Ecologismo
El paradigma Greta Thunberg: Elogio del activismo

“Los mejores libros son aquellos
que cuentan lo que ya se sabe”
(George Orwell. 1984)

Greta
5 ene 2020 23:04

La conferencia sobre el clima recientemente celebrada en Madrid ha sido una extravagante mezcolanza de autobombo, bodrio, desvergüenza y linchamiento. Vayamos por partes sin atropellarnos. Autobombo, el del presidente de Gobierno en funciones, bulímico a la hora de ofrecer España para la celebración del COP25 como alternativa a Chile, donde el estallido social reprimido a tiro limpio por su colega neoliberal Piñera frustró cualquier intento de proyección internacional. Ocasión pillada al vuelo por Pedro Sánchez para fardar de anfitrión de postín y excelencia organizadora. Bodrio, porque por mucho que se cacareara en los títulos de crédito del certamen que “Es hora de la actuar”, las conclusiones fueron un colmado de nimiedades y vaguedades. Desvergüenza (y ahí reside parte de la gracia del “éxito” sanchista), porque la edición del 2019 estaba patrocinada por algunas de las multinacionales que más contribuyen al deterioro medioambiental (Endesa, Iberdrola, Banco de Santander, Acciona, Repsol y otras que tal bailan). Y finalmente, linchamiento, porque contra todo pronóstico hubo una especie de encuentro en la tercera fase entre actores diversos, e incluso opuestos, para denigrar a Greta Thunberg, la activista que con su contumaz denuncia ha logrado insertar la emergencia climática en la agenda-dial de la generación milennials.

¿A qué se debe este acoso en el que han coincidido la derecha inquisidora y la izquierda de la revolución pendiente? ¿Por qué la presencia motivadora de la frágil adolescente ha provocado un rechazo tan intempestivo y grotesco en sectores antagónicos?

No estamos ante el refritado ocaso de las ideologías por más que sus contornos se difuminen a marchas forzadas, sino en el despliegue de las teologías políticas. Lo que ha despertado la inquina a diestra y siniestra contra la ecologista sueca está más en lo que les une que en lo que les separa. A saber, que haya puesto en solfa su inmarcesible representación social.

Acostumbrados a significarse como valedores de la ciudadanía unida que nunca será vencida, la irrupción turbadora de la joven Thunberg sobre sus respectivos condominios ha sido percibida como una amenaza a su estatus por las familias ideologías dominantes. Greta no solo acaparaba la atención de la opinión pública, sino que en un gesto casi suicida se permitía dar la espalda a la opinión publicada, tan codiciada por una derecha y una izquierda franquiciadas. Y por si tamaña afrenta no bastara, incluso desdeñaba olímpicamente las peticiones de líderes, organizaciones e instituciones que solicitaban su presencia en grata compaña.

Así, el desdén protocolario de Greta Thunberg les robaba protagonismo; convertía lo oficial en refractario y reventaba con la autenticidad de su compromiso las fake news de la cumbre, que sus mentores idearon como trampantojos (aparte de ofrecer chocolate con churros a los visitantes). Proclamar algo y cumplirlo; coherencia entre ser y estar; honrar la palabra dada; en suma, la “propaganda por el hecho” de su mensaje era algo insufrible que los legatarios de la intermediación social no podían entender. Y encima la “niñata” (según los zorrocotrocos, que dice mi amigo Carlos Taibo) se daba el pisto de rechazar los pingües ofrecimientos de gobiernos y potentados para viajar a España confortablemente, prefiriendo cruzar el Atlántico en un velero con otros pirados como ella (los del Mayflower cruzaron el charco en mejores condiciones). Antes de poner un pie en la COP25 ya estaba pisando callos. ¡¡¡Quién se había creído que era esa mocosa!!!

