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Educación pública
Lazkao y otros municipios que solo tienen ikastola: ¿Deberían ser públicas?
Nagore lleva a sus hijos a la ikastola de San Benito, en Lazkao (Goierri, Gipuzkoa), en la que paga unos 30 euros al mes por cada uno. Admite que nunca se ha planteado llevarlos a la escuela pública por un motivo muy sencillo: porque en su pueblo no hay. Dice que todas las familias que conoce en Lazkao hacen lo mismo. Por su parte, Gorka es padre de tres hijos que van a la misma ikastola. En ella también estudió él. Dice que en su momento, “viniendo del franquismo”, se hizo una “apuesta acertada” por un modelo que consiguió un “nivel de euskaldunización” mayor que en la pública. Pero ya hace tiempo de eso. ¿Sigue teniendo sentido que las ikastolas no formen parte de la red pública?
Según el Eustat, Lazkao tenía 5.818 habitantes a principios de 2023. Su situación educativa actual, sin oferta pública, no ha sido siempre así. Hasta 1999 había una escuela pública en un edificio que hoy ha absorbido la ikastola gracias a una cesión gratuita del Gobierno Vasco. Esta información la ofrece el concejal de EH Bildu, Joxemai Ormazabal, ante la falta de respuesta de la concejalía de Cultura (en manos de EAJ-PNV). En este caso, la escuela pública se acabó cerrando porque “poco a poco” se quedó si alumnado.
Joxemai Ormazabal (EH Bildu): “Mi interpretación es que hacia 1980 muchos padres y madres, supieran euskera o no, apostaron porque los niños lo aprendieran"
“Mi interpretación es que hacia 1980 muchos padres y madres, supieran euskera o no, apostaron porque los niños lo aprendieran. Consideraron que la ikastola daba mejor servicio que la escuela pública, que acababa de comenzar su servicio en euskera. Ese éxito inicial se vio reforzado por las inercias posteriores, como 'voy a mandar a mi niño al colegio al que va la mayoría de la gente'. Hasta que la escuela pública se quedó casi sin niños”, explica Ormazabal.
Ormazabal recuerda los orígenes de la ikastola: nació en Lazkao en 1963 cuando muchas familias, “impulsadas por un sacerdote, interiorizaron el deseo de dar clases en euskera a los niños”, en la línea de “recuperar cierta conciencia vasca al final del franquismo”. Así, “con mucho sudor” –es decir, construyendo el centro educativo en auzolan, organizando colonias, luchando contra la administración franquista, etc.– lograron poner en marcha, consolidar y reforzar el proyecto de ikastola.
Imaz, coordinadora de EHIGE, la confederación de las AMPA de Euskal Herria, dice que “la escuela pública es la que garantiza el derecho universal a la educación”
Para el concejal de EH Bildu de Lazkao, “es imposible decir que la ikastola no es pública”. “¿Qué hay más público que el pueblo? El pueblo hizo ese trabajo”, se pregunta. Otra opinión tiene Lurdes Imaz, coordinadora de EHIGE, la confederación de las AMPA de Euskal Herria, que dice que “la escuela pública es la que garantiza el derecho universal a la educación”, como apunta el proyecto de Ley de Educación, “por lo que en los municipios donde no existe oferta pública no se está garantizando ese derecho universal”. Lamenta que ahora, “en vez de garantizar oferta pública en los municipios que no cuentan con centros públicos, el Departamento de Educación ha modificado las zonas de influencia”, de manera que “pueden decir que, en todas las zonas de influencia, que no municipios, existe oferta pública”.
Segregación: las ikastolas dicen no cobrar a familias sin recursos
Lazkao no es el único municipio vasco que no tiene oferta de educación pública: es el caso, también, de Usurbil (6.350 habitantes), Ibarra (4.085), Loiu (2.193), Anoeta (2.121) e Irura (1.849). ¿Qué pasa con las familias con pocos recursos con hijos e hijas en estos pueblos? ¿Deben ir a otros municipios en busca de una escuela pública? Aquí es donde saltan las alarmas por la segregación que generan estas dudas y que acaban derivando en una mayor matriculación de población migrante en los centros públicos.
