We can't find the internet
Attempting to reconnect
Something went wrong!
Hang in there while we get back on track
La vida y ya
El privilegio de ser blanca
Había venido una persona a hablar sobre acciones de resistencia no violenta y, en la clase siguiente, retomamos el tema de la violencia. Dibujé en la pizarra un triángulo y coloqué en cada uno de sus vértices una palabra. Directa. Cultural. Estructural.
Les pedí que buscaran ejemplos de cada tipo. Podían ser violencias que habían vivido o violencias que habían visto.
Cada cual anotó en su diario de clase.
¿Quién quiere compartir?, pregunté.
Juan levantó la mano. “Yo voy a contar algo que me ha sucedido varias veces. Voy en el metro o por la calle y dos personas que parecen como tú pero que no son como tú se acercan y te piden la documentación. Eso yo creo que es violencia cultural y estructural. A mí me paran por mi tono de piel.”
Voy en el metro o por la calle y dos personas que parecen como tú pero que no son como tú se acercan y te piden la documentación. Eso yo creo que es violencia cultural y estructural. A mí me paran por mi tono de piel.
Juan tiene 15 años.
Después levantó la mano Isabel. Contó que primero vino su madre, que después la trajo a ella y que, finalmente, llegó su padre. Que él estuvo un tiempo sin papeles y que por eso le metieron en una cárcel que está a tres paradas de metro. Que en lo que le pasó a su padre se dan los tres tipos de violencia juntos.
Isabel ya cumplió los 16.
El tercero en levantar la mano fue Alejandro. Clavó la mirada en su cuaderno y leyó. “A mí en el colegio de primaria al que iba me insultaban de muchas formas. Mono. Negro. Sin papeles. Ladrón. Mongolo. Panchito. Muerto de hambre. Peruano”.
Leyó todos los insultos. Uno a uno. Delante de una clase que se quedó muda. Los recordaba todos.
"A mí en el colegio de primaria al que iba me insultaban de muchas formas. Mono. Negro. Sin papeles. Ladrón. Mongolo. Panchito. Muerto de hambre. Peruano”
Alejandro también tiene 15 años.
Después de un silencio necesario sus compañeras y compañeros le preguntaron y comentaron varias cosas.
¿Nadie te ayudó en tu antiguo colegio? No mucho.
¿Aquí te ha pasado también? Dentro de clase no, en la calle me sigue pasando a veces.
¿Por qué para ti que te llamen peruano es un insulto? Porque yo no soy peruano.
Siento que hayas pasado por algo tan horrible, gracias por compartirlo.
“Hoy sí que he entendido lo que significa el privilegio de ser blanca”
Al acabar la clase una alumna se acercó. “Hoy sí que he entendido lo que significa el privilegio de ser blanca”, me dijo.