Fútbol
Ser de primera. Fútbol y política en Leganés

Este mes de agosto, con los contagios de covid-19 volviendo a acelerarse, el Ayuntamiento de Leganés ha aprobado, en su segunda tentativa, las subvenciones destinadas a los clubes deportivos de la ciudad. En total, el consistorio habilitará una partida de 754.935 euros, que irán a parar a 12 entidades. La mitad, 362.000 euros, la absorbe el C.D. Leganés, seguido muy de lejos por los 88.295  del Voleibol Leganés, los 84.795  del Baloncesto Leganés, los 75.968 del Balonmano Leganés o los 52.200 del CD Leganés F.S., que se ha asociado también al  C.D. Leganés. Al no jugar la temporada que viene en primera división, el  C.D. Leganés no repartirá a través de su Fundación el importe concedido en ayudas para otros clubes de la ciudad, como sí había ocurrido en los años anteriores.

Dicho acuerdo quedaba supeditado a que el club estuviera en Primera División, aunque sí percibirá unos 15 millones de ayuda al descenso de La Liga en este 2020. Además, según las cuentas del club, en la temporada 2018/2019 recibió 2,68 millones de euros del consistorio municipal. El Ayuntamiento de Leganés dejó morir a su Fundación para el Deporte, después de años de inactividad, propiciando que la del  CD Leganés asumiera sus funciones y ahora el descenso de la entidad provoca un agujero en la promoción del deporte municipal.

De esta manera, una millonaria empresa privada renunciará a hacer marketing de responsabilidad social corporativa con el dinero que le regala el ayuntamiento de su municipio, como sí ha hecho esta temporada 2019/2020 con las aportaciones de la cuenta habilitada por la Fundación C.D. Leganés, en colaboración directa con el Ayuntamiento, para, en un primer momento, recaudar fondos para ayudar al Hospital Severo Ochoa. La compra más mediática ha sido la de una ambulancia valorada en 80.000€ para la ciudad de Leganés, pero se han asumido otras gastos que tenía que haber realizado un ayuntamiento con superávit, como importes para el comedor Paquita Gallego. En la web de la Fundación se refleja una aportación inicial  de 200.000 euros más una recaudación de donativos de 23.524 euros. En julio quedaban todavía en la cuenta 49.566 euros por donar.

En esta última anómala temporada marcada por el covid-19, el C.D. Leganés ha manejado un presupuesto superior a los 50 millones de euros

En esta última anómala temporada marcada por el covid-19, el C.D. Leganés ha manejado un presupuesto superior a los 50 millones de euros. Se evitó el ERTE in extremis mediante un acuerdo con los jugadores de reducción del 16% de los salarios si la Liga no se reanudaba , como finalmente sí ha ocurrido, en 2020. El club llegó a la negociación con los jugadores de la plantilla fortalecido económicamente justo antes de la pandemia por la venta de los jugadores En Nesyri y Braithwaite, que le permitieron sumar 32 millones de euros, 14 millones de los dos primeros pagos por En Nesyri, quedando pendiente otro pago del Sevilla de 6 millones en diciembre, y 18 millones de la cláusula de Braithwaite. El CD Leganés ha seguido  vendiendo jugadores que han solicitado no jugar en segunda división después de consumarse el descenso el pasado domingo 19 de julio, después de 37 jornadas fuera de la salvación.

Esa noche su capitán, Unai Bustinza, dio una lección de deportividad y honestidad, recordando entre lágrimas en sus declaraciones a la gente hospitalizada y la situación del país. Señaló que se podía tomar su temporada como un ejemplo de seguir luchando y no agachar la cabeza en estos momentos en los que hace falta aferrarse a ilusiones. No se podía pedir más humanidad y decoro en lo deportivo, algo que faltó al club y al Consistorio en lo institucional al priorizarse una subvención en lo más duro de una pandemia brutal y en uno de los municipios más afectados por la enfermedad.  

La controvertida relación entre el Ayuntamiento de Leganés y el club de fútbol profesional de la ciudad quedó patente en plena crisis del covid-19 con esta propuesta —que se ha aprobado finalmente en agosto— de la habitual subvención de 362.000 euros. El Gobierno del PSOE y Más Madrid-Leganemos, encabezado por el alcalde Santiago Llorente, tenía previsto llevar al pleno del viernes 24 de abril una moción para declarar de interés público una serie de entidades de diferentes ámbitos, entre las que se incluía al CD Leganés. La entidad deportiva se había seleccionado, según la memoria justificativa, por los “datos aplastantes” del club en ámbitos productivos y de servicios, cuantificados de forma muy somera. En esa fecha ya se consideraba Leganés la zona cero de la pandemia en España al tener las urgencias del Hospital Severo Ochoa completamente colapsadas, con más de 300 personas tiradas entre 90 sillas de plástico y el suelo.

