar gravemente a los ecosistemas acuáticos por vertidos incontrolados.

Lo más impactante cuando se visita el terreno afectado por el tramo de gasoducto ya construido, es la deforestación producida y la más que deficiente reforestación que ha llevado a cabo Enagás. Para hacer pasar un gasoducto de un metro de diámetro se ha deforestado 30 metros de ancho, creando una brecha a lo largo de 88 kilómetros. Para hacernos una idea, es el mismo ancho que ocupa una autopista de tres carriles por sentido. A vista de pájaro se observa un enorme y absurdo zarpazo en el territorio, de utilidad cero. 

Durante todos estos años, a las luchas locales que se iniciaron en el territorio, no solo en el lado catalán sino también al otro lado de la frontera, se han sumado diversas organizaciones sociales y ecologistas a nivel estatal en los dos países, así como organizaciones a nivel europeo que han mostrado su compromiso, activismo y solidaridad, participando de forma activa en la celebración de eventos, publicaciones, consultas públicas o campañas de presión mediática que se han ido sucediendo en todo el proceso de tramitación. En el Estado español, la red Gas no es Solución, integrada por decenas de organizaciones y colectivos, articulada para visibilizar la oposición al impulso al gas en el Estado español, ha sido un baluarte clave en la presión contra el proyecto. Esta resistencia se ha coordinado internacionalmente de forma intensa con organizaciones como Amigos de la Tierra Francia, Amigos de la Tierra Europa, Food and Water Europe, Counter Balance o Gastivists, entre otras, y ha encontrado asimismo algunos apoyos fundamentales en el Parlamento europeo.

Aunque la decisión tomada por la CNMC y la CRE complica mucho las cosas al proyecto MidCat a nivel estatal, eso no garantiza que Enagás y Teréga no intenten volver a incluirlo en la siguiente lista PIC

Con la connivencia de la Comisión Europea, el proyecto MidCat entró a formar parte de la la lista de Proyectos de Interés Comunitario (PIC), categoría que convierte a estos proyectos en susceptibles de obtener hasta el 50% del coste del proyecto mediante financiación con dinero público, además de garantías públicas y facilidades administrativas. El movimiento opositor al MidCat intentó de forma activa presionar a la Comisión Europea para que no aprobara la inclusión del proyecto en dicha lista. Como es preceptivo, la Comisión Europea abrió una consulta previa sobre la lista PIC antes de su aprobación. Organizaciones y entidades de 20 Estados miembro participaron en la misma. De las 230 contribuciones totales a la consulta, 160 venían del Estado español, en su mayoría alegaciones al proyecto presentadas por los colectivos contrarios al mismo. Los argumentos eran de peso, e incluían razones de tipo económico, ecológico y social, aunque quizás la de mayor relevancia es la que hemos venido repitiendo hasta la saciedad: apostar por los combustibles fósiles es incompatible con una sociedad que pretende descarbonizarse y, en ese sentido el MidCat, va contra los objetivos climáticos europeos.

La oposición social era ya clamorosa, a pesar de lo cual la Comisión Europea aprobó la inclusión del proyecto en la lista. Sin embargo, a mediados de abril de 2018 el movimiento de resistencia al proyecto lograba algo que explica en buena medida la posterior decisión de los reguladores francés y español: la filtración a los medios de comunicación de un estudio independiente que la Comisión Europea había intentado mantener en secreto. El estudio hacía un análisis coste-beneficio que ponía en duda la viabilidad del proyecto MidCat, focalizándose en el gasoducto STEP, concluyendo que era caro, que no aportaba resiliencia al sistema, y que los flujos previsibles de gas eran mínimos y dudosamente justificaban su construcción.

Este hecho, con el viento de cola a favor del cambio de gobierno en España —que no parece ver con tan buenos ojos el gas y que ha promovido una mayor independencia de la CNMC— y las consabidas dudas que siempre ha tenido el regulador francés, ha acabado por precipitar la decisión conjunta de ambos reguladores.

Aunque la decisión tomada por la CNMC y la CRE complica mucho las cosas al proyecto MidCat a nivel estatal, eso no garantiza que Enagás y Teréga no intenten volver a incluirlo en la siguiente lista PIC, que se empezará a conformar este año 2019. Al comisario Arias Cañete le faltó tiempo, tras hacerse pública la nota de prensa de la CNMC, para anunciar que la Comisión sigue apoyando el proyecto. Sin embargo no parece que las empresas vayan a tenerlo fácil, pues antes de ser aprobada la lista tiene que pasar el visto bueno del regulador europeo ACER, donde se encuentran los reguladores español y francés que ahora han negado la viabilidad del proyecto. En cualquier caso la ciudadanía seguirá vigilando muy de cerca lo que ocurra, y presionando a la Comisión Europea, al Gobierno español y a todas la instancias necesarias para enterrar definitivamente este proyecto y así evitar que MidCat se convierta en otro caso Castor: una nueva infraestructura gasista inútil e impuesta que hipoteca el clima, nuestros bolsillos y el territorio para beneficio de unos pocos.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Contaminación
Exigen a Arias Cañete que frene a los lobbies

Decenas de organizaciones medioambientales exigen al comisario europeo de Clima y Energía que se apliquen medidas para apartar de las negociaciones climáticas a las empresas con conflictos de intereses.

