Coronavirus
¿Una buena oportunidad?

Cuando finalice la epidemia, nuestros gobiernos seguirán con su dinámica habitual, la de gestionar el funcionamiento de la máquina-mundo capitalista e intentar atenuar diariamente sus daños colaterales.

Traducido por Alfredo Sánchez Santiago
26 may 2020 06:35

El confinamiento, se dice, es una oportunidad única para reflexionar sobre la sociedad en la que vivimos, sobre el desastre al que nos conduce y sobre los cambios radicales que se deben operar para evitarlo. Sin embargo, no parece que el mejor momento para reflexionar sobre un fenómeno mundial sea aquel en el que estamos aislados del mundo, sin saber prácticamente nada de lo que ocurre en los lugares en los que se trata la enfermedad y en los que se toman las decisiones sobre la gestión de la pandemia. De hecho, los análisis que hoy vemos surgir ya estaban completamente preparados. Es el caso de las teorías del biopoder y de la sociedad de vigilancia. No son nuevas, pero parecen encontrar su perfecta aplicación en un momento en el que el poder del Estado se propone la tarea de llevar a la práctica las recomendaciones de la autoridad sanitaria, y en el que las aplicaciones destinadas al rastreo de los portadores del virus renuevan el gran temor al Estado Big Brother, dotado ahora de herramientas digitales para vigilar nuestros cuerpos.

Sin embargo, una mirada más atenta revela que la gestión de la crisis por parte de nuestros Estados no ha obedecido exactamente al paradigma del control científico de las poblaciones. Para empezar, podríamos hablar de esos jefes de Estado que no creen en la ciencia, que han tratado el coronavirus como una gripe común y han pedido a sus ciudadanos que retomen rápidamente el trabajo. Pero, incluso allí donde el confinamiento ha sido estrictamente impuesto y controlado por el Estado, se ha puesto de manifiesto una relación muy específica y limitada del poder del Estado con las vidas individuales. Ordenar a la gente quedarse en casa no es la mejor manera de vigilarla eficazmente. En cierto modo, esta medida no hace otra cosa que prolongar esa práctica habitual de nuestros Estados cada vez más autoritarios que consiste en ordenar a la policía limpiar las calles desde el momento en que algo se mueve.

La gestión de la pandemia se ha llevado a cabo de acuerdo con esta lógica de la seguridad que abarca tanto los conflictos sociales como los atentados terroristas o las catástrofes naturales. Es posible que la autoridad de la ciencia médica haya pesado mucho en las decisiones gubernamentales. Pero no lo ha hecho con hipótesis eruditas sobre la circulación del virus, sino con simples estimaciones sobre la capacidad de los hospitales para acoger enfermos, una capacidad que, en efecto, las políticas de recortes presupuestarios han reducido significativamente.

Al confinarnos, nuestro gobierno no gestionaba tanto “la vida”, sobre la que sus luces son modestas, cuanto las consecuencias de su propia falta de previsión

Dicho de otra manera, la propia autoridad científica se ha ejercido en el interior de esta lógica que entrelaza el avance de las políticas de seguridad con el avance de las medidas “liberales” de destrucción de los sistemas de protección social. Intenté resumir esta lógica paradójica en un artículo de 2003 publicado en la Folha [de São Paulo] con ocasión de una letal ola de calor ocurrida en Francia: en el momento en que el Estado hacía menos por nuestra salud, decidía hacer más por nuestra vida. Sustituía los sistemas horizontales de solidaridad social por una relación directa, pero también abstracta, de cada uno de nosotros con una potencia estatal encargada de protegernos en bloque contra la inseguridad. Ha quedado perfectamente claro que esta “protección en bloque” puede venir acompañada de una ausencia total de previsión en el detalle. Esto es justo lo que se ha comprobado en la Francia de 2020: el gobierno no había previsto nada contra la epidemia; no había test disponibles y ni siquiera mascarillas suficientes para todos los sanitarios, lo cual explica que la autoridad científica haya tenido que secundar las mentiras del Estado poniendo en cuestión la utilidad de estas mascarillas de protección.

Al confinarnos, nuestro gobierno no gestionaba tanto “la vida”, sobre la que sus luces son modestas, cuanto las consecuencias de su propia falta de previsión. Pero esta falta de previsión no es fortuita. Forma parte de la lógica misma que fundamenta el paradigma de la seguridad y asegura el poder de nuestros Estados.