El municipio con más contagios de Madrid no invierte su superávit en paliar la crisis social

Sara Plaza Casares

2

Coronavirus

El municipio con más contagios de Madrid no invierte su superávit en paliar la crisis social

Sara Plaza Casares

2

Leganés celebrará este viernes un pleno en el que no habrá ninguna modificación presupuestaria para programas sociales. Mientras, se destinarán casi 17 millones de euros para otras tareas, tal y como denuncian organizaciones del municipio.

La movilización en redes sociales —avivada por el salto de la noticia a medios de difusión nacional, y la dura crítica de la oposición— aparcó, momentáneamente, la subvención, alegándose una “cuestión administrativa en la que el expediente no estaría bien armado”, pese a que se trasladó a la oposición una memoria justificativa para avalar las ayudas, en la que se consideraba clave el reporte que suponía el consumo en hoteles y locales de hostelería de los visitantes, seguidores y familiares, así como la compra de productos de hidratación o complementos específicos para deportistas en negocios locales. Esta actividades se cuantificaban a groso modo en más de un millón de euros, sin pormenorizar más. La retirada de la propuesta de las subvenciones fue tan extraña como el interés de subvencionar a un club profesional de primera división en lo más duro de una crisis sanitaria sin precedente que provocaba que el propio pleno fuera telemático por primera vez en su historia.

Además de las cuantiosas aportaciones económicas, se intentó regalar a la entidad el uso de más terreno público en un barrio sin dotaciones deportivas como Leganés Norte

La relación entre el club de fútbol profesional de Leganés y el actual alcalde del  municipio, del PSOE, tuvo su anécdota controvertida cuando Santiago Llorente pagó 478,23 euros con su tarjeta municipal de regidor el 26 de mayo de 2016 en una cena cuando volvía de Oviedo de ver un partido de ascenso del CD Leganés a Primera División. Con estas buenas relaciones, el club seguía recibiendo dinero público, como tradicionalmente, incluso en los años más crudos de la crisis financiera. De 2003 a 2008, en plena hecatombe internacional en los mercados, se concede una subvención al CD Leganés de 601.100 € cada año; en 2009 y 2010 se contempla una subvención de 600.000€; en 2011 la subvención es de 500.000 €; y desde 2012 hasta este año se subvencionan 362.000€ cada año, incluyendo los años gobernados por el PP.

Además de las cuantiosas aportaciones económicas, se intentó regalar a la entidad el uso de más terreno público en un barrio sin dotaciones deportivas como Leganés Norte.  Este plan de cesión de suelo público a una empresa privada se decidió el 22 de diciembre de 2016 y tuvo su contestación popular a principios de 2017.

El  regalo de la única parcela del barrio destinada a uso deportivo, de 32.000 metros cuadrados, provocó una masiva manifestación de protesta de la vecindad reclamando la construcción de dotaciones deportivas públicas después de 20 años, las cuales siguen sin efectuarse. El proyecto inicial de la ciudad deportiva del CD Leganés estaba valorado en 1,5 millones, financiado por la Fundación del Club Deportivo Leganés, y contaba con dos campos de césped natural, vestuarios, gimnasio y sala de fisioterapia. La actuación  respondía a un convenio con el club que ratificaron todos los grupos políticos y sus concejales, excepto las cuatro ediles No Adscritas. Los ánimos se encendieron cuando el club llevó máquinas excavadoras y niveladoras para iniciar los trabajos de la obra en la Parcela O.17 D-5 del Barrio Leganés Norte sin tener siquiera la concesión.

La protesta vecinal logró que el 24 de enero el máximo accionista, Felipe Moreno, comunicara la renuncia del CD Leganés a construir los campos de entrenamiento en Leganés Norte, optando por los terrenos de Butarque, también de titularidad pública y que requirieron nuevos convenios. La Instalación Deportiva Butarque se estrenó a mediados de 2017, con un coste de 2,5 millones de euros pagados por el club, pero en febrero de 2019 el alcalde seguía sin aclarar el estado de esta cesión de terrenos, hablando de un “proceso lento”. Leganés Norte conservaba su parcela de dotación deportiva, pero ya le había construido su campo al CD Leganés.

