COP26
Las Fuerzas Armadas españolas contaminan tanto como todos los coches de Madrid

Un nuevo informe del Centre Delás señala la responsabilidad de las Fuerzas Armadas y la industria militar en la emergencia climática.
Tanque desfile 12 octubre
Un tanque en el pasado desfile del 12 de octubre en Madrid Olmo Calvo
9 nov 2021 06:00

La economía militar es uno de los principales y menos estudiados responsables de la emergencia climática que estas semanas se debate en Glasgow. Un nuevo informe del Centre Delás D’Estudi per la Pau desvela la conexión entre la seguridad militarizada y el cambio climático. 

La huella de carbono del gasto militar en la UE en 2019 equivale a las emisiones anuales de 14 millones de vehículos, unas 24,8 millones de toneladas de CO2, dos veces más que Senegal, la mitad que Noruega. En el caso español, las Fuerzas Armadas generaron 2,7 millones de CO2 en 2019, el equivalente a las emisiones de todos los coches de la ciudad de Madrid en un año.

COP26
COP26 Fernando Valladares: “No podemos permitirnos un profundo fracaso en esta Cumbre del Clima”
Fernando Valladares, investigador del CSIC que se ha convertido en una de las voces más críticas de la comunidad científica española con las políticas climáticas, analiza en el comienzo de la Cumbre del Clima las últimas conclusiones del IPCC, los objetivos de la transición energética y el papel que juega el Tratado de la Carta de la Energía en todo esto.

La responsabilidad de la industria militar española en el cambio climático es uno de los focos del informe Crisis climática, fuerzas armadas y paz medioambiental, publicado este 9 de noviembre, Día Global por la Justicia Climática. Las cinco principales empresas de la industria militar española generaron 694.000 toneladas de CO2, según el Centre Delás. El ranking de las empresas más contaminantes lo encabeza Indra, una de las mayores fabricantes de componentes electrónicos para la fabricación de armamento, con 92.878 toneladas de CO2. Airbus, con 48.970 toneladas de CO2 o la empresa pública Navantia, con 13.723, son otras de las compañías de la economía militar que más gases de efecto invernadero (GEI) aportan a la atmósfera.

La huella de carbono del gasto militar en la UE en 2019 equivale a las emisiones anuales de 14 millones de vehículos, unas 24,83 millones de toneladas de CO2, dos veces más que Senegal, la mitad que Noruega

Pero la contribución de las Fuerzas Armadas a la actual crisis ambiental no se limita a las emisiones realizadas por los ejércitos y la industria militar sino que entronca con una de las funciones estructurales de estos organismos, según el informe del Centre Delás, “proteger a todos los agentes de poder no democráticos —corporaciones transnacionales extractivas, grandes entidades financieras, industria militar— que rompen los equilibrios sociales y eco-planetarios”.

Según el informe, la necesidad de controlar el suministro energético lleva a las grandes potencias a destinar cada año más recursos a aumentar sus capacidades militares, con un fuerte impacto en el proceso de degradación medioambiental. Una huella que ya es alta en períodos de paz y que se dispara en tiempos de conflicto abierto. Durante la guerra de Iraq (2003-2009), se acumuló una huella de carbono equivalente a la de toda la economía de Reino Unido en un período estimado de entre tres y ocho meses, según detalla el informe.

La principal fuente de GEI militar es la combustión de combustibles fósiles de los vehículos militares, especialmente los del Ejército de Aire. Sin embargo, el impacto ambiental de la economía militar va mucho más allá, según documentan en el informe. Los “restos tóxicos” de la guerra contaminan las tierras, las aguas y la atmósfera “con efectos que pueden durar un largo periodo de tiempo”. Además, las operaciones militares aéreas, navales y terrestres están detrás de la destrucción de hábitats, enfermedades, mortalidad y hasta extinción de especies vegetales y animales. 

El ranking de las empresas de la economía militar más contaminantes lo encabeza Indra, una de las mayores fabricantes de componentes electrónicos para la fabricación de armamento, con 92.878 toneladas de CO2

“El Gobierno español debe hacer cumplir el protocolo de emisiones de todos los sectores empresariales, incluyendo los de las industrias militares, y de todos los organismos dependientes del Ministerio de Defensa y, muy especialmente, de las Fuerzas Armadas”, señala Pere Ortega, también investigador del Centre Delàs y autor del informe. Sin un seguimiento riguroso, señala, “será imposible cumplir con la reducción de la huella ecológica” comprometida en los objetivos de política medioambiental de los acuerdos de París.