De ahí la rebatiña malhumorada de los tonsurados del arco representativo contra la activista antisistema. Concepto, el de “activista”, que resume exponencialmente el prejuicio que envenena los sueños de nuestros abanderados. Porque el efecto Greta Thunberg ha propiciado un nuevo paradigma en la teoría de la emancipación, que a partir de ahora, además de económica y política, deberá ser ecológica o no será. Y ese desafío está calando en la conciencia de las gentes al margen de los canales convencionales, sin líderes ni agentes institucionales al frente de la pancarta. Gracias al voluntarismo ético de las personas normales. Las mismas que a principios de siglo animaron las primaveras árabes (tan denostadas a derecha e izquierda, por cierto) y ahora llenan de aliento vital las protestas que recorren buena parte de América Latina, Argelia, Francia o Hong Kong. De las musas al teatro. Como ejemplificó en su día el filósofo británico Bertrand Russell sumándose en las calles al movimiento pacifista y hoy personalidades como el lingüista norteamericano Noam Chomsky. El caso Urgenda, la ONG holandesa que, por primera vez en la historia, ha conseguido que el incumplimiento del pacto climático por un Gobierno se tipifique como delito de lesa humanidad, forma parte de esa escuela civilizadora emergente.

El paradigma Thunberg es algo más que un acontecimiento, se enmarca en una fase superior de los movimientos sociales que ha dado paso a la acción directa de la ciudadanía. Cuando la joven activista sueca proclama “Los líderes nos han traicionado”; “La democracia se ejerce cada segundo” y “Cada gran cambio en la historia ha venido del pueblo”, señala en la dirección que la derecha negacionista y la sedicente izquierda solaparon hace tiempo. Porque en su espasmo opositor, esa dialéctica amigo-enemigo que han enarbolado como espantapájaros, anidaba una unidad de destino: el productivismo. Esa ha sido la divisa imperecedera de los conservadores elevada a categoría de tótem desde su más tierna infancia (“Ganarás el pan con el sudor de tu frente”). Lo nuevo es que en las antípodas propagaban parecido opio del pueblo. Desde Cornelius Castoriadis, hasta Edward P. Thompson, pasando por el Premio Nobel de Economía 1998, Amartya Senn, cada vez está más claro que el énfasis en el modelo de explotación económica centrado en la producción cuantitativa ha sido una rémora para el auténtico progreso más allá del mero crecimiento insostenible y el desarrollismo distópico. El activismo autogestionario que en la actualidad encarnan el feminismo y el ecologismo de la juventud es la mejor muestra del coraje de la sociedad civil, en clave socializadora de lo que Robert Putnam denominó “capital social”.

En esta memorable ocasión, al pin-pan-pum contra la joven Greta de la derecha chusquera le ha salido un competidor de campanillas en los medios progresistas. Y como sucede en las ocasiones en que de lo que se trata es de matarlas a la chita callando, la mano invisible en guante de seda la ha suministrado el diario El País. Durante la cobertura de la cumbre, el periódico más influyente se dedicó inocentemente a reproducir en sus titulares toda la sarta de improperios y basura dialéctica que la caverna dedicaba a la revoltosa activista. “Histérica, marioneta y majareta, los insultos que hombres dedican a Greta Thunberg en Twitter”, amén de “puta”, eran los rebuznos que le endilgaba en lugar destacado el rotativo al noticiar la Cumbre del Clima. Eso sí, para descargo de conciencia, dos semanas después el Defensor del Lector reconocía haber servido de “Altavoz de lujo para insultos de baja estofa”. Sin acuse de recibo, porque la posición del grupo que preside el banquero en activo y extraficante de armas al por mayor, Javier Monzón, investigado judicialmente por corrupción en una pieza de la trama Púnica, no admitía enmienda.

La prueba de algodón fue la publicación el 18 de diciembre de una columna de opinión de Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola y cliente del ex comisario Villarejo y sus cloacas, destacando que “La COP25 ha constituido un éxito de organización y capacidad de involucración de los más diversos sectores”. Y a quien Dios se la de san Pedro se la bendiga.