No hacía falta hacer deporte ni tener biblioteca para tener calidad de vida, hacía falta un campo de fútbol profesional. Este Consorcio está a punto de disolverse dejando un barrio sin dotaciones deportivas de uso público y con una biblioteca sin terminar.

El estadio municipal de Butarque lo pagó el Consorcio Urbanístico de Leganés Norte. Su nombre viene dado por la patrona de la ciudad, Nuestra Señora de Butarque, y se construyó entre los años 1997 y 1998, con una capacidad inicial de 8.138 personas. Tras varias ampliaciones ha llegado a los 12.450 espectadores. El  13 de mayo de 1997 el Pleno Municipal aprobó la renovación de los contratos de la ejecución de las obras de construcción del campo de fútbol, por 469.615.520 pesetas, y accesos y aparcamientos, por 258.899.867 pesetas más IVA. El Consorcio Leganés Norte abonaría desde entonces a AUXINI SA todas las certificaciones de obras y facturas pendientes de pago, que se emitirían a nombre del mencionado Consorcio, así como las certificaciones de obras y facturas de las obras que se realizasen. Significó la asunción de la financiación del campo de fútbol por parte del Consorcio Urbanístico Leganés Norte.

Los Consorcios Urbanísticos son entidades de derecho público, con personalidad jurídica propia, creadas mediante Convenios suscritos por la Comunidad de Madrid y distintos Ayuntamientos, para, en este caso, el desarrollo de la actividad urbanística. Como la Comunidad de Madrid indica en su web, ésta y el Ayuntamiento de Leganés constituyeron el Consorcio Urbanístico de Leganés Norte para la plena integración de medio urbano y medio natural, con el objetivo de promocionar suelo para actividades residenciales, creando barrios verdes y de calidad. No hacía falta hacer deporte ni tener biblioteca para tener calidad de vida, hacía falta un campo de fútbol profesional. Este Consorcio está a punto de disolverse dejando un barrio sin dotaciones deportivas de uso público y con una biblioteca sin terminar.

En octubre de 1998, el Ayuntamiento de Leganés, con José Luis Pérez Ráez, del PSOE, como alcalde, firmó un convenio con la Sociedad Anónima Deportiva Leganés, entonces en Segunda División del campeonato nacional de Liga, por el que le concedía 40 millones de pesetas de subvención para esa temporada y le cedía el estadio de fútbol municipal del Butarque, pagado por el Consorcio Urbanístico de Leganés Norte, para jugar todas las competiciones oficiales. 25 millones de la subvención se destinarían a la compra de 2.000 entradas en cada uno de los 25 encuentros que el equipo disputaría en casa. Otros 10 millones sufragarían parte de los gastos de mantenimiento y los 5 millones restantes serían para el trofeo Villa de Leganés.

El convenio autoriza al equipo a entrenarse en el estadio y a explotar toda la publicidad estática del campo. El Ayuntamiento, que se reservaba ocho vallas de tres metros, correría con todos los gastos de luz, agua y gas. Como contrapartida, el Leganés reservaría el palco de honor al alcalde y a sus invitados. El club sólo se encargaría del mantenimiento del campo de tierra, las zonas ajardinadas, los accesos y el exterior del estadio.

Sólo 10 equipos de los 32 que juegan en Primera o Segunda en estadios públicos, pagan un alquiler anual. Sin embargo, sólo tres equipos reciben subvenciones del ayuntamiento local por utilizar las instalaciones municipales: Leganés, Cádiz y Numancia.

La cesión del estadio no es una situación excepcional en la Liga de Fútbol. Esta temporada, sólo 10 equipos de los 32 que juegan en Primera o Segunda en estadios públicos, pagan un alquiler anual. Sin embargo, sólo tres equipos reciben subvenciones del ayuntamiento local por utilizar las instalaciones municipales:  Leganés, Cádiz y Numancia. Y sólo uno estaba en Primera. EL CD Leganés SAD.

La gran mayoría de los convenios entre consistorios y clubes de fútbol profesional tienen características comunes, como ser a largo plazo, reservar un palco oficial para las autoridades públicas, incluir otras instalaciones como ciudades deportivas, establecer un número reducido de entradas para entregar a escuelas infantiles de fútbol y  reservar algún espacio publicitario dentro del recinto para promocionar la ciudad.

