La vida y ya
Vivir dignamente é un dereito

Lo que pasó es una historia repetida en muchos lugares. Una historia que no va de un héroe sino de colectividades que consiguen victorias cuando se juntan.
ODS Coia
Manifestación por la renta básica © Oficina de Dereitos de Sociais de Coia
24 sep 2023 05:00

Me escribió Diego: “Buenas, os contamos (sin drama) que la ODS-Coia echa el cierre”. Y, después de otras frases y unos emoticonos de besos, está el comunicado.

Es un texto breve, lleno de palabras precisas. “Pechamos para pensar e comezar outras iniciativas. Os motivos que nos levaron a iniciar a ODS-Coia seguen, por desgraza, moi presentes: veciñas que non chegan a fin de mes, políticas sociais miserentas e que apestan a control social, illamento e soidade, prezos da vivenda elevadísimos, desinformación… (...) Botamos o peche pero moitas sabedes quen somos e onde atoparnos. Despedímonos cun lema que acompañou moitos actos: “Vivir dignamente é un dereito”.

La primera vez que fui a Coia, en Vigo, ya conocía la historia de esa Oficina de Derechos Sociales (ODS). La historia de personas que se acostumbraron a pisar la calle para reclamar pan, dignidad y trabajo. Que vieron cómo en los soportales de sus edificios se quemaba la vida en las agujas pinchadas en los brazos de los jóvenes en los ochenta. Calles que hoy siguen llenas de vidas a punto de estallar. Vidas que encontraron en la ODS un espacio para resistir.

Conocía también la historia del barco que está colocado en una rotonda de ese barrio. Un barco grande, imponente, fuera de lugar. Un barco que costó mucho dinero sacar del mar para ponerlo allí. Un barco que las vecinas y vecinos de Coia no querían. Pensaban que las personas que habitan ese lugar tenían otras muchas necesidades. Un barco al que ahora la única agua que le toca es la de la lluvia.

Lo que pasó es una historia repetida en muchos lugares. Personas que se organizan. Vecinas y vecinos que se instalan en la rotonda día y noche para impedir que coloquen el barco. Una resistencia que se construye mientras se articulan y refuerzan los vínculos. La fuerza colectiva imparable. La búsqueda de justicia desobedeciendo. Personas que también cantan y leen poesía en las horas de permanencia en la rotonda.

Pero el que se cayó fue el policía y los policías no se caen. Siempre hay alguien que les empuja o les agrede. Y eso fue lo que dijo el policía

Lo que pasó es una historia repetida en muchos lugares. Un día hubo un forcejeo con la policía y un chico salió corriendo y detrás del chico salió un policía y detrás de ambos Diego, que no quería que la porra o la pistola del policía lastimasen al chaval. Y en la carrera el policía se cayó. Se podía haber caído Diego o el chico. Las personas se caen a veces. Pero el que se cayó fue el policía y los policías no se caen. Siempre hay alguien que les empuja o les agrede. Y eso fue lo que dijo el policía, que Diego le había agredido. Y por eso Diego se enfrentaba a un juicio donde la palabra cárcel estaba presente.

Lo que pasó es una historia repetida en muchos lugares. En el barrio se organizaron para que la condena que se pedía contra Diego no se hiciera realidad. Hicieron muchas cosas. Tejieron una red grande a su alrededor. Se convencieron y convencieron al resto de que eran capaces de que las palabras de Diego fueran más fuertes que las de un policía. Las luchas se ganan en las calles, en las plazas, en los parques, en las comidas colectivas, en los lugares donde se articula la comunidad. En el barrio de Coia decidieron ganar el juicio contra Diego.

Lo que pasó es una historia repetida en muchos lugares. Después de meses de campaña, hicieron un encierro las 48 horas antes de que se celebrara el juicio. Un encierro que terminaría con una marcha para acompañar a Diego hasta los juzgados. El juicio no era sólo el juicio de Diego. Las palabras de Diego no eran sólo sus palabras. Su lucha no era sólo de él. Eran de la gente del barrio. Eran de las que sufren un sistema demoledor y, a pesar de ello, se levantan desafiantes contra la barbarie. Eran de las que están hartas de que la vida sea un campo de batalla.

Lo que pasó es una historia repetida en muchos lugares. Ganaron. El policía decidió retirar los cargos unas horas antes de que comenzase el juicio. Ganaron.

Lo que pasó es una historia repetida en muchos lugares. Ganaron. El policía decidió retirar los cargos unas horas antes de que comenzase el juicio. Ganaron.

Lo que pasó es una historia repetida en muchos lugares. Una historia que no va de un héroe sino de colectividades que consiguen victorias cuando se juntan. Porque, aunque cierre la ODS, todas las personas que han participado de ese espacio tienen grabado en la piel que “Vivir dignamente é un dereito”. Y, eso, no se olvida.

