Editorial
Que se jodan los bares

El marco del debate lo ponen los sectores con capacidad de agencia: clase media, pequeña burguesía y élites. Ello explica que, en el debate sobre “abrir” o “cerrar” la hostelería, se soslaye que es un sector precarizado con un alto porcentaje de contratos falseados.
Terraza Iruñea
Vista de la terraza de una hamburguesería en Pio XII (Iruñea) Ione Arzoz
14 mar 2021 06:00

Desde una perspectiva estrictamente epidemiológica, la mejor respuesta frente a la epidemia es reducir al máximo el riesgo de contagios, bajar los ingresos hospitalarios, aplastar la curva y salvar vidas. En su versión más drástica, toque de queda incluido, supone cerrar casi todo a cal y canto: administración, centros de estudio, fábricas, oficinas, tiendas, transporte público... y, por descontado, bares y terrazas.

Pero, en cualquiera de las variantes del confinamiento, se olvida que la epidemiología es la menos científica de las ciencias médicas. Tucídides, a cuenta del tifus que asoló Atenas en el año 430 antes de Cristo, señalaba que las condiciones de vida de las personas más pobres de la polis eran uno de los principales vectores de transmisión. Cualquier omisión de que la epidemiología es, también, una ciencia social enfocada al control de poblaciones —no solo de enfermedades— responde a ideologías reaccionarias.

El marco del debate lo ponen los sectores con capacidad de agencia, representación política, y participación en los medios de comunicación: clase media, pequeña burguesía y élites. Ello explica que, en el debate sobre “abrir” o “cerrar” la hostelería, se soslaye que es un sector precarizado con un alto porcentaje de contratos falseados, y donde es habitual que las horas extras no se cobren: de ahí que las medidas compensatorias actuales no estén garantizando la reproducción digna de la vida. Y ello explica, también, la ausencia de personas migrantes en las manifestaciones en defensa de la hostelería, cuando son una gran parte de la masa laboral en cocinas, comedores, barras y mesas. ¿Dónde están? ¿A cuánto ascienden sus ingresos? ¿Han sido despedidas o, simplemente, no les han renovado sus contratos? La izquierda responsable, tanto da en Euskal Herria como en el Estado español, no está para perder el tiempo con la emergencia vital de esos centenares de miles de personas precarias.

Ante este panorama desolador, las medidas de la democracia cristiana alemana suenan casi revolucionarias: cierre total del interior de bares y comercios acompañado del pago, a cargo del Estado, del 75% de lo facturado en las mismas fechas del año anterior, para todo autónomo o empresa con menos de 50 empleados. Se protege la salud colectiva... y lo paga, vía aumento de los impuestos, esa clase media asustada que clama por su seguridad, y que ha vaciado los estantes de las bicicletas estáticas en las grandes superficies comerciales.

Los ayuntamientos de Iruñea, Gasteiz, Donostia y Bilbao se han apresurado a realizar exenciones de las tasas de terrazas que, por otro lado, ya eran ridículas. Pero ni esos consistorios, ni los gobiernos vasco y navarro, dicen nada de incrementar la fiscalidad para impulsar políticas públicas resolutivas, ni de aumentar el espacio para las terrazas quitándoselo al coche en las calles y avenidas, en vez de privatizar las plazas. Son esas administraciones mediocres las que están hundiendo la hostelería.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Salud
Enfermedades raras La enfermedad de Huntington: los rostros de una dolencia invisible
Hace 32 años se descubrió el gen responsable de la enfermedad de Huntington. Desconocida entre ciudadanos y sanitarios, se hereda en un 50% de los casos cuando uno de los progenitores la tiene.
Salud mental
Sesgos en medicina Mujeres y consumo de psicofármacos: la medicalización de sus vidas
Las mujeres consumen el doble de psicofármacos que los hombres. Además de una mayor prevalencia de depresión o ansiedad, las especialistas avisan de sesgos de género en los diagnósticos.
Gatopardo
22/6/2021 20:26

Parece que no ha salido mi comentario anterior. Sólo quería preguntar a qué co.. viene eso de hablar de Euskal Herria y el Estado Español. Estoy de acuerdo con respecto al tema de los hosteleros pero yo no vivo en el Estado Español sino en España. El Estado me cobra impuestos a cambio de unos derechos que me otorga. No sé si salgo ganando o perdiendo. Lo que sí sé es que no vivo en el Estado Español sino en España. Me parece perfecto que Euskal Herria (aunque confieso que no sé muy bien lo que es) sea independiente si así lo deciden sus pobladores. Creo que buena parte, quizá la mayoría, del resto de españoles comparten mi opinión. Lo que no entiendo es la falta de respeto hacia quienes viven en España y no en el Estado Español. ¿No entendéis que eso perjudica vuestra causa?¿Se puede pedir respeto cuando no se respeta? ¿Os parecería normal que os dijeran que vivís en la Diputación de Álava, Vizcaya o Guipúzcoa? ¿En verdad queréis la independencia? Si es así ¿cómo sois tan torpes? El referéndum puede llegar en cuestión de tiempo pero no hay que encabronar al que está en disposición de concederlo (no me refiero a mí, obviamente, sino al conjunto del pueblo español). Bastaría decir: "oye, nos caéis muy bien, pero creo que estaremos mejor solos". Con esto, la mayoría de españoles aprobaría el referéndum y que decidieran las urnas. Si insistís en ofender, los ánimos se exasperan y no se llega a ninguna parte. No puedo entender ni creo que los vascos sean tan necios cuando es una de las regiones más prósperas, o quizá la más próspera, de la península ibérica. Y como no lo creo, sólo puedo pensar que hay un ánimo protervo en todo esto.