Archivado en: Ecologismo
Sobre este blog
Alkimia es un espacio de reflexión donde miembros o personas afines al Anarcosindicalismo dan su punto de vista sobre temas de interés general. En una sociedad en la que los medios de desinformación moldean la realidad al antojo de los poderes económicos y políticos, cualquier nueva vía de contrainformación se hace necesaria para lograr que se pueda conocer la realidad de la vida cotidiana de las personas a la vez que pueda servir para su transformación.
Ver todas las entradas
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Opinión
Opinión La coherencia de las políticas de Trump
No se pueden entender los aranceles de Trump sin su lucha por el control de los recursos minerales, sin Groenlandia, Ucrania o la República Democrática de Congo.
Sevilla
Medio ambiente Diez Ayuntamientos, agricultores y colectivos sociales exigen el cese de los vertidos mineros al Guadalquivir
Ayuntamientos y colectivos han enviado una carta al presidente de la Junta exigiendo que haya una moratoria a las minas de Aznalcóllar y la Mina Las Cruces y a los vertidos que pretender realizar al Guadalquivir
Ecologismo
Ecotopías El guardián del páramo
“El guardián del páramo” ha sido uno de los relatos finalistas del II Certamen de relatos ecotópicos de Ecologistas en Acción
#45601
7/1/2020 19:12

GRETA GRITA
LA GRIETA de
este mundo!!

1
0
#45585
7/1/2020 13:37

una niña apoyada por todos los medios (que dependen directamente de los poderosos) va a salvarnos de algo o va a apoyar cualquier mentira de los interesados que manipulan el clima y destruyen el medioambiente?
a otro perro con ese hueso

0
3
#45592
7/1/2020 16:51

Putin, Trump, los saudies, que han declarado su enemistad con esta chica ¿no son PODEROSOS?

3
0
#45580
7/1/2020 10:13

Viva el ecocapitalismo!

0
1
#45603
7/1/2020 19:16

Ante el negacionismo, Viva!

2
0
#45570
6/1/2020 17:46

Pues nada, a esperar que adolescentes millonarios nos salven de cada problema

0
4
#45602
7/1/2020 19:15

Si los viejos y los adultos no quieren o no pueden solucionarlo...serán las nuevas generaciones las que lo hagan.

2
0
#45568
6/1/2020 17:32

Las cualidades más interesantes del activismo de Greta estan relacionadas con las características que le proporciona su asperger: Enfoque, determonación, frialdad...
PD: Existe cierto paralelismo con el papel de 'Saga Norén' (interpretado Sofia Helin) en la serie sueco/danesa Bron | Broen
Buen texto, gracias

4
0
#45552
6/1/2020 12:44

Como una pequeño trueno que perturba las tumbonas de plutócratas en una playa privada. Greta abre una grieta en el sistema imperioso por acallar y fagocitar figuras críticas.

A pesar de las consabidas conspiranoias, envidias chusqueras e insultos que sufre Greta, sobre todo la doy valor por su locura para enfrentarse al mundo enfermo con tan poco.
Y sí, si fuera chico, quizá le hubiera ido mejor.

4
0
#45584
7/1/2020 12:43

Te equivocas, si fuera chico no habría pasado del recreo. Ahora también hay otra chica contra el régimen de Corea del Norte: https://www.youtube.com/watch?v=Ei-gGvLWOZI

Las élites saben que los cambios usando niñas manipulan mejor emocionalmente a las masas

0
1
#45604
7/1/2020 19:18

Pues Sí, el futuro es Mujer.

1
0
#45593
7/1/2020 16:53

Sobre todo en un mundo dominado por el patriarcado TrumPutin.

