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Energías renovables
Marcha multitudinaria en Granada exigiendo “renovables sí, pero no así”
El comodín del potencial español como país productor de renovables ha sido sumamente utilizado durante este periodo de elecciones a la Unión Europea. Hace unos días, la presidenta de Redeia, Beatriz Corredor, el grupo empresarial que controla la Red Eléctrica de España, calificaba de “transformación radical” el proceso de cambio que según ella vive el sistema eléctrico español, que está pasando de un modelo “con grandes plantas de generación ubicadas cerca de los grandes consumidores a otro con miles de parques pequeños y dispersos, y también con una demanda más deslocalizada”. Un nuevo entorno que, para el grupo empresarial, ofrece oportunidades económicas en las que “España debe aprovechar la ventaja competitiva de las renovables para revitalizar nuestra capacidad productiva e industrial”.
Sin embargo, este mensaje respecto al cambio de modelo hacia miles de parques pequeños con una demanda deslocalizada es desmentido por una parte de la población que defiende, como hoy en Granada, que el proceso de obtención de esa energía, “el maná verde”, ha despertado una desenfrenada carrera extractivista que está utilizando la manida estrategia de fragmentar sobre el papel lo que físicamente serán luego, en la práctica, megaproyectos.
Megaproyectos que, según las organizaciones participantes en la protesta de este sábado en Granada, no están respetando la riqueza natural, paisajística y medioambiental de los territorios; generando consecuencias, en un marco de crisis climática especialmente avanzada en el sur de nuestro país, que pronto serán irreversibles y provocarán, a medio y largo plazo, desequilibrios tan perjudiciales para la población, el entorno y la vida, tal y como la conocemos, para los que no habrá “vuelta atrás”. Todo para lograr energía que, denuncian, será exportada fuera generando ganancias para multinacionales y fondos de inversión, sin ningún beneficio directo para los territorios afectados y además desoyendo las propuestas alternativas de lograr una verdadera transición energética democrática y respetuosa con el entorno sin dejar de ser eficiente.
Tanto es así que muchas de las personas que antes eran defensoras a ultranza en el uso de las energías renovables se sienten frustradas y desencantadas sobre la forma en la que se han ejecutado estos proyectos. Como es el caso de Joaquín Terrón, antes concejal que hace un par de décadas exigía la instalación de molinos eólicos en su pueblo, y ahora es uno de los portavoces más activos de estos colectivos que defienden la idea de “renovables sí pero no así”.
Exigen una moratoria urgente e inmediata que paralice la ejecución de los proyectos aprobados y nuevas concesiones porque no quieren que Granada sea “un territorio de sacrificio”
Colectivos en defensa de: la Vega de Granada, Zenete y el Marquesado, Montes Orientales, Alhama y Zenete, la Costa Tropical, Alpujarra, Valle de Lecrín, los Guájares, Guadix, Baza, Almanzora, y Almería han marchado juntos con el apoyo de Aliente, una plataforma especializada en el estudio y la alternativas para lograr una transición energética justa y respetuosa, en una manifestación convocada en una fecha muy significativa: la jornada de reflexión de las elecciones a la Unión Europea cuyo resultado podría marcar ese cambio de modelo que consideran indispensable en la gestión y aplicación de las renovables.
Una manifestación histórica en la que por primera vez han marchado unidos, en la recién constituida plataforma “Red Granada Mega Renovables” compuesta por diferentes colectivos, algunos de los cuales llevan muchos años trabajando por separado en el análisis y las propuestas que sus territorios necesitan y otros son de reciente creación por la creciente proliferación de proyectos en las dos provincias. La red tiene claro que ante la emergencia climática y el calentamiento global es necesaria una transición energética pero de manera planificada y ordenada, y sobre todo contando con la participación de la población. Exigen una moratoria urgente e inmediata que paralice la ejecución de los proyectos aprobados y nuevas concesiones porque no quieren que Granada sea “un territorio de sacrificio” cuando hay alternativas eficaces estudiadas y probadas en otros países que sí suponen una planificación energética respetuosa como la utilización de tejados de casas, edificios, polígonos industriales; medianas y terrenos pegados a autovías; terrenos degradados no recuperables, etc que evitarían la ocupación por parte de los megaproyectos de territorios fértiles para la producción de alimentos; y el sostenimiento y recuperación de nuestro hábitat natural de suelo, tierra y agua.