El informe habla de la necesidad de adoptar el concepto de “paz ambiental” e incorporar en los discursos y acciones por el clima la exigencia de una reducción de los gastos militares “que posibilitara la reducción de la producción y las exportaciones de armamento, así como el traspaso de los actuales recursos militares hacia programas de acción para abordar los grandes retos globales”.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

COP26
¿Qué pasó en la COP26?
Ante la escalada del colapso climático, la COP26 hizo muy poco para cambiar nuestra trayectoria y alejarnos de la catástrofe, para dejar de hacer lo mismo y para frenar el uso de los combustibles fósiles.
Opinión
No es planeta para sapiens
La destrucción que comenzó con la revolución cognitiva del sapiens hace 70.000 años solo puede terminar con otra revolución, esta vez consciente, que doblegue a los tres principales agentes responsables de la desmovilización contra el cambio climático.
COP26
COP26: Colgarse de sitios y leer documentos no es incompatible, peña.
Hay muchas cosas de la COP26 de las que podríamos hablar. Os puedo contar que he sido arrollada no menos de tres veces por John Kerry y su séquito, o que, la verdad, hace un frío bastante infernal en Glasgow. Pero de lo que en realidad puedo hablar es de la experiencia de alguien que se ha pasado la última semana revisando documentos, bebiendo IrnBru y discutiendo en Twitter.
Gobierno de coalición
Política institucional Pedro Sánchez no dimite: “He decidido seguir”
El presidente del Gobierno vuelve a sorprender y anuncia que no se va. Sánchez se encarama como cabeza visible de un movimiento cívico contra la intoxicación política.
Gobierno de coalición
Encuesta del CIS El amago de Sánchez refuerza al PSOE a costa del espacio a su izquierda
La encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas refuerza al PSOE, que recupera la primera posición en intención de voto.
Análisis
Análisis Sánchez gana su “moción de confianza popular”
La audacia de la jugada que termina hoy con la permanencia de Sánchez en La Moncloa tiene aristas, pero le vuelve a colocar como vértice de un movimiento de regeneración que hace años pasaba por impugnar al propio PSOE.
Represión
Represión Cuatro Mossos d'Esquadra condenados por agresión, detención ilegal y falsear el atestado
La Audiencia de Barcelona dictamina que los agentes se inventaron un atestado falso en el que afirmaban que la víctima les había atacado para justificar su agresión.
Inflación
IPC La inflación interanual de abril se situó en el 3,3% y la subyacente baja hasta el 2,9%
El incremento de una décima se debe, principalmente, a la subida de los precios del gas en comparación a la caída del año pasado y al aumento de los precios de la alimentación.
Argentina
La Argentina de Milei Milei vuelve al Congreso entre protestas con una nueva ley para privatizar las empresas públicas
Con una reducida y negociada Ley de Bases, el Gobierno de Milei pretende obtener poderes especiales para privatizar empresas públicas y llevar a cabo la reforma laboral ultraliberal que la justicia argentina tumbó en enero.

Últimas

El Salto n.74
Revista 74 Cuando los algoritmos te explotan: no te pierdas el número de primavera de la revista de El Salto
De cómo los algoritmos y la IA gestionan el trabajo de cientos de millones de personas con ritmos y condiciones del siglo XIX, y de mucho más, hablamos en nuestro número de primavera. Ya disponible para socias y en los puntos de venta habituales.
Eventos
Evento Un Salto al periodismo del futuro: súmate a nuestro primer evento para estudiantes y jóvenes profesionales
El viernes 10 de mayo, El Salto organiza una jornada de periodismo joven para profundizar en temas clave, nuevos lenguajes y formatos, desde un enfoque eminentemente práctico.
Desempleo juvenil
Desempleo juvenil Extremadura lidera el desempleo juvenil en España
La tasa de desempleo juvenil ha aumentado trece puntos hasta alcanzar un 44,91% de paro. Más de 20.000 jóvenes han migrado en los últimos años.
Palestina
Bloqueo israelí Activistas toman el embarcadero de El Retiro en favor de la Flotilla a Gaza, bloqueada por Israel
“La Flotilla, rompiendo el bloqueo”, han coreado activistas que han desplegado pancartas y banderas palestinas en el embarcadero del Retiro en un homenaje a la Flotilla de la Libertad.
Más noticias
Tribuna
Escuela pública madrileña Del tupper war a #MenosLectivas: razones para la huelga de la educación pública madrileña en tres actos
Más de una década después de los inicios de las movilizaciones de la Marea Verde, el proyecto neoliberal se ha profundizado, pero las respuestas también se están articulando.
Palestina
Palestina Misión incumplida: sobre la cobertura de El Salto de la Flotilla rumbo a Gaza
Queremos dar una pequeña explicación a nuestra comunidad y, especialmente, a las personas que con su suscripción permiten que un medio como el nuestro, que es una rara avis en el contexto político y social en el que vivimos, salga adelante.
País Valenciano
Diada valenciana El País Valencià asume “la voz de todo un pueblo” por el 25 de abril
El 27 de abril, las calles de Valencia fueron testigo de la manifestación valenciana en conmemoración del 25 de abril, una fecha con un alto significado histórico para el País Valencià.
Galicia
Política autonómica Redes clientelares, falta de autogobierno y consensos neoliberales: las claves del Gobierno gallego sin Feijóo
Políticas y analistas desgranan la hoja de ruta de la primera legislatura gallega de la era post-Feijóo: reforzamiento de los hilos de poder locales, falta de vocación autonómica, complejo de inferioridad y una marcada agenda neoliberal.