La publicidad del lugar y la promoción del deporte son los dos grandes argumentos, como se hace en Leganés, que se repiten en los convenios para ceder las instalaciones públicas en uso exclusivo y sin ninguna contraprestación económica. No obstante, la mayoría, por lo menos, paga el agua y la luz y se hace cargo del mantenimiento, pero en Leganés ni siquiera eso. En Europa incluso algunos convenios tienen cláusulas vinculadas a los ingresos de los equipos y a la participación en competiciones europeas. El uso gratuito y particular del estadio no se ha empleado, como se podía haber hecho fácilmente, ni siquiera para dar una imagen de promoción de la igualdad. La sección femenina, creada recientemente en 2018, no lo usa habitualmente para jugar sus encuentros.

Además de jugar gratis en el estadio y no tener que pagar los consumibles de luz, agua, ni gas, el estadio de Butarque cuenta con ocho establecimientos de restauración sin licencia.

Además de jugar gratis en el estadio y no tener que pagar los consumibles de luz, agua, ni gas, el estadio de Butarque cuenta con ocho establecimientos de restauración sin licencia. El dueño del Leganés, Felipe Moreno, se justifica diciendo que el club tiene “una concesión anual del estadio que incluye todo lo que está dentro”, según él, incluyendo los ocho establecimientos que hay en el estadio. Los describe textualmente como “cachitos de barra, tipo quiosquillos” y deriva la responsabilidad de la situación al propio consistorio. 

Un club profesional que maneja un presupuesto de 50 millones de euros carece de licencia para sus comercios en un espacio público que se le cede a coste cero. Felipe Moreno y Victoria Pavón, controlando la entidad al 97,5%, rescataron al CD Leganés cuando, pese a todos los recursos públicos de los que disfrutaba, estuvo a punto de desaparecer, con un punto de inflexión en 2008. Bajo su control, el club pepinero logró ascender a Primera División en la temporada 2016-2017.

El ascenso del club en 2015 incrementó el trasvase de recursos públicos que ya recibía, y en julio de 2016 el Pleno del Ayuntamiento aprobó una subvención de 2,5 millones de euros para ampliar el Estadio Butarque

La sintonía de Felipe Moreno con el consistorio era tal que en abril de 2018 el dueño del club dio su apoyo público al Gobierno de Santiago Llorente de cara a las elecciones de 2019. El fútbol era una apuesta electoral segura. Era comprensible que el dueño del Leganés se posicionase de parte de su benefactor. Durante la primera legislatura de Santiago Lorente, el fútbol profesional fue una de las prioridades del Consistorio frente a otras necesidades acuciantes del municipio. El ascenso del club en 2015 incrementó el trasvase de recursos públicos que ya recibía, y en julio de 2016 el Pleno del Ayuntamiento aprobó una subvención de 2,5 millones de euros para ampliar el Estadio Butarque, con los votos de todos los concejales menos las no adscritas.  

La estancia en Primera División fue interpretada por los actuales dirigentes del club como una gran oportunidad de negocio mucho más allá de lo meramente deportivo. El CD Leganés quiso sacar el máximo partido posible a su paso por La Liga Santander y en la temporada 2017-2018 se jugó su patrimonio en bolsa tras lograr un beneficio récord de 16 millones de euros. El club había cerrado esa temporada con una facturación de 66,24 millones gracias a ingresos atípicos como traspasos, exceso de provisiones y las recurrentes subvenciones.

Durante el ejercicio, invirtió más de 40 millones en acciones, llegando a unas pérdidas del 15%. Su inversión financiera equivalía a la práctica totalidad de sus ingresos por televisión. Los altos ingresos de esa temporada se debieron a una combinación de factores. Los ingresos ordinarios subieron un 19,8%, hasta 52,65 millones de euros, gracias al crecimiento del área audiovisual y comercial. La primera alcanzó los 43,2 millones, un 10,2% más que en 2016-2017, mientras que la segunda triplicó su actividad, hasta 6,74 millones de euros.  Fue uno de los equipos que aceptó incorporar un futbolista del régimen integrista de Arabia Saudí al primer equipo dentro de un proyecto de La Liga con el país, de ahí que lograra este fuerte incremento pese a que no dispuso de patrocinador principal durante toda la temporada. Los nuevos seguidores de Arabia Saudí se hicieron notar en las redes sociales insultando al club en febrero de 2018 por lucir el brazalete arcoíris en apoyo al colectivo LGTBI en un partido contra el Real Madrid.