Pero sin embargo, “el sistema es injusto” nos comenta Joaquín Terrón de la plataforma “Di no a las torres” que calcula que en Andalucía se van a producir aproximadamente 40.000 kilómetros de expropiación, “hay quien habla de 80 mil kilómetros como los necesarios para realizar la transición energética a las renovables, imagínate el sacrificio de fuerzas, el sufrimiento y sobre todo la cantidad de gente que se va a sumar a nuestro movimiento con todo lo que nos viene encima”.
Granada defiende, otra vez, su Vega
Adepa Genil, Auca Santa Fe, Defendamos la Vega Otra Vez, Ecologistas en Acción, Salvemos la Vega-Vega Educa y Somos Vega-Somos Tierra son los seis colectivos que se han unido para crear la “Plataforma en Defensa de la Vega de Granada y su Entorno” ante una nueva amenaza, “ya teníamos la de centros comerciales, carreteras, infraestructuras y VAUS y ahora se suman las mega renovables, lo que nos faltaba”, apunta Miguel Ángel Molinero, uno de sus portavoces. La plataforma se ha constituido a raíz de la aprobación de una mega planta fotovoltaica en Santa Fe cuya línea de evacuación eléctrica se llevará por delante a su paso más de 14 km de suelo cultivable de Vega, con más de 230 parcelas expropiadas, que afectará a 5 municipios: Santa Fe, Vegas del Genil, Las Gabias, Atarfe y Pinos Puente. Ya han interpuesto unas 150 alegaciones contra el proyecto, “entre las presentadas por personas afectadas, propietarios de parcelas, colectivos ecologistas, etc” informa Miguel Ángel.
El representante de la plataforma en defensa de la Vega denuncia que este proyecto se ha presentado fragmentado, de forma que evita la competencia nacional y su autorización sea autonómica, y además ha solicitado a la Junta de Andalucía la Declaración de Utilidad Pública, figura jurídica que permitiría la expropiación forzosa de terrenos agrícolas de alto valor, “algo en lo que los propietarios están totalmente en contra, no quieren que les compensen ni que los expropien bajo ningún precio, y no quieren las líneas ni aéreas, ni soterradas, quieren seguir cultivando”.
GRACIAS @mrios por compartir tu 80 cumpleaños con nosotros y apoyar la defensa de la #VegaDeGranada con la misma fuerza y compromiso que siempre has demostrado.
— SalvemosLaVegaEduca (@SalvemosLV_Educ) June 8, 2024
¡Esta locura la vamos a parar UNIDOS!#8junio #RenovablesAsíNo#MoratoriaYa#PlanificaciónYahttps://t.co/A5ya2FkjFS
La mega renovable de Santa Fe, denuncian, conllevaría un importante impacto en la biodiversidad de la Vega y afección a especies animales y vegetales como, por ejemplo, el arranque de más de 15.000 olivos en plena producción, o la instalación de grandes torres eléctricas, entre otras consecuencias de la instalación de una infraestructura que, según Miguel Ángel, puede llegar a afectar al suelo de forma irreversible perdiendo la utilidad agronómica para el futuro además de afectar al microclima de la zona, “estamos desprotegiendo la capa vida del suelo y de la tierra, estamos eliminando toda esa vegetación; si en la vega de Granada se pierde buena parte de las choperas y los árboles, Granada y su área metropolitana van a padecer veranos todavía mucho más calurosos; y todavía lo vamos a pagar más caro porque debido al deterioro del suelo en muchos de estos espacios no van a poder ser revertidos de vuelta a la agricultura en caso de necesidad”.
Calahorra: un territorio y su acuífero amenazados por la contaminación de purines
Además de las organizaciones centradas en las mega renovables, en la red también está integrada la agrupación ciudadana “Lacea, La Calahorra en Acción”, que lucha contra la construcción de la primera planta de inyección de biogás de Andalucía en su municipio.
Una planta que, denuncian, va a ser un reclamo para la instalación masiva de macro granjas porcinas que van a “cubrir literalmente de mierda un paisaje que es de película con su castillo incluido” se queja Maria del Carmen, portavoz de la agrupación.
Medio ambiente
Medio Ambiente Colectivos ecologistas y vecinas se movilizan contra la planta de biogás en La Calahorra, Granada
La plataforma teme por la contaminación de sus acuíferos y el peligro de su hábitat, donde habitan y nidifican aves esteparias, algunas de ellas en peligro de extinción. Mari Carmen nos cuenta que la planta de biogás se va a instalar encima de un acuífero con una gran permeabilidad “dicho por los técnicos de la Confederación Hidrográfica”, un acuífero que abastece a todo el Valle del Zalabí, Guadix y la Calahorra. El colectivo ha interpuesto denuncias en Fiscalía y se siente desprotegido por el Ayuntamiento que no está actuando y ha mantenido al pueblo en la ignorancia, “nos enteramos en octubre del 2023” apunta Mari Carmen.