Convendría por lo tanto relativizar dos ideas muy difundidas en este tiempo de confinamiento. No está realmente comprobado que este tiempo haya provocado el triunfo del biopoder y nos haya hecho ingresar en la era de la dictadura digital. Pero tampoco está claro que nuestros Estados y el sistema económico que gestionan salgan debilitados de la demostración de impotencia que han ofrecido. Habría que relativizar igualmente los efectos radicales que algunos esperan al término de la situación presente. Pienso en todas las especulaciones que circulan hoy a propósito del “momento de después”, cuando se vuelva a poner en marcha la máquina económica actualmente en reposo. Ese momento de después se convierte cómodamente en la nueva gran esperanza: la oportunidad soñada en la que podría producirse, en un solo movimiento y sin violencia, ese vuelco radical de las cosas que en otra época se esperaba de las grandes jornadas revolucionarias. Será entonces, dicen, cuando habrá que cambiarlo todo, poner fin a los excesos de un capitalismo que sacrifica las vidas al beneficio económico, pero también cambiar de “paradigma civilizatorio”, reformar completamente nuestros modos de vida y repensar radicalmente nuestra relación con la naturaleza.

Desgraciadamente, estos grandes proyectos dejan una pregunta en suspenso: ¿quién hará todo lo que “será necesario” hacer en ese momento para cambiarlo todo? Las conmociones del orden dominante no se producen porque tal o cual circunstancia de excepción haya revelado sus perjuicios. Tampoco se producen cuando aquellos pensadores que han meditado durante mucho tiempo sobre la historia del capitalismo o del Antropoceno vienen a proporcionar las recetas adecuadas para “cambiarlo todo”. Un futuro solo se construye en la dinámica de un presente.

Cuando finalice la epidemia, nuestros gobiernos seguirán con su dinámica habitual, la de gestionar el funcionamiento de la máquina-mundo capitalista e intentar atenuar diariamente sus daños colaterales. Para aquellos que no se resignan a este curso de las cosas, el momento de después corre el riesgo de plantear el mismo problema que los momentos de antes: qué fuerzas serán capaces de conjugar el combate contra las fuerzas de la explotación y la dominación con la invención de un futuro diferente. No parece que el confinamiento nos haya permitido avanzar mucho en esa dirección.

N-1
Artículo publicado por n-1. Traducido por Alfredo Sánchez Santiago.
Archivado en: Coronavirus
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Comunidad de Madrid
Pandemia La Fiscalía abre diligencias por primera vez por muertes sin asistencia en domicilio durante la pandemia
Los padres de Francisco Rodríguez fallecieron en su domicilio de Madrid tras contagiarse de covid-19 y después de llamar de manera recurrente para conseguir asistencia médica que no consiguieron a tiempo.
Comunidad de Madrid
Comunidad de Madrid Presentan la primera demanda por mayores muertos en domicilios sin traslado hospitalario durante el covid
Los padres de Francisco murieron sin recibir traslado hospitalario ni asistencia médica a tiempo cuando enfermaron por covid-19 en su domicilio de Madrid, entre mediados de marzo y principios de abril de 2020.
Sanidad
Investigación La exclusión hospitalaria de mayores durante el covid en Madrid precedió a la existencia de protocolos
El primer protocolo de la Consejería de Sanidad sobre derivación a hospitales de pacientes de covid residentes en centros de mayores es del 18 de marzo, pero la disminución de residentes derivados empezó el 7 de marzo, según una investigación.
Ocupación israelí
Alto el fuego Cauta esperanza ante la tregua entre los gazatíes tras quince meses de pesadilla
Para los gazatíes, el mero hecho de haber sobrevivido tras más de un año en que la Franja se convirtió en una ratonera bajo constante fuego israelí es ya todo un hito.
Argentina
Argentina Golpe a la memoria en Argentina: los retrocesos en políticas de derechos humanos en la era Milei
La política de derechos humanos en Argentina enfrenta retrocesos alarmantes bajo la gestión de Javier Milei. Despidos masivos, cierre de espacios de memoria y desfinanciamiento amenazan el legado de memoria, verdad y justicia.
Redes sociales
Redes Sociales Mañana es el día en el que miles de tuiteros quieren dejar colgado a Elon Musk
Organizaciones ecologistas y universitarias, ayuntamientos como el de París y miles de usuarios de la red social que un día fue Twitter están convocados a dejar X coincidiendo con el día de investidura de Donald Trump.
Sumar
Sumar Yolanda Díaz, entre el ‘pacta sunt servanda’ y el juego de Junts
Sumar ha tenido su premio tras pasar del tono bajo al ‘ruido’ que antes rechazaba y consigue torcer el brazo del PSOE en la tramitación de la reducción de la jornada.
Rap
Poetas Puestos “Tanto los medios como la política quieren que seas un tonto feliz”
Charly Efe y Teko, acompañados de una banda, publican el disco ‘Tontos felices’ donde mezlcan su carrera en el rap con ritmos rock para crear lo que han bautizado como rap‘n’roll.
Túnez
Túnez Gabes, 50 años de muerte lenta
Entre vertidos químicos, suelos estériles y redes vacías, las comunidades locales del sureste de Túnez resisten y lideran una lucha ambiental y social que atraviesa fronteras.