0
0
Gatopardo
22/6/2021 20:00

La hostelería tiene todo mi respeto. Yo, como muchos, creo que incluso la mayoría, hemos trabajado en ella alguna vez. Ahora bien, ¿a qué viene hablar de Euskal Herria y el Estado español? Yo, y muchos millones de españoles, no tenemos ningún problema en que se haga un referéndum en el País Vasco (no diré provincias vascongadas porque sé que molesta) y no me importa en absoluto el resultado. Pero, ¿a qué viene insultar a otros habitantes de la península hablando de Estado Español? Yo no vivo en el Estado Español- El Estado Español me impone obligaciones, al igual que me otorga derechos. No sé si salgo ganando o perdiendo. Creo que lo segundo. En todo caso, yo vivo en España, no en el Estado Español. España puede ser más grande o más pequeña. Puede incluir los territorios vascos o no. La verdad es que a la mayoría no le importa pero es difícil de comprender que se pida respeto para un país cuando se le falta el respeto a otro. Sobre la hostelería y el resto de su comentario no tengo nada que decir. Sólo agradecería que fuera más respetuoso con aquellos que quizá tengan más ganas de separarse que los mismos que presumen de separatistas.

0
0
#84978
15/3/2021 20:06

En un barrio obrero los hosteleros no defraudan, no explotan...solo lo hacen los burgueses de clase media!

0
0
Palestina
Genocidio Israel sigue atacando hospitales, la ONU habla del peor momento en los 18 meses de asedio
No hay tregua en Gaza, donde Israel ha recrudecido las matanzas y sigue sin permitir el acceso de alimentos y productos de primera necesidad. La ONU denuncia asimismo el asesinato de más de 70 civiles en Líbano.
Grecia
Grecia Frontex pone de nuevo la mirada en Grecia
En enero de 2025 el Tribunal Europeo de Derechos Humanos acusó a las autoridades griegas de llevar a cabo devoluciones forzadas de manera sistemática.
Comunidad de Madrid
Memoria histórica Contra la basura y el olvido: tras la pista de los cuerpos y de la memoria de los brigadistas internacionales
El Salto acompaña a un contingente internacional de políticos, políticas y activistas en una ruta en memoria de los brigadistas internacionales que acudieron a luchar a España contra el fascismo, en un ejercicio inspirador para el presente.
Opinión
Opinión La coherencia de las políticas de Trump
No se pueden entender los aranceles de Trump sin su lucha por el control de los recursos minerales, sin Groenlandia, Ucrania o la República Democrática de Congo.
El Salto n.78
El Salto 78 Nueva revista, viejas injusticias: hablemos de Violencia Institucional
En el último número de la revista de El Salto dedicamos la portada y nuestro “Panorama” a una de las violencias que sufren las mujeres solo por el hecho de serlo, la que aún a día de hoy emana de un sistema irracional y patriarcal.
Crisis climática
Balance climático El Mediterráneo se consolida como zona especialmente vulnerable al cambio climático
Las víctimas de la dana suponen dos tercios de las muertes por fenómenos extremos en Europa en 2024, según un informe conjunto de Copernicus y la Organización Meteorológica Mundial que hace un balance climático del continente el pasado año.

Últimas

Eventos
Taller de podcast El Salto invita a estudiantes a explorar las posibilidades del formato audiovisual
Proponemos un taller de guion y producción de programas para estudiantes de comunicación y periodismo los días 24 de abril y 8 de mayo.
València
València CGT denuncia graves incumplimientos del plan de inundaciones en la dana de València
Un informe incorporado a la causa judicial señala la falta de seguimiento de los propios protocolos autonómicos en el día de la tragedia y la víspera.
Partidos políticos
CIS de abril La ultraderecha recorta votos al PP arrastrada por el efecto Trump
El barómetro de abril vuelve a situar al PSOE como fuerza más votada. La izquierda española sigue su contienda por todo lo bajo.
Comunidad de Madrid
Educación El Gobierno de Ayuso deberá pagar 1.000 euros a una profesora por el exceso de horas lectivas
Según CCOO, hasta 6.500 profesoras y profesoras se podrán acoger a esta sentencia que supone una penalización a la Comunidad de Madrid por el exceso de horas extras que realiza el profesorado.
Laboral
Laboral El sindicato ELA alerta sobre la salud mental de las trabajadoras en intervención social
“Somos un instrumento de contención porque tratamos con población muy dañada, estamos en mitad del sándwich”, explica la educadora social Vanesa Núñez Moran.

Recomendadas

Poesía
Culturas Joan Brossa, el mago que jugó con la poesía para reinventar el poder de la palabra
Casi inabarcable, la producción creativa de Joan Brossa se expandió a lo largo —durante medio siglo XX— y a lo ancho —de sonetos a piezas teatrales, pasando por carteles o poemas objeto— para tender puentes entre el arte, la política y el humor.
República del Sudán
Sudán Cara a. Un Sudán en guerra
Se cumplen dos años de una guerra que ya deja más de 13 millones de personas desplazadas y más de ocho millones de sudaneses al borde de la inanición.
Andalucía
Memoria histórica La inanición de la memoria andaluza
Las políticas públicas de memoria en Andalucía se encuentran en un estado de paralización que pone en duda la voluntad de la Junta por la reparación efectiva.