A favor de la planta de biogás se esgrime por parte de las instituciones la creación de puestos de trabajo, “que no son tales, al final sólo se van a generar seis y sólo dos de ellos operarios, el resto será personal especializado que vendrá de fuera y a cambio tenemos una planta en la que cada 20 minutos tiene que entrar un camión lleno de purines”.
“La gente paga por ver el mar no por ver molinos en el horizonte”, Lola Moreno de “Dí no a los molinos en la Costa Tropical”
Desde la Costa de Granada se ha unido a la manifestación la “Plataforma di no a los molinos en la Costa Tropical”, que ha presentado alegaciones al primero de los dos proyectos de parques eólicos marinos previstos en la zona, El Albaicín de 510 MW y La Pinta de 990 MW, que según la plataforma, ocuparán 700 kilómetros cuadrados de extensión de costa, desde Torrenueva hasta El Ejido, con molinos de 271 metros de altura.
Su portavoz, Lola Moreno, asegura, a pesar de que el Gobierno ha incluido una franja entre Carchuna-Calahonda y Albuñol en el primer Plan de Ordenamiento del Espacio Marítimo (POEM) que regula las áreas marinas donde se podrán instalar este tipo de parques, que “ahí no se han hecho los estudios medioambientales pertinentes, estamos hablando de una extensión enorme, con molinos flotantes muy grandes —conectados entre sí con unos cables de alta tensión— que van sobre una plataforma sujeta por tres tirantes con bloques muy pesados que actúan como peso muerto enterrados como agarre al suelo entre 600 y 900 metros de profundidad”, afirma.
“No le vemos ventajas por ninguna parte: rompe el ecosistema, la biodiversidad, fastidia a toda la gente de la costa además de afectar al tema de las viviendas en primera línea", Lola Moreno, portavoz de la plataforma en defensa de la Costa de Granada.
La investigación de la plataforma sobre los efectos de estos parques eólicos arrojan resultados de una destroza del fondo marino, la generación de ruido y otros “efectos que van a ser perjudiciales para los cetáceos, el movimiento de los peces, la pesca, la gente de la costa, el paisaje, etc”, afirma Lola en declaraciones a El Salto Andalucía, “no le vemos ventajas por ninguna parte: rompe el ecosistema, rompe la biodiversidad, fastidia a toda la gente de la costa además de afectar al tema de las viviendas en primera línea, que es una de las cosas que se piden en turismo; la gente paga por ver el mar, pero yo creo que no pagará por ver molinos en el horizonte; o sea, que se devaluarán las viviendas y esto tiene una repercusión económica bastante importante en todas las playas”.
La Plataforma, que se presenta como un colectivo ciudadano sin ningún tipo de orientación política unido en un frente común que defiende “Renovables sí, pero no así”, ha puesto en marcha una recogida de firmas contra el proyecto y una campaña de información ciudadana, “porque el vecindario desconoce el alcance de los molinos” donde han incluido una impactante imagen de cómo quedará el litoral de la costa granadina.
Caparacena- Cubillas, el punto negro en la “autopista energética granadina”
Vecinos y vecinas de la zona de Caparacena, próxima al Pantano de Cubillas, hace años que luchan contra los efectos de los 13 proyectos de instalaciones de fotovoltaicas además de constituir el punto central donde confluyen las líneas eléctricas de todos los proyectos de la provincia, es el epicentro de una energía que “no se queda ahí” nos comenta Gloria Casado, portavoz del movimiento ciudadano y vecina de la localidad granadina de Atarfe sino que “se irá, como el caso de la planta que ya está funcionando en la localidad de Pinos Puente, a Alemania cuando la ironía es que en Caparacena se están padeciendo cortes en el suministro eléctrico”.
Estos proyectos pueden ocupar entre 230 hectáreas cada uno, “aunque es complejo estudiar la situación porque se han proyectado como muchos proyectos que realmente irán a nutrir la misma línea con un impacto brutal, los 13 proyectos suman un total de 2.500 hectáreas ocupadas entre las instalaciones de placas, vías de evacuación, etc”. Una ocupación en Sierra Elvira, un entorno con un valor paisajístico y natural de flora y fauna que se verá gravemente perjudicada, “además, uno de los proyectos se queda a 300 metros de las casas”, lamenta Gloria.