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Derechos Humanos
Una mujer se reúne con su hijo tras siete meses de separación forzosa
El niño de cuatro años fue interceptado por las autoridades cuando trataba de llegar a España con su tía e internado en un centro de acogida de menores. La organización Women’s Link ha presentado una demanda en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos por vulneración del derecho a la vida familiar.
Oumo pudo, por fin, ver a su hijo este lunes. Tras más de siete meses de separación, esta mujer costamarfileña recogió al niño de cuatro años del centro de menores de Melilla donde permanecía internado, para llevárselo a centro de acogida en Jerez de la Frontera en el que ella reside. El martes, volaban juntos de vuelta.
A pesar de haber realizado todos los trámites posibles desde hacía varios meses, entre ellos la realización de análisis de ADN y la aportación de documentación y fotografías para demostrar su vínculo con el niño, el Servicio de Protección de Menores de Melilla no había dado respuesta a Oumo, ni había realizado ninguna acción para reunirlos, como denunció la organización Women’s Link.
Tras la denuncia de esta asociación que trabaja por el derecho al acceso a la justicia de las mujeres, desde el 23 de octubre y fruto de una petición ante del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, madre e hijo habían sido autorizados a comunicarse mediante videollamada tres veces por semana.
Oumo y su hijo llegaron a España en patera desde Marruecos, aunque en momentos diferentes. El niño cruzó en marzo de 2017 acompañado por su tía. Su madre se quedó, esperando reunir el dinero suficiente para poder pasar. La embarcación en la que viajaban el niño y su tía fue interceptada por las autoridades españolas y el niño fue internado en un centro de acogida para menores de Melilla. Su tía no pudo volver a verle.
Un mes después llegó Oumo, quien tras una estancia en el CIE de Algeciras fue trasladada a Jerez de la Frontera, donde reside actualmente en un centro de acogida para personas migrantes.
Women’s Link Worldwide y La Merced Migraciones, en representación de Oumo, solicitaron repetidamente la reunificación familiar, sin obtener respuesta hasta que el pasado 9 de noviembre la consejería de Bienestar de Melilla y el abogado del Estado comunicaron a estas organizaciones que el test ADN habían dado positivo: se demostraba así que Oumo es madre del niño.
Demanda en el Tribunal de Derechos Humanos
“El Estado español no puede quedarse con los hijos e hijas de las mujeres migrantes por el simple hecho de que se encuentren en situación administrativa irregular, eso es discriminación y racismo”, explica Teresa Fernández, abogada de Women’s Link, a El Salto.
“Desde mayo hemos interpuesto tres escritos administrativos, dos escritos judiciales y una queja al Defensor del Pueblo, que fue la única institución que se preocupó y trató de colaborar, pero no pasaba nada”, explica la abogada para justificar por qué recurrieron a una medida excepcional como es la petición de medidas cautelares al TEDH. “El Tribunal Europeo tiene el mecanismo para intervenir si se va a producir un daño inminente contra los derechos humanos de una persona, es una medida a la que no deberíamos tener que haber recurrido porque España debería respetar los derechos de las personas, pero en este caso ha tenido que ser así”, zanja Fernández, que cree que la intervención del Tribunal ha sido decisiva.
La abogada de Women’s Link espera que el caso de Oumo sirva para poner de manifiesto que “nuestro país tiene un sistema racista que discrimina a las mujeres migrantes”
La demanda de Women’s Link solicita que se repare el daño a Oumo y que se condene a España por vulnerar su derecho a la vida familiar, a no ser sometida a actos crueles y a nos ser discriminada. “La reunificación era lo urgente, y eso se ha conseguido, pero para nosotras el caso sigue porque no es un hecho aislado”, explica Fernández.
Sobre si se puede hablar de una actuación negligente de la administración española, asegura que “las autoridades administrativas no han respetado el derecho del niño a estar con su madre, ni de la madre a estar con su hijo, y no han tomado las medidas centrándose en el principio del interés superior del menor”. La abogada espera que el caso de Oumo sirva para poner de manifiesto que “nuestro país tiene un sistema racista que discrimina a las mujeres migrantes”.