Según el Eustat, el 72,5% del alumnado “sin nacionalidad española” va a la escuela pública, frente a un 27,5% que estudia en la privada. Son unos datos que no dan la fotografía completa de la situación porque no reflejan la opción del alumnado procedente del resto de CCAA del Estado español, pero que revela una separación clara del estudiantado en función de su país de origen.
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No obstante, el director general de Ikastolen Elkartea, Jose Luis Sukia, apunta a que la falta de recursos no es un muro real para las familias en las ikastolas. Todas las fuentes consultadas en Lazkao subrayan que no conocen a nadie que haya tenido que llevar a sus hijos a otro pueblo por una cuestión económica. Según Sukia, las ikastolas no rechazan alumnado por falta de dinero ni cuando no hay oferta pública, ni cuando la hay: “La ikastola no tiene ánimo de lucro. Por las cuotas a nadie se le echa o se le deja sin ir a la ikastola. Nunca se ha hecho, ni se hará. Existen diferentes fórmulas para que no paguen”.
Imaz, de EHIGE, asegura que, al menos en algunos municipios, las familias sin recursos “tienen que trasladarse a otros que sí cuenten con oferta pública”.
Choca con las palabras de Lurdes Imaz, de EHIGE, que asegura que, al menos en algunos municipios, las familias sin recursos “tienen que trasladarse a otros que sí cuenten con oferta pública”. Asimismo, asegura que “hay alumnado que ha elegido pública y ha sido dirigido a la privada por considerarlo ‘vulnerable’ o ‘no vulnerable’”. “En la práctica se ha vulnerado el derecho a elegir escuela pública”, sostiene.
El euskera y unos modelos lingüísticos de hace 40 años
Por otro lado, está la cuestión de la lengua. En las ikastolas, todo es en euskera, aunque también se impulsan programas especiales en los centros cuando hay alumnado recién llegado y que necesita un periodo de aprendizaje de la lengua de Euskal Herria.
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Veamos la pública: según los últimos datos del Eustat, de las 196.343 personas matriculadas en centros públicos (no universitarios) en Euskadi, 161.639 (el 82,32%) están en el modelo D, es decir, el que tiene el euskera como lengua vehicular. Así que, en la actualidad, la mayor parte del alumnado de la pública estudia igualmente en euskera. La nueva Ley de Educación vasca estuvo a punto de eliminar definitivamente el sistema de modelos lingüísticos con un amplio consenso político; sin embargo, PNV y PSE lo dinamitaron a cambio de pactar la continuidad de unas líneas educativas caducas que perviven desde hace 40 años.
¿Deben publificarse las ikastolas?
Volvemos con Gorka, el padre que lleva a sus tres hijos a la ikastola de Lazkao. Asegura que, para él, “lo ideal sería una euskal eskola publikoa” que integrara a las actuales ikastolas: “Yo estoy muy contento de que no haya alternativas en Lazkao, ya que si las hubiera, se daría un clasismo que en estos momentos no existe. Antes, cuando estaban las dos escuelas [pública y privada], sí que se daba. No sería nada positivo. La solución no creo que pase por hacer una alternativa, sino porque las ikastolas den un paso a lo público. Que la Ikastolen Elkartea se inserte en lo público”.
En 1993, el Gobierno Vasco aprobó un decreto que daba opción a las ikastolas a integrarse en la enseñanza pública. El 56% de las ikastolas de Euskadi tomó ese camino.
