Alemania
Colas del hambre en el país con más millonarios de Europa

Los recursos de caridad para las personas en dificultades están saturados en Alemania. La inflación y la pobreza energética forman un cóctel que está llevando a miles de personas a las colas del hambre.
Berlin sin hogar
Una mujer pide limosna en un pasadizo del metro de Berlín David F. Sabadell
18 may 2022 05:38

Las colas del hambre forman parte del paisaje de algunos barrios de ciudades alemanas. El fenómeno no es nuevo, pero se está viendo agravado por una inflación que ha llegado al 7% y que hace que muchas familias en precario tengan que verse obligadas a mendigar alimentos en los llamados Tafel, bancos de alimentos.

Esa organización comenzó en 1993 a repartir alimentos a personas necesitadas que no llegan a fin de mes. Funciona gracias al trabajo voluntario y a la donación de víveres que, en muchos casos, terminarían en el contenedor de la basura. Cada año reparten unas 265.000 toneladas de alimentos y sus usuarios son personas en paro, refugiados y trabajadores con bajos salarios.

“El aumento de los precios tiene una gran repercusión en nuestro trabajo”, explica a El Salto Jochen Brühl, el Presidente de la organización Tafel. “La demanda aumenta porque muchas personas no pueden permitirse comprar los alimentos”, explica. El alza del precio de la energía y de los carburantes también supone un grave problema para esta organización,  que ayuda a alrededor de 1,6 millones de familias, porque los alimentos que reparten tienen que ser transportados y refrigerados. Para poder recibir la ayuda de las Tafel hay que poder demostrar con documentos que se carece de medios. “En el caso de los refugiados ucranianos solo se les pide el carnet de identidad”, asegura.

Las donaciones “han disminuido de forma masiva”, explica Brühl. “Para nuestros voluntarios es muy frustrante no poder ayudar a personas en apuros y tener que rechazarlos”

Las Tafel, sin embargo, “tan solo pueden repartir los alimentos que reciben como donaciones y ello solo con la ayuda de voluntarios”, explica Brühl. “Es por ello que no nos consideramos responsables del mantenimiento, sino que únicamente tratamos de facilitar un alivio económico a nuestros usuarios”. Es decir, no hay algo así como un derecho a ser atendido por las Tafel: “Somos una ONG y no parte del sistema estatal”.

Al parecer, a los gobiernos regionales se les olvida y “en los últimos tiempos estamos observando que los ayuntamientos envían a refugiados a las Tafel hasta que son registrados”, lamenta. Es por ello que muchos de los puntos de reparto se encontrarían “al límite de sus posibilidades”. Otro problema adicional es que las donaciones “han disminuido de forma masiva”, explica. “Para nuestros voluntarios es muy frustrante no poder ayudar a personas en apuros y tener que rechazarlos”.

Listas de espera

En Cáritas no tienen mejores noticias. Una de sus portavoces, Mathilde Langendorf, explica a El Salto que el aumento de precios ha llevado a un aumento de las solicitudes de ayuda para manejar las deudas, en especial las relacionadas con la pobreza energética. “Las listas de espera son cada vez más largas”, asegura. También explica que estas situaciones de precariedad afectan cada vez más a personas empleadas que tienen bajos ingresos “y no solo a los que reciben prestaciones”. Asimismo, sus propias instalaciones se están viendo afectadas por la inflación, ya que Cáritas en Alemania tiene residencias, hospitales, guarderías y ofrecen ayuda a domicilio. “Es cada vez más complicado cubrir los gastos”, dice Langendorf “y es por ello que nos estamos viendo obligados a reducir nuestros servicios como hacer la compra a personas necesitadas, porque no podemos asumir el coste de la gasolina”.

Y nos explica ejemplos que ilustran de lo que habla. La Tafel en el municipio de Calw en Baden-Würtember, de 23.000 habitantes, ha visto cómo han aumentado en 130 las peticiones de ayuda en los cuatro primeros meses del año. “Eso son más de ocho familias a la semana, de las cuales un tercio provienen de Ucrania y los otros dos tercios son familias que no consiguen pagar los alimentos”.