Polución
Cañete pone sobre los hombros de Colau y Carmena el problema de la calidad del aire
El Gobierno hace caso omiso del ultimátum dado la semana pasada por la Comisión Europea y elude presentar planes creíbles de calidad del aire, tras ocho años de quejas de Bruselas por el problema.
Lobbies
Más de 100 millones para influir sobre las políticas europeas
Arias Cañete y el el vicepresidente de Unión de la Energía se reunieron 460 veces en dos años y medio con estas empresas. Con organizaciones medioambientales 51.
Madrid
La burbuja del alquiler Sumar, Podemos y sindicatos de inquilinos presionan para convertir en indefinidos los contratos de alquiler
Sumar lanza una propuesta legislativa para transformar en indefinidos los contratos de alquiler, una de las principales demandas de la manifestación por la vivienda del 5 de abril. Una moción de Podemos, rechazada en el Congreso, pedía lo mismo.
Líbano
Ocupación israelí Israel incumple el acuerdo de paz y mantiene tropas en el sur de Líbano para “vigilar” a Hezbollah
El Ejército sostiene la ocupación de cinco colinas a lo largo de la frontera tras evacuar sus soldados de decenas de municipios. Miles de civiles regresan a sus casas para descubrir que lo han perdido todo.
Galicia
Galicia La Xunta de Feijóo, condenada por negar visitas a una mujer que murió de cáncer por tener covid-19
La jueza dice que la situación exigía “flexibilizar” las medidas de prevención. Falleció a inicios de 2022 en el Hospital Álvaro Cunqueiro durante los últimos meses de la administración del jefe del PP con Julio García Comesaña de conselleiro.
Egipto
Egipto Ashraf Omar continúa en prisión provisional por dibujar
Ashraf Omar, caricaturista político del medio digital AlManassa, sigue en prisión preventiva indefinida tras ser arrestado violentamente en su domicilio el 22 de julio de 2024.

Últimas

Justicia
Justicia Rubiales, condenado por agresión sexual y absuelto del delito de coacciones
18 meses de multa con cuota de 20 euros al día por un delito de agresión sexual. Es la condena al expresidente de la RFEF Luis Rubiales por los hechos ocurrido en la ceremonia de entrega e medallas del pasado mundial celebrado en agosto en Sidney.
Tribuna
Tribuna Verde de ecosocial, verde de educación pública
En nuestras aulas se ha colado una prisa ansiosa, que juzga al alumnado como un gasto, que lo dirige, poco a poco, a un mundo laboral tecnoptimista y completamente atomizador.
Más noticias
El Salto Radio
El Salto Radio Humedales necesarios
Damos un paseo radiofónico por algunos de los humedales de Andalucía, espacios fronterizos entre el mar y la tierra, tan necesarios para nuestra supervivencia. Lo hacemos con Juan Martín Bermúdez, de SALARTE y algunos oyentes.
Fascismo
Memoria antifascista Allí donde hay humo, hay fuego
A unos días de las elecciones alemanas, donde la ultraderecha acude fortalecida, un repaso sobre el proceso de desnazificación posterior a la Segunda Guerra Mundial y sus medias verdades.

Recomendadas

Feminismos
Ana Bueriberi “El activismo tiene que ser colectivo: para contribuir al cambio es imprescindible despersonalizar la causa”
La periodista madrileña Ana Bueriberi reconoce que no sintió la discriminación hasta que llegó a la Universidad. Hoy, desde el proyecto Afrocolectiva reivindica una comunicación antirracista, afrofeminista y panafricanista.
Inteligencia artificial
Militarismo La máquina de los asesinatos en masa: Silicon Valley abraza la guerra
Las fantasías distópicas sobre los futuros usos de las máquinas en la guerra están más extendidas que el relato de lo que ya está pasando en los campos de batalla.
América Latina
Extrema derecha Los soldados de Donald Trump en América Latina
Mientras algunos presidentes latinoamericanos, con mayor o menor ímpetu, intentan ponerle freno, otros tantos se arrodillan y le rinden pleitesía sin recibir nada a cambio. ¿Quiénes son los súbditos latinoamericanos de Trump?