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Memoria histórica
Después de 80 años siguen fusilando
No se esconden. Puede que sean los únicos partidos que no mienten sobre sus intenciones y las están llevando a cabo. Los partidos fascistas cumplen sus sentencias. De eso ya conocemos mucho en la historia.
Vox anunció que acabaría con la memoria histórica. Y ya ha emprendido su batalla contra la verdad. En Andalucía se pone en peligro un proyecto llevado a cabo con mucho trabajo y dedicación y unos medios muy limitados (1) “Todos (…) los Nombres” lleva más de 10 años sacando del olvido y del silencio el nombre y la historia de muchas personas que sufrieron la represión del franquismo. Un proyecto llevado a cabo por la sociedad civil, con trabajo voluntario y sin ánimo partidista y con la única intención de cumplir la última petición de Julia Conesa: “que mi nombre no se borre de la historia”. Y la subvención que tenía concedida por la Junta de Andalucía ha sido retirada.
Cerca de 100.000 nombres han sido rescatados del anonimato y de la desaparición gracias la investigación de archivos y listados de fusilamientos y enterramientos en fosas comunes de los cementerios y a la búsqueda de testimonios entre familiares de personas que fueron hechas desaparecer en Andalucía, Extremadura y el Norte de África. Una investigación compartida con la sociedad para dar visibilidad a la represión y que sea conocido lo que sucedió durante tantos y tantos años y que, todavía, hay quienes quieren enterrar de nuevo y volver a la tumba. Una web donde cada día cientos de personas teclean el nombre y apellido de un familiar en busca de datos sobre aquella persona que desapareció al volver a su pueblo después de la guerra, que fue detenida por luchar en el maquis de las sierras andaluzas, etc. Una web donde cada día cientos de personas consiguen iluminar sus ojos ante los datos de aquella persona, que posiblemente no llegaron a conocer, y ver recompensado y satisfecho el deseo de “saber”.
El movimiento memorialista lleva peleando por Verdad, Justicia y Reparación desde hace varias décadas. Y su lucha no puede acabar porque no se han cumplido esos objetivos. Estábamos encauzados por el buen camino a conseguir que la Verdad poco a poco se vaya conociendo y reconociendo a quienes han luchado por un mundo mejor y perdieron su vida por ello. Pero de vez en cuando nos encontramos con teóricos historiadores que ponen en duda el genocidio llevado a cabo por el régimen franquista desde 1936. El problema es que aún hoy continuamos con las mismas actitudes y formas de miedo de aquel régimen.
La denegación de la subvención de la Junta de Andalucía al proyecto “Todos (…) los Nombres” no sorprende ni va a parar el trabajo llevado a cabo hasta hoy.
Desde el mismo momento en que el partido fascista entró en el gobierno se sabía que cumplirían con su amenaza de acabar con la memoria histórica. Pero lo que no había valorado Vox es que el movimiento memorialista lleva peleando sin medios desde hace mucho, mucho tiempo. Cuando Emilio Silva llevó a cabo la primera exhumación pública de una fosa común, no fueron las administraciones quienes lo realizaron sino él con sus medios y los de una incipiente asociación que comenzaba su camino que hoy ha demostrado que ha resistido y que ha realizado un fructífero trabajo aquel paso que comenzó a principios del 2000.
Las asociaciones de familiares que fueron surgiendo a raíz de la emocionante historia de la recuperación de los restos del abuelo de Emilio tuvieron que lidiar con la novedad de enfrentarse a la historia de sus familias, que en muchos casos había sido ocultada o edulcorada con causas ficticias sobre la muerte del padre, madre, abuelo, abuela, tío o tía, etc. Llegó la ley de Zapatero sobre la memoria histórica y surgieron fondos para poder llevar a cabo trabajos de recuperación de la memoria. Tiempos en los que “se acordaban del abuelo porque había dinero” (Rafael Hernando) pero llegó Rajoy y sus presupuestos destinando 0 € a los temas de memoria durante todos los años de sus legislaturas y los trabajos de recuperación de la memoria histórica continuaron su camino, más lento, más costoso pero que ha seguido avanzando.
Nunca se fueron, se quedaron agazapados tras la máscara de una derecha amable y democrática que nunca ha renunciado a su herencia franquista y que ha seguido bebiendo de las fuentes fascistas su proyecto de sociedad.
Hoy la Fundación Francisco Franco puede recibir subvenciones públicas pero el proyecto “Todos (…) los Nombres” no.
Hoy pueden juntarse cientos de personas para homenajear al dictador con brazo en alto y no son sancionados. Pero sí Teresa Rodríguez, por poner un twit dicendo que Utrera Molina es un asesino por firmar la sentencia de muerte de Puig Antich.
Hoy es condenada una mujer por decir que el alcalde de Yesa robó y mató a su padre pero no se investiga ningún delito franquista por los juzgados, alegando la prescripción y la amnistía, siendo los delitos denunciados delitos contra la humanidad y, por tanto, imprescriptibles.
Hace 80 años sembraron de miedo los pueblos de España e impusieron el olvido y el silencio sobre unas personas que están siendo recuperadas a través de proyectos como “Todos (…) los Nombres”. Hoy, no podrán con nosotros. Continuaremos nuestro trabajo contra viento y marea. Ya no podrán callarnos. Hoy no nos fusilarán.
Julia Conesa, tu nombre no lo ha borrado la historia y no permitiremos que el proyecto de “Todos (…) los Nombres” desaparezca.
(1) Todos (…) los Nombres es un proyecto gestionado por el Grupo de Trabajo Recuperando la Memoria de la Historia Social de Andalucía de CGT Andalucía y la Asociación Nuestra Memoria.