En 2018-2019 se buscaron nuevos ingresos con la entrada de la casa de apuestas Betway como patrocinador principal, que se unía a Joma, BeSoccer y Arriaga Asociados. La recaudación por cuotas de socios y abonados apenas mejoró un 0,3%, hasta 1,81 millones de euros, ya que no se había podido aumentar de forma considerable el aforo de Butarque. Además, su clasificación para las semifinales de Copa del Rey le permitió facturar un 17,9% más por venta de entradas, hasta 0,91 millones de euros. El equipo logró unas plusvalías de 6,2 millones de euros por el traspaso de futbolistas, esencialmente el brasileño Gabriel Pires. También logró unos ingresos de 3,3 millones por la liberación de provisiones que hizo en ejercicios anteriores para obras en el estadio que finalmente no se acometieron. Se volvieron a batir los récords, con unos beneficios antes de impuestos de 27,5 millones de euros, mientras mantenía su millonaria inversión en bolsa. La relación del CD  Leganés con las casas de apuestas como fuente de ingresos se inicia en 2013 con la colaboración con GoldenPark.es, empresa española de apuestas deportivas y casino online, cuando el Leganés jugaba en Segunda División B.

Es paradójico que un gobierno municipal del PSOE que legitima el trato de favor a un club profesional en base a la imagen que reporta del municipio, le permita hacer publicidad de casas de apuestas.

Es paradójico que un gobierno municipal del PSOE que legitima el trato de favor a un club profesional en base a la imagen que reporta del municipio, le permita hacer publicidad de casas de apuestas. Si bien a nivel nacional el gobierno del mismo color ha entendido que las casas de apuestas son un tremendo problema para la juventud y se están tomando medidas de limitación de la publicidad, siguiendo el modelo europeo, en Leganés no se hace ninguna observación a que el club subvencionado por el Consistorio haga caja con las adicciones. El problema es más profundo en un municipio que dobla la media de casas de apuestas de la Comunidad de Madrid.

Pese a contar con el apoyo del Grupo Municipal del PSOE, la moción de 2018 del concejal no adscrito José Manuel Barbé sobre la prevención de la ludopatía quedó, de nuevo, en papel mojado. En la moción, votada a favor por todos los ediles menos los del PP, se recogía la solicitud de instar al CD Leganés SAD a desvincularse de los patrocinios ofrecidos por casas de juego y apuestas, teniendo en cuenta el efecto negativo que estos generan entre las y los aficionados al disipar ante ellos la percepción de los riesgos de jugar de modo irresponsable. No se tomó ninguna medida  y el equipo ha seguido promocionando las casas de apuestas.

La publicidad de casas de apuestas no ha sido el único hecho que afecta a la imagen del CD Leganés y, por su mecenazgo público, al Ayuntamiento y a la propia ciudad. En 2016 el programa de televisión de Cuatro ‘Conexión Samanta’ denunció el tráfico de futbolistas menores extranjeros en España. La periodista entrevistó a Patrick, que vino a España procedente de Ghana, donde  jugaba en un equipo profesional y ganaba dinero. Pagó 1.000 € con la ayuda de su familia para llegar a España y poder triunfar. En el momento de la entrevista no tenía dónde vivir. Firmó un contrato pero su representante no le facilitó copia. Supuestamente el Leganés le pagaba 200 €.  Cuando le reclamó el contrato, se quedó sin trabajo y sin la casa que el representante le facilitaba.  En la entrevista televisiva con Samanta Villar al dueño del Leganés éste se desentendió completamente de la situación del menor. Sin ruborizarse.  

No es sostenible la constante inyección de dinero público a un club profesional de presupuestos millonarios, patrocinado por casas de apuestas, mientras se sube el IBI de forma masiva a la ciudadanía de Leganés y se empobrecen los servicios públicos.

El problema no es la afición o no al fútbol y que se empleen recursos públicos en un entretenimiento que, legítimamente, puede gustar más o menos. Ni siquiera hace falta llevar el debate a que se priorice el deporte profesional frente al de base. Lo que se pide a un gobierno para la mayoría social no pasa porque subvencione tan descaradamente a una empresa privada por mucha popularidad que reporte al consistorio. Más allá de lo inapropiado o poco estético del momento de la subvención en una pandemia, no es sostenible la constante inyección de dinero público a un club profesional de presupuestos millonarios, patrocinado por casas de apuestas, mientras se sube el IBI de forma masiva a la ciudadanía de Leganés y se empobrecen los servicios públicos.

No se puede mantener un barrio como Leganés Norte más tiempo abandonado sin unas dotaciones mínimas. Ya sabemos lo que genera el abandono de los barrios, como está pasando en La Fortuna o Vereda de Estudiantes. La manida colaboración público privada no tiene sentido si todo lo aporta la parte pública y lo privado es un negocio que sólo posa para la foto. Un municipio es de primera por la calidad de vida de su gente, no por estar en la élite del fútbol profesional.