Últimas

Gobierno de coalición
Gobierno de coalición El CIS vuelve a situar la vivienda como el principal problema de la población
Uno de cada dos votantes de las izquierdas sitúan la vivienda entre los tres grandes problemas que afronta el país. La encuesta del CIS muestra a los partidos de la izquierda en la misma situación de desinfle que el mes pasado.
La vida y ya
La vida y ya Mientras tanto
Salir de casa sabiendo que las personas con las que me cruzo también tienen una casa de la que salir. Que no hay casas vacías habiendo gente sin casas.
Análisis
Análisis El PSOE intenta pescar en el río revuelto de la izquierda para acercarse al PP
Entre los votantes del PP solo hay dos cosas que produzcan ilusión: el rechazo a Sánchez y su Gobierno e Isabel Díaz Ayuso. Feijóo no es una de ellas.
Que no te lo cuenten
Que No Te Lo Cuenten De posibles acuerdos y represiones
VV.AA.
Abrimos el primer noticiero del año con la firma del acuerdo de Israel con Hamás para un cese temporal de las hostilidades
Groenlandia
Análisis Por qué Groenlandia es clave en la carrera por las materias primas
El anuncio de Trump parece salido de una precuela de la película 'Don’t Look Up', en la que los intereses geopolíticos y económicos no nos dejan ver el colapso inminente.
China
Pulsos bajo el cielo Beijing rave: amor, unidad y respeto
Exploramos los entornos de la música electrónica underground en Beijing, donde los jóvenes siguen creando espacios y nuevas formas de relacionarse y entenderse
Galicia
Literatura Daniel Salgado reformula las claves de la poesía política en la contemporaneidad en 'Poemas realistas'
El discurso de este poemario convoca las dos ideas-fundamento que vertebran la poética de Salgado: la constatación de la ruina y la perseverancia en la posibilidad de un horizonte no clausurado.

Recomendadas

Historia
Historia La segunda vida de Joaquín Maurín
Alberto Sabio reconstruye en ‘Excomunistas’ la vida y el pensamiento del fundador del POUM: desde su politización en el republicanismo hasta su giro socialdemócrata y anticomunista durante la Guerra Fría.
Ocupación israelí
Expansionismo israelí El Golán sirio, radiografía de una joya natural diezmada por la ocupación israelí
Las actividades extractivistas del Estado israelí sobre los recursos hídricos o proyecto de parque eólico en las tierras colonizadas amenaza el sustento diario de las comunidades locales.
Represión
Represión Cómo descubrir a un infiltrado, el manual
Un grupo de afectadas por el espionaje policial publica un texto colectivo como herramienta y reflexión sobre este fenómeno.
Violencia sexual
Violencia sexual El ocaso de Neil Gaiman, el maestro de la literatura fantástica acusado de violar a varias mujeres
Un reportaje revela los testimonios de ocho mujeres que sufrieron agresiones sexuales por parte del escritor Neil Gaiman, autor del cómic ‘Sandman’ y nombre clave en la ficción contemporánea. Dos de ellas han presentado denuncias por violación.