Lo cierto es que ya se dio un primer paso al respecto en 1993, cuando el Gobierno Vasco aprobó un decreto que daba opción a las ikastolas a integrarse en la enseñanza pública. El 56% de las ikastolas de Euskadi tomó ese camino. Se abrió un debate en el que contrarios a la publificación argumentaban, en clave de Euskal Herria, que si se integraban en la red pública las ikastolas de las tres provincias donde la red es más fuerte (Gipuzkoa, Araba y Bizkaia), quedarían con menos fuerza las del resto de territorios (Nafarroa, Nafarroa Beherea, Lapurdi y Zuberoa). Fuentes consultadas defienden que el debate debería extenderse a la escuela privada religiosa: que se integren en la red pública transfiriéndole su patrimonio.
El director general de Ikastolen Elkartea, Jose Luis Sukia, recuerda que las ikastolas surgieron entre los años 60 y 70 del siglo pasado con varios objetivos: potenciar el euskera y la cultura vasca, pero también ofrecer una alternativa al modelo privado de las escuelas religiosas y un proyecto vasco educativo diferente al de la Administración central y basado en la decisión de las familias y profesorado, “que son quienes saben lo que quieren para su pueblo”. Hoy día, cree que aunque se haya pasado a un sistema autonómico, sigue manteniendo “un modelo centralista”.
Sukia, director de Ikastolen Elkartea, es contrario a integrar las ikastolas en el sistema público: “Creemos que las ikastolas somos públicas. No consideramos público únicamente lo que la Administración regula al 100% en su funcionamiento”.
Respecto al currículum educativo, señala que aunque “Madrid marque unas directrices generales”, las escuelas tienen margen para elaborar uno “propio”: “Para eso hace falta inconformismo y querer hacer las cosas de forma diferente. Y de eso, en las ikastolas vamos sobrados”. Por todo ello, Sukia es contrario a integrar las ikastolas en el sistema público y defiende, más bien, un modelo con autonomía en lo educativo y donde las familias y equipo docente tengan mayor peso de decisión que la Administración: “Creemos que las ikastolas somos públicas. No consideramos público únicamente lo que la Administración regula al 100% en su funcionamiento”.
Desde EHIGE, Lurdes Imaz responde que no les corresponde a ellos decidir sobre el futuro de las ikastolas, aunque sí defiende la creación de “seguir construyendo una Escuela Pública Vasca fuerte, prestigiosa y atractiva para todas las familias”, para lo que cree que se deben “activar procesos de consulta y debate que ayuden a crear un marco normativo para la integración en la red pública de centros de titularidad privada”.
EHIGE denuncia que la nueva Ley de Educación “iguala lo público y lo privado” una “reivindicación histórica de la red privada-concertada”.
Lurdes Imaz, de EHIGE, hace una valoración de la nueva Ley de Educación. Lo ve una oportunidad perdida porque, “en vez de reformar el sistema educativo actual vertebrándolo en la escuela pública”, lo que hace es “igualar lo público y lo privado a través del Servicio Público Vasco de Educación”, una “reivindicación histórica de la red privada-concertada”.
Cree que en lugar de “blindar el modelo dual y reforzar la enseñanza privada-concertada”, se deberían “abordar los retos que tiene el sistema educativo vasco”, como “garantizar la euskaldunización de todo el alumnado”, “acabar con la segregación y la estrecha relación entre nivel socioeconómico y éxito escolar”, o “una nueva gobernanza descentralizada para la escuela pública”, entre otros.
Imaz recuerda que la Comunidad Autónoma Vasca es la que “más dinero destina a la red privada conceratada”. Además, en el marco del Pacto Educativo y Ley de Educación, denuncia que “se está aumentando todavía más esa financiación, que debería destinarse a satisfacer las necesidades que tiene la red pública”.
Educación
Educación vasca: el paraíso de la concertada
En la comunidad con más enseñanza privada subvencionada, los centros concertados esquivan alumnado de las familias con menos ingresos, un modelo segregador al que algunas asociaciones de padres y madres quieren plantar cara.