“Estamos asistiendo a una repercusión masiva del coste de la guerra y del rearme en las personas y ello se traduce en una inflación galopante de los precios de la energía y de los alimentos”, explica el presidente del Partido Comunista Alemán

En Aichach en Baviera (20.000 habitantes) se habría doblado el número de solicitudes, de forma que han tenido que dejar de admitir a nuevos clientes. “El aumento de los precios de la energía y de los alimentos están poniendo en apuros cada vez a más personas en Alemania”, explica la portavoz de Cáritas, “y también son hogares que hasta ahora no se consideraban como pobres, pero que ahora tienen que contar cada euro”. La política estaría aplicando medidas “con buenas intenciones, pero que en ocasiones no llegan al núcleo del problema, dejando fuera grupos importantes como es el caso de los y las jubilados y jubiladas”.

El gobierno alemán de coalición de socialdemócratas del SPD, verdes de Die Grüne y neoliberales del FDP planea un aumento de 20 euros al mes para los menores cuyos padres reciben ayudas, así como el pago de una ayuda única por valor de 200 euros. Este tipo de medidas no son un tabú en Alemania: el 24 de marzo, el Gobierno aprobó que los trabajadores reciban un pago único de 300 euros para compensar los gastos extra por la energía.

Para el partido de la izquierda, Die Linke, “el pago extraordinario planeado contra la pérdida de poder adquisitivo de las personas que reciben la ayuda de subsistencia es absolutamente insuficiente”, explica la portavoz para asuntos sociales del partido en el Bundestag a El Salto, Jessica Tatti. “En total se subirían un 2,5% las ayudas, 8,33 euros al mes en comparación con 2021”. Y este aumento “está por debajo de la tasa de inflación que fue de 7,3% en marzo y del 7,4% en abril”. La coalición en el Gobierno, para Tatti, “continúa con su política de crisis injusta a costa de las personas que necesitan más nuestro apoyo”. Su partido ha propuesto esta semana, por ello, elevar la ayuda mensual a 687 euros al mes, pero la gran mayoría del parlamento rechazó la propuesta.

Carta desde Europa
Cero para la izquierda, ningún apoyo para París y la difícil tarea de calzarse las botas de Merkel
Los penosos resultados de Die Linke en las elecciones alemanas eliminan cualquier posibilidad de una coalición de gobierno roji-verde-roja (R2V), con toda seguridad para gran alivio de los líderes tanto de los socialdemócratas del SPD como de los Verdes.


Según la doctrina del Tribunal Constitucional, las ayudas en Alemania están supeditadas a que su cálculo se realice en función de los costes reales de la vida, de forma que la persona tenga acceso a un mínimo vital digno. Es por ello que Die Linke está invirtiendo su tiempo y sus esfuerzos en calcular los costos para las personas que reciben ayudas, cuyo alquiler y calefacción en muchos casos es pagado por el Estado. “Los afectados, las organizaciones de ayuda, las asociaciones de parados y las Oficinas de asesoramiento para personas con deudas han dado la voz de alarma con toda la razón”, asegura Tatti.

Su partido también vio cómo se declinó su propuesta en diciembre de adaptar las ayudas a la inflación. “La coalición sabe por lo que están pasando los afectados y sabe qué tarea le ha encomendado el Constitucional”, remarca, “la inacción de la coalición es premeditada y con alevosía”. Aquellos que dependen de los pagos del Estado, enfermos, jubilados, parados, refugiados en fase de integración, “no pueden esperar hasta 2023 a que se adapten sus ingresos a la inflación”.

Aumento de las ayudas

Otra de las organizaciones de ayuda, la Diakonie de la iglesia evangélica,  asegura en una nota de prensa esta semana que Alemania "necesita adaptar la ayuda existencial a la inflación” y que “las ayudas puntuales no bastan”. La organización pide que la ayuda se extienda a, al menos, los próximos seis meses. Su presidenta Maria Loheide asegura que “esos pagos puntuales y bonus tienen algo de limosna”.