Archivado en: La vida y ya
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

La vida y ya
La vida y ya Cinco chimpancés
Les dijo que cuando se caza a una cría en su entorno natural, de media se mata a diez chimpancés de su grupo.
La vida y ya
La vida y ya Para vivir bien
“Para vivir bien hacen falta plantas, profe”, dijo una alumna. Esa frase es una forma de recordar que para vivir bien no es suficiente con levantarte cada mañana y meterte en el metro con los ojos pegados al sueño de estar en otra parte.
La vida y ya
La vida y ya Te ha tenido que pasar
Ella me contaba eso que había vivido mil veces estando en espacios en los que había solo mujeres.
Redes sociales
El asesino de los CEO El fenómeno fan Luigi Mangione, ¿por qué tanta gente apoya a un asesino?
El caso del chico de clase alta que disparó sobre un CEO de una aseguradora médica ha desatado una ola cultural y de apoyo como no se había visto antes.
Militarismo
Alejandro Pozo “El oportunismo de la industria militar española aprovechando lo que pasa en Gaza es grave”
Este investigador sobre paz, conflictos armados, desarme y acción humanitaria denuncia que el rearme ya está teniendo lugar y que el Ejecutivo escamotea información sobre las relaciones comerciales de la industria con Israel.
Literatura
Literatura Silvia Nanclares: “Moratalaz nace como barrio franquista, solo que no contaban con la presión vecinal”
Con ‘Nunca voló tan alto tu televisor’ la escritora madrileña regresa a su barrio y examina lo que quedaba debajo de la cáscara de progreso que supuso la construcción del edificio de Torrespaña, aun hoy uno de los más reconocibles de la ciudad.
Sexualidad
Consultorio de sexualidad Los mil y un orgasmos femeninos
El clítoris, la vagina y el cérvix están inervados por distintos nervios que, al ser activados en distintas combinaciones, producen sensaciones diversas.
Opinión
Opinión Sonará tu nombre cuando nazca el mío
No fue hasta que empecé a habitar mi propio cuerpo que entendí que podía contar mi historia. Una carta de amor travesti en el Día de la Visibilidad Trans.
Comunidad de Madrid
Comunidad de Madrid Los trabajadores de Metro celebran el nuevo convenio pese al temor de perder empleos por las automatizaciones
“Es el mejor acuerdo que he visto en 43 años que llevo trabajando aquí”, explica el representante de Solidaridad Obrera en la mesa negociadora, Braulio del Pozo, que destaca que se recupera en parte el poder adquisitivo de la plantilla.

Últimas

Que no te lo cuenten
Que No Te Lo Cuenten De amenazas ambientales y memoria histórica
VV.AA.
La ciudadanía gallega y extremeña alza la voz contra proyectos que amenazan sus territorios y medioambiente.
Análisis
Análisis Inmigración, trenes e ilusiones de soberanía
El mayor beneficiario de la situación política en Catalunya sigue siendo el PSC, que ve cómo la definitiva irrupción demoscópica de Aliança Catalana reduce el campo de los principales partidos del independentismo.
Dependencia
Dependencia Los cuidados necesitarán entre 300.000 y 600.000 trabajadores más en cinco años
Las empleadas de residencias y ayuda a domicilio reclaman mejoras en esas nuevas plazas. “Debemos tener un sistema de cuidados universal y público, debe ser un derecho y no un negocio”, piden desde el sindicato ELA.
La vida y ya
La vida y ya Cinco chimpancés
Les dijo que cuando se caza a una cría en su entorno natural, de media se mata a diez chimpancés de su grupo.
Opinión
Opinión Chicas, cheeseburguers, y soles negros: militarizar la adolescencia en Ucrania
Para militarizar a una generación que hasta hace pocos crecía aspirando a becas, trabajos de oficina o empleos de cuello azul, es necesario mucho más que ofrecer el ejército como una salida laboral: hay que cambiar su concepto del mundo.
Más noticias
València
Dana 20:11, Ni oblit ni perdó: los pueblos de la Dana amanecen con pintadas contra Mazón
Tras cinco meses de catástrofe, aparecen numerosas pintadas en los municipios afectados por la riada para señalar la tardía gestión de la Generalitat.
Precariedad laboral
Precariedad Voluntariado en el sector social: un monstruo con tres cabezas
La precarización del sector social es algo de lo que se viene hablando cada vez más en los últimos años, pero es un hecho que lleva conviviendo con nosotras mucho tiempo, y que es consecuencia de varios factores.

Recomendadas

Galicia
Galicia Bimba y Lola se aleja del lyocell de Altri con la salida del presidente de Greenalia de su consejo
El presidente de Greenalia y antiguo consejero delegado de Inditex, José María Castellano, abandona su puesto en la empresa cerrando una puerta más a la salida de la celulosa supuestamente creada para fibras textiles.
Cómic
Cómic Un gran poder conlleva una gran responsabilidad: ¿los superhéroes de cómic son de derechas o de izquierdas?
¿Encarna Superman a la socialdemocracia liberal, es Batman un militante anarcocapitalista y el Capitán América la bandera del nacionalismo? La respuesta no es tan sencilla si se repasa la historia del género.
Memoria histórica
Manuel Pérez, ‘camarada Arenas’, tras salir de prisión “Cordón trató de escaparse, se cayó y se mató”
El militante histórico del PCE reconstituido y, según la Justicia, líder de los Grapo, mantiene su inocencia en todos los casos que le han llevado a pasar 32 años en prisión.
América del Sur
América del Sur La batalla por el litio: pueblos originarios resisten un “genocidio medioambiental y cultural”
Sudamérica se ha convertido en la proveedora mundial de materias primas para la transición energética. Las comunidades afectadas se rebelan ante una actividad que genera desposesión de tierras, contaminación, sequía y conflictos internos.