2
0
Sobre este blog
Alkimia es un espacio de reflexión donde miembros o personas afines al Anarcosindicalismo dan su punto de vista sobre temas de interés general. En una sociedad en la que los medios de desinformación moldean la realidad al antojo de los poderes económicos y políticos, cualquier nueva vía de contrainformación se hace necesaria para lograr que se pueda conocer la realidad de la vida cotidiana de las personas a la vez que pueda servir para su transformación.
Ver todas las entradas
Palestina
Genocidio Israel sigue atacando hospitales, la ONU habla del peor momento en los 18 meses de asedio
No hay tregua en Gaza, donde Israel ha recrudecido las matanzas y sigue sin permitir el acceso de alimentos y productos de primera necesidad. La ONU denuncia asimismo el asesinato de más de 70 civiles en Líbano.
Grecia
Grecia Frontex pone de nuevo la mirada en Grecia
En enero de 2025 el Tribunal Europeo de Derechos Humanos acusó a las autoridades griegas de llevar a cabo devoluciones forzadas de manera sistemática.
Comunidad de Madrid
Memoria histórica Contra la basura y el olvido: tras la pista de los cuerpos y de la memoria de los brigadistas internacionales
El Salto acompaña a un contingente internacional de políticos, políticas y activistas en una ruta en memoria de los brigadistas internacionales que acudieron a luchar a España contra el fascismo, en un ejercicio inspirador para el presente.
Opinión
Opinión La coherencia de las políticas de Trump
No se pueden entender los aranceles de Trump sin su lucha por el control de los recursos minerales, sin Groenlandia, Ucrania o la República Democrática de Congo.
El Salto n.78
El Salto 78 Nueva revista, viejas injusticias: hablemos de Violencia Institucional
En el último número de la revista de El Salto dedicamos la portada y nuestro “Panorama” a una de las violencias que sufren las mujeres solo por el hecho de serlo, la que aún a día de hoy emana de un sistema irracional y patriarcal.
Crisis climática
Balance climático El Mediterráneo se consolida como zona especialmente vulnerable al cambio climático
Las víctimas de la dana suponen dos tercios de las muertes por fenómenos extremos en Europa en 2024, según un informe conjunto de Copernicus y la Organización Meteorológica Mundial que hace un balance climático del continente el pasado año.

Últimas

Eventos
Taller de podcast El Salto invita a estudiantes a explorar las posibilidades del formato audiovisual
Proponemos un taller de guion y producción de programas para estudiantes de comunicación y periodismo los días 24 de abril y 8 de mayo.
València
València CGT denuncia graves incumplimientos del plan de inundaciones en la dana de València
Un informe incorporado a la causa judicial señala la falta de seguimiento de los propios protocolos autonómicos en el día de la tragedia y la víspera.
Partidos políticos
CIS de abril La ultraderecha recorta votos al PP arrastrada por el efecto Trump
El barómetro de abril vuelve a situar al PSOE como fuerza más votada. La izquierda española sigue su contienda por todo lo bajo.
Comunidad de Madrid
Educación El Gobierno de Ayuso deberá pagar 1.000 euros a una profesora por el exceso de horas lectivas
Según CCOO, hasta 6.500 profesoras y profesoras se podrán acoger a esta sentencia que supone una penalización a la Comunidad de Madrid por el exceso de horas extras que realiza el profesorado.
Laboral
Laboral El sindicato ELA alerta sobre la salud mental de las trabajadoras en intervención social
“Somos un instrumento de contención porque tratamos con población muy dañada, estamos en mitad del sándwich”, explica la educadora social Vanesa Núñez Moran.

Recomendadas

Poesía
Culturas Joan Brossa, el mago que jugó con la poesía para reinventar el poder de la palabra
Casi inabarcable, la producción creativa de Joan Brossa se expandió a lo largo —durante medio siglo XX— y a lo ancho —de sonetos a piezas teatrales, pasando por carteles o poemas objeto— para tender puentes entre el arte, la política y el humor.
República del Sudán
Sudán Cara a. Un Sudán en guerra
Se cumplen dos años de una guerra que ya deja más de 13 millones de personas desplazadas y más de ocho millones de sudaneses al borde de la inanición.
Andalucía
Memoria histórica La inanición de la memoria andaluza
Las políticas públicas de memoria en Andalucía se encuentran en un estado de paralización que pone en duda la voluntad de la Junta por la reparación efectiva.