Una encuesta realizada por su organización muestra que cada vez más familias no pueden comprar cosas necesarias a sus hijos como, por ejemplo, ropa de una talla superior. Hay más familias que tienen que hacer cuentas para poder seguir comprando alimentos a fin de mes. “La pandemia y los aumentos del coste de la energía y de los alimentos han agravado la situación de las personas que reciben ayudas o que trabajan en precario”, asegura la máxima responsable de unas 117 organizaciones en las que cooperan unos 700.000 voluntarios. Es por ello que también la Diakonie pide el aumento de las ayudas hasta los 630 euros mensuales.

“Estamos asistiendo a una repercusión masiva del coste de la guerra y del rearme en las personas y ello se traduce en una inflación galopante de los precios de la energía y de los alimentos”, explica a El Salto Patrik Köbele, presidente del Partido Comunista Alemán DKP. “Es la típica política de redistribución capitalista y es por ello que no resulta extraño que la pobreza aumente de forma masiva”. Para Köbele se trata de un gran escándalo, que en uno de los países más ricos de la tierra, el segundo del mundo y el primero de Europa en términos de número de millonarios, la pobreza aumente de esta manera. En este país con excedente de riquezas “la sociedad no es capaz de bajar la pobreza o acabar con ella, sino que aumenta: que personas pobres se vean obligadas a ir a pedir comida a las Tafel es una perversión”.

No es la imagen que tenemos de Alemania, la de las colas de reparto de alimentos. “La pobreza en Alemania a menudo no se ve a primera vista”, asegura el que fuera diputado de la ciudad renana de Essen. “En mi ciudad hay barrios donde la pobreza domina y las personas no tienen suficiente comida para poder alimentarse de forma saludable, sino que viven de alimentos que son baratos y poco saludables o bien tiene que ir a la Tafel donde reciben regalos en forma de alimentos que han sido descartados por los supermercados”. Para él se trata de “una forma institucionalizada de pedir limosna para poder llegar a fin de mes y tener comida”. Y recalca: “Es así. En Alemania hay personas que no tienen suficiente para comer”. El Estado “está ocupado en dedicar una fortuna extraordinaria de 100.000 millones para armamento, hay dinero suficiente pero no se utiliza para acabar con la pobreza sino para que las grandes empresas tengan aún más beneficios”, asegura Köbele, que no tiene muchas esperanzas: “Es algo que la Alemania imperialista actual seguramente no hará, sino que habría que obligarla, pero el movimiento obrero en estos momentos es demasiado débil”.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Análisis
Análisis Vidas que importan. A propósito de la recién aprobada resolución del Parlamento alemán
El Parlamento alemán ha aprobado una resolución sobre el problema del antisemitismo en Alemania que constituye un instrumento político contra las voces disidentes. Pero también tiene como objetivo la instrumentalización del antisemitismo.
Alemania
Unión Europea Alemania llevará su crisis a las urnas el próximo 23 de febrero
La coalición semáforo se apaga definitivamente en Alemania. El cese la semana pasada del ministro liberal deja solo a Scholz, uno de los cancilleres peor valorados de la historia democrática del país.
Análisis
Análisis Die Linke necesita más políticas de clase
La Izquierda se ha convertido en un partido de académicos. Esto es un hecho. Un nuevo estudio revela cómo ha ocurrido y por qué la nueva dirección del partido no tiene delante suyo una tarea fácil.
Agapito
21/5/2022 18:50

Interesante. Lo que no sale en los medios de desinformación.

0
0
Genocidio
Genocidio El TPI emite la orden de detención contra Netanyahu y Gallant por crímenes de guerra
La Sala de Cuestiones Preliminares del TPI rechaza las impugnaciones de competencia formuladas por el Estado de Israel y emite órdenes de arresto contra Benjamin Netanyahu y Yoav Gallant.
COP29
Cumbre del clima La COP29 encara su última jornada con un final agónico sin acuerdo en los temas clave
Los borradores de los textos de negociación sobre la mesa quedan muy lejos de un acuerdo sobre financiación climática en línea con las necesidades para que el planeta no rebase los 1,5ºC de calentamiento medio.
Crisis climática
Informe de Unicef El cambio climático multiplicará por tres la exposición de los niños y niñas a las inundaciones para 2050
Es la proyección que hace Unicef en su informe 'El Estado Mundial de la Infancia 2024'. La exposición a olas de calor extremas será ocho veces mayor para 2050 respecto a la década del 2000. “El futuro de todos los niños y las niñas está en peligro”, advierte la agencia de la ONU.
Barcelona
Derecho a la vivienda El hartazgo por la vivienda impagable se da cita este 23 de noviembre en Barcelona
El amplio movimiento por la vivienda catalán, sindicatos y organizaciones vecinales, sociales y soberanistas demandan soluciones urgentes ante una crisis de vivienda sin solución a la vista
Tribuna
Tribuna Vivienda: es hora de organizarnos
La situación de crisis inmobiliaria nos exige leer el momento para acertar en las batallas que debemos dar ahora, reflexionar sobre los modos de acción colectiva y lograr articular una respuesta política amplia.
Turismo
Opinión Abolir el turismo
VV.AA.
Lleguemos a donde lleguemos, no puede ser que sea más fácil imaginar el fin del capitalismo que el fin del turismo.
Comunidad de Madrid
Sanidad Pública Los sindicatos denuncian a la Comunidad de Madrid por exponer a sus sanitarios a “gravísimos” riesgos
Solicitan la mayor indemnización económica pedida contra una administración por no contar con un verdadero plan de prevención de riesgos laborales para atención primaria.
Racismo
Racismo institucional Diallo Sissoko, una víctima más del sistema de acogida a migrantes
La muerte de este ciudadano maliense durante su encierro en el CAED de Alcalá de Henares ha puesto de manifiesto algunas de las deficiencias del sistema de acogida a migrantes en el Estado español.

Últimas

Palabras contra el Abismo
Palabras contra el Abismo Lee un capítulo de ‘Café Abismo’, la primera novela de Sarah Babiker
El barrio es el espacio físico y social en los que transcurre ‘Café Abismo’, la primera novela de la responsable de Migraciones y Antirracismo de El Salto, Sarah Babiker.
Violencia machista
25 de noviembre Con el lema “Juntas, el miedo cambia de bando”, el movimiento feminista llama a organizarse este 25N
En un año en el que ha vuelto al primer plano el debate público sobre la violencia patriarcal sistémica que siguen padeciendo las mujeres, la marcha del 25 de noviembre vuelve a las calles el próximo lunes.
Más noticias
Comunidad de Madrid
Paro del profesorado Nueva jornada de huelga en la educación pública madrileña
Este jueves 21 de noviembre el profesorado se vuelve a levantar contra las políticas del gobierno de Díaz Ayuso, que mantiene paralizadas las negociaciones para mejorar sus condiciones laborales.
València
dana A las 20:11, era tarde
Todavía conservamos el horror de cientos de coches amontonados y arrastrados por la riada. Es por esos millones de turismos y sus emisiones ─aunque no solo─ que vivimos en un planeta que se está calentando demasiado rápido.

Recomendadas

Memoria histórica
Memoria histórica Museo del franquismo, ¿eso dónde está?
España sigue ajena a la proliferación mundial de espacios museísticos dedicados a dictaduras y resistencias democráticas.
València
Dana y vivienda “La crisis de vivienda multiplicada por mil”: la dana evidencia el fracaso de las políticas del PP en València
La dana ha dejado a miles de familias sin hogar. Ante la inacción de las instituciones, han sido las redes familiares las que han asumido el peso de la ayuda. La Generalitat, tras décadas de mala gestión, solo ha podido ofrecer 314 pisos públicos.